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progressive 5 capitulo 1

Capitulo 1
Canon of the Golden Rule (I)

— ¡PAH-CHOO!

Me di la vuelta para averiguar la naturaleza del extraño sonido a mis espaldas. La esgrimista quien era mi compañera temporal había puesto las manos sobre su nariz. Unos segundos después, arqueó su espalda y dejó salir otro “¡Pah-choo!”

—… ¿Eso era un estornudo, o estás diciendo que quieres usar pachuli[1]  en tu baño esta noche? –pregunté sarcásticamente, haciendo que ella me lanzara una mirada feroz.

— No me gusta el pachuli.

— ¿Qué tal un poco de esencia de calabaza?

— Nope.

— ¿Quizá chirivía[2]?

— Nope… ¡Oye, eso ni siquiera se usa! –dijo ella, gritando y volviendo al punto de partida. Asuna, la esgrimista de nivel 18, suspiró–. Fue un estornudo…creo. No estoy segura.

— ¿Eh? ¿Q-qué significa eso? ¿No deberías ser capaz de distinguir cuando estornudas…? –pregunté seriamente esta vez. Me detuve en medio del camino.

Hace solo una hora o dos, las calles principales de Karluin, la ciudad principal del quinto piso de Aincrad, habían estado llenas de gente, pero ahora estaban completamente vacías. El espectáculo de fuegos artificiales que hubo para celebrar la llegada del año 2023 había terminado, y los jugadores se habían retirado, ya sea descansar en posadas—o a las zonas inexploradas para subir de nivel.

Asuna y yo observamos los fuegos artificiales desde un antiguo castillo en ruinas a las afueras de la ciudad, y esperamos a que las cosas se calmaran antes de regresar. Eso fue porque habíamos tenido un peligroso e inesperado encuentro en las ruinas. Incluso con mi excelente habilidad de ‘Búsqueda’, sería difícil detectar al alguien acechándonos en medio de una multitud.

Revisé discretamente nuestros alrededores mientras esperaba la respuesta de Asuna. Para mi sorpresa, ella dijo algo muy racional:

— Los estornudos son funciones corporales involuntarias cuyo propósito puede ser elevar la temperatura corporal cuando hace frío o expulsar un objeto extraño de la cavidad nasal, ¿cierto? Ninguna tiene algo que ver con lo que haga un avatar digital.

[1] N.T: Planta aromática de la cual se puede extraer aceite esencial e inciensos, originaria de la India.
[2] N.T: Hortaliza similar a la zanahoria, aunque de un color más pálido, se usa en la gastronomía pero no sirve como aromatizante (respecto a lo que decía Kirito)

— Oh. Bueno, supongo…es un buen punto…

— Por lo tanto, si el sistema de  SAO  reproduce algún  tipo de función de estornudo, no puedo asegurar que sea un estornudo ‘real’… Ese es mi punto.

— Ya veo… –murmuré, impresionado. Entonces, mi propia nariz comenzó a cosquillear. Ya fuera el frío o la constante repetición de la palabra estornudo lo que lo causara. Eventualmente ya no pude aguantar más.

— ¡Broosh!

Asuna mostró una gran sonrisa engreída.

— ¿Qué fue eso? ¿Dices que quieres desayunar bruschetta mañana?”

—… ¿Qué es bruschetta?

— Son algo así como canapés italianos.

— Eso suena como algo delicioso –murmuré, imaginando como luciría un platillo de bruschetta, luego me di cuenta que inconscientemente estaba ajustando el cuello de mi abrigo–. Oye… ¿solo soy yo o está un poco frio aquí?

—…Si, hace algo de frio…

Asuna vestía una capa de lana con capucha, pero esta estaba sobre una falda que no parecía proteger mucho de la intemperie. Un chico que fuera tranquilo y considerado le habría dado su propio abrigo sin decir nada, pero como el jugador fracasado e introvertido que yo era, no tenía ninguna habilidad que pudiera ayudarme en esta situación.

Afortunadamente, antes que pudiera decir o hacer algo vergonzoso, Asuna abrió su menú y manipuló su equipamiento. Una luz envolvió sus piernas por debajo de su falda de cuero, y se desvaneció dejando al descubierto un par de medias largas de color blanco.

No debería ser posible distinguir las fibras de tela en este mundo, dada la configuración y la falta de recursos del sistema, pero de alguna manera, el material de su nuevo equipo parecía brillar—no puede hacer nada sino quedarme embelesado mirándola. Antes, Asuna me habría lanzado una mirada fría, gritado y quizá incluso me habría agredido—pero esta vez, solo aclaró su voz y miró hacia arriba, al techo visible en la oscuridad.

—…Bueno, estamos comenzando el año, por lo que sería de esperar que haga frío…Sin embargo, el cuarto piso era bastante tibio cuando estuvimos allí. ¿Cómo funcionan las estaciones del año en Aincrad?

—Um…la prueba beta se llevó a cabo en Agosto, pero incluso si hacía un clima despejado durante el mediodía, no  hacía  tanto  calor que  uno  lo  consideraría desagradable. Y no era nada parecido al calor húmedo y sofocante del mundo real.

—Hmm…supongo que si realmente hiciera tanto calor, nadie sería capaz de equiparse un set de armadura completa u otras cosas por el estilo.

— Buen punto. Eso hace que me pregunte cómo se las arreglaban esos antiguos caballeros europeos durante el verano…

— Los Caballeros Templarios del Reino de Jerusalén perdieron ante las tropas de Saladino debido a que el calor agotó sus fuerzas.

— Ah…ya veo.

Como siempre, Asuna conocía un montón de datos del mundo real. Comencé a tener una mala sensación al darme cuenta que eventualmente ella sabría más sobre Aincrad que yo mismo, por lo que rápidamente volví al tema principal:

— El hecho es que Aincrad imita las estaciones del mundo real hasta cierto punto, pero no creo que simule exactamente el nivel de calor y frío de modo que sea intolerable. Quiero decir, no está haciendo tanto frío como lo haría en el mundo real, ¿cierto?

— Incluso vestida así, lo peor que podría pasar es que me haga estornudar.

— Pero hay excepciones. Recuerdo haber leído que algunos pisos están permanentemente en invierno o verano durante todo el año…en alguna revista o algo…

— Hmm… –Asuna miró hacia arriba una vez más, luego preguntó–. ¿Encontraste algún piso de verano eterno durante la prueba beta?

— Bueno, era verano en ese entonces…pero recuerdo una playa en el lado sur del séptimo piso. Había arena blanca, árboles de coco, y un montón de jugadores que disfrutaban las vacaciones de verano en trajes de baño

— Por la manera en que lo dices parece que no participaste –apuntó Asuna intuitivamente.

— Bueno, un chico que celebra sus vacaciones completamente solo es algo triste, ¿de acuerdo? –admití–. Está bien, estaba bastante concentrado en avanzar en el juego.

Esta desesperada excusa hizo que Asuna me diera una sonrisa lo suficientemente cálida como para olvidar el frío. Ella me dio palmaditas en la espalda.

— ¿El lado sur del séptimo piso? Recordaré eso. Si realmente es un lugar de verano eterno…

—… ¿Qué harás?

— Mmm. Creo que lo mantendré en secreto hasta entonces. Dirijámonos hacia la siguiente ciudad. La conquista del sexto piso comienza mañana…ehm, hoy temprano.

La esgrimista comenzó a acelerar el paso, y tuve que correr para alcanzarla, sintiéndome escéptico. Había pasado más de un mes desde que nuestro equipo temporal comenzó, y aun no tenía idea de lo que ella pensaba la mayoría del tiempo.

“Pero supongo que eso es parte de su encanto” –pensé, lo que era raro en mí. Sacudí mi cabeza, y mis fosas nasales comenzaron a picar otra vez. Esto era algo dentro de los límites de la zona segura, pero si llegara a estornudar dentro de una mazmorra mientras intentara esconderme, las consecuencias podrían ser desastrosas, tenía que encontrar una manera de suprimir la sensación.

Primero probé tapándome la nariz, después aguantando la respiración, pero nada funcionó. Eventualmente, llegué a mi límite.

— ¡Vah-kesh!

Asuna se detuvo y volteó para mirarme con un 60 por ciento de molestia en su rostro, mientras que el otro 40 por ciento estaba ocupado por una enigmática sonrisa.

— ¿Tan emocionado estas por las vacaciones de verano? –preguntó ella.

— N-no, yo…

— Entonces será mejor que atravesemos el sexto piso tan rápido como podamos.

— Te estoy diciendo, ¡que no se trata de eso!

Pero no importó cuánto protestara, esa sonrisa cómplice nunca abandonó la cara de la esgrimista. Al final, ni siquiera estaba seguro de querer que el séptimo piso fuera un paraíso de verano eterno o no.

Incluso al otro lado del portal de teletransporte, el aire aún era frio.

A diferencia de Karluin, la ciudad principal del quinto piso que estaba en las ruinas de una ciudad antigua, Stachion era una ciudad prístina. Conformada principalmente por rocas grises que brillaban como granito pulido, y cada estructura estaba hecha de bloques que  tenían  exactamente  las mismas dimensiones y formas, cubos de unos veinte centímetros de lado—lo que significaba que no había ninguna estructura que fuera circular o curvada en toda el área. El efecto era tan impactante que cuando llegué por primera vez a este lugar durante la prueba beta, mi reacción fue—bueno, exactamente igual a la reacción de Asuna:

— Ooh…Hay muchísimos bloques…

— Bueno, estamos atrapados en un videojuego –contesté. Ésta era una broma muy común en Stachion. Pero decirla me costó una mirada fría y penetrante, que aminoró mi temperatura corporal aún más.

Ajuste aún más el cuello de mi abrigo, pero no funcionó para mantener el frio alejado. No hacía tanto frio como en el invierno del mundo real, pero una de las partes más molestas de este mundo virtual era que una vez que notaras la presencia de calor o frio, la única manera de detener la sensación requería acciones específicas como calentarse en una fogata o beber agua helada.

Eran las tres en punto de la mañana del 01 de enero del año 2023.

El entusiasmo por el año nuevo entre los integrantes de la Línea Delantera había alcanzado su clímax con el espectáculo de fuegos artificiales, y ahora difícilmente habría gente en la plaza de teletransporte de Stachion. Un viento seco que venía desde el Norte atravesaba el lugar, que tenía poco más de cuarenta y cinco metros de ancho. Imaginé que esto sería algo frío para Asuna y su falda, pero entre la capa de cuero y las medias largas, ella parecía estar bien protegida.

“O quizá es porque el frío que siento es por otra cosa que no tiene nada que ver con el NerveGear…”

En el antiguo castillo en ruinas al Este de Karluin, donde Asuna y yo estuvimos durante el espectáculo de fuegos artificiales, yo había salido un momento para conseguir comida y fui asaltado por una misteriosa figura envuelta en una capa negra. El castillo estaba dentro de los límites de la zona segura, por supuesto, pero su plan era engañarme ingeniosamente para que pensara que ya había salido de la zona donde el código anti-crimen aún estaba activo mientras intentaba llevarme al sótano del castillo, que realmente estaba fuera de la zona segura.

El hombre de la capa negra se había acercado sigilosamente justo detrás de mí, sorteando mi habilidad ‘Búsqueda’, apuntó un cuchillo contra mi espalda, y susurró “It’s showtime”. La frialdad de esa voz permanecería en mis oídos…La manera en que pronunció esas palabras era como si estuviera cantando—y sin embargo, extraña en la manera en que no demostraba emoción alguna.

Detecté su engaño casi demasiado tarde. Entonces activé desesperadamente una serie de habilidades de espada dentro de la zona segura, esperando forzar un falso estado de aturdimiento, pero él lanzó un extraño ítem que generó una cortina de humo para escapar. Regresé corriendo a la habitación donde había dejado a Asuna y estaba tan aliviado de ver a mi compañera temporal a salvo que la abrace— ganándome un fuerte golpe en el estómago. Pero con ello el principal problema no estaba resuelto.

Mi suposición era que el hombre de la capa negra era el jefe de Morte, el portador del hacha que había intentado matarme en un duelo. El líder del grupo de PKers que había enseñado sobre el ‘fraude de fortalecimiento’ a los Legend Braves y quien había planeado hacer que los chicos de los dos gremios principales—Dragon Knights Brigade (DKB) y Aincrad Liberation Squad (ALS) —entraran en conflicto.

Gracias a nuestra intervención, ninguno de esos incidentes terminó en un desastre. Por eso es que el hombre de la capa negra vino personalmente a eliminarme, asumí—pero ellos no iban a rendirse por fallar una sola vez. De ahora en adelante tenía que estar alerta de cualquier peligro permanentemente.

Y había un problema aún más grande.

Había una alta posibilidad de que ellos fueran por Asuna, también. Eso, por encima de todo lo demás, era algo que debía prevenir, y sin embargo, todavía no le había contado sobre el último incidente.

No iba a mantener eso en secreto, por supuesto. Pero debía contarle todo lo que sabía sobre ese hombre antes de la hora de dormir, y después enseñarle los principios básicos de los combates PvP. Pero todo en lo que podía pensar por ahora era en lo que había ocurrido justo después de que llegáramos al quinto piso.

Fue Asuna quien había pedido una lección de batallas jugador-contra-jugador— ya sea que quieras llamarlo PvP o duelo o cualquier otra cosa. Después de la pelea contra Morte en el cuarto piso, inmediatamente reconocí la importancia de esta lección, por lo que en una pequeña plaza en las ruinas, nos enfrentamos en duelo.

Pero una vez que estuvimos frente a frente con nuestras espadas en alto, ella no pudo moverse. En vez de eso, ella bajó lentamente su estoque y, entre lágrimas, dijo que no quería hacer eso.

No era que ella no tuviera talento para el PvP. Cuando uno de los PKers había robado su Chivalric Rapier en el laberinto del quinto piso, la manera en que ella utilizo a un mob saqueador para recuperarlo fue brillante. Y una vez que fuera capaz de combinar su imaginación con experiencia, y con el conocimiento apropiado, ella podría utilizar su ya de por si considerable talento para salir victoriosa de cualquier combate PvP.

Pero bajo las reglas actuales de SAO, donde la muerte en el juego significaba la muerte en la vida real, un duelo entre jugadores no era diferente de una lucha a muerte. Si dos contendientes fueran igual de hábiles, el ganador sería aquel que dudara menos en tomar la vida del otro. O en otras palabras, sin importar lo cruel que sonara, cualquier victoria potencial en un combate, inevitablemente, resultaría en una perdida.

Si iba a enseñarle a Asuna cómo combatir contra otro jugador, era más importante que ella aprendiera ese frío razonamiento antes que cualquier otro meticuloso método que yo pudiera enseñarle. Yo nunca había asesinado a otro jugador, por supuesto, pero si fuera para protegerme a mí mismo o a mi compañera, me considero capaz de hacerlo. O dicho de otra manera, no era una persona lo suficientemente bondadosa como para vacilar en un momento crítico.

Pero Asuna era diferente. Ella era mucho mejor persona que yo—con un alma fuerte y honesta. No quería decirle que debía ser fría y cruel al momento de asesinar…

— Oye, Kirito –alcé la vista y vi a mi compañera justo frente a mí, preocupada–. ¿Por qué dejaste de hablar de repente? No estas hambriento, ¿o sí?

— N-no, no es eso…

— ¿Entonces puedo hacer mi primera pregunta sobre el sexto piso?

—S-sí, adelante –asentí. Yo estaba en medio del décimo piso cuando terminó la prueba beta, por lo que, incluyendo este piso, aún quedaban cuatro pisos y medio en los cuales podría responder preguntas de Asuna.

“Después de todo lo ocurrido, ya estamos en el sexto piso” –pensé asombrado. La esgrimista hizo una pregunta simple:

— ¿Qué es esto?

— ¿Eh?

Asuna señaló hacia abajo, seguí su delgado dedo índice y vi una de las baldosas grises que pavimentaban el suelo. Iguales a los bloques de los que estaban hechos los edificios, solo era piedra común de veinte centímetros de lado, pero uno de cada cuatro bloques tenia grabado un número arábigo del uno al nueve.

— Ahh…sí, estos… –retrocedí dos pasos y apunté al suelo, igual que ella–. ¿Ves cómo la línea que separa los bloques es más gruesa por aquí?

— Sí…

—Bien, esta línea divide las baldosas en cuadriculas de nueve por nueve, para un total de ochenta y una, ¿se te hace familiar?

— Nueve por nueve… –murmuró Asuna, parpadeó tres veces, luego alzó la vista y sonrió abiertamente–. Ohhh, ya entiendo, ¡esto es un sudoku! Era muy buena resolviéndolos. Interesante, entonces las baldosas de la cuadricula forman un rompe…cabezas…

Ella se detuvo mientras daba otra mirada alrededor de la plaza. Si se descartaba el portal de teletransporte en el medio, la plaza entera, de cuarenta y cinco metros de lado, estaba cubierta por este tipo de baldosas. Y las cuadriculas de sudoku iban de extremo a extremo.

—…¿Cuántas cuadriculas de sudoku hay?

— Si no ha tenido cambio desde la prueba beta, hay veintisiete filas y columnas de estas cuadrículas de ochenta y un baldosas. Ya que el centro está ocupado por el portal, son veintisiete elevado al cuadrado, menos uno, en total son setecientos veintiocho rompecabezas.

— Setecien— –Asuna se quedó boquiabierta. Apartó la vista de los números en el suelo–. Por un momento me entraron ganas de resolverlos todos, pero ya no me interesa.

— Sabia decisión –dije, imitando el tono de un anciano–. Durante la prueba beta, los chicos que quedaron atrapados por los sudokus y abandonaron el avance del juego fueron llamados sudokeros por respeto…

— Ese apodo es más triste que el de los ‘acaparadores’ quienes se volvieron adictos a buscar monedas en las ruinas. Pero dada la cantidad de sudokus que hay, ¿significa que hay algún tipo de recompensa oculta si logras resolverlos todos?

— ¿Tú crees? –dije, regresando mi voz a su tono natural–. Yo asumía eso durante la prueba beta, y los sudokeros también lo creían. Pero lo malo de esto es…que todos los números pista cambiaban a medianoche todas las noches.

— ¡¿Qué?! ¿Entonces quieres decir que… si quisieras completar todos, los setecientos veintiocho, solo tienes un plazo de veinticuatro horas? –exclamó Asuna. Comenzando a contar con sus dedos–. Veamos… A simple vista, estos parecen ser de dificultad máxima, incluso un experto demoraría por lo menos veinte minutos resolver uno. Multiplicado por setecientos veintiocho serian catorce mil quinientos sesenta minutos… divididos entre sesenta, hace doscientas cuarenta y dos horas y cuarenta minutos…

Tuve que admitir que la velocidad de estos cálculos justificaba su confianza en ser ‘realmente buena’ en acertijos matemáticos.

— ¡Eso son más de diez días! –exclamó ella, su conmoción se convirtió en disgusto–. ¡Es imposible! ¡Ni loca los resuelvo!

— N-nadie dijo que tenías que…En cualquier caso, los sudokeros formaron grupos para intentarlo, y aun así, no fueron lo suficientemente rápidos como para terminarlos para la medianoche. Por lo que en el último día de la prueba beta, ellos recurrieron a métodos deshonestos.

— ¿Deshonestos…?

— Ya que era posible entrar y salir del juego tantas veces como quisieras durante la prueba beta, comenzaron a memorizar el lugar de las pistas, entonces cerraban sesión y usaban programas para resolver los sudokus…

— Oh, ya veo –dijo Asuna, con una sonrisa cómplice en su rostro. Seguí contando la historia–. Ellos terminaron de resolverlos todos solo una hora antes del final de la prueba. Ahora, ¿ves que hay una baldosa en cada cuadricula es de un color más oscuro?

— Hmm, sí, tienes razón.

— Los números en esas baldosas son una especie de clave. Así que, al final de todo ese trabajo, los sudokeros tenían setecientos veintiocho claves…

—……

—……

— ¿Eh-que?

— Y eso fue todo.

— ¿Ehhh?

— Nadie sabía qué hacer con ellos. Dicen que durante la última hora antes del final de la prueba, los trágicos sudokeros se desesperaron tanto que andaban en círculos alrededor de la plaza, balbuceando números y volviéndose violentos.

—……

El enojo de Asuna se convirtió en compasión. Ella lanzó una mirada, contemplando el lugar, iluminado por la luz de la luna. Sin decir nada más al respecto, cerró los ojos por un momento, después movió la mano derecha para abrir su menú.

— Cielos, son más de las tres. Deberíamos ir a dormir. Asumo que los DKB y los ALS también estarán durmiendo, pero me gustaría esperar hasta las diez para levantarme.

— Buena idea –asentí, recordando mi anterior preocupación. Pero la sonrisa de Asuna era cálida e inocente.

— Ahora la segunda pregunta. ¿Qué posada recomiendas aquí en Stachion?

Por alrededor de tres minutos, bajamos por una calle que se dirigía hacia el Este, estaba pavimentada con el mismo tipo de baldosas que la plaza, hasta llegar a una posada, dado que todo lo que había en la ciudad estaba hecho de bloques, era difícil encontrar características distintivas en algún edificio.

Empujé la puerta de madera (lo único diferente del lugar) y nos registré en el mostrador, reservando dos habitaciones contiguas en el segundo piso. El corredor tenía diez bloques de ancho, casi dos metros, y no había lugar para esconderse.

Me había mantenido alerta desde el momento en que llegamos a este piso hasta que entramos a esta posada, pero nadie nos había estado siguiendo u observando—al menos, eso pensaba. Pero no podía estar completamente seguro, porque ahora que sospechaba que el hombre de la capa negra tenía una habilidad de ‘Ocultamiento’ por lo menos tan buena como mi ‘Búsqueda’, no podía confiar solo en mis ojos y oídos.

Caminé hasta el final del corredor, todavía preocupado. Asuna estaba en la habitación 201 en el fondo, mientras yo estaba en la 202 justo a su lado.

La esgrimista bostezó graciosamente frente a su puerta y me dio una mirada.

— Um… ¿Nos reunimos en el restaurante del primer piso a las ocho…no, nueve en punto?

— Me parece bien.

— Entonces buenas noches, Kirito.

Ella se despidió agitando la mano y sujetó el pomo de la puerta. Pero solo hizo un ruido sordo y se mantuvo en su lugar.

— ¿Qu…qué? ¿Me equivoqué de habitación…? –preguntó ella, arrastrando los pies hacia la otra habitación con ojos soñolientos. Sujeté sus hombros.

— Nope, estas en la habitación correcta.

— Eh… ¿Entonces por qué no se abre?

Su pregunta era razonable. Las habitaciones de las posadas en Aincrad, por regla general, no usaban llaves; sino que se abrían automáticamente al detectar que el propietario (o los amigos que tenía registrados y también miembros del mismo equipo) intentaba entrar—un sistema hecho para la conveniencia de los jugadores. Y nosotros estábamos en el mismo equipo juntos, por lo que incluso si ella hubiera intentado entrar a mi habitación, la puerta debería haberse abierto.

Caminé junto a Asuna, quien estaba medio dormida y medio escéptica, y señalé el numero 201 grabado en la puerta, Mirando de cerca, la placa cuadrada estaba dividida en 16 cuadriculas más pequeñas, con los demás espacios siendo ocupados por números apenas perceptibles, y un único espacio en blanco en la esquina inferior derecha.

— ¿No te parece familiar esto también? –le pregunté.

Asuna parpadeó alrededor de cinco veces y finalmente dijo:

— Oh… ¿esto es un ‘juego del 154’?

— Bingo. Solo en esta ocasión, los números van de cero a catorce.

—… ¿Dices que si no resuelvo este acertijo, la puerta no se abrirá?

— Correcto.

—……

Ahora su expresión era veinte por ciento de somnolencia, veinte por ciento de sospecha, y sesenta por ciento de disgusto. Rápidamente añadí:

— P-pero no te preocupes. Hay un truco para esto…

Me acerqué a la placa y comencé a mover los números, que estaban situados aleatoriamente junto al ‘201’, que señalaba el número de la habitación.

— Mira, es sencillo poner los números del cero al siete en las filas superiores, ¿no? Después de eso, solo tienes que alinear el ocho y el doce a la izquierda, luego, ubicas el nueve y el trece junto a ellos, y el resto es sencillo…



Cuando deslicé el catorce en el lugar correcto, se oyó un claro clic, que indicaba que la puerta había sido desbloqueada. Empujé la puerta, y se abrió sin oponer resistencia esta vez.

—...Gracias –dijo Asuna, pero su expresión no parecía de agradecimiento. Yo la había traído a esta posada por una razón—de todas las puertas que había en Stachion, estas tenían los acertijos más sencillos.

Pero había algo más importante que tenía que explicarle ahora—más importante que los datos necesarios sobre esta ciudad o incluso el piso entero. Asuna estaba realmente exhausta, y yo estaba llegando al mi límite, también, pero la última cosa que quería hacer ahora era posponer esto para mañana, y lamentarlo después.

— Bueno, buenas noches… –la voz de Asuna comenzó a silenciarse mientras se adentraba en la habitación.

Aumenté la fuerza de mi voz solo un cinco por ciento.

— ¡Asuna!

— ¿Qué? –preguntó ella, luchando por mantener los ojos abiertos. Me sentí culpable, pero ahora no había vuelta atrás.

— Yo…tengo algo importante que decirte. ¿Te importa si entro a tu cuarto un segundo?

— Mm…adelante...

Su consentimiento llegó sorprendentemente rápido. Ella se tambaleaba mientras entraba a la habitación. Me apresuré a seguirla antes que la puerta se cerrara automáticamente.

Debido a su ubicación, la habitación 201 tenía grandes ventanas en el lado Este y el lado Sur. Pero no había ningún panorama a donde mirar ahora. La habitación probablemente tenía dieciséis metros cuadrados y equipamiento estándar: una cama suficientemente grande como para una persona, pero no para dos, un juego de sofás, y un escritorio. El piso era marrón oscuro pero con patrones cuadriculados parecidos a los que había en la plaza.

Asuna se dirigió lentamente a la cama y se dejó caer sobre las suaves sabanas. Esperó un momento antes de hablar, aguantando el sueño a duras penas.

— Entonces, ¿qué es eso importante que tienes…que…decirme? –repitió ella, parpadeando tres veces.

Repentinamente, sus ojos se abrieron. Ella observó atentamente toda la habitación, luego me miró. Por alguna razón, su mano izquierda tomó una gran almohada, y la sostuvo firmemente frente a ella mientras tartamudeaba:

— Eh…espera…eso importante—— Yo… E-espera, yo, eh, no estoy, lista para…

No estaba seguro de lo que Asuna estaba imaginando, pero afortunadamente para mí, lo que sea que fuera la había despertado al menos un poco. Di un paso para acercarme.

— Escucha, Asuna.

— No, es…e-espera, solo espera.

— No. No puedo esperar.

— ¿Qué?


Ella estaba abrazando tan fuerte la almohada que parecía que esta iba a estallar. Di otro paso hacia adelante.

— Asuna…en la mañana, quiero que tengamos un duelo de práctica.

—… ¿Qweh?

— Sé que odias el PvP. Pero estamos llegando al punto donde no podremos evitarlo. Antes de que comencemos con la conquista de este piso, deberíamos tomarnos al menos un día para practicar…

— Alto.

Ella sacó su mano con la velocidad de un relámpago, interrumpiéndome. Tomó varios respiros profundos. Eventualmente, se puso de pie, aun sosteniendo la almohada.

—…Sabía que no podía seguir evitándolo, por lo que estoy de acuerdo con tu opinión sobre el entrenamiento. Estoy lista para ello.

— Oh…g-genial.

— Pero déjame decir algo primero.

La esgrimista me sonrió amablemente, cambió de posición la almohada poniéndola en su mano derecha, y luego retrocedió un poco.

— ¡¡¡¡Eso fue…extremadamente inesperado!!!! –gritó, arrojando la almohada hacia mí, con tanta fuerza que al alcanzarme se activó un efecto purpura, sin importar lo suave que fuera el material.

Un vaso de agua fría ayudó a calmar a Asuna, después de lo cual le expliqué brevemente lo que había ocurrido en las ruinas del castillo de Karluin. Mientras ella estaba furiosa con el hombre de la capa negra—y de alguna manera preocupada por mí también—aceptó la situación calmadamente y estuvo de acuerdo en reanudar los duelos de práctica.

Para cuando terminamos, ya eran las 3:40, por lo que retrasamos la reunión del día siguiente hasta las nueve y media, luego dejé la habitación 201.

Repentinamente, mis párpados comenzaron a hacerse más pesados, ahora que se me había terminado la fuerza de voluntad. Pero todavía había algo que tenía que hacer antes de abrir la puerta de mi propia habitación.

A diferencia de la habitación 201, el tablero de la habitación 202 tenía dos veces el número dos, y el número más alto era el trece. Cometí algunos errores a causa de ello, pero logré resolver el acertijo en menos de treinta segundos. Abrí la puerta, removí mi equipo mientras me arrastraba hacia adelante, y me desplomé sobre la cama.

Apenas tuve tiempo para pensar algunas cosas en los tres segundos antes de quedarme dormido.

“Ya sabes, realmente olvidé decirle a Asuna que el tema de este piso son los acertijos”

“¿Y qué quiso decir ella con ‘inesperado’?”

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