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volumen 4 capitulo 4

Capitulo 4

Después de batallar para recoger las dos espadas que salieron volando, Kirito y Lyfa aterrizaron delante de las dos estatuas que custodiaban la puerta. Recon, quien inesperadamente parecía haber estado esperando en silencio, se acercó corriendo. Al ver al Spriggan vestido de negro al lado de Lyfa, su expresión cambió y se volvió hacia ella mientras se frotaba el cuello.

-Bueno… ¿C-cómo resulto?

Lyfa respondió mientras sonreía dulcemente:

-Vamos a atacar el Árbol del Mundo. Él, tú, y yo; nosotros tres.

-Y-ya veo…Hey… ¿¡Qué!?

Lyfa le dio una palmada en el hombro a Recon que tenía el rostro pálido y retrocedió,  diciendo  “Vamos  a  trabajar  duro”,  luego  se  volvió  para  mirar  a  la enorme puerta de piedra. Al pararse entre las dos estatuas Lyfa se dio cuenta de que parecía irradiar Aire frío, como para prohibir la entrada a los que lo deseaban.

Hablaron de atacar, pero a decir verdad, después de ver a alguien con el poder de Kirito ser tan terriblemente apaleado por los caballeros guardianes, un aumento de solo dos personas no cambiaría tanto el resultado. Le dio un vistazo rápido a Kirito a su lado…tenía una expresión severa, con los labios cerrados.

Kirito levantó la vista, como si hubiera pensando en algo.

-Yui, ¿estás ahí?

Antes de que sus palabras hubieran terminado, comenzaron a reunirse partículas de luz en el aire y la familiar linda pixie apareció. Con las manos en sus caderas, estaba haciendo pucheros con indignación.

-¡Oh, muy lento! ¡Si papá no me llama, no puedo salir!

-Mi culpa, mi culpa. Estaba un poco ocupado.

Con una sonrisa amarga, Kirito tendió su mano izquierda y la pixie se sentó sobre ella con recato. Recon estiró su cuello a una velocidad terrible para mirar a la pixie, como si quisiera devorarla. 
-¿¡Wow, e-esta es una pixie privada!? ¡¡Esta es la primera vez que he visto una!!
¡¡Oh, increíble, qué linda!!

Al oír esto, los ojos de Yui se abrieron mucho y retrocedió.

-¡¿Q-qué es esta persona?!

-Oye, la estás asustando.

Lyfa agarró la oreja de Recon y lo apartó de Yui.

-No te preocupes por este tipo.

-…A, ah.

Kirito se quedó confundido por la escena frente a él. Parpadeó dos o tres veces, y luego miró a Yui de nuevo.

-…Bueno, ¿Descubriste algo por esa batalla?

-Sí.

Yui tenía una expresión seria en su linda cara mientras asentía.

-Esos monstruos guardianes, aunque su salud y fuerza no eran tan altas, su patrón de aparición era anormal. La velocidad de aparición aumenta proporcionalmente a la proximidad de la puerta interior y cuando realmente llegas a la puerta van a aparecer a un ritmo de doce por segundo. Es decir…Está configurado a un grado de dificultad que es imposible de capturar…

-Hmm.

Kirito frunció el ceño y asintió con la cabeza.

-No me di cuenta porque los guardianes individuales no eran tan fuertes, pero si los ves a todos como una entidad, son un jefe absolutamente invencible. Está diseñado para avivar la llama del retador, para mantener su interés hasta el último momento y retirar la bandera por completo. Es muy engañoso…

-Pero si piensas en ello, el extraordinario dominio de habilidad de papá es igual. Con ese poder feroz podría ser posible atravesarlo momentáneamente.

-……

Kirito se quedó pensando en silencio por un rato, luego levantó la cabeza y miró a
Lyfa. 
-…Lo siento. Una vez más, ¿Puedes ayudarme con mi solicitud egoísta? Aunque entiendo que esto podría ser imposible, y me gustaría encontrar a más gente o buscar otro camino. Pero…mi instinto me dice que algo desagradable sucederá pronto. Se me está acabando el tiempo…

Lyfa escuchó eso y por un momento pensó en enviar un mensaje a la mansión del señor Sylph en la capital, Sylvain, preguntándole a Sakuya si podía enviar jugadores de alto nivel para acudir en su ayuda.

Pero justo después, Lyfa se mordió el labio renunciando a esa idea. Su mente regresó a esa madrugada, en Jötunheimr. Recordar el incidente con el equipo Undine la devolvió a sus sentidos. Ellos le dieron prioridad a la eficiencia y la seguridad, y cazaron al dios maligno indefenso sin considerar la apelación de Lyfa.

Por supuesto, Sakuya era una amiga y no pensaría de la misma forma que los Undine. Pero Sakuya era una líder que asumió una responsabilidad seria. En ciertas situaciones tendría que dejar que decisiones de sentido común respecto a toda la raza anulara sus sentimientos personales. A pesar de que ella desafiaría al Árbol del Mundo un día, solo sería después de tomar el tiempo necesario para hacer los preparativos completos. Si Sakuya escucha la petición personal de Lyfa de ayuda, probablemente no vendría sabiendo que significaría la aniquilación total de sus tropas.

Después de un breve período de silencio, Lyfa levantó la cara con un tono brillante y dijo:

-Ok. Vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo. Ayudare con todo en mi poder…además, este chico también.

-Eh, qué…

Haciendo ese sonido, Lyfa le dio un codazo a Recon, sus cejas normalmente preocupadas estaban fruncidas a su límite. Y luego diciendo: “Lyfa-chan y yo somos lo mismo, en cuerpo y mente”, y otras cosas, finalmente asintió con la cabeza.




La puerta de piedra se abrió con un ruido sordo que sonaba como si viniera desde el fondo de un abismo y una atmósfera profunda y misteriosa fluyó desde el otro lado de ella, lo que hizo que Lyfa batiera ligeramente sus alas. Antes cuando entró volando para ayudar a Kirito, no notó la abrumadora atmósfera, pero ahora frente a la puerta de piedra, sintió la fuerte presión psicológica. 
Sin embargo, su corazón estaba inusualmente tranquilo.

Ahora se sentía como si estuviera en una tormenta. Ya sea el mundo real o el mundo virtual, todo estaba cambiando con un crujido fluido. Ella no sabía a dónde iba en este torrente; lo único que podía hacer era apuntar a la luz en la distancia.

Siguiendo  Kirito, Lyfa y Recon sacaron sus espadas. Incluyendo a Yui, los cuatro pares de ojos se encontraron y todos levantaron sus alas juntos.

-… ¡Aquí vamos!

Al grito de Kirito, todos despegaron del suelo, lanzándose al domo.

Como se decidió antes, Kirito comenzó a apuntar a la puerta y se encontraba en el centro del domo acelerando rápidamente. Lyfa y Recon se mantuvieron cerca del suelo y comenzaron a cantar hechizos de sanación.

Desde la emisión de luz en la cubierta se formaron gigantes blancos por el líquido viscoso que goteaba. Se precipitaron hacia Kirito con un extraño grito bravo. Cuando enorme caballero guardián de vanguardia y el comparativamente pequeño Kirito se encontraron, un destello de luz y una explosión atravesaron el domo.

Varios gigantes fueron cortados de un ataque y se dispersaron en todas direcciones. Al ver tal escena, Recon susurró al lado de Lyfa.

-…Increíble.

Sin duda era un nivel aterrador de fuerza de espada. Sin embargo, el presenciar la escena de Kirito luchando con números tan masivos de monstruos envió escalofríos por su espalda.

Había simplemente demasiados enemigos. El enorme número de caballeros guardianes descendiendo de la cubierta como malla era una situación más allá del equilibrio del juego. Incluso en el peor calabozo subterráneo, Jötunheimr, la tasa de aparición de monstruos era mucho más moderada que esto.

Los caballeros guardianes se agruparon estrechamente, lanzando bandas onduladas para atacar a Kirito. Una serie de destellos se produjo arriba y cada vez, el cuerpo de un caballero dispersaba luz bailando como la nieve. Sin embargo, cada vez que uno era destruido, tres más tomarían su lugar.

Para cuando Kirito estaba a medio camino de la puerta, su HP había disminuido solo un diez por ciento. Lyfa y Recon lanzaron la magia de curación que habían preparado y colocado en estado de espera. El cuerpo de Kirito fue envuelto en una luz azul y su salud se restableció. 
––Sin embargo.

Algo terrible sucedió al mismo tiempo.

Un grupo de caballeros guardianes que volaban bajo se movieron hacia Lyfa y
Recon con un grito extraño.

-Wah…

Recon soltó un sonido ansioso.

Lyfa sintió que detrás de esas máscaras de espejo, los caballeros guardianes estaban centrados en ellos. Inconscientemente apretó los dientes con fuerza.

Para evitar ser atacados, Lyfa y Recon iban a usar magia solo para curar a Kirito. En general, los monstruos solo atacan a los jugadores que entran en su rango de detección. Es decir que no atacan a los jugadores de largo alcance si no utilizan arcos o ataques mágicos.

Sin embargo, parece que los caballeros guardianes son diferentes a los monstruos en el mundo exterior, ellos usan algoritmos con malas intenciones también. Si reaccionan a la magia de apoyo a distancia, entonces utilizar un tipo ortodoxo de formación como los atacantes en la vanguardia y los curanderos en la retaguardia es inútil.

¡Ese grupo de cinco o seis caballeros, apártense! El deseo de Lyfa fue vacío, los caballeros comenzaron a batir sus cuatro alas y descendieron. Cada uno de ellos tenía una espada fácilmente más grande que Lyfa en su mano derecha. Sus espadas parecían brillar con una luz hambrienta.

Lyfa le gritó a Recon:

-¡Los voy a distraer, tú sigue sanando!

Lyfa se elevó sin esperar una respuesta. Sin embargo, aunque durante las batallas hasta ahora Recon siempre había escuchado las órdenes de Lyfa, esta vez dijo “Espera”, y luego tomó su mano derecha. Sorprendida, Lyfa se dio la vuelta para mirarlo y se asombró por su expresión inusualmente seria, a pesar de que su voz estaba tensa.

-Lyfa-chan…aunque no lo entiendo completamente, esta es una batalla importante,
¿verdad?

-…Sí. Ahora mismo, probablemente no es solo un juego. 
-…Aunque no hay manera de que pueda igualar a ese Spriggan…voy a hacer algo acerca de los guardianes…

Tan pronto como terminó, Recon despegó con el controlador de vuelo en su mano. Y mientras Lyfa estaba allí parada sorprendida, él voló más adelante directamente hacia el grupo de caballeros guardianes.

-I-Idiota…

––Él no es un oponente capaz, pensó Lyfa, pero sabía que ya no podía alcanzarlo. Al mirar a un lado, el HP lleno de Kirito una vez más había empezado a disminuir. Lyfa se vio obligada a empezar a lanzar un hechizo de recuperación. Incluso cuando lanzó rápidamente su hechizo, Lyfa inquietamente siguió mirando a Recon desde atrás.

Recon liberó la magia de atributo viento de amplio rango que había preparado durante su vuelo para atacar a los caballeros guardianes. Muchas cuchillas verdes se extendieron en forma de abanico y atacaron a los caballeros, cortándolos. El HP de los caballeros no se redujo mucho, pero en cambio todos apuntaron hacia Recon.

Los gigantes blancos emitieron un aullido distorsionado al enfrentar al pequeño chico verde. Recon voló alrededor de las peligrosas espadas de los gigantes, moviéndose como una hoja a merced del viento, y salió detrás de ellos. Los caballeros se volvieron rápidamente, siguiéndolo.

Lyfa completó su hechizo y la luz de un hechizo de curación envolvió a Kirito. Varios caballeros guardianes reaccionaron y comenzaron a descender. Esos caballeros se unieron al grupo que perseguía a Recon, haciendo que se doblara en tamaño.

A  pesar  de  no  ser  bueno  en  combate  aéreo,  Recon  estaba  esquivando  las espadas que se acercaban a él con una concentración increíble. Ocasionalmente recibía un ataque y su HP gradualmente comenzó a disminuir, pero no hubo heridas mortales.

-…Recon…

El vuelo de Recon parecía desesperado y Lyfa no pudo evitar sentirse algo conmovida, pero sabía que Recon no podía durar para siempre. Cada vez que lanzaba un hechizo de curación sobre Kirito, un nuevo grupo de caballeros descendía, aumentando el número reunido alrededor de Recon. 
Finalmente, los caballeros guardianes que perseguían a Recon se dividieron en dos equipos. Parecían estar tratando de aplastarlo. Una de las puntas de espada que caían como lluvia cogió a Recon por la espalda arrojándolo lejos.

-¡Recon, eso es suficiente! ¡¡Escapa fuera!!

Lyfa no podía ver más y gritó. Una vez que un jugador había evacuado la zona, ya no podía pasar por la puerta de nuevo mientras todavía hubiera una batalla en el interior. Ella decidió que resistiría hasta su límite, y luego voló mientras cantaba un hechizo de curación.

Pero antes de eso, Recon se volvió y la miró. El rostro de Recon tenía una sonrisa determinada. Al ver eso, Lyfa se detuvo abriendo sus alas.

Recon comenzó a cantar un nuevo hechizo mientras recibía múltiples ataques de espada. Su cuerpo fue rodeado rápidamente por un efecto de luz de color púrpura oscuro.

-¿¡…!?

Al notar que era un hechizo mágico de atributo oscuridad, Lyfa jadeó. Un complicado círculo mágico se desplegó de inmediato. A juzgar por su tamaño, era un encantamiento considerablemente de alto rango. Ya que es raro ver magia oscura en territorio Sylph, Lyfa no sabía qué tipo de efecto tenía.

El círculo mágico se volvió gigantesco en un momento, girando sobre su eje mientras envolvía a los caballeros que se acercaron a él. El complejo patrón de luz se condensó en un instante…y entonces todo fue golpeado por un terrible destello.

-¡¡Ah…!!

Lyfa fue cegada por el destello e instintivamente apartó la cara. Una explosión que sonó como si fuera a aplastar los cielos y la tierra se produjo, sacudiendo violentamente todo el domo. Le tomó un segundo completo para recuperarse de esa cegadora escena blanca. Lyfa miró desesperadamente hacia el centro de la explosión mientras apretaba las manos. Estaba tan sorprendida que se quedó sin palabras. Los caballeros guardianes que se habían agrupado alrededor de Recon fueron aniquilados. El único rastro de ellos era el débil resplandor púrpura en el aire.

El poder era aterrador. No hay ningún encantamiento de ataque amplio tan poderoso en los atributos de Viento o de Fuego. Ese Recon, ¿Cuándo aprendió una habilidad oculta tan útil? Lyfa estaba llorando de alegría y de sorpresa. Si este ataque fuera usado varias veces más, entonces sería posible atravesar la puerta. 
Lyfa iba a sanar a Recon por el momento y movió su mano…pero de nuevo se congeló en su lugar.

En los restos de la explosión, la pequeña figura de Recon no estaba allí. En cambio, una solitaria Remain Light flotaba en el aire.

-… ¿Magia de Autodestrucción…?

Lyfa murmuró con desaliento. Es cierto…ella recordaba haber oído sobre este tipo de magia oscura hace mucho. Sin embargo, tenía una pena de muerte varias veces peor que la de una muerte normal, por lo que puede decirse que es un encantamiento tabú.

Lyfa cerró sus ojos con fuerza, sin saber qué decir durante algunos segundos. A pesar de ser un simple juego; la experiencia, tiempo, y esfuerzo que Recon puso en ello lo volvió un sacrificio genuino. A partir de ahora renunciar no era una opción. Abrió los ojos con determinación mientras miraba hacia arriba. Y entonces…

Al ver la escena delante de ella, sintió la fuerza abandonando sus piernas.

La parte superior del domo estaba tan llena de blanco que no podía verla en absoluto.

Kirito era el pequeño punto negro en el centro. Después de cada golpe de su espada, caían cuerpos. Era como picar una gran duna de arena con una aguja. Los  agujeros  en  la  pared  de  caballeros  guardianes  que  Kirito  hacía  eran rellenados de inmediato, bloqueándolo por completo.

-¡¡Uooooh!!

Kirito luchaba como un demonio y rugía como si estuviera tosiendo sangre, sus gritos de desafío alcanzaban débilmente los oídos de Lyfa.

-…Es imposible Onii-chan…algo así…

Para ser honestos, la idea de que el alma de alguien estaba atrapada en este mundo,  incluso  si  Kirito  se  lo  dijo,  era  algo  que  todavía  no  podía  creer  por completo. Este era un juego, un mundo virtual destinado a ser disfrutado. Ella no pudo evitar sentir un poco de resistencia a la historia que vinculaba a este mundo con la pesadilla del “Mundo de SAO”.

Sin embargo, Lyfa sintió por primera vez que había visto un “sistema malicioso”. El mundo del juego virtual tenía un equilibrio justo, pero este lugar estaba lleno de intención asesina contra los jugadores. Como una gran guadaña de muerte siendo 
agitada…ese tipo de sensación. Era la intención de matar de Dios. Nadie puede resistir.

De repente un sonido como de maldición bajo y distorsionado reverberó en el domo.

Una sección de los caballeros guardianes dejó de moverse, sus manos izquierdas extendiéndose hacia adelante mientras cantaban hechizos. Ese fue el hechizo que selló los movimientos de Kirito la primera vez que vino aquí. Cuando impacta, aturde temporalmente, dejando a la victima abierta a ataques con espada.

Esperando ver la escena en la que Kirito era ensartado por innumerables espadas, Lyfa se congeló.

Fue en ese momento…

De repente, desde atrás llegó una oleada, no, un tsunami de sonido que sacudió las alas marchitas de Lyfa.

-¿¡Qu…!?

Lyfa se volvió rápidamente para ver…Ellos entraron por la puerta en estrecha formación vestidos con nuevas armaduras verdes brillantes. Eran los soldados Sylph.

Un vistazo le mostró que su equipo era de la clase de arma antigua. El gran grupo de jugadores totalmente vestidos con brillantes trajes nuevos similares pasó junto a Lyfa como el viento de primavera y voló hacia la cubierta. Había al menos 50 de ellos.

Aún sorprendida, Lyfa centró su atención en ellos, y uno por uno aparecieron los cursores con nombres. No podía ver sus rostros debido a las viseras, pero los nombres mostrados eran los de todos los jugadores élites del territorio Sylph. Los caballeros guardianes escucharon el rugido heroico de la multitud, suspendieron sus hechizos que apuntaban a Kirito, y comenzaron a moverse. Un escalofrío de miedo y emoción recorrió la espalda de Lyfa. Sin embargo, ellos no fueron el único grupo uniéndose para capturar el domo.

Varios segundos después de que lo último de la fuerza élite de Sylvain pasara a través de la gran puerta, otro grito de batalla resonó. Se superpusieron, mezclando rugidos como de gigantes, como el de un trueno lejano.

La nueva fuerza que se precipitó era considerablemente más pequeña que la Fuerza Sylph. Lyfa estimó que había alrededor de diez. Sin embargo, cada miembro de esa caballería era extraordinariamente grande. 
-¡Dragones Voladores…!

Lyfa gritó con sorpresa. De la cabeza a la cola, eran varias veces más grandes que un jugador y estaban cubiertos con escamas grises como de hierro. Como prueba de que no eran monstruos salvajes, la frente de los dragones, el pecho, y los bordes sobresalientes de sus largas alas estaban equipados con una armadura de metal brillante.

Desde ambos lados de la armadura de la frente de los dragones se extendían riendas hechas de cadenas de plata, sujetas firmemente por los jugadores montando las sillas en sus espaldas. Los jinetes también estaban fortalecidos con armaduras nuevas, orejas triangulares sobresalían de ambos lados de sus cabezas, y desde la parte inferior de la armadura de su espalda había una cola que no podía ser pasada por alto.

Sin duda eran el arma final de los Cait Sith, los Caballeros Dragón. Ellos eran utilizados como último recurso. Los guerreros legendarios mantenidos en secreto absoluto, ni siquiera vistos en capturas de pantalla, y ahora estaban volando frente a los ojos de Lyfa.

Atrapada en la euforia, con su sangre hirviendo, Lyfa se quedó allí con sus alas extendidas tensas. De repente, escuchó a alguien gritar detrás de ella:

-Perdón por llegar tarde.

Rápidamente se dio la vuelta y allí de pie estaba la figura del Señor Sylph; Sakuya, usando zuecos de tacón  alto  y  vestida  casualmente.  Deslizándose  a  su  lado estaba Alicia Rue, Señor de los Cait Sith, quien dijo mientras movía sus orejas:

-Lo siento, los herreros Leprechaun tuvieron que forjar el número de armaduras de dragón requerido, por lo que terminaron hace poco. Incluso con el dinero que el Spriggan nos dio, ¡Nuestro tesoro, así como el de los Sylph, ahora está vació!

-En otras palabras, ambas razas estarán en bancarrota si somos aniquilados aquí. 


Sakuya se rió fríamente con los brazos cruzados.

––Vinieron.  Las  dos,  a  pesar  del  riesgo  de  perder  su  condición  de  Señores, vinieron rápidamente. Las fuerzas combinadas de esas dos razas, superando la lucha por los recursos que era la esencia de los MMORPG, arrojando todos los cálculos de los riesgos a los vientos, seguramente trabajaría eficazmente para superar las expectativas de los GM.

-…Gracias…Gracias, a las dos.

Lyfa solo pudo decir esas palabras con su voz temblorosa. Sin duda, en este mundo había cosas más importantes que las reglas, y las costumbres, y el sentido común…ese pensamiento llenó su corazón, y no fue capaz de decir nada más.

Aunque los dos Señores respondieron con voces diferentes, tenían el mismo tono al decir: “Ahora estamos a mano”, y luego miraron a la cubierta con una expresión severa. Sakuya abrió el abanico en su mano derecha.

-Bueno… ¡Vamos también!

Al ver el muro de caballeros guardianes blancos enviar grupos para atacar a los jugadores Sylph de adelante, Lyfa asintió con su cabeza firmemente, y las tres despegaron. Kirito estaba en el centro del domo participando en una feroz batalla, pero parecía haberse dado cuenta de la llegada de los refuerzos y dejó de tratar de atravesar por su cuenta, dejando un poco de espacio entre él y la pared de caballeros.

Alzándose con gracia hacia la parte central del domo, Alicia Rue levantó su mano derecha y gritó con una voz fuerte y encantadora.

-¡Tropas Dragón! ¡Preparen el ataque de Aliento!

Los diez miembros de la caballería de los Caballeros Dragón flotaron en un gran círculo alrededor de las tres, incluyendo a Lyfa. Con sus alas extendidas y sus cuellos doblados en forma de S, pudo ver una luz naranja detrás de sus dientes.

Entonces, Sakuya rápidamente levantó el abanico rojo doblado.

-¡Equipo Sylph, prepárense para el ataque especial!

Dispuestos en un cuadrado denso, las fuerzas Sylph extendieron sus espadas con sus manos derechas sobre sus cabezas. Un rayo verde esmeralda envolvió sus espadas como una red. 
Los caballeros guardianes parecían un enjambre de gusanos blancos con tantos reunidos y emitiendo gritos discordantes extraños mientras se acercaban. Alicia Rue mordió sus labios con sus largos colmillos, y luego esperando hasta que los caballeros guardianes se acercaran al límite, agitó su mano derecha, alzó la voz y gritó.

-¡Aliento de Fuego, ataque!

Entonces todo el aliento de los diez dragones reunidos fue lanzado en una conflagración de fuego. Líneas rojas carmesí de fuego salieron de sus bocas, dejando un rastro en el aire. Diez pilares de fuego atacaron a los caballeros guardianes rodeando a Kirito y a los soldados Sylph.

Una luz deslumbrante iluminó todo el domo. Momentos después, continuas bolas de fuego explotaron creando un enorme muro de llamas. Un terrible sonido explosivo sacudió el mundo. Los restos de los caballeros guardianes volaron en todas direcciones, dejando llamas blancas ardiendo.

Pero parecía haber un número infinito de guardianes, nuevos grupos se extendían desde la pared viva, atravesando a la fuerza el infierno de fuego ardiente. Primero, como si quisiera tragarse a Kirito, que estaba al frente, abrió mucho la boca, similar a un líquido desbordándose.

Cuando la masa blanca estaba a punto de inundarlo, Sakuya movió bruscamente su abanico hacia abajo, gritando:

-¡¡Tormenta Fenrir, fuego!!

La fuerza Sylph lanzó bruscamente sus largas espadas en perfecto orden. De cada una de las cincuenta espadas brotó un rayo verde brillante que cortó por el aire en forma de zigzag, penetrando profundamente en el grupo de caballeros guardianes.

Una vez más el mundo se tiñó de blanco por el brillante destello de luz. Esta vez no se produjo una explosión, en su lugar un espeso rayo corrió libremente, los caballeros guardianes capturados en esa mandíbula fueron volados en pequeños pedazos.

Después de que el segundo gran grupo fue aplastado, la parte central de la pared de caballeros guardianes bajó. Sin embargo, como la superficie de un líquido, el agujero hecho en esa pared se llenó rápidamente desde los lados. 
Era “ahora o nunca”, Lyfa estaba convencida. De inmediato desenvainó su katana y pateó el  aire para precipitarse  hacia  adelante.  Los  señores  parecían  haber tomado la misma decisión. La voz de Sakuya resonó en el aire como un látigo.

-¡Todas las tropas, a la carga!




Ciertamente era la mayor  batalla  que  jamás  hubiera  ocurrido  en  ese  mundo. Desde atrás llegaba la intermitente liberación del Aliento de Fuego, los caballeros guardianes eran quemados hasta la muerte y siguieron cayendo uno a uno. La formación de arco usada por los Sylph cortó a los gigantes que se reunían con sus poderosas espadas, perforando un gran agujero en la pared viva.

En la punta del arco estaba el pequeño Spriggan negro. El grado de su equipo era mucho más débil que el de los guerreros Sylph, pero con su espada moviéndose a velocidades más allá que divinas, todo lo que su espada tocaba era cortado al instante y hecho pedazos.

Lyfa voló a través de una brecha que los guerreros Sylph abrieron, llegando de inmediato detrás de Kirito. Después de bloquear la espada de un caballero guardián que iba a atacar la espada de Kirito, Lyfa enterró su katana en su máscara de espejo. Sosteniendo su katana mientras giraba, el cuello del caballero voló lejos de su cuerpo, y el cuerpo se quemó con una llama blanca. Kirito se volvió hacia Lyfa, y habló moviendo solamente los labios.

-Sugu, te dejo mi espalda a ti.

-¡¡Cuenta conmigo!!

Ella lo miró a los ojos y respondió sin palabras, entonces puso su espalda contra la suya. Los dos dieron vueltas y vueltas, cortando a los caballeros guardianes que aparecían continuamente frente a ellos.

Uno contra uno, los caballeros gigantes no deberían ser tan fáciles de matar para ella. Sin embargo, al pegarse a la espalda de Kirito e igualar su velocidad, Lyfa sintió  que  los  caballeros  se  volvían  cada  vez  más  lentos.  No…  ¿Tal  vez  su sistema nervioso aceleró? Había sucedido en encuentros de kendo antes, Lyfa fue envuelta por la sensación de que podía ver todo lo que sucede a su alrededor.

Se sentía como si ella y Kirito se habían vuelto un solo ser. Con sus sistemas nerviosos directamente conectados, los pálidos impulsos eléctricos fluían de uno al otro. Sin ver, sabía cómo se estaba moviendo Kirito detrás de ella. Cuando su espada cortó el cuello de un caballero guardián, al girar, Lyfa golpeó el cuello del 
mismo caballero y lo acabó. En la máscara de otro caballero que Lyfa dañó, Kirito golpeó el mismo lugar que Lyfa acababa de golpear, cortando profundamente.

Kirito, Lyfa, los guerreros Sylph, y la brigada de dragones se movieron como una sola entidad ardiente, siguiendo tocando y derritiendo la pared de caballeros guardianes sin límite, yendo cada vez más profundo. El número de caballeros era ilimitado, pero la cantidad de espacio en el domo era fijo. Mientras siguieran avanzando, el momento llegaría alguna vez.

-¡¡Seraaaa!!

Con su vigoroso grito, Lyfa cortó a un caballero guardián por la mitad que se derrumbó y desapareció.

Más allá de los últimos pocos caballeros, aunque fue un instante, vio la cima del domo.

-¡¡Oooooo!!

Con un grito, Kirito se retiró de la espalda de Lyfa y como un destello negro de luz, se precipitó hacia el hueco en la pared viva. El último grupo de caballeros guardianes se acercó a él desde todas las direcciones lanzando un grito de resentimiento para evitar la intrusión. Sumaron casi treinta.

-¡¡Kirito-kun!!

Lyfa instintivamente agitó su katana y la lanzó hacia la mano izquierda de Kirito con todas sus fuerzas.

La espada verde giró en el aire y se acomodó en su mano como si fuera succionada.

-¡¡U…Oooooo…!!

Con un grito que sacudió todo el domo, Kirito tomó la gran espada en su mano derecha y la katana en la izquierda. Se lanzaron con una velocidad temible en un ataque doble. 

Cortando hacia abajo desde  la  parte  superior  derecha.  Cortando  hacia  arriba desde la parte inferior izquierda. Dos espadas brillantes cambiaron de ángulo ligeramente y dibujaron un círculo blanco como la nieve que se parecía a la corona de un eclipse solar. Los cuerpos de los caballeros que quedaron atrapados en este corte a ultra velocidad fueron cortados en pedazos como el papel, dispersándose en los alrededores.

Esta vez fue claramente visible más allá del End Frame del anillo de fuego blanco. Enredada como una malla de ramas de árboles en el centro de la cubierta del domo, había una puerta circular dividida en piezas por una cruz. Atravesando el tronco del Árbol del Mundo, era la puerta final que conducía a ALfheim, el castillo en la cima del árbol.

La pequeña figura de negro continuó volando hacia la puerta, llevando un rastro de luz detrás de él. Llegó. Por fin.

Frente a los ojos de Lyfa, los cuerpos de los caballeros guardianes se apilaron de forma rápida y repetida y llenaron cualquier espacio abierto en un instante. Sakuya, quien notó que Kirito atravesó la línea defensiva, gritó desde la retaguardia:

-¡Todos retrocedan, retirada!

Evadiendo junto con el equipo Sylph mientras bajaba con el apoyo de los ataques de Aliento de Fuego, Lyfa miró por un momento hacia atrás en la dirección de la cubierta. No podía ver la figura de Kirito debido a la pared de guardianes, pero en los ojos del corazón de Lyfa se reflejó su figura apuntando al lugar que nadie había alcanzado nunca, subiendo cada vez más alto.

Vuela…Ve… ¡Ve a cualquier parte! ¡A través del árbol gigante, vuela por el cielo, hasta el corazón del mundo…!




* * *



Pensé que mis nervios mentales se quemarían considerando la velocidad a la que me precipité a través de esa distancia final.

Delante de mí había una gran puerta circular hecha de cuatro partes bien cerradas expuestas por una litografía en forma de cruz. Detrás, ella…Asuna, esperaba. Dejada atrás en ese mundo, junto con la otra mitad de mi alma. 
Desde atrás, resonaron los gritos de los caballeros guardianes llenos de ira. Se dieron la vuelta y parecía como si estuvieran a punto de perseguirme. Entonces los caballeros reaparecieron desde la cubierta alrededor de la puerta sin siquiera un destello de luz y se precipitaron hacia mí cuando me atraparon en su mira.

Sin embargo, yo fui más rápido. La puerta ya estaba solo a un brazo de distancia. Pero…Sin embargo…
-¿¡…No se abre…!?

Exclamé involuntariamente ante la situación inesperada.

La puerta no se abría. Antes pensé que si solo me acercaba esa molesta y enorme puerta se abriría, pero estaba bien cerrada, bloqueando mi camino y sus partes en formas de cruz no se movían ni un poco.

Ahora no había tiempo para frenar.  Estaba listo con mi espada en mi mano derecha al nivel de mi cintura, y esperando romper la puerta de un golpe, me precipité hacia ella convirtiéndome en uno con mi espada.

Justo después de eso golpeé la puerta con un terrible impacto. La punta de mi espada golpeó el bloque de piedra, dispersando violentamente chispas intensas. Sin embargo…la superficie no tenía ningún rasguño.

-Yui… ¿¡Qué está pasando!?

Grité con confusión. De ninguna manera, ¿eso no fue suficiente? No solo tenemos que atravesar a los caballeros guardianes, ¿sino que también necesitamos algún tipo de objeto o bandera?

A punto de seguir el impulso de agitar mi espada de nuevo, Yui voló fuera de mi bolsillo con un ruido como de una campana. Suavemente puso sus manos sobre la piedra de la puerta.

-Papá.

Yui volvió la cabeza y rápidamente dijo:

-¡La puerta no está cerrada por una bandera u otra cosa! Es simplemente así debido al administrador del sistema.

-¿Qu…? ¿¡Qué quieres decir!?

-En otras palabras… ¡La puerta es algo que un jugador nunca sería capaz de abrir! 
-Qué…

Me quedé sin palabras.

Esto significa que la gran búsqueda…que la raza que suba al Árbol del Mundo y llegue a la Ciudad en el Cielo renacería como verdaderas hadas, ¿Era como colgar una zanahoria delante de la nariz de un conejo sabiendo que nunca sería capaz de alcanzarla? Más allá del hecho que supera los límites en términos de dificultad, ¿después hay una cerradura que nunca podría ser abierta sin la llave llamada autoridad del sistema…?

Sentí a mi cuerpo perder toda la fuerza. Detrás de mí, los gritos de los caballeros guardianes se lanzaron sobre mí como un tsunami. Sin embargo, la fuerza de voluntad que me permitió tomar mi espada de nuevo ya no brotaría.

(Asuna, he llegado hasta aquí…solo un poco más, hasta que pueda alcanzarte…Ese trozo de tu calor, ¿ese fue nuestro último contacto…?)

(No. Espera. Eso es, eso sin duda…)

Mis ojos se abrieron mucho. Con la mano izquierda busqué en mi bolsillo. Allí, había una pequeña tarjeta, que Yui había dicho, que era el código de acceso del sistema…

-Yui… ¡Usa esto!

Sostuve la tarjeta plateada frente a los ojos de Yui. Sus ojos se abrieron por un instante, y luego asintió profundamente.

Su pequeña mano rozó la superficie de la tarjeta. Varias líneas de luz fluyeron de la tarjeta hacia Yui.

-¡Código copiado!

Yui gritó y luego golpeó ambas manos sobre la superficie de la puerta.

Me deslumbré por la luz brillante y entrecerré los ojos. Brillantes líneas azules irradiaron desde donde sus manos tocaron, y justo después, la puerta misma comenzó a brillar.

-… ¡¡Vamos a ser transportados!! ¡¡Papá, toma mi mano!!

Yui extendió su mano derecha y tomó con firmeza los dedos de mi mano izquierda. La línea de luz canalizada a través de su cuerpo fluyó hacia el mío. 
De repente, la extraña voz de los caballeros guardianes resonó justo detrás de nosotros. Aunque me preparé, decenas de grandes espadas se precipitaron hacia mí. Sin embargo, esas espadas pasaron a través de mí como si hubieran perdido totalmente su sustancia. No, yo estaba empezando a volverme transparente. Mi cuerpo se desvaneció y se fundió con la luz.

-¡¡…!!

De repente, fui tirado hacia adelante. Yui y yo nos convertimos en un torrente de datos y luego fuimos absorbidos por la puerta, que se había transformado en una brillante pantalla blanca.




Mi lapso de inconsciencia terminó en un instante.

Sacudí la cabeza un par de veces tratando de deshacerme de la sensación persistente de la transferencia mientras parpadeaba. Esto era similar al uso de los cristales de teletransportación en Aincrad, pero en lugar del familiar bullicio de la plaza de una puerta, estaba rodeado por un completo silencio.

Lentamente me levanté de la postura en la que me encontraba con una rodilla en el suelo. Delante de mí estaba una Yui que parecía preocupada. Ella ya no estaba en la forma de la pequeña pixie, sino en la original, con la apariencia de una niña de unos diez años.

-¿Estás bien, papá?

-Sí… ¿Esto es…?

Miré alrededor mientras asentía.

Sin embargo…Era un lugar muy extraño. Totalmente diferente de la sensación de “Juego” nuevo de las excesivamente elaboradas y decoradas calles de Sylvain y Aarun. Todo lo que podía ver daba una impresión en blanco, solo había paredes blancas sin textura o detalle.

Me encontraba en algún lugar en medio de un pasillo de algún tipo. En vez de recto, se curvaba suavemente a la derecha. Al mirar atrás, se curvaba de manera similar. Parecía ser un pasillo muy largo curvo, o tal vez circular.

-…No lo entiendo, no parece haber datos del mapa para navegar en este lugar… Dijo Yui con una expresión confundida.
-¿Sabes dónde está Asuna? 
Cuando pregunté, Yui cerró sus ojos por un instante y luego asintió profundamente.

-Sí, está muy…muy cerca. Hacia arriba…por aquí.

Pateando el suelo con sus pies desnudos que se extendían desde su vestido blanco, se dio la vuelta y empezó a correr sin hacer ruido. Regresé la espada que aún tenía en la mano derecha a mi espalda y luego la seguí rápidamente. La katana que debería haber estado en mi mano izquierda había desaparecido. Tal vez, cuando fui transportado, había regresado a Lyfa que era la dueña de los datos   originales   del   sistema.   Si   no   me   hubiera   arrojado   esa   espada, definitivamente no habría sido capaz de atravesar la última pared. Cerré mis ojos por un momento y en silenció dirigí palabras de gratitud hacia la sensación que quedó en mi mano izquierda.

Después de seguir a Yui por unos segundos, una puerta cuadrada entró a la vista a la izquierda, en la pared exterior. No tenía una sola decoración tampoco.

-Parece que es posible llegar a la parte superior por aquí.

Asentí ante sus palabras mientras ella se detenía y miraba alrededor de la puerta…Mi postura se puso rígida al instante.

Había dos botones alineados, uno apuntando hacia arriba y el otro hacia abajo. Era algo que nunca había visto en este mundo, pero sin embargo era muy familiar en el mundo real. Solo podía pensar que eran los botones de un ascensor.

De repente y extrañamente, con mi cuerpo envuelto en un traje de batalla y una espada atada a mi espalda, fruncí el ceño sintiéndome fuera de lugar. No…Es este lugar lo que es extraño. Si estos botones eran lo que sospechaba, entonces esto ya no podía ser considerado como el mundo del juego. Entonces… ¿Qué es este lugar?

Pero esa dudo solo pasó por mi mente por un momento. Estoy bien en cualquier lugar, siempre que Asuna esté ahí.

Toqué la flecha apuntando hacia arriba sin dudar. Pronto, las puertas se abrieron con un efecto de sonido, exponiendo un pequeño espacio en forma de caja al otro lado. Después de entrar con Yui, me di la vuelta y efectivamente, había un panel de botones alineados junto  a la puerta. El botón que representaba el piso actual estaba iluminado y parecía haber dos pisos más sobre ese. Después de dudar un poco, presioné el botón de la parte superior.

El efecto de sonido resonó de nuevo. La puerta se cerró y fui envuelto por una sensación de ascenso inconfundible. 
El ascensor se detuvo pronto. Más allá de la puerta abierta había un pasillo curvo similar al que acabamos de dejar. Frente a Yui, que estaba agarrando con fuerza mi mano derecha, dije:

-¿Es este el piso correcto?

-Sí…Ya, solo…solo a la vuelta de la esquina.

Mientras decía esto, Yui tiró de mi mano y empezó a correr.

Por decenas de segundos adicionales traté de suprimir mis frenéticos latidos mientras corría a través del pasillo. Nos acercamos a algunas puertas en la circunferencia interior, pero Yui pasó sin echar un vistazo hacia ellas.

Eventualmente, Yui se detuvo en un lugar vacío.

-… ¿Qué pasó?

-Al otro lado de esto…un pasillo…

Yui acarició la pared lisa en la circunferencia exterior mientras murmuraba. Sus manos de detuvieron abruptamente y como la vez con la puerta, líneas azules zigzaguearon en ángulos rectos mientras atravesaban la superficie de la pared.

De repente las líneas gruesas separaron un cuadrado de la pared y entonces el interior fue aniquilado con un estruendo. Dentro, el pasillo aburrido y poco interesante se extendió hacia adelante después de todo.

Cuando Yui entró en silencio en el pasillo, comenzó a correr a una velocidad cada vez mayor. Al ver la mirada tierna en su rostro, incapaz de soportar la idea de esperar incluso un segundo más, estaba convencido de que Asuna estaba cerca.

Rápido,  rápido.  Oré  sinceramente  desde  el  fondo  de  mi  corazón  mientras avanzaba con seriedad. En poco tiempo el pasillo terminó adelante y una puerta con cuatro esquinas bloqueó el camino. Yui, sin siquiera molestarse en parar, extendió su mano izquierda y abrió a la fuerza la puerta.

-¡¡…!!

Delante de nosotros pudimos ver la gran puesta del sol.

El infinito cielo del atardecer envolvió el mundo. Me di cuenta de que había una sensación  un  poco  incómoda  sobre  la  vista  de  este  lugar.  Este  lugar  se encontraba a una altitud extremadamente alta, se puede ver la curva del horizonte dibujada suavemente. El viento estaba sonando con fuerza. 
Inevitablemente, recordé ese momento.

Asuna y yo nos sentamos lado a lado observando mientras el castillo flotante desaparecía, disolviéndose en la eterna puesta del sol. Ella alzó su voz, sus palabras flotaron a mi oído.

-Vamos a estar juntos por siempre.

-Ah…Sí. He vuelto.

Después de murmurar eso, volví mi mirada a mis pies.

Donde  antes  había  un  suelo  de  cristal,  ahora  había  una  rama  de  árbol terriblemente gruesa.

Mi visión, que había sido restringida por el atardecer carmesí, se abrió de nuevo. Arriba, el árbol se ramificó en todas las direcciones, extendiendo un denso follaje por todos lados, como un pilar que sostenía el cielo. Debajo, incontables ramas se extendieron en mi visión. Y aún más abajo en la tierra, más allá del vasto océano de nubes, podía ver un río fluyendo torciéndose ligeramente en prados verdes.

Esa era la cima del Árbol del Mundo. El lugar que Lyfa…Suguha constantemente soñaba con ver, la cima del mundo.

Sin embargo…

Miré alrededor lentamente. Allí, el tronco del Árbol del Mundo se alzaba como un muro extendiéndose sin fin mientras se ramificaba.

-No hay…Ciudad en el Cielo…

Susurré estupefacto. Solo había algunos pasillos blancos desabridos. Tal cosa no podía ser la legendaria Ciudad en el Cielo. En primer lugar, era necesario generar algún tipo de evento para marcar el final de una gran búsqueda. Después de que atravesar la puerta del domo se completó, no pude oír ninguna fanfarria.

En otras palabras, se trataba de una caja de regalo vacía. Decorada en papel de regalo y adornada con cintas que están destinadas a ocultar la mentira vacía. Hablando de eso, ¿Qué debería decirle a Lyfa, quien soñaba con renacer como un hada de alto nivel?

-…Esto es imperdonable…

Hablé sin pensar. En contra de la persona o grupo que controlaba este mundo. 
De repente, sentí un suave tirón en mi mano derecha. Yui me miró con una expresión preocupada.

-Ah, es cierto. Vamos.

Todo fue para rescatar a Asuna. Vine aquí solo por eso.

Frente a mis ojos se extendía una gran rama de árbol hacia la puesta del sol. En el centro de la rama había un camino artificial. El camino adelante, más allá de la rama alzándose al sol… estaba reflejando luz dorada. Apuntando a esa luz, Yui y yo empezamos a correr. Suprimí desesperadamente mi irritación y un deseo que parecía que se encendería en cualquier segundo, y avancé por el camino del árbol. Mi percepción se aceleró, haciendo que un instante pareciera extenderse infinitamente, de tal manera que el instante que duró un par de segundos a mí me pareció ser de muchos minutos.

Después de pasar a través de un área de densas hojas de forma extraña, continuó el camino. Cuando la rama se cruzaba con otra, había escaleras de subida y bajada para pasar. Yo solo batía mis alas una vez y saltaba.

La naturaleza de la brillante luz dorada en cuestión se volvió aparente con el tiempo. Era una combinación de barras de metal verticales y horizontales que formaban una malla metálica…No, era una jaula de pájaros.

Sobre la enorme rama por la que estábamos corriendo, otra rama corría en paralelo, y desde esa rama colgaba la ortodoxa jaula de pájaros. Sin embargo, era extraordinariamente grande. No sería capaz de encerrar un ave de presa, mucho menos a las aves más pequeñas. Es cierto…parecía tener otro propósito…

Me acordé de la conversación en la tienda de Agil, de una memoria que parecía tan lejana que bien podría ser de tiempos antiguos. Los cinco jugadores que se subieron unos a otros para eludir el límite de altitud y tomaron capturas de pantalla. Las fotografías que tomaron retrataron  una misteriosa chica atrapada en una jaula de pájaros. Sí, definitivamente. Era Asuna…Asuna estaría allí.

Había una fuerte convicción en esa pequeña mano que sostenía con fuerza mi mano derecha, tirando de mí hacia adelante. Corrimos tan rápido que prácticamente nos deslizamos por el aire y luego saltamos sobre la escalera final.

El camino tallado en la rama de repente se estrechó mientras corría bajo la jaula y luego terminó.

Ya podía ver claramente el interior de la jaula dorada. Una planta grande y varias macetas de flores cubrían el suelo de baldosas blancas. En el centro había una 
gran cama con un lujoso dosel. A su lado había una mesa redonda blanca con una silla alta. Una chica estaba sentada en la silla con las manos juntas sobre la mesa y la cabeza inclinada con el aura de alguien orando.

Cabello largo, fluido y liso bajaba por su espalda. Llevaba el mismo tipo de vestido que Yui pero más trasparente. Alas finas se extendían elegantemente de su espalda. Todo estaba iluminado por la brillante luz roja de la puesta del sol.

No podía ver su rostro. Sin embargo, lo entendí. No había manera de que no lo supiera. Como una fuerza magnética, mi alma fue atraída por ella con un destello casi visible que estalló entre los dos.

En ese momento, la chica…Asuna, rápidamente levantó su cara.

Tal vez sea debido a mi profundo anhelo, pero esa hermosa forma ya parecía haber sido exaltada en un concepto más lleno de luz de familiaridad. A veces era una belleza inteligente, como una espada afilada. Otras veces, un travieso calor amigable. Su rostro, que siempre estuvo a mi lado durante esos cortos pero nostálgicos días juntos, al principio se llenó con pura sorpresa. Entonces sus dos manos se levantaron para cubrir su boca mientras la humedad se reunía en esos grandes ojos color avellana, desbordándose para formar lágrimas.

Tomando los últimos pasos con un salto con alas, susurré con una voz que no se convirtió en sonido.

-…Asuna.

Yui gritó al mismo tiempo también.

-¡¡Mamá…Mamá!!

Al final del camino donde se encontraba con la jaula había una puerta cuadrada hecha de una densa malla de metal equipada con una pequeña placa de metal que parecía ser un mecanismo de cerradura. Aunque la puerta estaba cerrada, Yui no frenó mientras tiraba de mí. En su lugar, extendió su mano derecha y la sostuvo sobre su lado izquierdo. Su mano estaba envuelta en un resplandor azul.

Luego agitó la mano hacia la derecha. Al mismo tiempo la puerta estalló rápidamente como si solo fuera una placa de metal. La puerta pronto se convirtió en partículas de luz y se dispersó, desapareciendo rápidamente.

Yui me soltó la mano y con ambos brazos extendidos, volvió a gritar.

-¡¡Mamá…!! 
Se precipitó directamente a través de la entrada de la jaula.

Pateando su silla, Asuna se puso de pie. Retiró las manos de su boca, y desde sus labios salió una voz temblorosa pero clara.

-… ¡¡Yui-chan!!

Entonces  Yui  se  lanzó  del  suelo,  saltando  directamente  al  pecho  de  Asuna. Cabello negro se mezcló con cabello castaño y bailó en el cielo, apareciendo marrón en la puesta del sol.

Yui y Asuna se abrazaron con fuerza, acariciando las mejillas de la otra y llamándose una vez más para asegurarse.

-Mamá…

-Yui…chan…

Las lágrimas de las dos corrían por sus rostros y desaparecían en la luz de la puesta del sol, brillando como llamas.

Relajé la fuerza que me estaba impulsando hacia adelante y caminé en silencio hacia Asuna, deteniéndome a unos pasos delante de ella. Asuna levantó la cara y limpiándose sus lágrimas, me miró cara a cara.

Al igual que esa vez, no podía moverme. Si me movía más cerca y la tocaba, todo podría desaparecer…De todos modos, mi forma actual es muy diferente a esa vez. La piel oscura del Spriggan y mi peinado con el pelo de punta, no tenía nada en común con el Kirito de entonces. Conteniendo mis lágrimas, no podía hacer nada más que mirarla.

Pero al igual que esa vez, los labios de Asuna se movieron y pronunciaron mi nombre.

-…Kirito-kun.

Después de un momento de silencio, mi boca se movió y dijo su nombre.

-…Asuna.

Tomé los dos últimos pasos hacia adelante con los brazos abiertos. Envolví su delicado cuerpo con el mío, sosteniéndola con fuerza contra mi pecho con Yui acomodada  entre  nosotros.  La  nostálgica  fragancia  flotó  a  mí  alrededor  y  su calidez nostálgica empapó mi cuerpo.

-…Lo siento por tardar tanto tiempo. – murmuré con voz temblorosa. 
Asuna me miró a los ojos desde una corta distancia y respondió.

-No, creí en ti. Estaba segura…de que vendrías a ayudar…

Ya no eran necesarias más palabras. Asuna y yo cerramos los ojos y enterramos nuestros rostros en el cuello del otro. Ambas manos de Asuna estaban detrás de mi espalda, sujetándome con firmeza. Un suspiro de satisfacción de Yui pareció filtrarse de entre nosotros.

––Esto es bastante bueno. Pensé.

Si esto se convierte en mi último momento no tendría remordimientos, incluso mientras mi vida se quemaba. La vida que se suponía haber acabado con ese mundo, finalmente concluye aquí, solo por esto…

No,  no  era  eso.  Finalmente,  comienza  aquí.  Aquí,  ese  mundo  de  espadas  y batallas terminaría al fin y finalmente saldríamos hacia el nuevo mundo llamado realidad juntos.

Levanté la vista y dije:

-Vamos a casa. Al mundo real.




Después del abrazo tomé con firmeza la mano de Asuna y Yui se aferró a su otra mano. Miré a la cara de Yui y pregunté:

-Yui, ¿es posible desconectar a Asuna de aquí?

Yui frunció las cejas por un momento, y luego negó con la cabeza.

-El estado de mamá está sujeto a un código complejo. Se requiere una consola de sistema para desbloquearlo.

-Consola…

Asuna habló con una voz nerviosa, inclinando la cabeza.

-Creo que vi una en el nivel más bajo del laboratorio…Ah, el laboratorio es…

-¿Quieres decir en ese pasillo blanco vacío?

-Sí… ¿Viniste por allí?

-Sí.

Asentí  con la cabeza,  Asuna  frunció  el  ceño  mientras  me  miraba  pareciendo perturbada.

-¿Viste algo…extraño? 
-No, nunca me encontré con nadie…

-…Es posible que un subordinado de Sugou estuviera por allí… ¡Solo córtalos con tu espada!

-¿¡Qué…Sugou!?

Ante la mención de Asuna de ese nombre, me sorprendí pero al mismo tiempo me convencí.

-Esto es de ese tipo… ¿es obra de Sugou? El encerrarte aquí Asuna.

-Sí…No solo eso, Sugou está haciendo cosas horribles aquí…

Asuna empezó a hablar, prácticamente irradiando resentimiento, pero sacudió la cabeza de inmediato.

-Vamos a continuar esta conversación después de que volvamos al mundo real. Sugou no está en la empresa ahora. Podemos aprovechar esta oportunidad para obtener acceso al servidor y liberar a todos… ¡Vamos!

A pesar de que había muchas cosas que quería preguntar, mi mayor prioridad era llevar a Asuna de vuelta al mundo real. Asentí y me di la vuelta.

Tirando de Asuna que sostenía la mano de Yui, empecé a correr hacia la puerta que estalló en la entrada. Tomando dos, tres pasos, justo cuando estábamos a punto de llegar al borde de la jaula, en ese momento…

––Alguien nos estaba mirando.

De repente, sentí una sensación desagradable estallando en la parte posterior de mi cuello. Era la misma sensación exacta que tenía en SAO cuando estaba en la mira de un jugador PK naranja en lugar de por un monstro oculto en las sombras.

Rápidamente solté la mano de Asuna y agarré la empuñadura de mi espada. Listo para sacarla, moví mi mano ligeramente. Y entonces…

De repente, la jaula se llenó de agua. Se sentía como si estuviéramos envueltos por un líquido oscuro muy viscoso.

No, no era eso. Era posible respirar, pero el aire pareció volverse anormalmente pesado. Aunque podía mover mi cuerpo, sentí una tremenda resistencia como si estuviéramos en una mucosidad pegajosa. Mi cuerpo estaba pesado. Era doloroso estar de pie. Al mismo tiempo la luz se desvaneció del mundo. La puesta del sol en la jaula fue borrada por la oscuridad. 
-… ¿¡Qué es esto!?

Asuna exclamó, su voz se distorsionó, como si saliera de debajo del agua.

Traté de mantener el agarre de Asuna y de Yui y acercarlas más a pesar de la sensación extraordinariamente desagradable, pero…no podía mover mi cuerpo en absoluto. El aire era pegajoso, moviéndose con una conciencia como unas enredaderas atándome.

Finalmente, el mundo fue envuelto en una oscuridad completa. No, era un poco diferente. Podía ver a Asuna y a Yui con sus vestidos de una pieza con claridad. Pero la vista del fondo parecía estar pintada con un negro profundo.

Apreté los dientes y moví mi mano derecha. Debería haber estado cerca de la malla de la jaula de pájaros. Extendí mi mano, pensando en sacar mi cuerpo de ese espacio…pero mi mano no tocó nada.

No era solo una apariencia. Habíamos sido arrojados a un mundo de oscuridad, no se sabía dónde estaba.

-Yui…

Estaba a punto de decir: ¿Cuál es la situación? Pero desde los brazos de Asuna, Yui de repente arqueó la espalda y gritó.

-¡Eek! Papá…Mamá… ¡Cuidado! Hay algo muy malo aquí…

Antes de que siquiera terminara esas palabras, un rayo púrpura comenzó a brillar desde el cuerpo de Yui y con un deslumbrante destello…los brazos de Asuna quedaron vacíos.

-¿¡Yui!?

-¿¡Yui-chan…!?

Asuna y yo gritamos al mismo tiempo. Pero no hubo respuesta.

En la espesa y pegajosa oscuridad realmente negra, solo quedamos Asuna y yo. Me estiré desesperadamente, queriendo estar más cerca de Asuna. Con los ojos abiertos, Asuna se estiró ansiosamente.

Sin embargo, justo antes de que nuestros dedos estuvieran a punto de tocarse, fuimos golpeados por una tremenda gravedad. 
Fue como si fuéramos arrojados al fondo de un pantano de moco muy profundo. No podía soportarlo, la presión abrumó todo mi cuerpo y caí sobre una rodilla. Asuna cayó al mismo tiempo, lanzando ambas manos al suelo invisible.

Asuna me miró, moviendo la boca ligeramente.

-Kirito…kun…

Iba a contestar está bien, yo te protegeré sin importar qué, pero en ese momento una risa aguda resonó en la oscuridad.

-Oye, ¿qué piensas acerca de esta magia? Está programada para ser introducida en la siguiente actualización, pero ¿tal vez los efectos son demasiado fuertes?

Esa voz cargada con tanta burla que no podía ser mantenida bajo control era familiar. El hombre que frente a la dormida Asuna me ridiculizó llamándome héroe.

-… ¡¡Sugou!!

Grité mientras luchaba por ponerme de pie.

-No, no, en este mundo, por favor abstente de llamarme por ese nombre. Ni siquiera usas un honorífico al llamar el nombre de tu rey. ¡¡Puedes llamarme el Rey de las Hadas, Su Majestad, Oberon!!

Sus últimas palabras saltaron algunas octavas, convirtiéndose en una exclamación. Al mismo tiempo algo golpeó mi cabeza.

Al volver la cabeza un poco, un hombre estaba de pie a mi lado. Todo lo que podía ver eran los pies, envueltos en botas que cubrían unas medias bordadas llamativamente, que movió a izquierda y derecha sobre mi cabeza.

Cuando levanté mis ojos pude  ver  que llevaba ropa larga de  un color  verde venenoso y encima de eso había un rostro que parecía hecho perfectamente. No…en realidad era un rostro artificial. Comenzando de cero con modelado poligonal, era un apuesto rostro distorsionado por su expresión retorcida, volviéndolo   realmente   feo.   Sus   labios   rojos   estaban   muy   distorsionados, haciéndolo parecer como si estuviera sonriendo.

Incluso si su aspecto era diferente, sabía que este tipo era Sugou. El hombre que confinó el alma de Asuna en este lugar, un hombre a quien odiar no era suficiente.

-¡Oberon…no, Sugou!

Asuna estaba casi acostada en el suelo, pero levantó su cara gritando con valentía. 
-¡¡Las cosas que has hecho, las he visto con mis propios ojos!! Esos terribles actos… ¡¡No te saldrás con la tuya nunca!!

-¿Oh? ¿Quién me va a detener? ¿Tú, o tal vez él? ¿O tal vez Dios? Desafortunadamente, no hay un Dios en este mundo. ¡Aparte de mí, Hehe!

Sugou  habló  con  su  voz  mezclada  con  esa  molesta  risa  mientras  pisaba  mi cabeza con fuerza. Incapaz de soportar la presión de la gravedad, fue empujado al suelo.

-¡¡Detén esto, cobarde!!

Asuna gritó, pero Sugou no le prestó atención a sus gritos. En su lugar, inclinándose sobre mí, sacó mi espada de la funda en mi espalda. Poniéndose de pie, la levantó con su dedo índice y luego la giró.

-…Bueno, Kirigaya-kun, no…debería llamarte Kirito. No creí que realmente vendrías aquí. ¿Es valentía o estupidez? Ya que te encuentras en esta situación debe ser la última, Hehe. Escuché que mi pequeña ave había escapado de su jaula. Pensando que esta vez tiene que ser castigada, regresé rápidamente, ¡Pero qué sorpresa! ¡Parece que una cucaracha se había perdido en la jaula!…Ahora que lo pienso, también estaba ese extraño programa…

Sugou pausó, y agitando su mano izquierda, rápidamente sacó su ventana de menú. Sus labios se curvaron mientras miraba la luminiscente pantalla azul por un momento, y tarareando con un tono nasal, cerró la ventana.

-… ¿Se escapó? ¿Qué era eso de todos modos? En primer lugar, ¿cómo subiste hasta este lugar?

Al saber que por lo menos Yui no había sido eliminada, me sentí un poco aliviado y dije:

-Volé hasta aquí, con este par de alas.

-…Bueno, está bien. Lo entenderé si le pregunto al contenido de tu cabeza directamente.

-… ¿Qué?
-No pensaste que haría este tipo de lugar delirando como borracho, ¿verdad? Mientras rebotaba mi espada con su dedo, Sugou tenía una sonrisa que escurría
veneno. 
-Con la devota cooperación de antiguos jugadores de SAO, mi investigación sobre las operaciones fundamentales del pensamiento y la memoria ya está al 80% completa. Un poco más y seré capaz de controlar el alma, lo que nadie ha logrado nunca. ¡Eso siempre ha sido llamado la obra de Dios! Además, felizmente he obtenido un nuevo cuerpo experimental hoy. Me hace tan feliz. ¡¡Mirar a través de tus recuerdos, reescribir tus emociones!! ¡¡Solo pensar en ello me hace temblar!!

-De ninguna manera…eso, no puedes hacer eso…

Susurré mientras segura tratando de dominar mi incredulidad después de ese discurso tan loco. Sugou puso su pie sobre mi cabeza de nuevo, golpeando con sus dedos.

-No aprendiste nada y te conectaste usando el Nerve Gear, ¿verdad? Entonces eso te pone en la misma posición exacta que mis otros cuerpos experimentales. Después de todo, los niños son estúpidos. Incluso un perro recuerda lo que no se debe hacer una vez que es pateado.

-Ese… ¡¡Ese tipo de cosas no serán perdonadas, Sugou!! Asuna gritó con un rostro pálido.
-¡¡Si pones una mano sobre Kirito, nunca te perdonaré!!

-Avecilla, se acerca el día en que seré capaz de convertir tu odio en obediencia absoluta con presionar un interruptor.

Después de decir eso con una expresión intoxicada, Sugou tomó mi espada y acarició la hoja con las puntas de los dedos de su mano izquierda.

-¡Bueno, vamos a tener una fiesta divertida antes de que cambie tu alma! Sí…finalmente, he estado esperando mucho tiempo este momento. ¡¡Ya que el mejor invitado ha aparecido, valió la pena esperar hasta el límite de mi paciencia!!

Sugou se dio la vuelta, abriendo los brazos ampliamente.

-¡Ahora, estoy grabando todos los registros de este espacio! ¡¡Muéstrame una buena imagen!!

-……

Asuna se mordió los labios, y mirándome a los ojos, susurró rápidamente.

-…Kirito-kun, desconéctate ahora mismo. En el mundo real puedes exponer el plan de Sugou. Voy a estar bien. 
-¡Asuna…!

Me  sentí  desgarrado  en  dos  direcciones  por  un  momento.  Pero  asentí  de inmediato y agité mi mano izquierda. Si había tanta información, era probable que pudiera conseguir un equipo de rescate sin evidencia física. Siempre que pudiéramos controlar el servidor de ALO de RECTO Progress, todo se dirigiría en dirección de ser resuelto.

––Sin embargo, la ventana no apareció.

-¡¡Hahahahahahaha!!

Sugou se agachó, sosteniendo su estómago mientras se convulsionaba de risa.

-¡Te lo dije, este es mi mundo! ¡¡Nadie puede escapar de aquí!!

Sugou bailó felizmente, levantando de repente su mano izquierda. Después de que sus dedos manipularon el menú, dos cadenas parecieron caer desde el cielo en la interminable oscuridad con un sonido discordante.

Hubo un estruendo metálico cuando golpearon el suelo. Amplios anillos de metal colgaban del extremo de las cadenas, Sugou tomó uno de los anillos y lo colocó alrededor de la muñeca derecha de Asuna con un ruidoso sonido metálico. Entonces, la cadena que se extendía en la oscuridad fue tirada ligeramente.

-¡Kyah!

La cadena se levantó de repente y la mano derecha de Asuna se levantó en alto. Sus dedos apenas estaban tocando el suelo cuando las cadenas se detuvieron.

-¡Bastardo…qué estás…!

Grité, pero Sugou ni siquiera me echó un vistazo mientras tarareaba una canción y agarraba el otro grillete.

-Tenía una variedad de juguetes preparados. Bueno, voy a empezar por aquí primero.

Mientras decía eso, el anillo fue asegurado a la muñeca izquierda de Asuna y la cadena se retrajo. Con el otro lado levantado, Asuna quedó suspendida en el aire con  la  apariencia  como  si  estuviera  siendo  arrastrada  por  ambas  manos.  Al parecer todavía bajo la influencia de la intensa gravedad, la curvatura de sus elegantes cejas estaba distorsionada.

Mientras Sugou estaba delante de Asuna con los brazos cruzados, le dio un silbido vulgar. 
-Qué bien, esta cara no puede ser hecha por una mujer NPC después de todo.

-¡…!

Asuna miró a Sugou y cerró los párpados con fuerza con la cabeza gacha. Sugou se rió, un “kuku” emergió del fondo de su garganta al volverse y caminar lentamente detrás de Asuna. Tomó un mechón de su largo cabello en su mano y lo inhaló, tomando una bocanada profunda de su esencia.

-Mmm, qué buena fragancia. Fue muy difícil reproducir la esencia de la Asuna-kun del mundo real. Quería que apreciaras el esfuerzo de llevar el analizador a la habitación del hospital.

-¡¡Basta…Sugou!!

Una rabia insoportable atravesó todo mi cuerpo. Llamas rojas corrieron a través de mis nervios, en un instante la presión sosteniendo mi cuerpo fue eliminada.

-Guh…oh…

Me impulsé con mi mano derecha y separé mi cuerpo del suelo. De pie sobre una rodilla me levanté gradualmente usando toda la energía de mi cuerpo.

Sugou hizo un gesto dramático con la mano izquierda en su cintura mientras sacudía la cabeza de lado a lado. Caminó delante de mí torciendo su boca.
-Vaya, vaya, el público debería comportarse… ¡¡y quedarse allí arrastrándose!! Parado junto a mí, Sugou de repente pateó mis dos piernas. Perdí mi apoyo y me
estrellé contra el suelo.

-¡¡Gaaah!!

Mis pulmones se vaciaron por el impacto, haciendo ese sonido involuntariamente. Con mis manos una vez más apoyadas en el suelo mi cabeza miró hacia arriba. Sugou colgó una sonrisa venenosa en sus labios…y sosteniendo mi espada en su mano derecha, me apuñaló en la espalda sin remordimiento.

-¡Gah…!

Las llamas que corrían por mis nervios fueron extinguidas por la sensación del grueso metal atravesando mi cuerpo. El centro de mi pecho fue perforado por la espada que parecía estar profundamente arraigada en el suelo. Aunque no había dolor, estaba siendo asaltado por una intensa incomodidad.

-¡¡Ki…Kirito-kun!! 
Al oír el grito de Asuna, me encontré con su mirada mientras trataba de decirle
“estoy bien”.

Sin embargo, más rápido de lo que mi voz podía salir, Sugou de repente le habló a la oscuridad en el cielo por encima con una fuerte voz.

-¡Comando del sistema! Absorción del Dolor, cambio a nivel 8.

En ese momento, un fuerte pico de puro dolor se extendió por mi espalda, como si fuera apuñalado.

-G…Guh…

Cuando un gemido se escapó de mi boca, Sugou aulló de risa.

-Kukuku, todavía hay dos sorpresas más para ti. El dolor se volverá más fuerte gradualmente así que espera disfrutarlo. Cuando llegue más bajo que el nivel 3, me temo que al parecer todavía sentirás los síntomas del shock después de desconectarse.

Dando una palmada con sus manos como si estuviera diciendo “Ahora bien…”, volvió detrás de Asuna.

-¡L…Libera a Kirito-kun ahora, Sugou!

Asuna gritó, pero por supuesto, Sugou no mostró ninguna señal de haberla oído.

-Sabes, lo que odio más es a este tipo de mocosos. A pesar de que no tiene ni la habilidad ni el historial, es un insecto ruidoso. Kuku, como los insectos en la caja de muestra, debe ser clavado y detenido. Además, difícilmente estás en condiciones de preocuparte por él, ¿verdad avecilla?

Detrás de Asuna, Sugou extendió su mano derecha y acarició su mejilla con su dedo índice. Asuna torció su cuello tratando de evitarlo, pero no sucedió como quería debido a la severa gravedad. Su dedo se deslizó sobre su rostro y poco después bajó a su cuello. El rostro de Asuna estaba distorsionado con disgusto.

-Basta… ¡Sugou!

Grité, mientras desesperadamente trataba de levantar mi cuerpo. Asuna mostró una sonrisa decidida y con voz temblorosa, dijo:

-…No te preocupes, Kirito-kun. No me hará daño algo así.

En ese momento, una risa chillona con un “kiki” salió de Sugou. 
-Tiene que se así, después de todo. ¿Cuánto tiempo crees que te sostendrá tu orgullo…30 minutos? ¿Una hora? ¿Tal vez un día completo? ¡¡Prolonga el mayor tiempo posible este placer!!

Mientras gritaba Sugou agarró la cinta roja en el cuello del vestido de Asuna con su mano derecha. Cuando tiró de ella, la tela se estiró y se desgarró. La delgada cinta de color rojo sangre revoloteó por el aire sin hacer ruido y cayó en el suelo delante de mis ojos.

La piel de color blanco puro de su pecho se expuso mucho desde el vestido rasgado. El rostro de Asuna estaba distorsionado por la humillación y cerró los ojos con tanta fuerza que se estremeció.

Sugou se inclinó hacia atrás, riéndose con una mueca mientras estiraba su mano derecha hacia la piel desnuda de Asuna. Sus labios se abrieron en forma de media luna y sacó su lengua de color rojo vivo. Haciendo un sonido de un goteo de moco, lamió la mejilla de Asuna de abajo hacia arriba.

-Kuku, ¿te digo en lo que estoy pensando?

Sugou habló con una voz teñida con una locura febril mientras su lengua seguía de fuera cerca del oído de Asuna.

-Una vez que disfrute completamente en este lugar voy a ir a tu habitación de hospital. Si aseguro la puerta y apago la cámara, esa habitación se convierte en un cuarto secreto. Tú y yo, solo nosotros dos. ¡Voy a poner un monitor enorme y reproducir la grabación de hoy y disfrutar con la otra tú! Me tomaré mi tiempo e iré con cuidado. Después de todo, es tu cuerpo real. ¡¡Después de tomar la pureza de tu corazón aquí, voy a tomar la pureza de tu cuerpo allí!! ¡¡Qué divertido, una experiencia realmente única!!
La risa chillona de Sugou me revolvió el estómago al resonar en la oscuridad. Asuna abrió sus ojos ampliamente por un momento, con sus labios cerrados con
valentía.

Sin embargo, el miedo que no podía controlar se reunió en las esquinas de sus ojos. Cuando las dos lágrimas cayeron por sus largas pestañas, la lengua de Sugou las lamió.

-Ah… ¡dulce, tan dulce! ¡¡Vamos, llora para mí un poco más!!

Una rabia intensa que podría incinerar todo atravesó directamente mi cabeza, esparciendo chispas violentas a través de mi visión. 
-Sugou…bastardo… ¡¡BASTARDOOOOOO!!

Grité, moviendo imprudentemente mis miembros mientras trataba de levantarme. Pero la espada atravesándome ni siquiera se movió.

Sentí lágrimas desbordándose de mis ojos. Arrastrándome como un feo insecto y luchando, rugí.

-¡¡Bastardo…te  voy  a  matar!!  ¡¡MATAR!!  ¡¡DEFINITIVAMENTE  TE  VOY  A MATAR!!

Grité, pero todo eso fue ahogado por la risa loca de Sugou.




Ahora mismo, si pudiera obtener poder…

Mis dedos arañaron el suelo, rezando para moverse incluso un milímetro hacia adelante.

En este momento, si se me concediera el poder para levantarme, cualquier precio estaría bien. Perder mi vida, mi alma, todo, no me importaría. Ya sea un demonio o  el  mismo  diablo,  no  me  importa  siempre  que  ese  hombre  sea  cortado  y derrotado. Mientras Asuna fuera devuelta al lugar al que pertenecía.

Sugou tocó el brazo y la pierna de Asuna con ambas manos, acariciándolos. Cada movimiento de su mano probablemente estaba causando un fuerte impulso de estimulación sensorial en ella. Asuna se mordió los labios con tanta fuerza que comenzó a sangrar, soportando la humillación.

Con ese figura en mi visión, sentí mis pensamientos ponerse en blanco, interrumpidos por una sensación ardiente. Las llamas de la ira y la desesperación me consumieron. Mis procesos de pensamiento restantes se convirtieron en cenizas. Si mi alma se vuelve como el color de una masa de huesos secos, no tendría que pensar. No habría necesidad de pensar.

Si tenía una espada, pensé que podía hacer cualquier cosa. Porque yo era el héroe que se llegó a la cima de 10,000 espadachines. Yo derroté al rey demonio, el héroe que salvó al mundo.

El mundo virtual se armaba simplemente en base a la teoría de marketing de las empresas, simplemente un juego. Al estar atrapado pensando que era otra realidad, fui engañado en pensar que la fuerza adquirida en ese mundo era fuerza real. Al ser liberado del mundo de SAO…o expulsado, después de regresar al mundo real, ¿No estaba decepcionado con mi pobre cuerpo de carne? En algún 
lugar en mi corazón, ¿no anhelaba regresar a ese mundo, al mundo donde yo era el héroe más fuerte?

Es por eso que yo, después de descubrir que la mente de Asuna estaba en un nuevo mundo virtual, pensé que podría hacer algo al respecto con mi propio poder y vine a ciegas. Cuando lo que realmente debería haber hecho era dejárselo a los adultos con poder en el mundo real. Después de recuperar el poder ilusorio una vez más, abrumando a los otros jugadores, ¿No fue para complacerme satisfaciendo mi feo orgullo?

Entonces este resultado…fue lo que me merecía. Así es, solo estaba utilizando el poder otorgado por alguien más, emocionándome como un niño inocente. Simplemente tener un ID no podía abrumar a algo llamado privilegios de administrador del sistema. Solo una cosa era cierta, el arrepentimiento. Si no me gusta, tenía que abandonar la idea.




[¿Estás escapando?]



––No es así, reconocí la realidad.




[¿Te rindes? ¿Ante el poder del sistema que has derrotado antes?]




––No se puede evitar. Soy un jugador, ese tipo es un Game Master.




[Esas son palabras que manchan esa batalla. Cuando se me obligó a reconocer que el poder de la voluntad humana puede superar el sistema, a comprender las posibilidades del futuro, nuestra batalla.]




–– ¿Batalla? Eso no tiene sentido. ¿No se trata simplemente de una cosa que aumenta o disminuye los números?




[Tú deberías saber que no es así. Ahora de pie. Levántate y apodérate de la espada.] 





[… ¡¡ARRIBA, KIRITO-KUN!!]






Esa voz era como un rugido atronador, perforó mi conciencia como un rayo.

Los sentidos que habían estado desvaneciéndose parecieron reconectarse en un instante. Mis ojos se abrieron ampliamente.

-Wu…oh…

Ese sonido de filtró por mi garganta con una voz ronca.

-O…Ohhh…

Apreté los dientes y puse mi mano derecha en el suelo, empujándome hasta mis codos con una voz que sonaba como el grito de una bestia casi muerta.

Cuando traté de levantar mi cuerpo, la espada que había atravesado la mitad de mi espalda colgó con una presión abrumadora.

––No puedo arrastrarme miserablemente bajo algo así. Este ataque sin alma, rendirse ante él fue imperdonable. El ataque de cada espada en ese mundo era más pesado. Más doloroso.

-Wu… ¡¡Guh, Ohh!!

Junto con ese corto rugido, utilicé todo el poder de mi cuerpo y alma para levantarme. Con un ruido sordo, la espada se despegó del suelo, se deslizó de mi espalda y rodó al suelo.

Sugou se quedó mirando con una expresión atónita mientras me levantaba tambaleándome. Después, hizo una mueca de disgusto y alejó sus manos del cuerpo de Asuna, encogiéndose de hombros teatralmente.

-Oh vaya, pensé que había fijado las coordenadas del objeto, me pregunto si aún tiene un extraño bug. Cuando se trata de la incompetencia de nuestro equipo de administración…

Murmuró mientras caminaba hacia mí. Levantando su puño derecho, lo lanzó para golpear mi mejilla. 
Estiré mi mano izquierda, agarrando su puño en el aire.

-¿Oh…?

Miré a los ojos sorprendidos de Sugou, abriendo la boca. Un conjunto de palabras resonaban en el fondo de mi mente, y yo las repetí.

-Inicio de Sesión del Sistema. ID “Heathcliff”. Contraseña…

La gravedad que estaba envolviendo mi cuerpo desapareció tan pronto como terminé de recitar la compleja serie de caracteres alfanuméricos.

-Qué… ¿¡Qué!? ¿¡Qué es ese ID!?

Cuando Sugou enseñó los dientes y gritó de sorpresa, se quitó mi mano y voló hacia atrás un paso. Movió su mano izquierda hacia abajo y un menú azul de sistema apareció.

Antes de que ese tipo siquiera pudiera mover un dedo, un Comando de Voz se emitió de mi boca.

-Comando de sistema. Cambio de Autoridad de Administrador. ID “Oberon” a nivel
1.

En una fracción de segundo, la ventana desapareció de debajo de la mano de Sugou. Se quedó mirando moviendo los ojos de un lado a otro varias veces entre mi rostro y el espacio vacío donde estaba la ventana, agitando su mano izquierda de nuevo con frustración.

Sin embargo, no pasaría nada. La pantalla de magia que le da a Sugou el poder del Rey de las Hadas no surgiría.

-Un… ¿Un ID de un nivel más alto que el mío…? Increíble…Esto no debería ser posible…Yo soy el  gobernante…el  creador…El  Emperador  de  este mundo…Dios…

Sugou siguió hablando con una voz aguda que sonaba como una muestra de audio reproducida hasta atrás a alta velocidad. Hablé mientras miraba al apuesto rostro derrumbarse en la fealdad.

-Eso no es así, ¿cierto? Tú lo robaste. El mundo. Los residentes. Un rey ladrón que baila solo en su trono robado.

-E…este mocoso…a mí…en realidad se atreve a decirme eso a mí…Haré que te arrepientas…voy a arrancar tu cabeza y convertirla en un adorno… 
Sugou empujó un dedo doblado como un gancho hacia mí y gritó con una voz chillona.

-¡¡Comando de sistema!! ¡¡ID de Objeto “Excaliber” Generar!!

Sin embargo, el sistema ya no estaba respondiendo a la voz de Sugou.

-¡¡Comando de Sistema!! ¡¡Escúchame, pedazo de basura!! ¡¡Dios…Dios te está ordenando!!

Ante sus gritos, aparté los ojos de él. Miré a Asuna quien seguía colgando sobre el suelo.

Su vestido  radiante estaba desgarrado y solo harapos cubrían su cuerpo,  su cabello estaba despeinado y había rayos de luz que eran lágrimas en sus mejillas. Pero sus ojos no habían perdido su brillo. Ese duro golpe no rompió su tenaz espíritu.

––Terminará pronto. Solo espera un poco más.

Susurré en mi mente, mirando a los ojos avellana de Asuna. Fue un pequeño movimiento, pero Asuna asintió.

Una nueva llama de ira surgió en mí cuando miré la figura oprimida de Asuna. Levanté la vista un poco y dije:

-Comando de sistema. Objeto de ID “Excaliber” Generar.

El espacio frente a mí comenzó a distorsionarse cuando dije eso. Números minúsculos fluyeron a toda prisa para formar una sola espada. El color y la textura aparecieron gradualmente desde la punta hacia abajo. Con una hoja que emitía un brillo dorado, se trataba de una espada larga grabada con hermosas decoraciones. No había duda de que era la misma arma que había estado sellada al final del calabozo en Jötunheimr. La espada más fuerte que era el sueño de muchos jugadores, y apareció con un comando, no fue una sensación particularmente agradable.

Agarré la empuñadura de la espada y la lancé a Sugou que tenía los ojos muy abiertos. Después de verlo atraparla de manera peligrosa, levanté mi pie izquierdo suavemente.

Mi espada voló en la oscuridad de donde había rodado antes cuando pisé con fuerza su empuñadura. Girando en el aire, bajó hacia mi mano derecha con un destello de su acero. Con un sonido pesado, la espada cayó en mi mano. 

Después de apuntar mi pesada espada de acero negro hacia Sugou, dije:

-Es hora de arreglar esto. El rey ladrón contra el héroe falso…Comando de sistema. Absorción del Dolor a nivel 0.

-Qué… ¿Qué…?

Al  oír  el  comando  para  aumentar  el  dolor  virtual  sin  restricción,  el  color desapareció de las mejillas del Rey de las Hadas que blandía la espada dorada. Retrocedió un paso, dos pasos.

-No trates de escapar. Ese hombre no dudaba en absoluto en ninguna situación. Él… Kayaba Akihiko.

-Ka…Kaya…

Al escuchar ese nombre, el rostro de Sugou se distorsionó mucho.

-Kayaba…Heathcliff…así que eres tú… ¡¡Te estás metiendo en mi camino de nuevo!!

Moviendo la espada en su mano derecha sobre su cabeza, gritó con una voz que rompería el metal.

-¡Moriste! ¡¡Mordiste el polvo!! ¿¡Por qué debes molestarme incluso en la muerte!? Siempre fuiste así… ¡¡Siempre, siempre!! Siempre haciendo esa cara como si entendieras todo… ¡¡Arrebatándome todas las cosas que quería por la orilla!!

Sugou gritó, empujando de repente su espada hacia mí antes de continuar.

-Un mocoso como tú… ¿¡Qué podrías entender!? Lo que se siente estar por debajo de él…lo que significa competir con él, ¿¡Cómo podrías entender lo que se siente!?

-Lo  entiendo.  Me  convertí  en  un  sirviente  después  de  ser  derrotado  por  ese hombre también…Pero yo nunca pensé en volverme como él, a diferencia de ti.

-Mocoso…Este mocoso… ¡¡ESTE MOCOSOOOO!!

Sugou se lanzó del suelo con un grito que volvió el interior afuera y blandió su espada. Tan pronto como observé una apertura, hice un corte con la espada en mi mano derecha y la punta de mi espada cortó la suave mejilla de Rey de las Hadas.

-¡¡Ahhh!!

Sugou gritó mientras se agarraba la mejilla con su mano izquierda y saltó hacia atrás. 
-¡D…DUELEEEE…!

El grito de la figura que tenía los ojos abiertos solo sirvió para inflamar más mi furia. La idea de que Asuna estuvo bajo la opresión de este hombre por dos meses era insoportable. Tomando un gran paso adelante, dejé caer mi espada. Sugou levantó instintivamente su mano derecha para bloquearla y mi espada cortó su muñeca. La mano y la espada dorada que sostenía desaparecieron en la oscuridad. El sonido al caer en algún lugar lejano resonó con claridad.

-¡¡AAAAAAAHHHH!! Mi mano… ¡¡Mi manooooo!!

Era una señal pseudoeléctrica, pero fue por eso que Sugou sentiría dolor puro. Por supuesto, no era suficiente. No había manera de que pudiera ser suficiente.

Agité mi espada con fuerza bruta hacia las túnicas verdes que envolvían el torso de Sugou mientras él sostenía el muñón en su antebrazo y gemía.

-¡¡Guboaaaa!!

El estómago del cuerpo alto y apuesto fue separado en dos mitades iguales, rodando al suelo con un fuerte ruido. La mitad inferior fue envuelta de inmediato en llamas blancas ascendentes y se derrumbó después de quemarse.

Agarré el largo pelo rubio y ondulado de Sugou con mi mano izquierda y lo levante. Él seguía gritando con una voz metálica que salía de una boca temblorosa que se abría y se cerraba, mientras las lágrimas se drenaban de sus ojos que estaban abiertos hasta el límite.

Su figura solo podía evocar disgusto en mí. Agité mi mano izquierda, lanzando la parte superior de su torso hacia Abajo.

Sosteniendo mi gran espada con ambas manos, tomé una posición sobre él. Al ver caer la espada, Sugou lanzó un grito áspero…

-… ¡¡Uooooh!!

Dejé caer la espada con todas mis fuerzas. Con un fuerte sonido, la espada atravesó el ojo derecho de Sugou y salió por la parte posterior de su cabeza.

-¡Gyaaaaaaah!

El desagradable grito que resonó en la oscuridad fue como miles de engranajes rotos raspándose entre ellos al dar vueltas. El ojo derecho se dividió en dos al lado izquierdo   y   derecho   de   mi   espada.   Una   espesa   llama   blanca   estalló, esparciéndose rápidamente desde la cabeza hasta el torso. 
Se volvió como un fantasma y siguió disolviéndose, Sugou siguió gritando sin parar durante los varios segundos antes de desaparecer completamente. El grito se desvaneció lentamente y en poco tiempo, la figura desapareció. El silencio volvió al mundo y agité mi espada, dispersando las brazas blancas.




Con un movimiento suave de mi espada, las dos cadenas que sostenían a Asuna se rompieron y desaparecieron. Solté mi espada, su trabajo estaba completo. Sostuve a Asuna cuando se deslizó al suelo, su cuerpo estaba flácido.

La energía que soportaba mi cuerpo también se agotó y me puse sobre una rodilla en el suelo. Miré a Asuna que estaba en mis manos.

-…Ugh…

El torrente de sentimientos de impotencia cambió de forma y comenzó a fluir por mis ojos como lágrimas. Sosteniendo con firmeza el delgado cuerpo de Asuna, con  mi  cara  enterrada  en  su  cabello,  lloré.  No  podía  decir  nada,  solo  seguí llorando.

-…Yo creí.

La voz clara de Asuna sacudió mis oídos.

-…Sí, yo creí…Hasta ahora, y de aquí en adelante. Eres mi héroe…Siempre vendrás a ayudarme…

Unas manos suaves acariciaron mi cabello.

––No es eso. Yo…en realidad no tuve el poder…

Sin embargo, tomé una respiración profunda y hablé con voz temblorosa.

-…Haré mi mejor esfuerzo para ser de esa manera. Ahora, volvamos…

Al agitar mi mano izquierda, emergió una compleja ventana del sistema, era muy diferente a las normales. Intuitivamente bajé por la ventana de jerarquía, deteniéndome cuando mi dedo llegó al menú relacionado a la transferencia.

Mirando a los ojos de Asuna, dije:

-En el mundo real probablemente ya es de noche. Pero iré a tu habitación de hospital de inmediato.

-Sí, voy a esperar. Será agradable verte a ti primero, Kirito-kun. 
Asuna sonrió brillantemente. Miró hacia algún lugar lejano con ojos claros como el cristal y susurró:

-Ah…finalmente, se acabó. Voy a volver…a ese mundo.

-Así es…Cambió en varias maneras, te vas a sorprender.

-Fufu. Vamos a ir a muchos lugares y hacer muchas cosas.

-Sí…Por supuesto.

Asentí sosteniendo firmemente a Asuna y moví mi mano derecha. Toqué el botón de desconexión, y con la punta de mi dedo brillando de color azul esperando un objetivo, sequé suavemente las lágrimas que fluían por las mejillas de Asuna.

Entonces, una luz azul envolvió el cuerpo blanco de Asuna. Poco a poco, Asuna se volvió más transparente como el cristal. Partículas de luz salieron de los dedos de sus manos y pies, bailando en el aire antes de desaparecer.

Me quedé sosteniendo su cuerpo con firmeza hasta que Asuna desapareció por completo. Finalmente, el peso en mis brazos desapareció y me quedé solo en la oscuridad.

Por el momento, me quedé en agachado.

Además  de  la  sensación  de  que  todo  había  terminado,  también  estaba  la sensación de una gran cantidad de progreso. Pero este incidente provocado por la fantasía de Kayaba y la ambición de Sugou… ¿Es este el llamado final? ¿O es solo otro gran punto decisivo?

Me obligué a ponerme de pie de alguna manera con un cuerpo que se estaba quedando sin energía. Miré hacia arriba en la deslumbrante oscuridad que se extendía hasta las profundidades del mundo y susurré.

-…Estás ahí, ¿no es así, Heathcliff?

Después de un momento de silencio una voz ronca sonó en mi conciencia, la misma que antes.

[Ha pasado mucho tiempo, Kirito-kun. Aunque para mí…los eventos de ese día parece que fueron ayer.]

Fue diferente esta vez, ya que la voz parecía llegar a mí desde algún lugar lejano.

-… ¿Estás vivo? 
Con esa corta pregunta, escuché una respuesta después de un breve instante de silencio.

[Podrías decir que lo estoy y podrías decir que no lo estoy. En un sentido, yo soy…un eco de la conciencia de Kayaba Akihiko, una imagen residual.]

-Como  de  costumbre,  eres  una  persona  que  dice  las  cosas  de  una  manera confusa. Voy a expresar mi gratitud por el momento…En todo caso, hubiera sido mejor por tu parte haber salido y ayudarnos antes.

[…]

La presencia de una sonrisa irónica se reveló.

[Eso fue desafortunado, mis disculpas. El momento en que el sistema de conservación descentralizado se conectó y despertó mi programa fue hace un momento…cuando escuché tu voz. No hay necesidad de dar las gracias.]

-… ¿Por qué?

[Tú  y  yo  no  estamos  en  términos  lo  suficientemente  amigables  para  aceptar favores gratis. Necesito tener una compensación por ello, naturalmente.]

Esta vez fue mi turno de sonreír irónicamente.

-Entonces dime lo que hay que hacer.

Entonces, desde la oscuridad lejana, algún tipo de…un objeto brillante plateado cayó. Me estiré y se posó en mis manos con un débil sonido. Era un pequeño cristal con forma de huevo. Dentro del cristal había una tenue luz parpadeando.

-¿Esto es?

[Es una semilla de un mundo.]

-… ¿Qué?

[Cuando brote lo entenderás. Te encomiendo la decisión de qué hacer con ella después. Eliminarla está bien, olvidarla está bien…Sin embargo, si todavía tienes algún sentimiento además de odio por ese mundo…]

La voz se interrumpió allí. Después de un corto silencio, solo una seca despedida descendió.

[…Bueno, entonces me iré. Puede que nos encontremos de nuevo algún día, Kirito-kun.] 
Y entonces de repente, la presencia se desvaneció.

Giré mi cabeza, dejando caer el brillante huevo en el bolsillo de mi pecho por el momento. Perdido en mis pensamientos por un rato, levanté mi cara.

-…Yui, ¿estás ahí? ¿¡Estás bien!?

Tan pronto como grité, el mundo se oscuridad se abrió a lo largo de una línea recta.

Una luz naranja brilló rápidamente, cortando la cortina oscura. El viento sopló al mismo tiempo llevándose la oscuridad. Era tan hermoso y deslumbrante que tuve que cerrar mis ojos momentáneamente. Los abrí con cuidado y me encontré de nuevo en la jaula.

Frente a mí, la enorme puesta de sol estaba emitiendo su última luz antes de caer debajo del horizonte. No había figuras humanas, solo el sonido del viento.

-… ¿Yui?

Al llamarla una vez más, una luz se condensó en frente de mis ojos y una pequeña niña de cabello oscuro apareció con fuerte ruido.

-¡¡Papá!!

Con un resonante grito, Yui saltó a mi pecho, abrazando mi cuello con fuerza.

-Estabas a salvo…Gracias a dios…

-Sí…Cuando parecía que mi dirección iba a ser cerrada de repente, me retiré a la memoria local del Nerve Gear. Logré conectarme de nuevo, pero Mamá y Papá habían desaparecido…estaba preocupada… ¿Mamá está…?

-Ah, ella regresó…al mundo real.

-Ya veo…eso es genial…en verdad…

Yui cerró los ojos y apoyó su mejilla en mi pecho. Sentí una débil sombra de soledad en ella y acaricié suavemente su largo cabello.

-…Muy pronto, vendremos a verte de nuevo. Pero…me pregunto qué será de él, este mundo…

Después de mis murmullos, Yui sonrió y habló.

-Mi programa base no es parte de este lugar, sino que está almacenado en el
Nerve Gear de Papá. Siempre estaremos juntos…Oh, pero es extraño… 
-¿Qué pasa?

-Un archivo bastante grande ha sido transferido al almacenamiento de tu Nerve
Gear, papá…aunque no parece estar activo…

-Hmm…

Incliné mi cabeza, pero puse a un lado la pregunta por el momento. Más bien, había algo más que tenía que hacer sin importar qué.

-…Bueno, me voy. Para encontrarme con Mamá.

-Sí. Papá…Te quiero.

Emanando  tenues  lágrimas,  abracé  a  Yui  con  fuerza  mientras  acariciaba  su cabeza y moví mi mano derecha.

Justo antes de presionar el botón, me detuve y observé el mundo teñido en los colores del atardecer. Este mundo que era gobernado por un rey falso, ¿Qué sería de este mundo ahora que él se había ido? Me dolió el corazón al pensar en Lyfa y los otros jugadores que amaban este mundo tan profundamente.

Besé suavemente las mejillas de Yui y moví mi dedo. Una luz radial se extendió a través de mi visión, envolvió mi conciencia y me llevó cada vez más alto.




Sentí una profunda sensación de cansancio cuando abrí los ojos. Frente a ellos estaba la cara de Suguha y ella estaba mirando mi rostro con una expresión preocupada. Cuando nuestros ojos se encontraron, se levantó apresuradamente.

-L-lo siento, entré a tu habitación sin permiso. Cuando no regresaste por un largo rato, me preocupé…

Dijo Suguha, con las mejillas ligeramente sonrojadas, sentada en el borde de mi cama. Después de un pequeño tiempo de retraso mis miembros recobraron un sentido de conexión y levanté a la fuerza la parte superior de mi cuerpo.

-Perdón por tardar.

-… ¿Todo ha terminado?

-…Sí…todo…terminó…

Por un momento me quedé mirando al vacío mientras respondía. Estar en una situación peligrosa en el mundo virtual y ser capturado, y está vez encarcelado sin ser capaz de liberarme, no era algo que pudiera decirle a Suguha. Eventualmente 
le diría todo, pero en este momento no quiero que se preocupe más. Esta única e inigualable hermanita ya me había salvado más veces de las que las palabras podrían decir.

Aquella noche en el bosque, me encontré con una chica de pelo verde y mi nueva aventura comenzó…durante el largo viaje, ella siempre estuvo conmigo. Ella me mostró el camino, me enseñó sobre el paisaje y me protegió con su espada. Si no me hubiera presentado a los dos señores, convirtiéndonos en sus amigos, definitivamente no habría sido capaz de atravesar el muro de caballeros guardianes.

Mirando hacia atrás, también recibí la ayuda de un gran número de personas. Pero por supuesto, la mayor ayuda vino de la chica delante de mis ojos. Cuando yo era Kirito y ella era Lyfa, y cuando yo era Kazuto y ella Suguha, me ayudó y me apoyó, pero al mismo tiempo sus pequeños hombros llevaban una profunda angustia.

Miré una vez más el rostro de Suguha, tenía tanto la deslumbrante actividad de un niño y la evanescencia de una hoja verde que recién brotó. Extendí una mano y acaricié suavemente su cabeza, Suguha puso una pequeña sonrisa de vergüenza.

-En serio…de verdad muchas gracias, Sugu. Si no estuvieras aquí, yo no habría sido capaz de hacer nada.

El rostro de Suguha se puso aún más rojo y bajó la cabeza. Se removió un poco, entonces tomó una decisión y apoyó su mejilla contra mi pecho.

-Sí…estaba feliz. En tú mundo, fui capaz de ayudarte, Onii-chan.

Suguha susurró con los ojos cerrados. Tomé suavemente su espalda con mi mano derecha y le di un abrazo rápido.

Después de soltarla, Suguha levantó la vista hacia mí y habló.

-Entonces…la tienes de regreso, ¿verdad? Esa persona…Asuna-san…

-Sí. Finalmente…Ha vuelto por fin…Sugu, yo…

-Sí. Ve, seguramente ella te está esperando Onii-chan.

-Lo siento. Te diré los detalles cuando vuelva.

Puse una mano sobre la cabeza de Suguha y me levanté.

Me vestí en tiempo récord, pero me detuve en el porche con mi chaqueta. Estaba completamente oscuro afuera. Las manecillas antiguo reloj de pared que colgaba 
en la sala de estar marcaban una hora poco antes de las 9:00 PM. Las horas de visita habían terminado hace mucho tiempo, pero la situación era la situación. Si decía las circunstancias en la estación de enfermeras, podría ser capaz de lograr entrar.

Suguha corrió de inmediato hacia mí, y con un “hice esto”, me entregó un grueso emparedado. Lo acepté agradecido y lo mordí, luego abrí la puerta del patio y me dirigí al patio.

-H-hace frío…

Agaché la cabeza cuando me di cuenta que el frío estaba penetrando mi chaqueta. Suguha miró hacia el oscuro cielo nocturno y habló.

-Ah…nieve.

-Oh…

En efecto, había dos o tres grandes copos de nieve que venían flotando. Dudé un momento acerca de si debía llamar un taxi. Aunque si hacía eso, tendría que esperar y luego caminar a la calle principal para ser recogido, por lo que sería más rápido usar simplemente mi bicicleta.

-Ten cuidado…Saluda a Asuna-san por mí.

-Sí. La próxima vez, te voy a presentar correctamente.

Me  despedí  de  Suguha  y  sentado  a  horcajadas  en  mi  bicicleta  de  montaña, empecé a pedalear.




Dejé que mi bicicleta corriera a toda velocidad y esa loca velocidad sacó los pensamientos de mi cabeza mientras volaba por el sur de Saitama. La nieve gradualmente comenzó a caer más fuerte, pero no se acumuló y la densidad de tráfico reducida fue útil.

Quería llegar con Asuna en el hospital lo más rápido posible…Pero al mismo tiempo, en parte tenía miedo de lo que podría encontrar. Durante los últimos dos meses había visitado su habitación cada dos días, siempre probando una amarga decepción. Preguntándome si se convertiría en una fría estatua así, tomaba su mano mientras ella estaba atrapada en silencio dormida. Seguí llamando su nombre a pesar de que nunca llegó a ella. 
Así, mientras recorría este camino, incluso recuerdo los vacíos, encontrarla en el reino de las hadas, derrotar al falso rey y liberarla de las cadenas podría ser solo mi fantasía.

Si visitaba su habitación de hospital algunos minutos más tarde y Asuna no despertaba.

Su alma ya no estaba en ALfheim, pero todavía no volvía a la realidad…Una vez más, podría haber desparecido en algún lugar desconocido.

No  era  solo  la  nieve  golpeando  mi  cara  en  la  oscura  noche  lo  que  estaba causando que un terrible escalofrío recorriera mi espalda. No, no podría suceder tal cosa. El sistema que gobierna el mundo con el nombre de realidad no podía ser tan cruel.

Seguí pedaleando mientras mis enredados pensamientos se entrelazaban. Giré a la derecha en la carretera hacia las colinas. Mis llantas con profundas marcas actuaron  como  una  pala  para  morder  y  patear  la  fina  nieve  en  el  asfalto, acelerando mi bicicleta.

En poco tiempo, la sombra de un enorme edificio apareció frente a mí. La mayoría de las luces estaban apagadas, pero una luz azul brillaba desde el helipuerto en la azotea como un faro tratando de atraer víctimas al castillo de la oscuridad.

Una alta valla de hierro apareció cuando terminé de subir la colina. Anduve a lo largo de ella algunas decenas de segundos más. Finalmente llegué a la puerta principal, protegida por postes especialmente altos.

Debido a que era un centro médico altamente especializado no aceptaba casos de emergencia. Las puertas ya estaban bien cerradas y el puesto de guardias estaba vacío. Pasé la entrada hacia el estacionamiento principal y entré por la pequeña entrada del personal.

Aparqué mi bicicleta al final del estacionamiento. Era demasiado irritante ponerle candado así que corrí. En la luz naranja lanzada por los focos de sodio pude ver que el estacionamiento estaba completamente desierto. El silencio era roto solo por la nieve que caía del cielo, pintando el mundo de blanco. Seguí corriendo mientras exhalaba nubes de vapor con mi respiración áspera.

A mitad del estacionamiento, cuando estaba a punto de pasar entre una furgoneta alta de color oscuro y un sedán blanco, en ese momento…

Casi choqué con la sombra de una persona que salió corriendo de detrás de la furgoneta. 
-Ah…

Estaba a punto de decir “disculpe” tratando de esquivarlo, cuando algo atravesó mi visión…

Destello, un brillo intenso de metal hizo un corte hacia mí.

-¿¡…!?

Inmediatamente después, un calor surgió en mi brazo derecho, justo debajo del codo. Al mismo tiempo se dispersó una gran cantidad de blanco. No eran copos de nieve. Eran finas plumas blancas. El relleno de mi chaqueta.

Me tambaleé hacia atrás, chocando de alguna manera con la parte trasera del sedán blanco y logré detenerme.

No podía entender la situación actual. Aturdido, miré a la sombra negra a unos dos metros de mí. Era un hombre. Llevaba un traje que era casi negro. Estaba sosteniendo algo largo, delgado y blanco en su mano derecha. Brillaba débilmente en la luz naranja.

Un cuchillo. Un largo cuchillo de supervivencia. Pero, ¿por qué?

Mi rostro se congeló cuando sentí la mirada del hombre en la sombra de la furgoneta. Estaba moviendo sus labios, pero lo que salió fue un susurro ronco.

-Llegas tarde, Kirito-kun. ¿Qué pasa si me haces coger un resfriado? Esa voz. Era una voz aguda y pegajosa.
-Su…Sugou…

Estaba aturdido, y en el momento que dije su nombre, el hombre dio un paso adelante. Las lámparas de sodio iluminaron su rostro.

En comparación con hace unos días, su cabello bien peinado se había desordenado mucho y había una barba de varios días cubriendo su aguda quijada. Su corbata estaba casi completamente desatada y colgaba floja alrededor de su cuello.

Y además…unos extraños ojos me miraron desde atrás de unas gafas de montura metálica. La razón fue aparente de inmediato. A pesar de que sus ojos estaban abiertos lo más posible, su ojo izquierdo se había dilatado adaptándose a la oscuridad de la noche mientras su ojo derecho estaba pequeño y contrayéndose. En el Árbol del Mundo, allí fue donde fue atravesado con mi espada. 
-Hiciste algo cruel, Kirito-kun. Dijo Sugou con voz ronca.
-La sensación de dolor no ha desaparecido todavía. Bueno, hay varias medicinas buenas, así que no importa.

Metió su mano en el bolsillo de su chaqueta, cogió unas cuantas cápsulas y las arrojó a su boca. Sugou empezó a masticar haciendo ruidos y dio otro paso hacia mí. Recuperándome finalmente de mi sorpresa, logré mover mis labios secos.

-…Sugou, ya estás acabado.  Has ido demasiado lejos para cubrir  las cosas. Recibe tu juicio obedientemente.

-¿Acabado?  ¿Qué?  Nada  ha  terminado  todavía.  Bueno,  Recto  es  inutilizable ahora. Iré a América. Hay un montón de empresas que quieren mis conocimientos. Ahora he acumulado una gran cantidad de datos experimentales. Si utilizo eso para completar mi estudio, me convertiré en el verdadero rey; el verdadero dios; el dios de este mundo real.

––Está loco. No, tal vez había estado roto por mucho tiempo.

-Antes de eso, hay algunas cuestiones de las que me tengo que encargar. Primero, te voy a matar, Kirito-kun.

Después de terminar de hablar en voz baja sin cambiar de expresión, Sugou se acercó a mí rápidamente. El cuchillo en su mano derecha se movió casualmente hacia mis ojos.

-¡¡…!!

Pateé el asfalto con el pie derecho, tratando de esquivarlo. Sin embargo, debido a la nieve bajo mis zapatos, me resbalé y perdí el equilibrio, colapsando en el estacionamiento. Caí con fuerza sobre mi costado izquierdo, mi aliento dejó mi cuerpo.

Sugou me miró con unas pupilas que no podían enfocar.

-Oye, levántate.

Después de eso, me dio una patada en el muslo con la punta de su zapato costoso. Dos veces, tres veces. Un dolor caliente recorrió mi columna, resonando en la parte posterior de mi cabeza. También reverberó a través de mi brazo derecho creando un dolor agudo. Finalmente me di cuenta de que había un corte no solo en mi chaqueta, sino también en mi brazo. 
No me podía mover. No podía hacer ningún sonido. El cuchillo de supervivencia que Sugou sostenía…la hoja de más de 20 centímetros, la fuerte presión de esa herramienta asesina, me congeló.

¿Matarme…? ¿A mí…? ¿Con ese cuchillo…?

Mis pensamientos fragmentados fluyeron y desaparecieron. Esa gruesa hoja, penetrando mi cuerpo en silencio, mortalmente…Como las palabras mostraron, tomar mi vida con una herida fatal, imaginé ese instante una y otra vez. Además de eso, no había nada que pudiera hacer.

El dolor en mi brazo derecho se convirtió en un calor sordo. Varias gotas de un líquido oscuro cayeron por el espacio entre el puño de mi chaqueta de invierno y mis guantes. Empecé a imaginar la sangre fluyendo de mi cuerpo sin cesar. Una imagen clara y real de la “muerte” que no era un valor numérico en una barra de HP.

-Hey, levántate. Solo levántate.

Sugou pateó mecánicamente y pisó mis pies una y otra vez.

-Tú, ¿qué me dijiste en ese lugar? ¿No huyas? ¿No dudes? ¿Vamos a arreglar esto? Dijiste eso arrogantemente.

Lo oí susurrar, la voz de Sugou estaba llena con los mismos colores de la locura que escuché en la oscuridad allá.

-¿Entiendes ahora? Un pedazo de mierda como tú sin habilidad más que en los juegos y sin ningún poder verdadero en absoluto. Eso es lo que llamas basura inferior. Sin embargo, tú me frustraste, a mí…Naturalmente el castigo por tus pecados es la muerte. Es imposible que sea otra cosa que la muerte.

Después de hablar con un tono sin inflexión, Sugou puso su pie izquierdo en mi vientre y cambió su centro de gravedad. Perdí el aliento por la presión física y la presión mental cuando liberó su locura.

Vi la cara de Sugou mientras se acercaba, tomando rápidas respiraciones cortas e irregulares. Inclinándose, Sugou sostuvo el arma en su mano derecha sobre su cabeza.

Sin pestañear, la agitó hacia abajo.

-…Gh.

Un sonido rígido se filtró desde el fondo de mi garganta… 
Junto con un sonido metálico sordo, la punta del cuchillo rozó mi mejilla y se clavó en el asfalto al mismo tiempo.

-Ah…mi ojo derecho ve borroso, mi objetivo estaba mal. Murmuró Sugou mientras levantaba alto el cuchillo otra vez.
El filo del cuchillo brillaba en la luz de las lámparas de sodio y dibujó una línea naranja en la oscuridad.

Tal vez fue porque golpeó el duro suelo con él, pero la punta del cuchillo estaba un poco fragmentada. Ese fallo le dio al cuchillo una presencia física más realista como arma. En vez de un arma de polígonos, estaba hecha de moléculas de metal condensadas, era fría y pesada, y con una hoja genuinamente letal.

Todo parecía ir más despacio. La nieve que caía del cielo oscuro. La masa de aire expulsada por la boca de Sugou. El cuchillo que descendía hacia mí. El parpadeo de la luz naranja reflejada en las muescas talladas en la hoja.

Eso me recuerda, había un arma con muescas como esa…

Un pedazo de una memoria sin sentido fluyó a la superficie de mis pensamientos detenidos.

¿Qué era eso? Era un objeto tipo daga vendido en los pisos medios de Aincrad. Creo que se llamaba “Destructor de Espadas”. Si paras el arma del enemigo con la parte posterior en forma de sierra, había un ligero bono que aumentaba la posibilidad de destruir su arma. Debido a que parecía interesante, puse la Skill de daga en la ranura de Skill y la usé durante un tiempo, pero no estaba satisfecho debido a su baja base de habilidad ofensiva.

El arma que Sugou sostenía ahora era aún más pequeña que esa. No podía ni siquiera ser llamada una daga. No…algo así ni siquiera podría ser clasificado como un arma. Era una herramienta para el trabajo diario. No era algo que un espadachín usaría para luchar.

En el fondo de mis oídos, escuché las palabras de Sugou de hace unos segundos.

Verdadero poder, no posees nada de eso…

Sí…eso es cierto. Ni siquiera se tiene que decir. ¿Pero quién eres tú para estar diciendo  que  me  matarías,  Sugou?  ¿Un  maestro  de  las  habilidades  con  el cuchillo? ¿Un experto en artes marciales? 
Miré detrás de las gafas de Sugou, sus pequeños ojos parecían estar teñidos del color de la sangre. Excitación. Locura. Pero también tenían algo más. Esos eran los ojos de alguien tratando de escapar. Eran los mismos ojos que alguien que estaba rodeado por hordas de monstruos en un calabozo, cayendo en una situación mortal desesperada, los ojos de alguien que agita su espada en un frenesí, tratando de interceptar la realidad.

Este tipo era igual que yo. Continuando persiguiendo el poder, pero incapaz de obtenerlo, solo moviéndose en feos pasos.

-… ¡¡Muere, mocosoooo!!
El grito de Sugou devolvió mi conciencia del mundo que se movía más despacio. Levanté la mano izquierda como un imán y atrapé la muñeca derecha de Sugou
mientras la dejaba caer. Al mismo tiempo, extendí mi brazo derecho y clavé mi pulgar en el hueco de su garganta junto a su corbata floja.

-¡¡Guuu!!

Con un gruñido, Sugou se echó hacia atrás. Torcí mi cuerpo, agarrando la mano derecha  de  Sugou  con  ambas  manos  y  estrellé  su  mano  sobre  el  asfalto congelado con todas mis fuerzas. Su mano se abrió con un grito y el cuchillo se alejó rodando por el suelo.

Gritando estridentemente como un silbido, Sugou saltó hacia el cuchillo. Doblé mi pierna derecha, dejándola volar, la suela de mi zapato se impactó en su mandíbula. Levanté el cuchillo y utilicé el retroceso para levantarme.

-Sugou…

De mi garganta salió una voz que se rompió tanto que casi no podía creer que fuera la mía.

A través del guante en mi mano derecha sentí la presencia del duro y frío cuchillo. Era un arma pobre. Demasiado ligera y sin alcance.

-Pero es suficiente para matarte.

Después de susurrar, me volví hacia Sugou quien me estaba mirando con una cara en blanco mientras seguía sentado en el asfalto y luego salté hacia él con fuerza.

Agarré su pelo y su cabeza con mi mano izquierda y lo estrellé en la puerta de la furgoneta. Con un ruido sordo, el cuerpo de aluminio del auto se abolló y sus gafas 
salieron volando. La boca de Sugou se abrió ampliamente. Apuntando a su garganta, moví mi mano derecha con el cuchillo sin dudar…

-¡Guuu…Uuu…!

Detuve mi brazo allí, apretando los dientes.

-¡Iiii! ¡Hiiii! ¡Iiiiii!

Sugou estaba el mismo sonido que había hecho en ese mundo tan solo unos diez minutos atrás, ese grito agudo.

Era natural que este hombre muera. Era natural que sea juzgado. Todo terminaría si bajo mi mano derecha. Era la conclusión. El total vencedor y el derrotado estaban decididos.

Sin embargo…

Ya no soy un espadachín. Ese mundo donde todo se determinaba con la habilidad de la espada de uno ya se ha dejado lejos en el pasado.

-Hiiiiiiiii…

De repente, los ojos de Sugou rodaron dentro de su cabeza, exponiendo lo blanco. Su grito se interrumpió, y todo su cuerpo perdió su fuerza como una máquina sin electricidad.

La fuerza también dejó mi mano. Deslizándose de mi mano, el cuchillo rodó sobre el estómago de Sugou.

También quité mi mano izquierda y me levanté.

Pensé que si tenía que ver a ese hombre incluso un segundo más, el impulso de matar herviría y no sería capaz de resistirlo de nuevo.

Arranqué su corbata y le di la vuelta, y até sus dos manos detrás de su espalda. Coloqué el cuchillo en el techo de la furgoneta. Giré mi cuerpo, de nuevo a mi ruta original. Luego me tambaleé, paso a paso, arrastrando mis piernas mientras comenzaba a correr a través del estacionamiento.




Me tomó cerca de cinco minutos llegar hasta los anchos escalones de la entrada principal. Me detuve y respiré hondo. Miré mi cuerpo, que había logrado controlar. 
Estaba en un terrible estado, sucio con nieve y arena. Los cortes en mi mejilla izquierda  y  mi  brazo  derecho  al  parecer  habían  dejado  de  sangrar,  aunque seguían doliendo.

Me paré delante de las puertas automáticas. Sin embargo, no hubo señal de que se abrieran. Miré a través del cristal, el vestíbulo principal estaba tenuemente iluminado, pero había una luz normal detrás del escritorio de recepción. Miré de lado a lado, y encontré una pequeña puerta giratoria de cristal en el extremo izquierdo y afortunadamente se abrió cuando la empujé.

El silencio llenó el edificio. Crucé las ordenadas hileras de bancos alineadas en el amplio vestíbulo.

No  había  nadie  en  el  mostrador,  pero  desde  el  interior  de  la  estación  de enfermeras  adyacente  escuché  una  charla  agradable.  Orando  por  una  voz decente, abrí la boca.

-Um… ¡Disculpe!

Unos segundos después de que mi voz resonó, se abrió una puerta y dos enfermeras con uniformes de color verde claro aparecieron. Las dos tenían expresiones de sospecha en sus rostros que cambió a sorpresa cuando me vieron bien.

-… ¿¡Qué te ha pasado!?

Exclamó la joven enfermera alta con el pelo amontonado en su cabeza. Aparentemente, parecía que había más sangre en mi cara de lo que pensaba. Señalé en dirección a la entrada y dije:

-Fui atacado por un hombre con un cuchillo en el estacionamiento. Lo dejé inconsciente al otro lado de un sedán blanco.

La tensión recorrió los rostros de las dos mujeres. La enfermera mayor operó una máquina detrás del mostrador, sosteniendo un pequeño micrófono cerca de su cara.

-Guardias, por favor vengan a la estación de enfermeras del primer piso inmediatamente.

Parece que había un guardia en medio de su patrulla cerca y un hombre en un uniforme color azul profundo apareció pronto con pasos rápidos. La expresión del hombre se puso severa después de escuchar la explicación de las enfermeras. Hablando por una radio, el guardia se dirigió a la entrada. La enfermera más joven lo siguió. 
Después de mirar la herida en mi mejilla por un minuto, la enfermera que quedó dijo:

-Tú, eres familiar de Yuuki-san en el doceavo piso, ¿verdad? ¿Esa es tu única herida?

Parecía haber un pequeño malentendido, pero asentí sin la fuerza de voluntad para corregirla.

-Ya veo. Llamaré a un médico de inmediato, por favor espérame aquí. Ella se fue haciendo un golpeteo tan pronto como dijo eso.
Tomé una respiración profunda y miré alrededor. Confirmando que no había nadie cerca, me incliné sobre el mostrador y cogí una de las tarjetas de pase de invitado del interior. Me volví en la dirección opuesta a donde se fue la enfermera, al ala de hospitalización que había pasado muchas veces antes y moví mis temblorosos pies en una carrera.

El ascensor se había detenido en el primer piso. Cuando apreté el botón, la puerta se abrió con una campanada grave. Me apoyé en la pared interior y presioné el botón del piso superior. A pesar de que la aceleración era lenta para un hospital, mi rodilla se sentía casi romperse por el pequeño peso extra. Mantuve mi cuerpo desesperadamente de pie.

Después de lo que sentí que fueron varios segundos, el ascensor se detuvo y se abrió la puerta. Caí fuera del ascensor al pasillo.

La habitación de Asuna solo estaba a unas pocas decenas de metros, pero la distancia parecía interminable. Apoyé mi cuerpo, que estaba a punto de colapsar, en la pared y avancé. Después de girar a la izquierda en el pasillo en forma de L…Frente a mí, vi una puerta blanca.

Paso a paso, caminé. Al igual que esa vez…
Cuando volví al mundo real del final del mundo virtual rodeado por la puesta del sol, desperté en otro hospital, luchando por caminar sobre unas piernas atrofiadas. En mi búsqueda por Asuna, no había nada más que caminar. Ese pasillo, estaba conectado a este lugar.

Finalmente podría encontrarme con ella. Había llegado el momento. 
Mientras la distancia restante se reducía, los diversos sentimientos en mi corazón crecieron a un ritmo alarmante. Mi respiración se aceleró. Los bordes de mi visión se tiñeron de blanco. Sin embargo, no sucumbí a derrumbarme allí. Caminé, atentamente, poniendo mis piernas frente a mí.

Inconsciente de dónde estaba hasta que estaba a punto de llegar a la puerta, dejé de mover mis pies antes de chocar con ella.

Más allá de ella, estaba Asuna…Era lo único en lo que podía pensar en ese momento.

Al levantar mi temblorosa mano derecha, la tarjeta se deslizó de ella debido al sudor. Recogí la tarjeta de nuevo y la inserté en la ranura  de la placa de metal esta vez. Conteniendo el aliento, la deslicé rápidamente hasta el fondo.

El color de la luz cambió y la puerta se abrió con el sonido de un motor. Suavemente, el aroma de las flores se derramó.
La iluminación interna se había atenuado. Una tenue luz blanca entraba por la ventana, reflejada por la nieve del exterior.

El centro de la habitación del hospital estaba cubierto por una gran cortina. Había una cama de gel del otro lado.

No me podía mover. No podía continuar. No podía hacer ni un sonido. De repente, una voz inesperada me susurró al oído.
(Oye…ella te está esperando.)

Sentí una mano empujando suavemente mi hombro.

¿Yui? ¿Suguha? En los tres mundos, era la voz de alguien que me ayudó. Di un paso con mi pie derecho, entonces otro paso y otro.

Me paré delante de las cortinas. Extendí la mano y agarré los extremos. Y tiré.
Con un sonido débil, como del viento a través de la pradera, el velo blanco se sacudió y se movió.

-…Ah.

Un pequeño sonido escapó de mi garganta. 
Una chica en finas ropas de examinación médica que parecía un vestido ligero blanco  como  la  nieve  estaba  sentada  en  la  cama  con  su  espalda  hacia  mí, mirando por la ventana oscura en el otro lado. Su largo cabello brillante ondeaba en la luz de la nieve que bailaba. Sus dos manos yacían delante de su cuerpo, sosteniendo algo brillante de color azul oscuro en forma de huevo.

Nerve Gear. La corona de espinas que ataba a la chica había terminado su deber y cayó en silencio.

-Asuna.

Susurré con una voz que apenas era un sonido. El cuerpo de la chica se sacudió con fuerza…moviendo el aire lleno del aroma de flores y se dio la vuelta.

Todavía despertando de un largo letargo, sus ojos avellana estaban llenos de una luz soñadora mientras me miraba directamente.

¿Cuántas veces había soñado con esto? ¿Cuántas veces había rezado por esto? En sus labios húmedos de color claro surgió una sonrisa gentil.
-Kirito-kun.

Esta era la primera vez que la escuchaba, esa voz. Era muy diferente de la voz que oía todos los días en ese mundo. Sin embargo, agitando el aire, sacudiendo mi sentido del oído, esa voz que llegó a mi conciencia, era muchas veces, realmente muchas veces más maravillosa.

Asuna retiró su mano izquierda del Nerve Gear y la extendió. Eso por sí solo tomó mucha fuerza y tembló.

Como tocando una estatua de nieve, tomé esa mano con mucha suavidad. Era dolorosamente pequeña y delgada. Sin embargo, estaba cálida. Como si tratara de  curar  cada  herida,  el  calor  se  filtró  a  través  de  ese  contacto.  La  fuerza abandonó mis piernas de forma inesperada y eché mi cuerpo al borde de la cama.

Asuna extendió su mano derecha, tocando suavemente mi mejilla herida, e inclinó la cabeza con duda.

-Ah…la última batalla, la última batalla de verdad terminó hace un momento. Se acabó…

Mientras decía eso, desde mis dos ojos, las lágrimas se desbordaron al fin. Las gotas cayeron en mi mejilla, fluyendo hacia el dedo de Asuna y brillando en la luz de la ventana. 
-…Lo siento, no puedo oír bien todavía. Pero…entiendo tus palabras Kirito-kun. Asuna acarició mi mejilla con cuidado y susurró. Mi alma tembló al oír esa voz.
-Se acabó…por fin…finalmente…me encuentro contigo.

Lágrimas que brillaban como plata corrieron por las mejillas de Asuna. Con ojos húmedos, mirando a los míos como si estuviera expresando sus sentimientos, dijo:

-Encantada de conocerte, soy Yuuki Asuna…Estoy de vuelta, Kirito-kun. Yo respondí, deteniendo el llanto en mi garganta.
-Soy Kirigaya Kazuto…Bienvenida de nuevo, Asuna.

Nuestros rostros se unieron y nuestros labios entraron en contacto. Ligeramente, y entonces de nuevo, con fuerza.

Puse mis brazos alrededor de su delicado cuerpo y la abracé.




El alma se fue de viaje. De un mundo a otro. De esta vida a la siguiente. Y, anhelando a alguien. Se llamaron con fuerza entre sí.
En el pasado, en el gran castillo que flotaba en el cielo, un joven que soñaba ser un espadachín, conoció a una chica que cocinaba comida maravillosa y se enamoró. Aunque ya no existían, sus corazones, después de un viaje interminable, finalmente se encontraron de nuevo.




Mientras acariciaba la espalda de Asuna mientras ella lloraba, miré por la ventana con mis ojos cubiertos por lágrimas. En la nieve que estaba revoloteando más, me pareció ver dos sombras lado a lado.

Uno con dos espadas en su espalda y vestido con un abrigo negro.

La otra, una chica vestida del rojo y el blanco de un caballero, con una rapier colgando de su cintura.

Sonrieron, tomándose de la mano mientras se daban la vuelta y se alejaban lentamente. 

Capitulo 3                                                        Indice                                                           Capitulo 5

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