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progressive 5 capitulo 4

Capitulo 4
Canon of the Golden Rule (I)

—…Bueno, eso fue más rápido de lo que esperaba –dijo Asuna una vez que estuvimos lo suficientemente lejos del Pegasus Hoof. Por su tono de voz parecía estar, de alguna manera, decepcionada.

— ¿Dices que hubieras preferido conversar con ellos un poco más…?

— Claro que no, tonto.

La esgrimista apretó un puño, luego revisó los alrededores antes de continuar en voz baja:

— Esperaba que la reunión tuviera un resultado un poco más alentador. No es como si un segundo estandarte fuera a aparecer un día de estos, por lo que la única manera de aprovecharlo en este piso es con la segunda opción, fusionando ambos gremios—eso es obvio para cualquiera. Así que estaba pensando, que si alguien fuera a dar el primer paso para que eso ocurriera, serían los DKB, más que los ALS…

— ¿En serio? ¿Por qué lo dices? –pregunté, yo sospechaba que ambos gremios dirían que preferirían ir a la guerra antes de unir fuerzas.

Asuna dijo:

— ALS es un grupo se guía por una serie de ideales, mientras que DKB es un grupo que persigue fines prácticos. Estoy segura que habría varios cambios en caso de que ambos grupos decidan asociarse, por supuesto, pero ¿no parece como si los miembros de DKB tendrían menos quejas? Es como si ellos ya supieran que su método es el verdadero modelo a seguir para ganar este juego, y mantienen esa confianza mientras siguen avanzando…

— Ahhh…Si, entiendo a lo que te refieres –levanté la vista hacia donde se supone que estaba el séptimo piso, noventa metros sobre nuestras cabezas.

El nombre Aincrad Liberation Squad obviamente había sido elegido por la meta final de liberar a los diez mil—bueno, ahora ocho mil—jugadores que estaban atrapados en este castillo flotante. Pero yo tenía la impresión de que también contenía otro mensaje: la liberación de un statu quo donde solo cincuenta o sesenta jugadores de elite monopolizaban todos los recursos del juego.

Por otro lado, el nombre Dragon Knights Brigade, sin importar quien lo hubiera concebido, no parecía tener mayor significado. Era el típico nombre fantástico que alguien escogería en cualquier RPG. Si cambiar el nombre era el problema para unificar ambos gremios, Asuna probablemente estaba en lo correcto al decir que los miembros de DKB se opondrían en menor medida ante la idea.

Eso era porque ella había estado esperando que los DKB mostraran algo de docilidad ante la idea, dándonos una vía para hacer posible la unión. Pero… 

— El sistema de SAO solo permite un líder por gremio –murmuré. Los pasos que iban por delante de mí se detuvieron. Reduje mi velocidad y añadí–. Incluso si pudiéramos establecer una mesa de negociaciones, ni Lind ni Kibaou querrían ceder el liderazgo al final. Porque ambos creen que son el sucesor de Diavel.

—… ¡En ese caso—!

Por un momento estuve sorprendido por su vehemencia y mire sobre mi derecha. Asuna estaba allí, parada, con sus manos apretadas en puños, mirando hacia sus pies.

—…En ese caso, ¿Por qué ellos te dejan todos los trabajos verdaderamente peligrosos? Ellos discuten sobre cosas sin sentido como orgullo e ideales, y siempre hacen que tú pagues por ello. Eso no es lo que haría un líder.

Esto era muy parecido a lo que ella dijo ayer en la cámara del jefe. Y yo no podía darle una respuesta diferente.

— Ellos no me obligaron. Es porque metí el cuello donde no debía que ahora tengo el estandarte. Y en realidad, lamento mas haberte involucrado a ti en todo esto…

Después de explicar esto ayer. Asuna había llorado.

Pero hoy no. Ella alzó la vista, sus ojos marrón avellana irradiaban fuerza y determinación. Y cuando habló, su voz era tranquila pero sólida.

— No puedes seguir tomando esto a la ligera. El hombre de la capa negra te atacó anoche porque tú impediste que hiciera que ALS y DKB entraran en conflicto, ¿verdad? De hecho, no solo eso…apuesto a que él también quería robarte el estandarte. Es la herramienta perfecta para hacer que los jugadores de la línea delantera se enfrenten unos contra otros.

— ¿Qué…? ¿Cómo podría esa información haberse filtrado tan rápido? Los únicos que sabían que yo tenía el estandarte en ese entonces eran aquellos que tomaron parte en la batalla contra el jefe junto a nosotros, y los miembros principales de ALS…

Y ahí fue cuando comprendí. En ALS no solo estaba Morte, el portador de hacha con quien luché en el tercer piso. Era muy probable que hubiera otros miembros de la pandilla de PKers infiltrados. Lo que significaba que ellos habían filtrado la información sobre el estandarte.

ALS estaba un poco más atrás que DKB en términos de nivel y equipamiento, por lo que ellos estaban tratando de compensar ello aumentando el número de miembros. Su iniciativa de tener un equipo que reclutara proactivamente jugadores que querían unirse al grupo principal era admirable, pero eso también hacia a su gremio vulnerable ante la infiltración de jugadores que tenían malas intenciones. 


Se me estaba ocurriendo que sería un movimiento acertado conseguir el liderazgo de ambos gremios de modo que pudiera revelar la existencia de esta pandilla de PKers. Comencé a cambiar de opinión sobre mi oposición inicial.

— En realidad, podrías estar en lo correcto. Pero eso solo hace que sea más importante que yo no confié este estandarte a nadie más. Tengo una idea decente de cómo trabajan ellos, y también he obtenido algo de experiencia en combate contra jugadores de la prueba beta…

Asuna aspiró profundamente pero liberó suavemente el aire después de un momento. Luego se dio vuelta—sus dedos delineaban los bordes del estoque plateado que reposaba a la izquierda de su cintura.

— Y ahora que he aprendido los principios básicos de combate de ti, tengo el deber de enfrentarme a ellos también. 


— ¡¿Qué?! N-no, no me refería a eso…

— Bueno, ¡está decidido! –declaró ella, soltando su estoque y apuntando su dedo contra mi pecho. De ese modo, mi compañera temporal me ordenó–. ¡Escucha! ¡No tienes permitido salir por tu cuenta sin decirme nada de nuevo como lo hiciste cuando fuiste a buscar a Argo en el cuarto piso! ¡¿Entendido?!

— ¡¿Qwehh?!

Daba la impresión de que ella me estaba tratando como a un preescolar, pero la expresión de Asuna no tenía nada de bromista. Abrí y cerré mi boca unas cuantas veces antes de protestar.

— ¿P-pero que hay de cuando nos hospedemos en una posada…?

Para mi sorpresa, Asuna ya tenía una respuesta para eso. Antes, ella probablemente se hubiera ruborizado y me hubiera atacado, pero ahora ella no solo no dudo o tartamudeo, si no que me respondió inmediatamente.

— Entonces rentaremos una habitación con dos camas como la última vez. Si dividimos el costo, no debería ser tan malo.

—…Ah, d-de acuerdo…

Realmente ya no me quedaban opciones.

— ¡Bien! –dijo Asuna como una profesora complacida. Luego dio media vuelta y comenzó a avanzar ruidosamente. Luego de tres pasos, se detuvo y volvió a darse la vuelta–. Además… ¿A dónde nos dirigimos ahora?

— Um…

Miré a los alrededores. Estábamos en un camino angosto al este de la calle central de Stachion, la cual pasaba por la plaza de teletransporte y recorría la ciudad de norte a sur. Aunque era un callejón, había bastante movimiento, con pastizales adornando el lado derecho del camino y una fila de pequeñas tiendas a la izquierda. Algunos eran restaurantes, a juzgar por las fragancias que invadían mi nariz.

—… ¿Qué tal si primero comemos, y después visitamos la mansión? –sugerí. Asuna estuvo de acuerdo, por fin sonriendo otra vez.

— Buena idea. Me gustaría comer algo apropiado para celebrar el Año Nuevo.

— Eso…podría ser difícil…

Pero dentro de mí, estaba recorriendo mi memoria, tratando de recordar si el menú de los restaurantes de por aquí tenían algo apropiado para la ocasión. 

Tuvimos un almuerzo de pastel de carne y buñuelos de camarón, que podrían ser muy bien interpretados como el estilo occidental de preparar el osechi16 japonés para la celebración de Año Nuevo. Después nos dirigimos Hacia el norte por un camino con escalones hasta que llegamos a una mansión desde donde se podía ver todo Stachion.

La parte posterior de la mansión era el límite del perímetro de Aincrad, por lo que el espacio celeste se veía muy cerca. Si te girabas 180 grados desde la entrada, el pueblo rectangular quedaba frente a ti., y más allá estaba la zona salvaje del sexto piso.

—…Cuando lo ves desde aquí, te das cuenta que diez kilómetros es en realidad una gran distancia… –comentó Asuna. Estaba a punto de comentarle que Aincrad tenía forma de cono, y que cada piso era alrededor de sesenta metros más angosto que el anterior, pero luego me di cuenta de que eso no era realmente tan importante.

— Los mapas de los RPGs de mundo abierto normalmente tienen entre diez y veinte kilómetros de ancho, así que es como si una gran cantidad de ellos hubieran sido apilados unos sobre otros. Según la leyenda de la Gran Separación que Kizmel mencionó, Aincrad fue construido con piezas circulares separadas del suelo. Eso hace que uno se pregunte lo grande que debe ser ese mapa…

—…Y en la leyenda de los elfos del bosque, recolectar las seis llaves del Santuario hará que Aincrad regrese a la superficie –dijo Asuna. Trayendo de vuelta todos los detalles de la campaña ‘Guerra Élfica’.

— Y los elfos oscuros dijeron que abrir el santuario causaría que Aincrad cayese en la ruina… ¿cierto? Definitivamente no queremos arruinar nada, pero también preferiría que no devolvamos todo esto a la tierra. ¿Qué pasaría si el mapa del juego se hace repentinamente docenas o centenas de veces más grande? Es difícil estar motivado así.

— ¿No serías capaz de evitar tener que pasar por todos y cada uno de los laberintos—y solo ir directamente a la mazmorra del jefe final?

— Oh, buen punto…pero entonces no habría manera de derrotarlo…

Por un instante, comencé a imaginar al jefe final esperando en el centésimo piso, como Kayaba Akihiko había dicho en el primer día de nuestro encarcelamiento. Luego sacudí mi cabeza para disipar esa imagen.

— Venga, entremos. Tomaremos las misiones del lord e intentaremos terminar todas las que estén dentro de la ciudad para el final del día.

Cylon, el lord de Stachion, era un hombre pequeño y delgado que lucía simplemente terrible con su enorme barba y su toga tan llamativa. No le quedaban bien, como sea; él recibía amablemente a los extranjeros que se presentaban en su puerta. De hecho, tuvimos que esperar afuera unos instantes porque ya había tres grupos de jugadores haciendo cola, pero no era su culpa. Incluso nos sirvieron té durante la espera.

16 N.T: Regalos fundamentados en alimentos tradicionales japoneses que se hacen durante Año Nuevo. 

La apariencia de Cylon y la historia de fondo eran exactamente las mismas que en la prueba beta, pero valía la pena prestar atención para recordar detalles.

Según él, la abundancia de acertijos en la ciudad era resultado de una maldición echada sobre el anterior lord.

Su nombre era Pithagrus, y él era una persona que amaba los números y acertijos. Alardeaba día y noche de que no existía ningún acertijo que él no pudiera resolver. Un día, un viajero que visitó su mansión le formuló un acertijo numérico extremadamente complejo, y Pithagrus no pudo resolverlo. En su furia, él tomó un cubo de oro cercano y mató al viajero. Con su último aliento, el viajero lanzó una maldición, y desde entonces, Stachion fue invadido por todo tipo de acertijos…

— Pithagrus enloqueció por esto, y se fue de Stachion para siempre, llevando consigo solo el cubo de oro manchado con sangre. Han pasado más de diez años desde entonces…Sospecho que él ya no está entre los vivos –dijo Cylon, sorbiendo su té con gran desánimo.

— Como el mejor aprendiz de Pithagrus –continuó–. Tomé la responsabilidad del lugar e hice mi mejor esfuerzo para deshacer el maleficio que lanzó el viajero asesinado, pero la cantidad de acertijos no hace más que crecer—cada día aparece un nuevo acertijo en la ciudad. Actualmente casi todas las puertas de las habitaciones y almacenes de la ciudad han sido bloqueados por acertijos, y no falta mucho para que las entradas de los edificios también sean invadidas. Para entonces, ya no será posible para nosotros vivir aquí…Buen espadachín, por favor encuentre el cubo de oro que Pithagrus tomó de esta mansión y tráigalo de vuelta. Si el cubo es puesto sobre la tumba del viajero, y se dedican oraciones en su memoria, la maldición de los acertijos seguramente será levantada. ¡Por favor, por favor salven a Stachion de esta amenaza!

Cylon se inclinó en una profunda reverencia, y un signo «!» dorado apareció sobre su cabeza. Asuna me miró y dijo:

— Muy bien. Aceptamos esta misión.

El  símbolo se  convirtió  inmediatamente  en  un  «?».  Lo  siguiente  era hacer preguntas, pero ya que sabíamos que había otros jugadores haciendo cola para conseguir la misión, hicimos el mínimo posible, luego salimos rápidamente del cuarto de invitados. Después de eso, hicimos un rápido recorrido a través de la mansión, la cual lucia igual que en un videojuego, gracias a los patrones cúbicos. Finalmente, salimos al patio trasero para dedicar una oración rápida en la tumba del viajero asesinado por el anterior lord. 

— Ahhh…Al estar en mansiones como esa, siempre siento la necesidad de buscar entre todos los estantes y gavetas, y todo lo demás –dije, estirando mi espalda.

Asuna hizo un gesto exagerado de alejarse disgustada.

— Ew… ¿Ese es tu fetiche, Kirito…?

— ¡¿Qué?! ¡E-En primer lugar, no es un fetiche, y en segundo lugar, en un RPG es fundamental revisar las casas y otros lugares para encontrar objetos importantes! Aunque en muchos de los edificios que están en el sector oeste, los guardias te perseguirán si lo haces…

Durante tres segundos, Asuna observó mi protesta con una mirada aún más suspicaz. Y luego estalló en risas.

— Bueno, supongo que tú no eres del tipo que se movería a escondidas para tomar los objetos. Preferirías vaciar el inventario del dueño justo frente a sus ojos.

— N-no recuerdo haber hecho nada parecido…

Entonces recordé cuando hice que Asuna materializara todas sus pertenencias en el segundo piso, y repentinamente tuve que aclarar mi voz.

—…con malicia. Mi punto es, debemos comenzar a encargarnos de estas misiones. La ‘Maldición de Stachion’ es una serie de misiones realmente larga, por lo que si no la hacemos rápidamente, podríamos quedar fuera de la batalla contra el jefe. Y además, tenemos más misiones de la guerra élfica en este piso.

— Estoy más interesada en esas, para ser honesta. Entre todos los viajeros asesinados y lores desaparecidos, la historia de este lugar parece un poco oscura.

— Como regla general, las misiones de los RPGs no suelen ser aventuras divertidas y encantadoras –comenté. Pero la verdad era que quería ver a Kizmel de nuevo tan pronto como fuera posible. Por otro lado, mientras más larga fuera una misión, recibías un bono de experiencia más alto. Las misiones que daban mejores recompensas solían ser también las más peligrosas y difíciles de completar—y ya que lo último que cualquiera quería era morir—la manera más rápida de subir de nivel seguía siendo tomar misiones diligentemente.

Asuna levantó repentinamente sus brazos en el aire y se estiró como si estuviera haciendo estiramientos matutinos.

— ¡Bueno, hagamos esto! ¿A dónde iremos primero? –exclamó.

— Visitaremos a un anciano que solía ser el mayordomo del anterior lord—para hacerle preguntas –respondí, su nivel de entusiasmo cayó significativamente.

— Ugh, eso es muy aburrido…y tendremos que esperar en la entrada otra vez, ¿verdad…? 

— ¿Compramos algunos rompecabezas para jugar mientras esperamos?

— No, gracias.

La esgrimista sacudió tristemente su cabeza y comenzó a caminar lentamente. Troté un poco para alcanzarla.

La casa del ex-mayordomo estaba cerca de la frontera sur de Stachion, al otro lado de la ciudad. Si la parte norte era el lado lujoso con una gran cantidad de jardines decorativos, entonces la parte sur era un área más urbana, con casas pequeñas agrupadas entre calles estrechas. La mayoría de los edificios eran de madera—pero estaban hechos con bloques de veinte centímetros de lado en lugar de tablones o pilares—por lo que eran más parecidas a enormes cubos.

Afortunadamente, no había otros jugadores en nuestro destino, y terminamos la conversación con el NPC anciano en solo diez minutos, más el tiempo del viaje.

Su historia era la misma que en la prueba beta. El ex-mayordomo no estaba presente durante el asesinato del viajero; el oyó los gritos y corrió hacia la recámara de su señor, solo para ver un espeluznante cadáver. Según lo que conto, la cabeza había quedado reducida a una masa de carne, y la humilde vestimenta del viajero estaba cubierta en sangre. Durante la prueba beta, la gente murmuraba, “¡Esta misión debería tener calificación R17!”

El mayordomo no tenía pistas de la ubicación de Pithagrus o del cubo de oro, pero en cambio tenía algunas hipótesis, él dijo que la criada de ese entonces podría saber algo. Así que después de eso nos dirigimos a la casa de ella.

Mientras caminábamos por el estrecho camino, Asuna hizo una pregunta muy razonable.

— Dime, Kirito… ¿no conoces ya el destino final de esta misión? ¿No podríamos simplemente ahorrarnos todo esto e ir allí directamente?

— En realidad…no se puede. Si no vamos en orden, las cosas no funcionarán. Los personajes no nos hablarán, y los eventos necesarios no ocurrirán. Si no hubiéramos hablado con Cylon primero, el anciano de antes probablemente no nos hubiera dejado entrar en su casa.

—… ¿Y con cuantas personas más necesitamos hablar en la ciudad, al propósito?

— Con seis.

Ella mascullo enojada:

— ¡Falyoon!

17 N.T: No recomendado para menores de 17 años. 

—… ¿Qué fue eso?

— Estaba diciendo, “Prefiero mil veces las misiones de caza de monstruos a la búsqueda de personas”, ¡en lenguaje élfico!

— Nga-grunga.

—… ¿Que fue eso?

— “Estoy completamente de acuerdo”, en lenguaje orco.

Y de ese modo, continuamos charlando y bromeando mientras recorríamos Stachion hasta llegar a la casa de la criada, quien ahora estaba felizmente casada (en realidad nadie decía esto en la historia).

A partir de allí, fuimos con el ex-jardinero, después con el cocinero, después a su primer aprendiz, luego al segundo, después a su cantinero favorito, hasta que al final obtuvimos la información de que Pitahgrus poseía una casa aislada en un pueblo cercano. Ese era el final de la búsqueda en Stachion por el momento.

Para cuando abandonamos la taberna, el cielo de la entrada era de un color purpura rojizo. Ya eran las cinco y media de la tarde, en gran parte debido a la gran cantidad de viajes que tuvimos que hacer, y al tiempo que estuvimos esperando para que nos atendieran.

Asuna se estiró. Lucía cansada.

— Entonces después de todo…no aprendimos mucho. Pithagrus era un hombre excéntrico, pero todo el mundo parecía admirarle, y él no tenía esposa o hijos. Eso es todo, pienso. Y nadie sabe quién era el viajero asesinado—o de donde vino…

— Bueno, eso no es tan extraño ahora ¿o sí? Aquí, si eres un viajero, no tienes ningún pasaporte o identificación oficial con la cual puedan identificarte.

— Pero los portales de teletransporte no estaban activos hace diez años, por lo que tratándose de un viajero, debió venir de algún lugar en el sexto piso, ¿verdad? –Preguntó ella, alzando la vista–. Probablemente hay tres o cuatro villas más aquí, así que si quisiéramos localizarlas, no deberían ser muy difíciles, ¿no crees…? – entonces, ella me miró directamente.

— ¿Q-qué?

— Un momento…tú conoces el final de esta misión, ¿verdad? ¿A dónde fue Pithagrus? ¿Quién era el viajero?

— Um… ¿Realmente vas a hacerme esa pregunta?

Ya fuera un juego multijugador en línea o no, la historia de un juego era un tema sensible cuando se trataba de spoilers. A algunas personas no les importaba realmente, y otras se ponían realmente furiosas con ello. La supervivencia era la prioridad máxima en SAO, por supuesto, y Asuna no parecía ser del tipo que se obsesionaba  por los spoilers,  pero  yo  había  sido  cuidadoso  en  no  revelar  el resultado de las misiones innecesariamente.

Después de mostrar una breve expresión de sorpresa, Asuna se dio cuenta de mis intenciones y dejo salir una pequeña risilla.

— ¡Vaya, entonces has estado conteniéndote por mí! Bueno, todo está bien. No estoy realmente interesada en este tipo de misión.

— Um… ¿Este tipo de misión? ¿Entonces de qué tipo de misión sí te molestaría—que te hagan spoilers?

— De las que tienen que ver con temas emotivos y sentimentales.

—……

De todas las misiones que habíamos hecho juntos, ¿cuáles serían clasificadas como emotivas y cuáles como sentimentales? ¿Y en qué categoría estaba la ‘Maldición de Stachion’? Después de unos segundos, llegué a la conclusión de que no tenía sentido intentar aclarar eso.

—…Um ¿entonces estoy en lo correcto al pensar que no te enojarás si te cuento el final de esta misión?

— No te preocupes, seguramente tiene uno de esos finales decepcionantes ¿verdad?

—……

Odiaba admitirlo, pero ella estaba en lo correcto. Después de todos los problemas que pasé para terminar esta serie de misiones en la prueba beta, me quedé con un sabor tan amargo en la boca que quería hablar directamente con el guionista de esta historia.

— De acuerdo, entonces voy a contarte el final…Nunca hubo ningún viajero para empezar.

— ¡¿Ehh?! –Asuna contuvo un grito. Se detuvo y se dio media vuelta hacia mí–. ¿No había viajero…? Pero el mayordomo y la criada vieron el cuerpo, ¿cierto? Y el jardinero cavó el agujero para la tumba en el patio trasero. Entonces, ¿quién fue asesinado y enterra…? ¡Oh!

Ella se detuvo en su epifanía. Y yo le aplaudí un poco.

— Bingo. Ese era el cuerpo de Pithagrus, El lord anterior. Y la persona que lo mató fue…

—… ¿Cylon? 

— Bingo otra vez. Cylon fue el primer aprendiz de Pithagrus el rey de los acertijos, pero cuando él anunció que un aprendiz distinto tomaría el trono como su verdadero sucesor, Cylon enfureció y golpeó a su maestro hasta la muerte. Para ocultar su crimen, siguió golpeando el rostro hasta que quedo irreconocible, luego lo vistió con ropas andrajosas para hacerlo pasar como un viajero…

— ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! –gritó ella bruscamente, con las manos en su cintura mientras inclinaba su cara hacia adelante–. ¡Sabía que iba a ser decepcionante! ¡Por eso no me gustan este tipo de misiones! ¿Y que se supone que significa “rey de los acertijos” de todos modos? ¡¿Qué ganas siendo el sucesor del rey de los acertijos?!

— N-no me lo preguntes, yo no escribí la historia…No sé qué es lo que ganan con eso, pero existen reyes de exámenes y reyes de medallas entre otros. Algunas personas solo buscan el honor, supongo.

— Eso no tiene sentido…Y respecto a eso, no sé lo que se supone que es un rey de medallas, tampoco…

— Lo siento, olvida lo que dije. De todos modos, ese es el final. Pero se gana un montón de experiencia por ello, así que solo avancemos y terminemos la misión.

— Está bien –dijo Asuna, no del todo convencida. Levantó la vista. La cubierta de roca y acero del piso superior estaba tornándose de un profundo púrpura, indicando que la noche llegaría en menos de una hora. El pueblo más cercano estaba a más de un kilómetro y medio de distancia, pero no había muchos monstruos por el camino, por lo que definitivamente podíamos llegar antes de que oscureciera, pero el problema era lo que venía después de eso. La otra casa de Pithagrus ahora eran ruinas deshabitadas, y probablemente estaría llena de monstruos tipo astral (como por ejemplo: fantasmas) con los que tendríamos que combatir varias veces antes de conseguir la siguiente pista. Decidí mantener esa parte en secreto, palmeando ligeramente el hombro de la esgrimista.

— Cenemos en el siguiente pueblo, después podemos continuar la misión. Si podemos finalizarla para el final de mañana, podríamos dirigirnos a la fortaleza de los elfos oscuros el día siguiente.

La cara de Asuna se iluminó, y me respondió con un enérgico ‘¡Genial!’

Suribus, el segundo pueblo del sexto piso, era un hermoso lugar con un aire de Europa del Sur y sin bloques de veinte centímetros.

Un gran río que fluía en el centro estaba adornado por numerosos puentes—una vista que era reminiscente de Rovia, el pueblo principal del cuarto piso—aunque, lamentablemente, este río no tenía ni una sola góndola en él. Sin embargo, el paisaje de luces naranjas reflejándose sobre la superficie del agua tenía un tipo de belleza etérea que solo podía encontrarse en un mundo virtual. Nos detuvimos en el primer puente que encontramos para admirar la increíble vista.

—…Esta ciudad no tiene ningún acertijo maldito, ¿verdad?  –dijo Asuna de buenas a primeras.

— Nope –confirmé– Si quieres algún souvenir, los venden en las tiendas de regalos.

— No –dijo ella firmemente–. Más importante, consigamos algo para comer. ¿Qué es bueno en Suribus?

— Hmm, déjame pensar…

En la prueba beta, solo me fui rápidamente a través de las misiones y no gasté mucho tiempo aquí, y pensándolo mejor, no había muchas oportunidades de comer en Aincrad en ese entonces. Cuando tenía tiempo, prefería usarlo subiendo mi nivel, además si llenaba mi estómago en el mundo virtual, mi madre y mi hermana me gritarían. Intenté buscar entre mis borrosos recuerdos del lugar sin mucho éxito.

— Un burrito18.

Me di vuelta alarmado al escuchar una voz justo detrás de nosotros, poniéndome delante de Asuna para protegerla.

Sin embargo, quien se apoyaba en las barandillas de piedra no era el hombre de la capa negra que había intentado asesinarme el otro día; era una mujer pequeña cubierta con una capa color marrón arena. La parte superior de su cara estaba oculta por unos rizos color amarillo paja, pero los tres bigotes en cada una de sus mejillas eran inconfundibles.

Se trataba de la primera y mejor agente informativa en Aincrad, Argo la Rata. Ella se sorprendió por un segundo, luego hizo un puchero.

— ¿Qué te pasa? ¿Qué he hecho para recibir este saludo de tu parte, Kii-boy? Eso duele.

— L-lo siento…Justo ahora estoy algo tenso. Digamos que es la Semana de Prevención de Ataques Furtivos…

Asuna salió desde detrás de mi espalda.

— ¡Buenas noches, Argo! No te vi en Stachion—claro, tú probablemente ya estabas por acá.

— Hola, A-chan. –Argo la saludó, agitando una mano, y se alejó de la barandilla para acercarse–. Bueno, me gustaría tener lista mi primera guía de estrategia para mañana, pero parece que la mayoría de los jugadores de la línea delantera ya se están trasladando a Suribus desde el pueblo principal.

18 N.T: Tortilla grande de harina de trigo enrollada y rellena de carne, frijoles, verduras o queso, típica de la cocina mexicana. 

— Oh, ¿en serio? ¿Pero por qu—? –comencé a preguntar antes de que la respuesta viniera a mi mente–. Oh…es por los acertijos… ¿verdad?

— ¡Jee-jee-jee! Bingo. Y los monstruos no son muy fuertes en las cercanías…así que lamento ser portadora de malas noticias, casi todas las habitaciones de Suribus están reservadas. Solo las suites están disponibles.

Asuna y yo nos miramos el uno al otro. Ya habíamos estado planeando descansar en una suite con dos camas esta noche, por lo que el hecho de que las habitaciones simples estuviesen reservadas no era un problema. Pero dado el peligroso lema de Argo “vender cualquier información que pueda ser vendida” esta pequeña información era un poco—no, era muy—sospechosa.

— Ohhh, y-ya veo. Pero estoy seguro que si buscamos, encontraremos una o dos habitaciones libres –contesté. Argo frunció el ceño, pero no dijo nada más al respecto.

— Bueno…basándome en lo que estaban diciendo antes, Ustedes estaban a punto de cenar ¿verdad?

— Si, solo estábamos decidiendo que comer –dijo Asuna–. Argo, ¿dijiste que esta ciudad era famosa por sus burritos? ¿Recomendarías algún restaurante?

— En realidad, apenas vengo llegando desde Stachion. Solo tuve la oportunidad de comer en un lugar, pero era muy sabroso.

— ¡Entonces vamos allí! –insistió Asuna. A Argo no le quedó más opción que arrugar la cara y estar de acuerdo. Si hubiera sido yo, ella habría exigido un pago por esa información, pero ahora que Asuna la había identificado como una buena amiga, la Rata parecía incapaz de realizar sus usuales prácticas comerciales.

Argo nos llevó al tercer piso de un edificio junto al río que atravesaba Suribus. El establecimiento era una especie de lugar oculto tras una pared falsa. El primer y segundo piso solo eran casas, y no tenía ningún marcador, por lo que era difícil encontrarlo para alguien que no conociera el lugar de antemano.

Las escaleras apenas eran lo suficientemente amplias como para que pudieran avanzar dos personas juntas, y la puerta del final estaba despintada y bloqueada con una soga, pero el interior estaba bastante limpio. Había un mostrador y dos mesas para cuatro, nos sentamos en una de ellas.

Yo imaginaba que el famoso ‘burrito’ sería algo como relleno de gyoza19, pero lo que llegó a mi mesa era básicamente un pie de carne de unos veinte centímetros de diámetro. Carne, ensalada de lechuga y tomate, y una gran cantidad de queso estaban envueltas en masa de pan crujiente. No sabía nada mal. De hecho, era bastante sabroso.

19 N.T: es un tipo de empanada típico de la cocina china muy popular en Asia. Se elaboran rellenos de carne picada o verduras enrollados en una delgada y fina masa, que se suele sellar con los dedos. 

En un abrir y cerrar de ojos, ya me había comido la mitad, tomé un largo trago de un té de hierbas helado, y le pregunté a la informante:

— ¿Todos los burritos en esta ciudad saben igual?

— Nope. Si esto es igual que en la prueba beta, cada lugar sirve algo diferente, ya que es una ciudad ribereña, la mayoría de los platos son de pescado.

— ¿Pie de pescado? Eso suena extraño para mí… –murmuré. Pero Asuna tenía una gran sonrisa en su rostro.

— Solo es tan famoso como el pie de arenque y de calabaza, supongo.

— ¿F-famoso…?

Alejé mi cabeza un poco extrañado, preguntándome si había algún plato semejante en Aincrad, y vi que Argo estaba sonriendo también.

— A-chan, si vas a hacer una referencia que quieres que un adicto a los videojuegos comprenda, tiene que ser sobre un juego.

— Supongo que estas en lo correcto…

— Tendrás mucho trabajo por delante en el futuro…

— No bromees… ¡Qu-quiero decir, no es que haya decidido que esta alianza durará para siempre!

— ¡Nee-jee-jee-jee!

En ese momento, tuve la sensación de que, aunque era difícil decir de qué estaban hablando exactamente, probablemente era mejor no saberlo, así que me concentré en terminar mi burrito.

Ahora que pensaba en ello, esta podría ser la primera vez que probaba el sabor ortodoxo de un tomate en Aincrad. La comida en este mundo usualmente tenía sabores más suaves pero condimentos más fuertes que en el mundo real. Sabía bien una vez que te acostumbrabas, pero la mayoría de los restaurantes tenían una pequeña cosa—o a veces una gran cosa—que no te satisfacía del todo.

Este sabor del tomate tan acentuado, sin embargo, me sabía casi como comida chatarra. Me habría encantado probarlo en un plato de espagueti en lugar de envuelto en masa de pan…pero aun así terminé hasta el último bocado de mi plato.

— Ahhhh…Buen trabajo, Argo. Tú sí que conoces los mejores lugares para ir. 

— ¿Verdad que sí? Ahora, no estoy diciendo que me deben algo por el consejo, pero…

Ella miró alrededor de la habitación, asegurándose que no había otros jugadores presentes, después susurró:

— El gran asunto… ¿Cómo resultó?

Dado que estábamos solos, ella podría haber dicho directamente el nombre del objeto en cuestión. Pero era un tema tan importante que no podía ser tomado a la ligera.

Me acerqué por encima de la mesa y susurré, lo suficientemente bajo como para que ninguna habilidad de Escuchar a escondidas pudiera espiarnos a través de la puerta.

— Le dimos a los DKB las mismas condiciones que a los ALS. Ellos aceptaron nuestros términos, pero…

— ¿Pero?

— También intentaron sobornarnos con trescientos mil col.

Argo parpadeó una vez, muy lentamente. Sus bigotes pintados se crisparon.

— Jeh-Jeh. Entonces esa es su estrategia. Bueno, en ese caso…

“…El realmente es como Diavel” –ella omitió esa oración, tomando el resto de su té de hierbas. Asuna nos miró, exigiendo una respuesta, pero le susurré ‘te lo explicaré más tarde’ antes de volver al tema principal.

— De todos modos, parece que seguiré conservándolo por el momento. El único problema es: Eso quiere decir que no podremos usarlo para la próxima batalla contra el jefe…por eso ellos estaban de acuerdo en esperar encontrar un atajo para lograrlo.

— Un atajo, ¿eh? –Argo cruzó los brazos y murmuró algo en voz baja. Luego sonrió nuevamente–. ¿Recuerdan lo que dijo el chico del Chakram que los ayudó con el jefe del quinto piso? Si fundaras un gremio, todos los miembros de Legend Braves se unirían. De hecho, si haces que A-chan sea la líder en tu lugar, apuesto a que habría una multitud de gente intentando unirse. ¿Qué opinas de eso? 


— ¿Qu…qué?

Solo esta mañana, Asuna había dicho que ella no quería ser sublíder de algún gremio. Sacudió su cabeza de izquierda a derecha tan violentamente que las puntas de su larga cabellera me golpearon en la cara.

— ¡E-eso ni de chiste! Ya me parece fastidioso ver a éste. ¡No quiero tener nada que ver con el trabajo de líder de gremio!

— ¿Fastidioso…?

No esperaba que su respuesta me dejara como mala persona. Argo contuvo una carcajada.

Nos despedimos de la informante afuera del restaurante y nos dirigimos a la casa de Pithagrus al extremo de la ciudad.

El río que atravesaba Suribus venía de una cascada que salía directamente de uno de los pilares que sostenían los pisos de Aincrad, y continuaba hasta llegar a un lago en el centro del piso. El pueblo fue construido a lo largo de las orillas del rio, con incontables puentes que cruzaban de acá para allá. Algunos de los cuales tenían edificios sobre ellos, con techo y todo. Una de estas “casas del puente” era el destino de nuestra misión.

Comenzamos este día entrenando en el campamento élfico oscuro del tercer piso, después tuvimos una conversación con los DKB, luego recorrimos todo el pueblo haciendo misiones, salimos de este y combatimos a los primeros monstruos del día por la noche, y ahora habíamos venido a Suribus para cenar. Naturalmente, Asuna lucía un poco fatigada, pero tan pronto como vio el puente a donde nos dirigíamos, sus ojos se iluminaron.

— ¡Ooh, es precioso! ¡Justo como el Ponte Vecchio20!

El nombre me sonaba familiar, por lo que consulté mis recuerdos del mundo real—en peligro de ser completamente sobrescritos por este mundo de fantasía—y pregunté:

— Erm, ¿estás hablando de…el puente en ese, er...famoso parque temático de Tokio…?

Asuna parpadeó dos veces, después sonrió.

— Ah, cierto. Hicieron una réplica allí también, ¿cierto? En el parque de agua. Pero el Ponte Vecchio original es un puente en Florencia, Italia, que cruza el Río Arno. El puente real es mucho más grande que este, por supuesto, pero es igual de hermoso…

20 N.T: Uno de los puentes más famosos del mundo, destaca por sus características medievales, famoso por la leyenda de los candados de amor. 

Ella contempló la casa del puente nuevamente, encantada, mientras yo me hundía en mis pensamientos. Esta era la segunda vez (desde que estábamos en el cuarto piso) que mi compañera temporal había mencionado el nombre de una ciudad en Italia. En este punto, probablemente era seguro apostar que ella realmente había estado allí—y no solo leído sobre ese lugar. Eso por sí mismo no era importante, pero tenía sentido, combinado con su apariencia, habilidades de comunicación, falta de conocimiento sobre juegos, y abundancia en otro tipo de conocimientos, sugería que Asuna tenía una vida extremadamente normal y satisfactoria en el mundo real. Entonces, ¿cómo terminó ella iniciando sesión en SAO en el día de lanzamiento, cuando solo diez mil copias habían sido vendidas (y solo nueve mil habían sido activadas), quedando atrapada aquí…?

— ¡Vamos, pongámonos en marcha! ¡Apuesto que el río se ve hermoso desde arriba!

Ella palmeó mi espalda, y regresé a mis sentidos.

— Oh, s-sí, apuesto a que sí…

Desde el exterior, la segunda mansión de Pithagrus era bonita, pero era un desastre total por dentro. También estaba llena de monstruos tipo fantasma, descritos por Asuna como “no son mi fuerte”—lo que probablemente indicaba que ella les tenía pavor. Pero antes de que pudiera explicar esto, la esgrimista había comenzado a avanzar hacia el edificio, y todo lo que pude hacer fue seguirla.

Mientras viajábamos junto al rio en dirección al puente, tres jugadores estaban bajando las gradas que conducían a la mansión. Por instinto, nos detuvimos tras los árboles que estaban junto al camino y escuchamos su conversación.

—…No hay manera de que esa puerta se abra…

— Es una pérdida de tiempo. Olvidémonos de esto. Tres dígitos lo hacen suficientemente difícil, ¡pero con seis es imposible!

— Sí, siento que debe haber algo bueno allí…

El trio pasó refunfuñando junto a nosotros y se fue. Desde el árbol contiguo, Asuna me lanzó una mirada.

—… ¿Hay otro acertijo en la puerta?

—…Si

—…Dijiste que sólo habían acertijos en la ciudad principal.

— N-no. Este es el único aquí…creo –añadí, volviendo al camino.

El puente que Asuna comparaba al Ponte Vecchio era de alrededor de veinticinco metros de largo por seis de ancho. El primer piso era un puente normal, pero las verjas laterales estaban separadas por pilares que formaban incontables arcos que soportaban la segunda planta. Después de haber pasado tanto tiempo en Stachion con su patrón de bloques uniformes, la estructura de este puente era, con mucha más razón, elegante y atractiva.

En los extremos del puente había columnas especialmente gruesas—llamadas pilares principales—que a menudo presentaban una placa con el nombre del puente inscrito. Uno tenía una pequeña escalera adjunta que llevaba a la casa de Pithagrus sobre el puente mismo. Mientras me acercaba a la vieja puerta, no puede evitar pensar que los juegos te enseñaban a buscar los caminos cortos como este.

En la superficie de la robusta puerta de madera había un dial metálico conectado a una cerradura mecánica de seis discos. Un dispositivo común empleado en las cajas fuertes, donde cada disco podía girar entre los números del cero al nueve.

Asuna llegó primero e intentó encontrar la solución, los discos sonaban haciendo clics mientras ella los giraba. Ella volteó para verme.

— Ninguna de las misiones hasta ahora nos ha dado pistas de algún cerrojo numérico, ¿o si…? ¿Se supone que resolvamos esto por nuestra cuenta?

— Se podría adivinar un código de tres dígitos, pero uno de seis es prácticamente imposible. Puede ser cualquier número del cero al novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve, eso son cien mil posibilidades…

— Querrás decir un millón.

— ¿Eh? Oh…s-si, meh. Un millón de posibilidades. Por lo que incluso si pruebas todos los números, te tomaría muchos días. Pero, alerta de spoiler, puedes encontrar la combinación correcta en la oficina de Cylon.

— ¿Qué? ¿Dónde está escrito?

— En una pintura de la pared –dije. Las mejillas de Asuna se inflaron.

— Oye, podrías haber dicho algo. Si hubiera sabido que había una pista allí, me habría fijado un poco mejor.

— No, realmente lo dudo mucho. La manera en que funciona es que se supone que vengas aquí y pienses, “¡No conozco la combinación!” y después regreses a Stachion para preguntarle a Cylon, quien no te lo dirá pero actuará extrañamente intentando ocultar la pintura. Entonces te expulsa de su habitación y tienes que esperar a que se vaya para entrar a buscar la pintura. Es realmente agotador…

—…Estás en lo cierto, preferiría evitar todo eso –admitió Asuna, entonces sus cejas se fruncieron nuevamente–. Pero… ¿Cómo es posible? Quiero decir, Cylon es el— 

Tuve el presentimiento de que ella lo gritaría allí mismo, por lo que miré por encima de mi hombro y la interrumpí.

— Podemos hablar adentro. No quiero que nadie nos vea abrir la puerta.

— Bien, bien, lo que digas. Entonces… ¿Cuál es la combinación?

— Veamos…

Comencé a hablar basándome en mis recuerdos de la prueba beta, pero mi columna vertebral se enfrió. Si la combinación hubiera cambiado desde el lanzamiento del juego, estaba a punto de hacer el ridículo. Vacilando, pronuncié los seis dígitos.

—…Seis, dos, ocho, cuatro, nueve, seis.

— Eh-ehm…

Ella hizo girar rápidamente los discos en su lugar. Con un ¡clic! muy notorio el cerrojo se desbloqueó. Comencé a avanzar, aliviado, pero Asuna se quedó mirando los discos sin mover la puerta.

— ¿Qué pasa? Si no la abres pronto, la puerta se cerrará de nuevo.

— Oh… cl-claro. Solo estaba pensando, los números me son familiares de alguna manera. Quizá realmente los divise en la pintura sin darme  cuenta  –dijo ella vagamente mientras abría la puerta. El interior era muy oscuro, y había una corriente de aire helada fluyendo hacia el exterior. La esgrimista retrocedió un poco por instinto, pero yo empujé sus hombros por detrás y seguimos avanzando.

Una vez que estuvimos dentro, la puerta se cerró automáticamente detrás de nosotros. Había un sonido escalofriante, que era causado por los discos de la cerradura mientras se reordenaban aleatoriamente, pero sentí que los hombros de Asuna se habían sobresaltado bajo mis dedos.

—…Um, está oscuro aquí.

— Claro, es de noche.

—… ¿Cómo vamos a buscar en el lugar de esta manera? ¿Deberíamos esperar a que amanezca y regresar?

— No, estamos bien.

Abrí mi ventana y materialicé un objeto que siempre mantenía en la primera página de mi inventario.

— Faaaroooool –dije con una voz intimidante, esperando que esto mejorara el ambiente. Pero lo que obtuve fue una fría mirada que Asuna me lanzó por encima del hombro. Aclaré mi voz torpemente y encendí el artefacto, llenando el ambiente con una luz naranja. 

Como era de esperar de una casa perteneciente al lord de Stachion, el vestíbulo era muy espacioso. Y como se había construido sobre un puente, tenía una forma inevitablemente alargada, pero el corredor que iba a lo largo de la pared de la izquierda era lo suficientemente ancha como para no sentirlo estrecho.

Por otro lado, había telarañas en las esquinas del techo, e instrumentos rotos y papeles por todo el piso. Lo que le daba una correcta apariencia de lo que era una casa abandonada. La mirada en la cara de Asuna decía que esto no era lo que ella esperaba.

Ella se giró hacia mí.

— Entonces…volviendo a lo que decía.

— ¿Qué era…? Oh, ¿sobre Cylon?

— Si, ¿Lo que hace tiene sentido? Si él es quien mató a Pithagrus y enterró el cuerpo con vestimenta del viajero en el patio trasero, ¿por qué nos pide que investiguemos el incidente para él?

— Neh-eh. Cylon no nos pidió que investigáramos el asesinato del viajero. Él nos pidió que buscáramos el cubo de oro que fue usado en el asesinato.

— Oh, cierto… –la expresión en su cara se relajó por un momento, pero volvió a fruncir el ceño inmediatamente–. No, pero aún no tiene sentido. Cylon fue quien mató a Pithagrus con el cubo de oro, ¿verdad? Entonces, ¿no pudo haber escondido el arma?

— Bueno, la respuesta a eso se da al terminar la misión…pero como sea. Cylon enloqueció y asesinó a Pithagrus, después lo convirtió en un viajero que no existía para ocultar su crimen, ¿cierto? Él creyó que todo había salido bien al final, pero de alguna manera el cubo se desvaneció de la escena del crimen—un cubo manchado con las huellas ensangrentadas de Cylon. Encima de eso, es el tesoro de la ciudad y el símbolo de su lord—el primer cubo que se transformó en la razón de que todos los edificios de Stachion estén hechos de cubos. Por lo que la idea de Cylon es que la única forma de purificar la maldición lanzada sobre Stachion es encontrando el cubo perdido, limpiar sus huellas, y después colocarlo en la tumba del viajero…quien en realidad no es nadie más que Pithagrus.

—…Eso suena…muy egoísta. O conveniente. Si él realmente hubiera querido deshacer la maldición de los acertijos, no debería estar perdiendo el tiempo con el cubo. Debería admitir que él fue quien mató a Pithagrus y entregarse a la policía, ¿no?

— Bueno, sí. Pero no hay policía en Aincrad.

Asuna murmuró suavemente ‘Oh, sí’ pero su indignación aún permanecía. Ella mencionó a los guardias de la ciudad, al bosque de los elfos oscuros, e incluso al 

Palacio de Hierro Negro del primer piso como una lista de lugares donde él podría entregarse a una mayor autoridad.

—… ¿Y bien? –terminó ella, mirándome.

— ¿Bien…qué?

— ¿Tú qué crees? ¿Quién robó el cubo de oro? No irás a decirme que le crecieron brazos y piernas, y escapó… ¡Oh!

— ‘Oh’… ¿Qué?

— ¿En serio es eso? Dijiste que el jefe de este piso es como un cubo de Rubik gigante. ¿Acaso el cubo de oro se transformó en algún tipo de monstruo?

Ahora era mi turno de estar sorprendido. Impresionado por la imaginación de la esgrimista, tuve que negar con la cabeza.

— Lamentablemente, ese no es el caso. En realidad, no es tan lamentable—si ese jefe fuera totalmente dorado, no tendríamos idea de cómo rotarlo para resolverlo. Pero volviendo al tema…ya hemos conocido a la persona que tomó el cubo.

— ¿Queeé? –ella frunció el ceño, después su mirada se perdió mientras consideraba los hechos–. Entonces estás diciendo… ¿qué es una de las siete personas con quienes hablamos en Stachion? ¿El ex-mayordomo, la sirvienta, el jardinero, el cocinero, los dos aprendices, y el cantinero que solía frecuentar…? ¿Y uno de ellos tiene el cubo ahora? ¿Quién?

— Resolvamos eso por nuestra cuenta. Estamos aquí para obtener pistas, después de todo –dije con una sonrisa maliciosa.

Ella hizo un puchero.

— Bien, hagamos esto. Tú sabes en que habitación esta la pista, ¿verdad?

— Desgraciadamente, el lugar donde el objeto clave aparece es aleatorio.

—…Entonces solo tenemos que comenzar con la primera habitación y seguir en orden.

La espadachina comenzó a caminar por el vestíbulo. Mientras se alejaba, grité:

— Oh, y algunas habitaciones tienen fantasmas, así que no olvides prepararte para la batalla.

— Claro, claro, lo que digas.

Paso-paso-paso, pausa.

En un instante, ella se teletransportó tras mi espalda con sus manos en mis hombros. Una fuerza tenaz me empujó hacia la primera habitación. 

Afortunadamente, como en la prueba beta, no había ningún seguro en las puertas del interior. Empujé la primera y se abrió una habitación que era aún más oscura que el corredor. Incluso la luz del farol no alcanzaba todas las esquinas del espacio.

—… ¿Hay algún fantasma? –llegó una diminuta voz desde atrás. Por breves instantes, mi tendencia a hacer travesuras fue un éxito, pero me di cuenta que hacer bromas aquí terminaría con nuestra asociación, por lo que le di una respuesta honesta.

— No parece que haya uno en esta habitación.

— ¡No quiero especulaciones! ¡Quiero certezas!

— Bueno, bueno. No hay fantasmas aquí.

Al final, Asuna salió de la protección de mi espalda, manteniendo tanta calma como podía mientras inspeccionaba la habitación.

— Ew…esto es un asco…

Tuve que asentir. Es probable que originalmente ésta fuera la sala de invitados, con muebles de lujo en medio, y una enorme chimenea en la pared más lejana. Pero lo demás había colapsado luego de diez años de desuso, que hasta la alfombra se había convertido en alimento para insectos.

Asuna se acercó a una mesa que aún estaba intacta y pasó un dedo por su superficie, la cual estaba llena de polvo. Ella puso otra cara.

— Alguna vez fueron muebles lujosos. Pero ya ni sirven…

— Bueno, probablemente puedas repararla si la llevas a un NPC tallador de madera.

— Espera, ¿puedes hacer eso? Pensé que no podías mover los objetos de las casas de los NPC.

— Como regla general. Pero en estas mazmorras dentro de la zona segura, hay una gran cantidad de objetos cuyas coordenadas no están bloqueadas –expliqué, poniéndome al lado de Asuna y tomando la mesa con ambas manos. Cuando hice algo de fuerza, las patas se separaron del suelo.

— Así, ¿lo ves?

— Tienes razón…Hmm. Pero aunque fuera reparada, no creo que quisiera usar muebles que provengan de un lugar como este. En primer lugar, ni siquiera tengo idea de cuándo tendré una casa propia.

— Si, ese es un buen punto –dije, bajando la mesa. Pero la vibración, por muy pequeña que fuera, acabo con la durabilidad restante, y la mesa se desplomó patéticamente formando una pila de madera. 

— ¡Aaah, la dañaste—te van a castigar! –bromeó Asuna, sonriendo abiertamente. Luego se apoyó en el espaldar de un sofá de tres asientos que estaba cerca, e instantáneamente, las patas se quebraron. Y terminó partiéndose en dos, separando el espaldar de los asientos.

— ¡Ooh, te voy a acusar con la profesora! –regresé la burla, era algo que no recordaba haber dicho ni siquiera cuando estaba en la primaria. Asuna resopló y lanzó su puño izquierdo contra mi estómago. No podía devolver ese golpe, y no pude hacer nada excepto apretar mis dientes en frustración.

— No parece que haya algo más aquí. Vamos a la siguiente habitación –dije, apuntando hacia la puerta.

— Muy bien, si tú lo dices… ¿pero que estamos buscando de todos modos?

— Algo que nos dé pistas sobre la ubicación del cubo de oro.

— ¿Y qué es ese algo…? Bueno, si esa es la clave de esta misión, apuesto a que sobresale visiblemente de alguna manera.

— Esperemos que así sea… –dije deliberadamente mientras salía hacia el corredor. Revisé la puerta principal solo por si acaso, pero parecía que no había sido abierta mientras estábamos en la sala. Asuna miró en la misma dirección y pareció notar algo.

— Oye… ¿Qué pasa si alguien más inserta la combinación correcta mientras permanecemos aquí?

— Esta no es una localización instanciada. Así que ellos aparecerían junto a nosotros.

—… ¿Y qué pasa si esa persona encuentra el objeto clave antes que nosotros?

— Diría que el objeto estaría en un lugar donde no lo podrías mover o destruir, o sería algo que pueda ser encontrado infinitas veces. Pero en este último caso, reaparecería cada cierto tiempo. Algunos objetos reaparecen después de treinta minutos o una hora. E incluso algunos tardan un día entero antes de volver…

— Entonces será mejor que lo encontremos y nos vayamos de aquí. ¡Vamos, al siguiente!

Asuna me empujó varios pasos hasta que llegamos a una nueva puerta.

La habitación contigua a la sala era un gran comedor. La enorme mesa y las sillas aún estaban intactas, pero la manera en que diez o más juegos de cubiertos estaban tendidos era un poco sobrecogedora. Las botellas de vino y los candelabros estaban llenos de polvo, y los candelabros que colgaban del techo tenían muchísimas telarañas. 

Por cinco segundos, Asuna se cubrió tras mi espalda. Una vez que estuvo segura de que no había fantasmas aquí, se alejó como si nada hubiera pasado.

— ¿Puedes mover el vino y los utensilios, también? –preguntó ella.

— Probablemente. ¿Quieres llevártelos?

— No, gracias. Por otro lado, la pista no parece estar aquí, tampoco –murmuró. Asuna se acercó más a la mesa.

En eso, hubo un silbido, un sonido susurrante como el que escuchamos en la capilla subterránea del quinto piso, y una luz pálida salió desde debajo de la mesa. Atravesando el mantel sucio había dos monstruos astrales—a juzgar por las siluetas largas y delgadas y los vestidos blancos y andrajosos, parecía que eran fantasmas. Había otros tipos de monstruos en esta categoría—espectros, apariciones, espíritus—pero honestamente yo no tenía idea de qué era lo que los diferenciaba.

Aunque ella no gritó como en el piso anterior, Asuna saltó en un pie y corrió como el aire—al menos así me pareció a mí porque ella se movía muy rápido—y se puso detrás de mi espalda nuevamente.

— ¡A-allí están! ¡Rápido! ¡Haz algo! –me ordenó. Saqué mi Sword of Eventide +3, pero en vez de atacar inmediatamente, mantuve a los fantasmas alejados y aconsejé.

— Asuna, creo que es mejor para ti ganar experiencia en batalla contra los de tipo astral justo aquí.

— P-pero…

— Todo está bien, puede que lo hayas olvidado, pero ahora mismo estamos en la ciudad. No importa cuánto nos ataquen, no perderás un solo pixel de HP.

‘Ese no es el problema’, es lo que pareció decir con un suspiro. Pero Asuna tenía sus propios pensamientos sobre esto, y miró alrededor por encima de mi hombro izquierdo. Aunque al principio retrocedió inmediatamente, después se movió poco a poco hasta ponerse a mi lado. Manteniendo su farol en su mano libre, ella sacó el Chivalric Rapier +7 y apuntó a los fantasmas situados sobre la mesa.

Miré atentamente a los fantasmas, fijándome en el cursor que llevaban. Bajo la barra de HP, decía  en inglés, y el cursor era de un color rosa muy pálido. Lo que indicaba que, incluso si no estuviéramos en la ciudad, ellos no serían enemigos difíciles.

—…No recuerdo haber visto ningún fantasma ‘Annoying’ antes –dijo Asuna, con una voz un poco afónica.

Tan calmado como pude, le pregunté: 

— ¿Qué significa anoing?

— ¿No te lo enseñaron en clase de Inglés? Es, algo así como, irritante—o problemático…

— Ahh. Eso encaja con un evento como este. Como dije estamos en la ciudad, por lo que no perderemos HP. Pero aparte de eso, estos son iguales a cualquier fantasma ordinario, por lo que golpear sus extremidades o rasgar sus vestidos no les hará mucho daño, además, si ellos te golpean, pueden causarte debuffs.

— Espera… ¡nunca me advertiste sobre eso! –gritó Asuna, y los fantasmas parecieron reaccionar al sonido. Extendieron sus brazos y descendieron con un gemido: ‘¡Hyoooo!’

Los monstruos astrales del tipo humano podían ser varones, mujeres, o de genero indefinido, pero los fantasmas eran en su mayoría mujeres, al parecer. Sin embargo, no tenían ni una pizca de belleza; los brazos que se extendían desde sus vestimentas rasgadas eran tan delgadas como huesos, y dos terceras partes de sus rostros eran esqueletos. Llamas azules llenaban las cuencas de sus ojos, y agitaban sus manos con uñas como cuchillos.

Evadí el primer ataque y lancé un ataque hacia el torso de la criatura. El profundo corte produjo una sustancia blanca parecida al humo, pero no causó mucho daño y el fantasma solo perdió la décima parte de su barra de HP.

Pero la criatura chilló con odio y voló hacia la esquina de la habitación. Mantuve mi espada apuntando en esa dirección y revisé como le iba a Asuna.

— ¡Por qué, tú! ¡Fngh! ¡Shwaaa! –la esgrimista estaba siseando, con tal de no ser silenciada por los sonidos extraños que hacían los fantasmas. Ella ejecutaba estoques con una increíble velocidad y frecuencia que incluso los fantasmas no podían avanzar. Mientras el fantasma volaba en forma de ocho, ella ocasionalmente lo alcanzaba en los brazos, pero eso no provocaba mucho daño.

Los tipo astral tenían cuerpos insustanciales, y las armas comunes no eran muy efectivas contra ellos. En otros juegos se les destruía con hechizos de fuego y luz, pero debido a la Gran Separación de Aincrad, la magia se había perdido aquí. Solo podías enfrentarlos con ataques físicos, de una manera u otra.

El método más común era mejorando las armas con un efecto de bendición, pero en este momento, eso solo podía hacerse en los pueblos más grandes que tuvieran una iglesia, y costaba dinero. También se podían usar habilidades de espada con un efecto anti-astral particularmente alto (la mayoría de las cuales estaban en las armas tipo maza o tipo mayal) o traer muchos objetos de iluminación (la resistencia de los monstruos astrales se reducía con la luz), pero esto era demasiado pedir para un grupo de solo dos usuarios de espada. 

Afortunadamente, tanto el Chivalric Rapier de Asuna como mi Sword of Eventide habían recibido mantenimiento élfico, lo que les daba una menor efectividad contra los no-muertos—lo suficiente para ser buenas contra débiles monstruos de evento como estos. Puse el farol por delante y avancé de modo que pudiera divisar a mi objetivo. En esta situación, un usuario de escudo o de un arma a dos manos habría tenido que poner el farol en el suelo para pelear, pero tener la mano libre significaba que podía seguir agarrando el farol. Y para entrar en más detalles, equipar un farol durante la batalla no era la única manera de mejorar el poder de ataque, una antorcha era mejor porque el sistema no mostraba una alerta por usar equipo irregular—y era más efectivo contra enemigos astrales débiles al fuego—con el único inconveniente de que tenías que ser cuidadoso al usarla en espacios interiores, donde podías quemar accidentalmente algunos objetos destructibles.

Iluminado por la luz amarilla del farol, el Annoying Wraith soltó un gemido agudo y se deslizó hacia la derecha para escapar. Pero eso era lo que yo quería; cuando lo tuve en mi rango, activé la habilidad de tres partes Sharp Nail.

Las habilidades de espada más fuertes que tenía por el momento eran Horizontal Square y Vertical Square, ambas de cuatro partes, que desbloqueé al llegar al nivel 150 de dominio de habilidad, pero tenían un rango demasiado amplio como para ser usadas en un espacio como este. Si la situación lo hubiera requerido, no podría evitar destruir las paredes o los muebles, pero como estábamos en un área anti- crimen, había una gran cantidad de objetos invulnerables alrededor, lo que haría que mi espada rebote en algún obstáculo y la habilidad se detuviera.

Sharp Nail, sin embargo, era una buena y corta habilidad de tres golpes con un mismo patrón angular. Mi espada se hundió en el torso del Annoying Wraith con un brillo plateado sin chocar con ninguna pared o techo.

El primer y segundo golpe se llevaron alrededor de la tercera parte de su HP, pero el ultimo difícilmente terminaría el trabajo.

Sin embargo, en el momento en que el tercer golpe comenzó, la hoja de la Sword of Eventide cambio de posición, como si estuviera siendo atraída por un imán. Atravesó el hombro del fantasma, pasando por el centro de su pecho, y salió por el otro lado. A diferencia de los primeros dos cortes, este me dio una sensación de que algo pequeño y duro había sido roto.

Contra mis expectativas, la barra de HP del fantasma cayó a la zona roja y no se detuvo hasta llegar a cero. Los tres cortes permanecieron visibles en el aire como las garras de alguna bestia salvaje, y fueron rodeadas por el familiar efecto azul de destrucción.

Observé la hoja de mi segunda espada en este juego, aun en la misma posición en la que había terminado mi ataque. 

Esa sensación de magnetismo era sin duda el sistema de corrección de trayectoria que la mejora de Precisión le había dado a mi arma. Pensaba que el efecto solo se activaba cuando intencionalmente apuntabas a los puntos débiles, pero no tenía idea de que un monstruo de tipo fantasma tenía un pequeño nódulo en  su pecho como órgano  vital, lo que  significaba  que  la  Sword of Eventide básicamente había golpeado al Annoying Wraith justo en ese lugar por voluntad propia.

—… ¿Es en serio? –pregunté en voz baja. La espada no respondió, por supuesto. Lo que escuché, en su lugar, fue a mi compañera gritando.

— ¡Uniiiieee!

Esa era probablemente una expresión de disgusto y frustración. Volteé a ver, al otro lado de la habitación, la esgrimista utilizaba una habilidad de espada. Era el mejor movimiento que ella tenía en estos momentos, Triangular.

Un golpe limpio de esa habilidad, con el poder del Chivalric Rapier +7, sería suficiente para reducir mi HP a la mitad. Se dirigió hacia el fantasma con una velocidad cercana a volverla invisible. Pero el enemigo se elevó justo antes de que la habilidad fuera ejecutada, recibiendo apenas algo de daño en la parte inferior de su vestido. Un etéreo humo blanco salió del corte, pero a la barra de HP aun le quedaba treinta por ciento.

— Joh-joh-jooohhh… –el fantasma chilló—algo entre un grito y una risa burlona— y dirigió sus largos brazos hacia Asuna quien aún se estaba recuperando del retraso causado por la habilidad. No hubo ningún daño, pero la barra de HP de Asuna se iluminó con el icono de una mano pálida. Era el debuff resfrío que bajaba la temperatura hasta niveles inquietantes.

— ¡Fyah! –rugió Asuna, saltando hacia atrás tan pronto como pudo moverse nuevamente. A pesar de sostener valientemente su espada en alto, su escalofrío era evidente. El frío no hacía daño real, pero era una gran molestia, provocaba estornudos en pleno combate y entorpecía tus movimientos.

Corrí rápidamente detrás de ella y grité:

— Asuna, ¿Quieres ay…?

— ¡No! –me interrumpió ella, rechazando mi ayuda. Sin embargo, ella no iba a encargarse totalmente de él por su cuenta–. ¡Sólo dame una pista o algo! ¡Su HP se niega a bajar!

— Oh…si, el estoque es justamente la peor arma contra los monstruos astrales…

El Annoying Wraith que flotaba arriba en el techo no podía haber entendido lo que decía, pero escogió un momento muy apropiado para ahogar una risa. 

— Asuna, ¿has dominado alguna habilidad de espada tipo cortante? –pregunté.

La voz de mi compañera era áspera—seguramente debido a la lucha que llevaba para controlar el frio y no porque estuviese enojada conmigo—mientras respondía.

— Cuando llegué al nivel ciento cincuenta hace un rato, aprendí una habilidad llamada Folium.

— Sí, creo que eso podría funcionar. Bien, la próxima vez que el fantasma se acerque, usa Folium justo en medio de su pecho.

— ¿D-donde es el medio? –ella gritó en respuesta. No tenía ninguna respuesta inmediata. Contra los kobolds o reptoides, le hubiera dicho “Donde está el corazón”; todos los humanoides, incluyendo a los jugadores, tenían corazones (puntos críticos) justo a la izquierda del centro del pecho. Sin embargo, el pequeño nódulo que sentí en el pecho del fantasma estaba exactamente en el centro. No había otra manera de definirlo.

— Um…

Puse la espada en mi espalda y miré alrededor, después recogí un cuchillo de mesa polvoriento de la mesa de comer. Casi no tenía valor como arma, y yo no tenía la habilidad de lanzamiento de cuchillos, por lo que no haría ningún daño real, pero…

— ¡Hya!

Lancé el cuchillo, concentrándome solo en la precisión, y este llegó al centro del pecho del fantasma, justo donde estaba el pequeño nódulo, tomando solo un pixel de su HP antes de caer al suelo. Un efecto rojo de daño apareció por escasos segundos en el vestido blanco andrajoso.

— ¡Allí! –grité, pero Asuna ya se había puesto en movimiento. El fantasma bajó flotando mientras ella se acercaba.

Asuna había aprendido como evadir los ataques de estado del Annoying Wraith de su experiencia anterior y mantuvo el estoque junto a ella, atrayendo al enemigo tanto como fuera posible. Los brazos del fantasma, en su mayoría huesos, se extendieron para agarrarla nuevamente, y una luz color verde-lima comenzó a brillar.

La habilidad de espada Folium era un raro ataque de corte dentro de la categoría de los estoques, pero su trayectoria no era tan simple. Comenzando con un tajo desde la cadera izquierda, tomaba una trayectoria diagonal, entonces daba una curva cerrada en su punto más alto y terminaba en la parte baja de la derecha, formando una especie de «l» minúscula en cursiva. La intención era desviar el ataque enemigo antes de contraatacar, pero no estaba pensado para golpear un punto específico. 

O eso pensaba.

— ¡Teyaa! –el Chivalric Rapier entró por el lado derecho del fantasma y golpeó el punto exacto que yo había señalado—antes de dibujar una curva y salir por el lado izquierdo. Debió haber roto el pequeño punto débil, porque el HP restante bajo hasta llegar a cero. El Annoying Wraith soltó un horrible gemido y explotó.

Mi compañera se enderezó sin decir palabras y envainó su espada. Caminé hacia ella.

— Oye, buen movimiento. ¿Tu mejora de precisión se activó en ese ataque? ¿O fue…?

— ¡Pah-choo! –ella contestó con un estornudo. Ella soltó el estoque y envolvió su cuerpo con sus brazos, su cara estaba pálida–. Ha…hace mucho frio.

— Claro, recibiste un resfrío…creo que desaparece después de cinco minutos, así que solo tienes que…

— ¡Pah-choo!

Su segundo estornudo ahogó mis palabras. Incluso sabiendo que en esencia eso era inofensivo, no pude evitar querer aliviar su delirio.

Cerca del final de la prueba beta, comenzamos a obtener cristales de purificación que podían deshacer al instante múltiples debuffs, incluyendo este, pero en el sexto piso, los cristales apenas comenzaban a ser dropeados por los monstruos y eran muy raros. La única otra manera de deshacer los efectos sería con el método específico para cada uno, pociones de antídoto para el envenenamiento, recibiendo un exorcismo para las maldiciones, etc.

El resfrío tenía su propio método de recuperación, por supuesto. Podías calentarte mediante el fuego, pero los faroles y antorchas no liberaban el calor suficiente. Por otro lado, había una chimenea en otra habitación—se me ocurrió que había sido puesta allí al propósito para deshacerse de los efectos de los fantasmas—pero hacer eso sería una pequeña molestia. No, una gran molestia.

En vez de eso, abrí mi ventana para probar un método conveniente, pero algo vergonzoso. Con ambas manos, saqué una manta para acampar y la puse sobre mi espalda como una capa. Para disimular la vergüenza que sentía por lo que estaba a punto de hacer, concentré mis pensamientos en cosas como ‘Estas mantas de pelo grueso son realmente pesadas’, ‘realmente podría hacer un buen saco de dormir con esto’, y ‘apuesto a que eso sería caro’. Cuando llegué donde Asuna, ella me miró con sorpresa, dije: ‘Perdona’ y la atraje de modo que pude envolvernos a ambos con la manta.

Instantáneamente, su cuerpo se congeló como una barra entre mis brazos, y justo en mi oído, su voz aguda y ronca me dijo: 

— Oye, ¿qu-qué estás…hacien…? ¡Pah-choo!

— Esta es la manera más rápida de deshacer el efecto de resfrío. Solo aguanta por otros veinte segundos.

El frío congelante de su cuerpo comenzó a invadirme, haciendo que me picase la nariz. El frío era solo una sensación virtual en la piel creada por el NerveGear, y mi verdadero cuerpo debería estar en algún cuarto de hospital con la temperatura perfectamente controlada por el momento, pero no pude evitar preguntarme si estornudar aquí también provocaría un estornudo allí fuera…

— E-escucha, incluso si esto se supone que ayude a deshacer el debuff, si alguien nos viera en este instante, van a tener una idea equi…fwuh…

Justo en el momento que su voz se interrumpió con ese extraño sonido, el frío que me transmitía su cuerpo se desvaneció repentinamente. Yo ya había experimentado esto antes: cuando el efecto de resfrío se terminaba, el cuerpo se sentía agradablemente tibio. Era como la sensación de quitarse la ropa en un vestidor durante el invierno, solo para entrar en una bañera llena de agua caliente. No podía culparla por soltar un gemido extraño.

Ella miro a la nada, relajando su mente, hasta que recobró el sentido, sus ojos parpadearon rápidamente, y se liberó de mis brazos.

— Um, eso no era…no es… –balbuceó, su boca se movía incesantemente, y después me dio la espalda–. B-bueno…estoy agradecida contigo por deshacer el debuff. Pero la próxima vez, ¡apreciaría una explicación primero!

— Pensé que si hubiera tenido que describirlo primero, hubiera sido el doble de vergonzoso –dije, poniendo la manta de vuelta en mi inventario.

Para mi sorpresa, Asuna dijo:

— ¿Por qué, suena como si lo hubieras hecho antes?

— ¡¿Huh?! B-bueno, supe de ello porque ya lo había hecho en la prueba beta, por supuesto…pero déjame ser claro en que la otra persona era como Wolfgang del Bro Squad pero con el doble de pelo y músculos, ¿bien?

—…No sé si me hubiera gustado haber visto eso o no –dijo la esgrimista, una sonrisa muy extraña y delicada se dibujó en sus labios. Al menos su estado de ánimo había mejorado. Ella caminó alrededor de la habitación, revisando la mesa y los cuadros en las paredes, pero no encontró nada.

— Bueno, eso le quita el sentido a nuestra batalla contra los fantasmas.

— Oye, así son las misiones –bromeé en respuesta, ahora que el humor habitual había regresado. Abandonamos el comedor y volvimos al corredor. 

Entre la cocina, el estudio, y el dormitorio, derrotamos a otros cuatro Annoying Wraiths pero no habíamos encontrado el objeto clave. Por último, llegamos a la puerta final. Asuna agarró el pomo de la puerta, y después me lanzó una mirada de lado.

— Kirito, no sabías de antemano que no encontraríamos nada en las primeras cinco habitaciones, ¿verdad?

— N-no sé cómo podría. Como dije, el objeto se regeneraba en cualquiera de los seis cuartos aleatoriamente en la prueba beta. Estoy seguro que eso es lo que acaba de pasar aquí también.

— Dijiste eso como si fueras un NPC –me acusó Asuna, cosa que era extraña. Ella abrió la puerta, y un olor a moho invadió mis fosas nasales.

Recordé que la última puerta conducía a un almacén. Seguí a Asuna mientras entraba, levantando mi farol. Esta era la más pequeña de las habitaciones, llena de estantes de madera ocupados con cajas de madera, recipientes, y otros objetos de todo tipo.

— Ugh… ¿tenemos que buscar entre todos estos objetos?

— También preferiría evitar eso –balbuceé, abriéndome paso a través del laberinto de estantes hasta llegar a la parte trasera de la habitación. Cerca del final, había un pequeño escritorio junto a la pared, y sobre él, aparentemente abandonado a propósito, había un objeto que reflejaba débilmente el resplandor del farol.

Era una enorme llave, cubierta bajo diez años de polvo.

— ¡Oh! ¡Debe ser eso! –exclamó Asuna con entusiasmo, corriendo hacia el escritorio. Intenté sostener su hombro, pero mi mano se cerró agarrando solo aire.

— ¡Asuna, tus pies! –grité, justo cuando el sonido de algo rompiéndose salió de debajo de ella. Con la vacilante luz del farol, divisé un viejo y descolorido hueso.

Asuna se congeló en una posición muy extraña, justo cuando el fantasma principal de esta casa embrujada salía de la pared detrás del escritorio.

A diferencia de los anteriores fantasmas, este Resentful Wraith era macho. Una vez más, mis pobres habilidades en ingles no cumplieron la tarea de informarme lo que significaba la palabra resentful.

El alto y delgado fantasma llevaba puesta una túnica rasgada y desgastada como los antiguos romanos, agitando sus uñas extrañamente largas y abriendo su boca de tal manera que parecía que se iba a dislocar la quijada al gritar: “¡¡Byoouuu!!”

Mientras sujetaba la espada en mi espalda, se me ocurrió que la situación era desfavorable. 

El Resentful Wraith no podía reducir nuestro HP con sus ataques, por supuesto, pero podía causar una gran variedad de debuffs, y si éramos afectados por todos ellos al mismo tiempo, nos tomaría algo de tiempo recuperarnos. Eso no era lo peor del mundo, pero también estaba asustado de perder el progreso que habíamos hecho para conquistar el miedo de Asuna hacia los fantasmas. Quise mantener su atención en mí, pero con apenas poco más de un metro de espacio entre la pared de piedra a la izquierda y los estantes de madera a la derecha, no había suficiente espacio para atacar con mi espada, mucho menos para cambiar de lugar con Asuna.

— ¡Asuna, reagrupémonos en el pasillo! –grité, tratando de alcanzar su hombro de nuevo. Pero antes de hacer contacto, escuché su voz, mucho más firme de lo que esperaba que fuera:

— ¡Kirito, ¿es posible destruir los huesos en el piso?!

— Oh…uh, creo que solo están allí para hacer aterrador el ambiente.

— ¡Entendido! –gritó ella, empujando los huesos lejos. Blandió su estoque y lanzó una serie de cinco golpes con una velocidad casi imperceptible hacia el Resentful Wraith. Todos dirigidos al centro de su pecho, y mientras los primeros cuatro no hicieron mucho efecto, el quinto tomó un quince por ciento de su barra de HP. La hoja élfica había alcanzado el punto débil, el cual debía estar en el mismo lugar que en los anteriores enemigos. 


“¡¡Byaaaaa!!” -gritó el espíritu con ferocidad, elevándose hacia el techo. Inició una técnica hechizante utilizando un movimiento en forma de número ocho. Pero sin el espacio que ofrecía el comedor, sus movimientos laterales estaban limitados. Aliviado, noté que esto haría más fácil para el estoque apuntar en los lugares donde estaba flotando, permitiéndonos reducir su HP mucho más rápido…

— ¡Estoy enferma y cansada de estar peleando con fantasmas!

Pero entonces, Asuna saltó sobre el escritorio, casi pateando el objeto clave mientras se lanzaba a sí misma en el aire. En el punto más alto de su salto, ella activó la habilidad de espada Shooting Star.

El efecto visual plateado cubrió la hoja de su estoque desde la punta—llegando incluso a cubrir el cuerpo de su portadora—creando una fuerza propulsora invisible. Con un efecto de sonido intermitente, el estoque de Asuna voló hacia el techo y golpeó al fantasma en el pecho, abriendo un enorme hueco en su cuerpo transparente.

“Ah, ya veo” –pensé, impresionado. Una habilidad del estoque tipo carga puede golpear un punto preciso con una cobertura mucho más amplia. El Resentful Wraith emitió un horrible y distorsionado grito, y se desvaneció… y la punta del Chivalric Rapier golpeó el techo, creando una onda de luz púrpura.

La activación de habilidades de espada en medio del aire era una técnica de alto nivel que, esencialmente, te permitía hacer un salto doble, pero también tenía sus inconvenientes—cuando saltabas más alto de lo que esperabas y sufrías daño por caída, o si te encontrabas con un obstáculo y sufrías daño por colisión. Como estábamos en la ciudad, nadie perdería HP por chocar contra el techo o las paredes, pero me hubiera sentido mal al quedarme parado mientras veía como mi compañera caía torpemente al suelo.

Por consiguiente, avancé dos pasos, estimando el punto donde caería Asuna, y estiré mis brazos. No confiaba completamente en mis estadísticas de fuerza o en mi (inexistente) nivel de habilidad de carga, pero tuve éxito al atraparla en una posición nupcial. Cuando miré su rostro, sus ojos café avellana estaban parpadeando mientras me devolvían la mirada.

Pensé que ella solo estaba un poco aturdida por el impacto, pero ese parecía no ser el caso. Su boca se abrió y cerró un par de veces antes de decir con una voz aguda:

— Gracias.

— No hay de qué.

La devolví al suelo sobre sus pies y, por alguna razón, tomamos un gran respiro. Había sido una experiencia, pero la exploración de la casa embrujada estaba hecha, por ahora.

— Ya que destruiste al jefe, deberías tomar la llave, Asuna –la apremié. La joven comenzó a acercarse al escritorio, pero se detuvo a mirar los huesos que había empujado momentos atrás. Luego volteó hacia mí.

—…Oye, estos huesos no son de Pithagrus, ¿verdad?

— ¿Huh? Uh, no, no lo son. Recuerda, Cylon el discípulo mató a Pithagrus para convertirse en el lord de Stachion y enterró su cuerpo en el patio detrás de la mansión.

— Entonces, ¿a quién le pertenecen estos huesos?

— Um…

Tuve que pensar sobre esto. Debido a que ya había contado el final, poner en orden los detalles y los giros en la trama estaba complicándose bastante.

—…Bueno, nosotros nos saltamos este paso antes, ¿pero recuerdas como te dije el orden apropiado para insertar el código de la puerta principal? –pregunté.

— Oh, claro… ¿se supone que teníamos que regresar a Stachion y examinar la pintura en la cámara del lord?

— Si. Y solo sabes que la pintura es una pista cuando Cylon trata de ocultarla…lo que dice que Cylon sabía que los dígitos de esa cerradura estaban ocultos en la pintura.

— Oh, ya veo… Pero ¿eso realmente tiene sentido? Si él conocía los números para entrar a esta casa, entonces, ¿por qué no vino a investigar el lugar por su cuenta? Luego hubiera encontrado esta llave. Ésta es la llave de dondequiera que este escondido el cubo de oro, ¿verdad?

Estaba impresionado por la velocidad de comprensión de Asuna, así como de su habilidad para predecir sucesos a partir de la información disponible.

— Ese es un buen punto. Por lo que la razón por la que no pudo hacerlo debe ser porque Cylon conoce los números pero no dónde usarlos. ¿Recuerdas? La única persona que sabía que esta era la segunda casa de Pithagrus era el cantinero que solía visitar—la última persona con la que hablamos en Stachion. Pithagrus mantuvo este lugar en secreto de todos, incluyendo a sus aprendices y sirvientes.

—…Pero ¿por qué?

— Lo sabrás si revisas los libros en el estudio.

— Ewww –ella arrugó la cara.

— En cualquier RPG de fantasía, los libros eran uno de los elementos de decoración más usados en interiores. Una casa debería tener un estante de libros, y estos deberían tener libros, por supuesto.

Pero los libros eran uno de los peores enemigos de un diseñador de juegos. A diferencia de los muebles o utensilios, los libros eran importantes por su contenido. Y llenar el vasto número de libros de un juego con contenido útil es prácticamente imposible. Por consiguiente, la mayoría de los juegos hacían imposible sacar libros de los estantes, o limitaban el acceso solo a unos pocos libros, dejando solo un par de páginas visibles.

Pero SAO, probablemente, debido a alguna obsesión de Kayaba Akihiko, desafiaba valientemente esta limitación. Todos los libros en este mundo eran totalmente funcionales, podían ser tomados de los estantes, y todas las páginas estaban impresas. Generar todo ese contenido de golpe era aparentemente un salto demasiado grande, casi todos los libros solo tenían contenido de libros clásicos de dominio público del 2024, en sus lenguajes originales. Así que la gran mayoría de jugadores podía mirar los libros, pero leerlos sería demasiado difícil. Yo había escuchado rumores de que había algunos libros en japonés, pero nunca había visto uno.

Era extraño pensar que había libros escritos en lenguajes del mundo real reposando en los estantes de un mundo en el que vivían elfos y enanos, y esas cosas. Pero si comenzabas con eso, tendrías que preguntarte por qué los NPCs también hablaban en japonés.

Así que por esto podías tomar un libro y estudiar su contenido, pero el pensar en revisarlos hizo que incluso Asuna se quejara.

—…Tengo la impresión de haber visto suficientes escritos en Cirílico y Árabe como para ocupar toda mi vida –masculló.

— No te sientas mal. Todo es griego para mí…Perdón, perdón, solo bromeaba – añadí cuando vi la mirada que ella me lanzaba–. La mayoría de los libros en el estudio son lo que uno esperaría, pero hay algunos dispersos que son como manuales de acertijos. En otras palabras, Pithagrus el rey de acertijos guardaba sus libros secretos con las soluciones de los acertijos de anteriores lores junto con el suyo en esta casa secreta para salvaguardarlos. Solo que si intentáramos leerlos, no podríamos encontrar ningún sentido en ellos.

— Ah, ya veo…Bueno, detesto hablar mal de los muertos, pero él parece ligeramente avaro. Quizá si hubiera permitido que sus aprendices leyeran esto, en vez de guardarlos para sí mismo, no habría terminado siendo asesinado –dijo Asuna, sacudiendo su cabeza con tristeza. Luego miró los huesos en el suelo–. Entonces… ¿A quién le pertenecen estos huesos?

— A un esbirro de Cylon. Como nosotros, él escucho sobre la segunda casa por boca del cantinero, y llegó hasta este lugar usando la combinación de Cylon para abrir la puerta…pero antes de que pudiera regresar para reportarse con su maestro, los fantasmas lo capturaron.

— Espera, ¿quieres decir que la persona que murió aquí no era el fantasma con el que peleamos…?

— Si hubiera sido eso, entonces hubiéramos encontrado huesos en las otras habitaciones donde nos encontramos con los Annoying Wraiths, ¿no crees? Parece que una vez que una casa es abandonada hasta quedar en ruinas, los fantasmas naturalmente se establecen allí.

—…Si alguna vez compro una casa aquí, voy a limpiarla cada día. Y tú no tienes permitido dejarla desordenada, Kirito.

— Claro, claro… –murmuré, pero entonces detuve mis brazos.

“¿Hmm? ¿Qué tipo de situación está imaginando ella en este escenario?” –ella parecía confundida mientras yo consideraba esto, entonces reflexionó en lo que acababa de decir, y su piel clara se tornó roja instantáneamente.

— ¡¡No!!

— ¿Bi…en? –dije, sobresaltado por su repentino arrebato. Ella sujetó mi hombro izquierdo.

— ¡No es eso! ¡¡Definitivamente, no es eso!!

— Bi…en

No estaba seguro de lo que ‘eso’ era, pero los láseres que disparaban sus ojos me convencieron que debía indicar que había entendido. Asuna resopló, soltó mi hombro, y giró hacia el escritorio. Tomó la llave y volvió haciendo un puchero.

— Este es el objeto, ¿cierto?

En la esquina izquierda de mi visión, la misión se actualizó, por lo que le dije:

— Sip.

— ¿Y qué puerta abre?

— No sé.

— ¿No lo sabes…?

— La única persona que lo sabe es aquella que escondió el cubo de oro y dejó la llave en este escritorio.

— Entonces tenemos que encontrar a esa persona ahora… –dijo ella, luciendo brevemente desanimada. Pero se recuperó rápidamente, abriendo su ventana y poniendo la llave en su inventario–. Cielos, ya es más de las nueve, tendremos que continuar mañana.

— Estoy de acuerdo. O…lo estaría, pero… –dije, considerando muy cuidadosamente cuánto de la historia contar–. Bueno…algo asombroso está a punto de ocurrir, pero definitivamente no va a poner en peligro nuestras vidas…En otras palabras, no habrá pérdida de HP. Por eso reacciona serenamente.

— ¿E-eh? ¿Qué quieres decir…? ¿Qué va a pasar?

— Mira, no quisiera arruinar la mejor parte de la película, ¿bien? Solo piensa en esto como en una montaña rusa y disfruta del paseo.

— No parece que vaya a pasar algo bueno… –masculló Asuna, mirando los alrededores. Nada había cambiado entre las paredes y escritorios que nos rodeaban. Eventualmente, ella reunió coraje, cerró su ventana, después sujetó mis hombros y me hizo girar.

— Tú primero, Kirito.

— Entendido.

Sabía que el orden en que camináramos no importaría para lo que ocurriría después, por lo que reprimí una sonrisa burlona y comencé a regresar por donde habíamos venido. Pasamos a través del laberinto de estantes y llegué a la puerta. De vuelta en el oscuro pasillo, miré la expresión nerviosa de Asuna por encima de mi hombro, después procedí a caminar hacia la distante puerta principal.

A la izquierda, pasamos junto a las puertas de todas las habitaciones en las que habíamos buscado. En poco tiempo, la luz del farol que sostenía en mi mano izquierda alumbró el vestíbulo. Esta era prácticamente otra habitación, por lo que la luz no llegó hasta cada esquina del corredor. Incluso sabiendo que estábamos a salvo, y que esta era la segunda vez que pasaba por este lugar, no pude evitar sentir mis nervios activándose mientras llegaba a la entrada.

Repentinamente, hubo un sonido: ¡pshooo!, y una nube de humo verde venenoso ascendió bloqueando mi visión.

Normalmente, había una posibilidad de evitar una trampa de niebla venenosa como esta si aguantabas la respiración a tiempo, pero como éste era un evento forzado, eso no importaba. Detrás de mí, Asuna gritó, y extendí mi mano para alcanzar la suya y mantenerla calmada. El humo alcanzó pronto el nivel de nuestras cabezas. Cuando sentí un perfume acre, mis piernas perdieron fuerza, y ambos caímos al piso.

En la esquina superior izquierda, nuestras barras de HP fueron rodeadas por bordes del color del humo. Eso indicaba un estado de parálisis…pero aunque estuvieses bajo los efectos de parálisis normal y pudieses (apenas) mover el brazo derecho, ahora éramos completamente  incapaces de movernos—o  incluso  de hablar. Afortunadamente, el sentido del tacto aún estaba intacto, por lo que a través del contacto de nuestros cuerpos, deseé que Asuna no se asustara.

En treinta segundos, el gas se había disipado completamente, y la fuente se volvió visible con la luz del farol, que ahora estaba en el suelo. Era un pequeño recipiente, con un sugerente símbolo de un cráneo en el costado. Entonces se escucharon dos pares de pasos acercándose.

En la esquina del vestíbulo aparecieron dos hombres vestidos con capas con capucha, largas y delgadas—solo identificables como hombres porque ya sabía quiénes eran ellos. Bajo la oscuridad de sus capuchas, ellos tenían  extrañas máscaras de cuero que cubrían toda su cara.

El más alto se detuvo en medio de la sala, pero el otro se acercó a nosotros, luego recogió el frasco. Lo guardó en su capa, después se descubrió la capucha y se quitó la máscara, la cual claramente lo protegió del gas.

— ¡¡…!!

Oí el grito ahogado de Asuna.

Visible en la luz naranja del farol estaban las mejillas hundidas, la cabeza que comenzaba a perder cabello, y la impresionante barba del lord de Stachion, Cylon.

—  Bueno, bueno…estoy realmente  asombrado, espadachín.  No pensé  que encontrarías el escondite de Pithagrus tan pronto. Me tomo muchos años encontrarlo…debido a que nunca pensé que estaría en Suribus, en vez de Stachion.

Sacudió su cabeza teatralmente y luego bajó su mirada hacia mí, quien estaba tumbado en el corredor.

— Tengo curiosidad por saber la fórmula oculta detrás de los acertijos que él guardaba con tanto secreto…pero comenzaré con esto primero.

Caminó por mi lado, sus extraños zapatos puntiagudos hacían ruido con cada pisada, y se paró frente a Asuna. Con algún movimiento muy hábil de manos—o probablemente solo para hacer que la historia encajara con la escena—la llave dorada apareció en su mano, cuando debería estar a salvo en su inventario. Examinó los finos detalles y suspiró pesadamente.

— Ahhh…esperaba encontrar el cubo aquí…pero tengo una idea de dónde está la puerta que abre esta llave. Seguramente, el objeto que busco estará allí –dijo él, su tristeza se transformó en una sonrisa de placer. Guardó la llave en su capa y acarició su larga barba.

— Me hiciste un buen trabajo, espadachín. Normalmente, aquí es donde les diría adiós…pero de hecho, te tengo otro trabajo. ¿Está bien si pido tu cooperación una vez más…?

Extendió su mano izquierda y chasqueó sus dedos. El hombre alto enmascarado, quien no había dicho una palabra, se acercó caminando y extrajo un enorme saco de su capa. Se arrodilló y agarró mi cuello con una mano anormalmente gruesa, levantándome fácilmente, y me lanzó dentro del saco. Había experimentado esto antes, pero en la prueba beta, hice la misión por mi cuenta. Al estar en un grupo de dos, ¿usarían dos sacos, o simplemente…?

Mi duda fue respondida cuando el saco se abrió nuevamente, y mi compañera aterrizo sobre mí, habría soltado un gruñido por el impacto, si hubiera sido capaz de hablar. Seguramente Asuna no estaría feliz por esto, pero ella tendría que lidiar con ello por el bien de nuestra búsqueda de experiencia.

Por encima de su hombro, vi que el hombre alto observaba la bolsa. Entonces la cerró, y no pudimos ver nada.

Pude sentir al hombre levantándonos y poniéndonos sobre su espalda. Nuestro saco oscilaba al ritmo de cada paso. Se escuchó el sonido de una puerta abriéndose y cerrándose. A través de la gruesa arpillera, escuché el apenas perceptible sonido del río y la música distante de los músicos NPC.

A esta hora, muchos jugadores todavía estarían comiendo y haciendo compras en Suribus. Y nosotros estábamos siendo secuestrados y llevados entre la multitud—un desarrollo atrevido para una misión. El saco era lo suficientemente grande como para que los dos cupiéramos en él; ¿Qué pasaría si fuera un grupo completo de seis personas…? Antes de que pudiera pensar en las posibilidades, hubo un golpe fuerte, y dejamos de balancearnos. Pude escuchar sonidos de cansancio parecidos a—el aliento de un caballo—y entonces fuimos subidos a un carruaje.

Después de un tiempo, el carruaje se meció otra vez, probablemente debido a que el hombre alto y Cylon entraron en los asientos delanteros. Se escuchó el sonido de un latigazo, después el de unas herraduras golpeando el camino y el giro de unas ruedas. El carruaje bajaba lentamente junto al río.

La parálisis aún me impedía moverme o hablar, pero saber que estábamos tomando un taxi gratis de regreso a Stachion hacia la experiencia tolerable. El problema más grande era que no tenía idea de cómo Asuna—quien estaba echada sobre mí—se sentía sobre todo esto. Una vez que fuéramos libres de movernos nuevamente, ella probablemente me gritaría por no haberle contado de antemano lo que pasaría, pero por ahora quería creer que ella comprendería que solo estaba tratando de reservar la sorpresa y diversión de este clímax para su disfrute.

En pocos minutos, el carruaje estaba fuera del pueblo, y el camino bajo las ruedas pasó de ser pavimento de adoquines a una trocha. Había poco más de kilómetro y medio de camino entre Suribus y Stachion. Sin monstruos que circularan por el camino, lo que indicaba que el viaje demoraría solo unos cinco minutos. Naturalmente, el evento continuaría después de llegar a la ciudad, por lo que probablemente serian otros treinta minutos o más hasta que recuperáramos nuestra libertad. A este paso, pasaríamos la noche en Stachion, en lugar de en Suribus…

— ¡¡Bree-hee-hee!!

El carruaje se detuvo violentamente mientras el caballo relinchaba. Abrí totalmente mis ojos, lo único que podía controlar, pero no había manera de ver lo que ocurría fuera del saco.

— ¡¿Quién anda allí?! ¡Yo soy Cylon, lord de Stachion! –grito él. Seguido por el sonido de metal chocando contra metal.

El caballo relinchó otra vez, y la carreta se volcó. Hubiera gritado si hubiera podido. El saco cayó con nosotros dentro y terminó dentro de un pequeño pastizal. El impacto hizo que la soga se aflojara y el saco se abriera ligeramente, dándonos una mejor vista del exterior.

Sobre el carruaje, Cylon y un bandido con una capucha negra estaban luchando con espadas, y cerca de ellos, el hombre alto con la máscara de cuero estaba en combate con otro bandido similar. Los cursores de Cylon y su asistente eran amarillos, mientras que los bandidos eran naranjas.

Este evento no había ocurrido en la prueba beta. No era extraño que los eventos del lanzamiento oficial fueran diferentes, pero eso significaba que el conocimiento de la prueba beta no iba a seguir siendo de ayuda. Nosotros aun teníamos que esperar a que los efectos de la parálisis de desvanecieran, pero una vez que lo hicieran, quizá tendríamos que escoger entre apoyar a Cylon o a los bandidos—o simplemente escapar…

— ¡¡…!!

Sentí que Asuna se tensó y respiraba más fuerte de lo usual. Un momento después, entendí el por qué.
Habíamos peleado contra varios elfos del bosque identificados como NPCs. El color de sus cursores eran rojos, como los monstruos. Pero los bandidos encapuchados que luchaban contra Cylon tenían cursores naranjas. El color de los criminales.

Ellos no eran NPCs. Eran jugadores.

Justo cuando me di cuenta de esto, el bandido que peleaba sobre el carruaje usó una habilidad de espada y cortó despiadadamente a Cylon. La fuerza del momento hizo volar la capucha del atacante exponiendo su rostro.

Brillando en la pálida luz de la luna había una cofia de plata, con los extremos desgastados—y una gran sonrisa lasciva debajo.

Conocía ese rostro. Él tenía una espada ahora, pero nunca lo confundiría con nadie más. Era el usuario de hacha que me retó a duelo en el tercer piso con la intención de asesinarme…Morte.

El veneno paralizante de Cylon solo inmovilizaba el cuerpo y no tenía efectos en la mente del jugador—pero no pude pensar en nada por varios momentos.

Al final, una pregunta llegó a mi cabeza—y después la respuesta. Estos pensamientos eran como burbujas y estrellas que ascendían y estallaban brevemente en mi cabeza.

“¿Qué hacían aquí Morte y su amigo?”

“…Eso debería ser obvio. Ellos no nos están salvando a Asuna y a mí de Cylon. Todo lo contrario. Ellos están aprovechando  nuestro estado  de parálisis para asesinarnos”

“Entonces, ¿cómo supieron que estaríamos paralizados y pasando por este lugar justo en este momento?”

“…¿Nos estuvieron siguiendo todo este tiempo? No. Morte era un beta tester como yo. Probablemente conocía todo sobre la misión ‘La Maldición de Stachion’ y sabía que si vigilaba el escondite de Pithagrus, nos vería a mí y a Asuna aparecer eventualmente”

“Entonces, ¿cómo escapamos?”

………

Pero ningún plazo de tiempo traería la respuesta a la tercera pregunta a mi mente.

Era perfectamente posible interferir con la misión de otro jugador si esta ocurría en zonas abiertas, y ya lo había experimentado en otros juegos antes de SAO. Pero nunca se me había ocurrido que algo como esto podría pasar.

Cylon había caído del carruaje, la mano con la que sostenía la espada hasta hace un momento apuntó hacia su atacante.

— ¡Matar a un lord es un terrible crimen! –gritó–. ¡Nunca serás aceptado en Stachion—o en las puertas de cualquier otra ciudad nuevamente!

No podía decir si su discurso era parte de los patrones de diálogo de Cylon o algo espontáneo que mostró al enfrentarse a una muerte inesperada. En cualquier caso, su amenaza no tuvo efecto en Morte. El usuario de hacha avanzó dos pasos, aun sonriendo, cambió su arma a un hacha de una mano con la habilidad Cambio Rápido, y la hundió en la cabeza de Cylon.

La barra de HP debajo del cursor nombrado como CYLON se redujo a cero, y el lord de Stachion se balanceó lentamente hacia atrás, con la mano derecha todavía estirada, y cayó del carruaje. Su cuerpo rebotó en el suelo cerca de nuestros pies y llegó a una posición antinatural antes de destrozarse en una lluvia de partículas azules.

Como podría esperarse de un lord, éste dropeó varios objetos entre grandes cantidades de monedas de oro y plata, provocando un ruido metálico estridente mientras rebotaban en el suelo. Este era el tipo de ganancia que esperarías hacer siendo un jugador naranja, pero Morte ignoró las monedas. Bajó la mirada hacia nosotros desde el carruaje. Sus ojos estaban ocultos bajo los bordes de la cofia, pero la sonrisa en sus labios se agrandó aún más.

Justo entonces, el otro bandido encapuchado que luchaba con el hombre alto al otro lado del carruaje chilló:

— Oye, si ya has acabado con el viejo, ¡Ven a ayudarme! ¡Este cerdo tiene un nivel alto!

Levanté mi vista tanto como pude y vislumbré al hombre alto, sus enormes puños estaban envueltos en guanteletes de cuero reforzados con metal, meciéndolos hacia el pequeño encapuchado que esquivaba hábilmente moviéndose alrededor. El bandido tenía una delgada daga en su mano, lo que me indicó que él debía ser aquel que se reunió con Morte en las catacumbas subterráneas en el quinto piso. Si estos dos estaban alrededor, entonces era posible que el jefe de la pandilla de PKers estuviese cerca—el hombre de la capa negra que intentó asesinarme durante el espectáculo de fuegos artificiales—pero no lo había visto aun.

El usuario de daga esquivó rápidamente los golpes del hombre alto y contraatacó hábilmente, pero mantenía su distancia y no se acercaba demasiado como para causar gran daño. En este punto, nuestra única esperanza era confiar en que el hombre que nos había metido en el saco. Si él podía aguantar por unos minutos, incluso con Morte involucrado, Asuna y yo podríamos recuperarnos de la parálisis.

Pero…

— Lo siento, estoy ocupado ahora. Si no puedes derrotarlo, llévalo al bosque y piérdelo allí, por favor –ordenó Morte, después giró hacia nosotros. Su compañero protestó, pero parecía claro que Morte tenía una posición más alta en su pandilla. En lugar de eso, él le grito al hombre alto para que lo siguiera y corrió hacia el bosque denso al sur del camino. El hombre con la máscara de cuero rugió y fue detrás de él.

Cuando los dos pares de pasos se desvanecieron, quedó un silencio sepulcral. Por alguna razón, los familiares sonidos de insectos y búhos se silenciaron completamente.

Dentro del silencio se escucharon unos ligeros pasos. Morte había saltado desde el carruaje. El hacha que él había usado para asesinar a Cylon descansaba en su hombro, y caminó descuidadamente pisando las monedas derramadas en el piso mientras se acercaba a donde estábamos Asuna y yo.

—…Vaya, vaya, vaya. He estado esperándote, Kirito. Tuve la corazonada de que aceptarías la misión del lord, pero no estaba tan seguro así que no te seguí durante todo el camino. En vez de eso, solo me senté a ver lo que pasaba en el escondite de ‘Py-loquesea21’ desde una posada comenzando desde anoche… ¡Oh! Whoopsie.

Su maliciosa mirada sonó un poco avergonzada, y él rascó la sien con la parte posterior del hacha.

— El jefe siempre me dice que debería controlar mi lengua, pero no parece que nada  fuera a cambiar,  ¿no  crees?  Por otro  lado, realmente  apestaría  que  te recuperaras de la parálisis mientras yo solo hablo sin parar, por lo que temo que aquí es donde nos despedimos.

Giró el hacha en sus dedos, haciendo un evidente ruido, después la agarró correctamente y comenzó a caminar de nuevo.

Justo en ese momento, el borde verde que rodeaba nuestras barras de HP comenzó  a  parpadear.  Treinta  segundos hasta  que  los efectos  del  debuff  se desvanecieran automáticamente…pero él solo necesitaba cinco para asesinar a un jugador indefenso.

Asuna estaba echada de costado y dándome la espalda, por lo que no podía ver su rostro. No podía decirle una palabra o tomar su mano.

Dejé que esta situación se generara debido a mi propia falta de precaución. Sabía que nos iban a llevar fuera de la ciudad en un estado totalmente indefenso, por lo que debí haberme dado cuenta que esto nos haría vulnerables ante posibles PKers. E incluso si no lo hubiera hecho, tal vez Asuna podría haberse dado cuenta de mi error, si yo no hubiera estado tan preocupado por las preciosas sorpresas de mi historia.

Tenía que encontrar una manera de sacar a Asuna de esta trampa mortal, incluso si para ello necesitaba sacrificarme.

El sonido de las botas se acercaba. El debuff no se había ido todavía. Los latidos de mi corazón se intensificaron.

Esta no era una señal virtual, sabía que donde fuera que estuviera mi cuerpo en el mundo real, mi corazón estaba agitado allí también. Mi mente se aceleró, el tiempo pasaba más lento de lo normal, mientras mi mente examinaba rápidamente todas las opciones.

21 N.T: Referencia a Phitagrus

Podía ver el cabello castaño-rojizo de Asuna, el pasto verde, y el bosque azul marino de fondo…así como los objetos que Cylon había soltado al morir: monedas de oro, plata, bolsitas misteriosas, una lujosa espada larga, su máscara de cuero, una llave de metal, una llave de oro, un pequeño frasco, y esos zapatos con las puntas elevadas.

Una posibilidad atravesó mi mente, tan rápido como un relámpago.

No podía mover mis brazos o piernas por el momento. Pero había dos cosas que podía hacer.

Una era mirar. La otra era respirar.

Morte se detuvo justo frente a mí; yo estaba echado de costado. Aunque no podía verlo directamente, su sombra estaba estática sobre el suelo, levantando silenciosamente el hacha sobre su cabeza.

En ese momento, expulsé todo el aire que guardaba en mis pulmones.

Mi objetivo era el pequeño frasco, que permanecía parado a menos de un metro de mí. Tenía una cráneo marcado en el costado—eso era lo que Cylon había usado para paralizarnos. Debió haber reestablecido su contenido al ser dropeado, porque estaba cerrado y lleno en lugar de abierto y vacío.

El frasco tenía solo cinco centímetros de alto, y la fuerza del aliento en este mundo tendía a ser exagerado—fuimos capaces de inflar las frutas-flotador del cuarto piso con un simple soplido—pero  no  estaba  seguro si sería  capaz de tumbarlo esta vez. Sin embargo, para mi sorpresa, otra corriente de aire fue liberada al mismo tiempo. Asuna había llegado a la misma conclusión e intentado lo mismo.

El pequeño frasco se tambaleó hacia los lados con la fuerza del aire, se inclinó hacia atrás, luego hacia adelante—y finalmente cayó. La tapa, que solo estaba puesta sin ningún tipo de seguro, rodó por el suelo, y un cruel humo verde salió disparado con una fuerza sorprendente. Aspiré profundamente, tomando una gran cantidad de aire limpio y aguanté la respiración.

Instantáneamente, el humo nos envolvió, volviendo todo de color verde. Escuché el rechinar de una lengua y sentí que Morte se alejaba. El parpadeo del borde verde alrededor de mi barra de HP se hacía cada vez más rápido.

En Aincrad, elevar dos diferentes tipos de parámetros podía permitirte exhibir una fuerza física y velocidad que eran imposibles en la vida real. Pero había algunas cosas en un VRMMO de inmersión total que todavía derivaban de la forma física de tu cuerpo real.

Una de esas cosas era la capacidad pulmonar. Si tu cabeza estaba cubierta por agua, el juego detectaba que estabas en un estado de ahogamiento, pero mientras mantuvieras tu respiración, no habría pérdida de HP. Debido a que la respiración no era del avatar, sino del cuerpo físico, significaba que los jugadores que tenían mayor capacidad pulmonar en el mundo real podían moverse más debajo del agua. Lo mismo aplicaba para cuando estabas envuelto en una nube de gas venenoso.

No solía ejercitarme mucho en la escuela, por lo que mi confianza en mi capacidad pulmonar era baja, pero el gas de Cylon había durado solo por treinta segundos en la casa embrujada, y sabía que al menos podía aguantar durante ese tiempo. El problema era que la parálisis aun hacia efecto…y si Morte se mantendría alejado durante los treinta segundos.

Habían pasado cinco…seis…siete segundos desde que el gas comenzó—y el borde de la barra de HP y el icono del debuff se habían ido. Instantáneamente, sentí de nuevo mi cuerpo, y me levanté, apoyándome en mi mano izquierda, tomando mi espada con la derecha.

Entonces Morte vino cargando a través de la cortina de veneno hacia mí.

El gas era tan denso que solo podía ver una vaga silueta del cuerpo del enemigo. Para Morte era igual, pero el movimiento que hizo, cortando a través del humo, estaba perfectamente dirigido hacia mi cabeza.

Si bloqueaba la hoja del hacha que bajaba en picada hacia mí con solamente mi espada, perdería en términos de peso y momento. Pero tampoco tenía tiempo para contraatacar desde una posición agachada. No tuve más opción que poner mi mano izquierda para apoyar la espada y asumir una posición de bloqueo a dos manos.

El hacha de Morte golpeó el costado de la Sword of Eventide, soltando chispas que casi me cegaban, incluso en la densa neblina. El impacto fue tan fuerte que por un momento temí que mi espada se rompiera, pero la legendaria espada del clan Yofilis absorbió el impacto valientemente—el rebote detuvo brevemente a Morte en su posición.

— ¡¡……!!

Me levanté de golpe con un rugido ronco, ejecutando la habilidad de artes marciales Flash Blow con mi mano izquierda. Mi puño salió disparado hacia adelante envuelto en una luz roja, que Morte lo bloqueó con su brazo derecho descubierto—aunque no era suficiente para evitar que perdiera el equilibrio. Yo también tuve un retraso post-habilidad, pero de todas las habilidades de espada que conocía, Flash Blow tenía el menor tiempo de retraso. Cuando me recuperé menos de un segundo después, Morte todavía se estaba tambaleando.

Su lado derecho estaba protegido por su hacha aparentemente resistente, pero el lado izquierdo estaba indefenso. La mejor manera de golpearlo allí seria con la habilidad de espada larga Horizontal——

No. Espera.

Cuando luché contra Morte en el campamento de los elfos del bosque en el tercer piso, él usó Cambio Rápido para cambiar su espada por su hacha. Pero también sacó un escudo circular junto con esta. Pero ahora su mano izquierda estaba vacía.

¿Había cambiado su estilo? ¿Por qué—?

Para hacerme pensar que su mano izquierda estaba vacía.

— ¡¡…!!

Apreté mis dientes y me contuve de usar la habilidad de espada que estaba a punto de activar, haciendo retroceder mi hoja. Al mismo tiempo, Morte agitó su muñeca izquierda y lanzó algo hacia mi rostro.

El objeto atravesó el gas venenoso y golpeó mi espada, que apenas había desplegado a tiempo. Basado en el clang metálico y la fuerza del impacto, pude adivinar que era un dardo—probablemente envenenado.

En el tiempo en el que retrocedí mi espada para defenderme, Morte se había recuperado, pero el escogió alejarse en lugar de contraatacar. Saltó hacia atrás, y lo seguí, cuidándome de los dardos adicionales. En cinco segundos, estaba fuera del gas venenoso, así que solté mi aliento y aspiré aire fresco.

Menos de cinco metros adelante, Morte tomó un respiro, su boca se abrió con alegría.

— Ja-ja…Bien hecho, Kirito. No puedo creer que hayas bloqueado eso.

— Dime, ¿dónde y cuándo obtuviste ese raro y peligroso dardo envenenado? – le pregunté, revisando la hoja pulida de la Sword of Eventide para ver en su reflejo detrás de mí. Asuna se recuperó al mismo tiempo que yo, pero no había salido del humo verde todavía. El icono de debuff había abandonado su barra de HP, por lo que sabía que ella no había caído bajo sus efectos nuevamente, pero no sabía qué razón podría tener ella para no moverse todavía.

— Bueno, si te no dijera, irías a conseguir algo por tu cuenta, ¿verdad? Es sorprendente cuán útiles pueden ser estas cosas –Morte bajó la vista, mirando de reojo su cintura.

El veneno en SAO—especialmente el tipo paralizante—era increíblemente peligroso, evidenciado por la forma en que él había usado ese evento de parálisis para casi asesinarnos. Por esa razón, era muy, muy difícil para los jugadores usarlo. No solo porque era lo bastante difícil elaborar un agente paralizante de alto nivel con la habilidad Mezclar, el solo cubrir tu arma con ello no tenía ningún efecto. 

El arma misma necesitaba tener un atributo de toxicidad extremadamente raro, y yo nunca había visto un arma como esa, mucho menos encontrado una. El hombre de la capa negra, el jefe de Morte, había afirmado que el cuchillo que él tenía en mi espalda estaba impregnado con paralizante de nivel 5 y veneno de nivel 5, pero después descubrí que eso era falso.

Pero el dardo de diez centímetros que Morte tenía entre sus dedos estaba brillando con algo aceitoso bajo la luz de la luna. Él claramente había dejado el escudo y aceptado el estado de ‘equipo irregular’ que lo hacía incapaz de usar habilidades de espada, con el fin de que pudiera realizar ataques furtivos con esa cosa, por lo que tenía que ser un arma envenenada. Sin importar la solución que él hubiera hallado, no iba a dejar que me golpeara.

Afortunadamente, los dardos eran armas de un solo uso por naturaleza, que se podían encontrar y comprar en conjuntos de tres. El primero Morte lo tiró en algún lugar del bosque, por lo que le quedaban dos. Si pudiera sacarlos de la ecuación, tendría la ventaja.

La mirada de Morte se suavizó un poco. Puso su hacha por delante y ocultó la otra mano detrás. Yo elevé mi espada hasta un nivel medio, listo para desviar cualquier ataque.

El gas venenoso detrás de mí aún seguía allí. Solo había durado treinta segundos cuando Cylon lo usó, por lo que asumí que sería lo mismo aquí—pero ¿y si el periodo de activación había sido recortado solo para el evento, y una vez obtenido por un jugador, su duración predeterminada fuera mayor? Si fueran dos minutos, o incluso solo uno, no podía garantizar que la respiración de Asuna durase tanto. Si la parálisis se había ido, ¿por qué ella no salía del humo…?

Justo cuando comencé a preocuparme de verdad, escuché un chillido del otro lado de la nube de humo.

— ¡Whew! ¡Finalmente lo perdí! ¿Oye, todavía no has terminado por allí?

El segundo hombre encapuchado que había llevado al NPC hacia el bosque regresó antes de lo que esperaba. Apreté mis dientes, mientras Morte me sonreía. Si Asuna estaba en algún tipo de problema y no podía liberarse, tendría que continuar peleando en un dos-contra-uno mientras la protegía. De hecho, su vida era la máxima prioridad, por lo que si fuera necesario, tendría que sacrificarme para que mi compañera pudiera escapar.

En la hoja de mi espada, mi espejo retrovisor improvisado, vi una figura oscura encapuchada que se mantenía a una distancia razonable de la nube de humo.

—…Mierda, ¿él aún está vivo? ¿Y qué hay con este humo de todos modos? No se supone que usáramos esto, ¿verdad?

— No fui yo. Aquí Kirito encontró una forma de utilizar el objeto venenoso del NPC. Ja, ja, ja, ja –respondió Morte.

El segundo encapuchado chasqueó su lengua teatralmente.

— Que dolor de culo. Por otro lado… ¿puede que tenga suerte, ahora que tengo la oportunidad de eliminar a alguien? Todavía no supero mi furia por perder mi Chivalric Rapier robada en el quinto piso. Oye, ¿dónde está la chica?

— Ella parece estar aún paralizada dentro de la nube de humo.

— Genial. Entonces primero matemos al beater aquí presente.

El Encapuchado Nº 2 sacó una oscura daga brillante de su cintura.

Estuve en silencio mientras los otros dos hablaban, ignorándome. Pero en el instante en que Nº 2 mencionó a Asuna, sentí mi sangre hervir y casi me lancé al ataque. Pero sabía que en el instante en que le diera la espalda a Morte, el lanzaría el dardo. El Abrigo de Medianoche que había mejorado en el campamento élfico oscuro todavía era lo suficientemente fuerte para usarlo aquí en el sexto piso, a pesar de haberlo obtenido como bono de LA al derrotar al jefe del primer piso. El problema era que era débil ante los ataques perforadores22, igual que cualquier armadura no metálica. Esto era un problema menor en Aincrad, donde no había arcos ni flechas, pero junto con las armas de asta como las lanzas y lancetas—y armas a una mano como estoques y estiletes23—los dardos servían perfectamente como armas perforadoras.

Atacaría a Morte tan rápido como pudiera para neutralizarlo, después derrotaría a su camarada. Esa era la única salida—pero ¿realmente podría dominar al usuario de hacha, sabiendo que su habilidad en duelos era probablemente más alta desde la última vez que luchamos? Incluso si tuviera la técnica y parámetros, ¿podría llegar a cruzar esa línea final…?

A diferencia del mundo real, mientras tuvieran un solo pixel de salud restante, podrías moverte y pelear. Por lo que la única manera de garantizar su neutralización sin usar veneno o trampas era reducir su HP a cero—matándolo.

Debido a que Morte y el usuario de daga habían atacado a Cylon y a su asistente, sus cursores de jugador eran naranjas, el color de los criminales. Como jugador verde, podía atacarlos sin ninguna penalización ni el temor de volverme un jugador naranja, pero eso solo era según las reglas del sistema. Actualmente, SAO era un juego de la muerte del que era imposible escapar, y perder tu HP significaba que el NerveGear freiría tu cerebro con fuertes microondas. Si yo asesinaba a Morte y a su amigo, estaría asesinando sus cuerpos biológicos, donde fuera que estuvieran en el mundo real.

22 N.T: Piercing attacks.
23 N.T: Daga o cuchillo con una hoja muy larga y aguda de varios diseños,

Hacer PK era asesinato real ahora. ¿Podría hacer yo eso?

Una intuición demoniaca me invadió durante ese momento de indecisión.

— ¡Shah!

Morte se puso en movimiento. Salté hacia mi izquierda para alejarme de él y mantener al usuario de daga dentro de mi vista. Pero Morte leyó completamente mis movimientos y fue hacia la misma dirección que yo, oscilando su hacha por un costado.

Mientras el tuviera el dardo envenenado en su mano izquierda, seria detectado como posesión de doble-arma—y sería incapaz de usar habilidades de espada. Pero el hacha a una mano de Morte tenía un poder que no podía pasarse por alto, incluso si solo hiciera ataques ordinarios. A diferencia de la Anneal Blade con su excelente peso y durabilidad, la Sword of Eventide era aguda pero ligera, y quizá no soportaría ataques severos si mi técnica de guardia no fuera cuidadosa.

Cuando aterricé, me balanceé hacia atrás, y la gruesa hoja del hacha pasó directamente donde había estado mi cuello. El ataque fue tan fuerte que Morte terminó exponiéndome  su  espalda. Dada mi posición, podría  haberlo  atacado directamente, pero el Encapuchado Nº 2 estaba acercándose furtivamente con su daga. Si ellos me rodeaban por delante y por detrás estando descubierto, eventualmente caería víctima de ese dardo envenenado. Necesitaba atraerlos hacia el bosque al norte del camino de modo que pudiera pelear con mi espalda cubierta por un árbol.

Doblé mis rodillas, listo para saltar otra vez.

Justo entonces, la nube de humo verde detrás de Nº 2 se desvaneció.

Era una esgrimista, con una capucha roja batiéndose detrás de ella, con un estoque de plata en su mano. Su cara estaba oculta detrás de una monstruosa máscara de cuero—la máscara de gas que Cylon había usado en el escondite de Pithagrus y que había caído tras su muerte. Asuna había estado escondida en la nube de gas durante más de un minuto debido a que la estaba usando.

Tanto Morte, quien estaba tratando de rectificar su posición hacia mí, como el Encapuchado Nº 2, habían fallado en divisarla. Ella podría tomar la ventaja usando una habilidad de espada contra la espalda indefensa del segundo.

Pero la pregunta era: ¿Podría Asuna, quien nunca había experimentado un duelo como una forma de combate mortal, realmente hacer esto? Si ella dudaba incluso solo un instante durante la activación, la habilidad de espada se bloquearía, y ella quedaría congelada en el lugar, abierta ante un contraataque devastador.

Durante este momento de pausa, centré mi atención en el hacha de Morte. Si mi expresión causaba que Nº 2 notara el ataque desde su espalda, la paciencia y estrategia de Asuna habrían sido inútiles. Tenía que creer en mi compañera.

— ¡Shhu!

Morte balanceó su hacha otra vez. Retrocedí lo suficiente como para evitar su ataque, manteniendo mis ojos en su mano izquierda. Él estaba buscando que yo bloqueara el hacha, dándole una oportunidad para lanzar su dardo, por lo que tenía que seguir esquivándolo con rápidos movimientos laterales.

En la esquina de mi campo de visión, vi a Asuna corriendo a una increíble velocidad para acortar distancias, preparando el ataque de su estoque. Su objetivo se estaba agachando rápidamente, quizá notando los pasos detrás de él.

La punta del estoque brilló con un rojo brillante. El brazo derecho de Asuna y la espada se fundieron en un flujo de luz. Mientras me preparaba para el tercer golpe de Morte, envié un mensaje silencioso a mi compañera.

“¡¡Ve, Asuna!!”

Hubo una serie de fuertes impactos. Su habilidad de espada Triangular golpeó al hombre justo en la espalda, quitándole un tercio de su HP.

— ¡Aaah…mierda! –gruñó furioso por el dolor, rodando por el suelo mientras su espalda sangraba con un gran efecto de daño.

— ¡Ella no está paralizada! ¡Era un truco sucio! –gritó.

Asuna se recuperó del retraso de habilidad y, mientras ignoraba esa hipócrita protesta, se quitó la máscara y la lanzó al pasto. Bajo la pálida luz de la luna, sus hermosos rasgos eran feroces por la ira—los cuales nunca había visto. Eso fue suficiente para enmudecer al hombre quejumbroso, eso era seguro.

— Déjame este a mí. Ve por Morte, Kirito.

Su voz tranquila llegó fuerte y clara desde una distancia de casi diez metros. Asentí ligeramente en dirección a sus brillantes y fríos ojos, después giré hacia el usuario de hacha.

La despiadada boca visible debajo de su cofia ya no tenía su leve sonrisa.

— Oh, vaya –gruñó–. Nuestra diversión pasó rápidamente a ser un verdadero aprieto.

— ¿Creías que te iba a ser fácil matar algunas personas inmovilizadas? Piensa de nuevo.

— Vaya, vaya, esto aún no está decidido. ¡Aún tengo dos dardos…envenenados! –gritó, oscilando el hacha en su mano derecha verticalmente. Retrocedí por instinto mientras la hoja oscurecida pasaba cerca de mi nariz.

Dolía ser incapaz de bloquear, pero el Harsh Hatchet de Morte estaba mejorada con un +6 en Peso, que era suficiente para desestabilizar el centro de gravedad del avatar al iniciar los ataques. Este era un detalle menor, pero si te mantenías alerta, podías notarlo.

Mientras Morte y yo estábamos centrados en combate cercano, Asuna y el Encapuchado Nº 2 estaban montando un espectáculo.

Ambos eran del tipo velocidad—la daga y el estoque brillaban a una velocidad alucinante, iluminando la noche con una lluvia de luces. En términos de velocidad pura, ninguno de los jugadores de la línea delantera podía sobrepasar a Asuna—si alguien pudiese hacerlo, la agilidad extrema de Argo quizá podría lograr la hazaña. Pero en una batalla sin reglas de jugador-contra-jugador, su estilo era simplemente muy directo. Contra un oponente bien entrenado en fintas y trampas, ella probablemente lo tendría difícil.

Pero después de un poco de práctica en duelos contra mí, el hecho de que ella se esmerase mucho en una pelea contra un verdadero PKer era señal de su enorme progreso. Tenía que responder a su ejemplo. No podía estar a la defensiva todo el tiempo.

Morte continuó atacándome furiosamente, intentando forzarme a bloquear su hacha—o solo quitarme el balance de modo que pudiera apuñalarme directamente con el dardo. En el mundo real, él ya estaría exhausto ahora, pero mientras no realizaras acciones fuera de tu capacidad de Fuerza, el parámetro oculto ‘Fatiga’ no sería un problema aquí.

El bosque nocturno ofrecía baja visibilidad y terrenos disparejos, por lo que si seguía esquivando, eventualmente tropezaría con una raíz o alguna piedra. Tenía que cambiar esta situación antes de que eso ocurriera.

— ¡Sh…shwaa!

Evadí los golpes continuos de Morte, tanto verticales como horizontales, con un rápido movimiento de pies. Después me arriesgué: fingí tropezar con algo, avanzando torpemente.

Morte salió al ataque. ‘¡Haaaa!’ siseó, blandiendo el Harsh Hatchet desde arriba. Él estaba un poco lejos, debido a que yo estaba alejándome concentrándome en la evasión.

Las hachas eran armas poderosas ya fueran a una mano o a dos, pero si te acercabas lo suficiente—y usabas todo tu coraje y valentía—podías tomar ventaja de sus debilidades estructurales.

— ¡Argh! –grité, tensando mi cuerpo, ‘tropezando’ con mi pierna izquierda y lanzándome hacia adelante a partir de ahí. Eso me llevó hacia una abertura del hacha, donde podía estirar mi antebrazo izquierdo y golpear con él la mano que sostenía el arma.

Una fuerte sacudida recorrió mi brazo y hombro, y perdí cerca del 5 por ciento de mi HP. Pero al mismo tiempo, activé la habilidad de espada Slant con mi otra mano. La hoja envuelta en un brillo azul golpeó el brazo izquierdo de Morte mientras el giraba su muñeca para clavar el proyectil envenenado.

Imaginé que si podía hacer que soltase el dardo, seria genial. Pero mi ‘obra maestra’ de los elfos oscuros mostró incluso una mayor habilidad para responder a mi arriesgada jugada. La espada silenciosamente cortó el brazo de Morte por debajo del codo. Su antebrazo explotó violentamente en pequeñas partículas azules, y el dardo que el sostenía cayó al pasto.

Eso causaría daño por perdida de miembros. Él no podría lanzar sus dardos con la mano izquierda durante al menos tres minutos, cuando se recuperara del efecto.

— ¡Ja-ja! –rió Morte, ya fuera un engaño o una señal de que el aún tenía trucos bajo la manga. Saltó hacia atrás, mientras vívidas partículas rojizas caían de su brazo cortado como si fuese sangre.

Yo no era de esos que seguían atacando en un duelo después de haber dado en el blanco. Lanzar continuamente habilidades de espada buscando hacer el máximo daño también elevaba tu propia vulnerabilidad, y era muy fácil sufrir consecuencias devastadoras cuando fallabas.

Pero en esta situación específica, tan pronto como mi retraso por habilidad terminó, me lancé hacia adelante, persiguiendo a Morte mientras él escapaba. Parecía que yo estaba más furioso que cuando me di cuenta que los PKers estaban persiguiendo a Asuna…y conmigo mismo por no reconocer el peligro del evento de parálisis.

— ¡¡Raaahh!! –rugí desde lo profundo de mi vientre, impulsando la espada con el movimiento de mis muñecas. Múltiples líneas de una pálida luz azul se encendieron en su hoja, y una fuerza invisible me impulsó desde atrás. Era la habilidad tipo carga de bajo rango: Rage Spike.

Esta habilidad de espada, que se desbloqueaba al llegar al nivel 50 de dominación, era una de las habilidades básicas después de  Slant, Vertical, y Horizontal. Por lo que tenía bajo poder, pero a diferencia de Sonic Leap, el cual consistía en saltar y ejecutar un tajo descendente, este iba en una línea recta paralela al suelo, haciéndola más precisa y difícil de bloquear.

Con su mano izquierda ausente y sin más armas que lo perjudicaran, Morte ahora era capaz de usar habilidades de espada con su hacha, pero al verme inclinándome y  corriendo  hacia  él,  instantáneamente  abandonó  la  idea  de  contraatacar. Retrocedió el hacha y la sostuvo en una pose de defensa delante de él.

El mango del hacha era, en esencia, solo un palo circular, aunque algunos estaban adornados con pinchos o pequeñas cuchillas. Pero debido a tal diseño, ese era el punto débil del arma durante el ataque—aunque a diferencia de las espadas, un   hacha era mucho menos propensa a ser destruida durante la defensa, sin importar de dónde viniera el ataque. Y dada su habilidad, Morte no tendría muchos problemas para defenderse de mi ataque con el mango, incluso si tenía apenas un par de centímetros de grosor.

Sin embargo, una carga bloqueada aun podía aturdir al objetivo. Ahora era el momento de poner todo en este ataque sin temer un contraataque—para dejarle saber con lo que se estaba enfrentando.

— ¡Aaahhhhhh! –rugí, blandiendo mi espada directamente hacia su pecho.

— ¡Sshheh! –siseó Morte, poniendo el mango del hacha en el camino de la luz azul pálida. La hoja de mi espada siguió avanzando, lista para cortar ese palo de acero.

Y entonces.

Como si la espada se moviera por cuenta propia, la hoja osciló ligeramente hacia la derecha. La perfectamente rígida e implacable Sword of Eventide, solo por un momento, adquirió una vivida flexibilidad, moviéndose por su cuenta para evitar su obstáculo…o eso me pareció.

La hoja rozó el borde del Harsh Hatchet solo lo suficiente para crear chispas, después volvió a su rigidez habitual, golpeando un punto a la derecha del centro de Morte—directamente en su corazón, un punto crítico—con una precisión aterradora.

La armadura de escamas color gris oscuro del usuario de hacha brillaba ligeramente, indicando que no estaba hecha de metal, sino de la piel de algún monstruo. Parecía facilitar el movimiento sigiloso, ideal para hacer PK, pero su capacidad para bloquear ataques tipo carga o perforadores no era diferente de mi abrigo largo.


Así que la Sword of Eventide, en lugar de detenerse como haría al golpear una gruesa barra de metal, se deslizó por la abertura entre las escamas y se hundió más y más profundo…

¡¡Kadaaamm!! Yo había usado esta habilidad más veces de las que podía contar, y nunca antes había escuchado que produjera este tipo de sensación. La hoja vibró a través de mi mano lo suficiente como para sacudir incluso mi cráneo. El efecto de luz que produjo el impacto era dos o tres veces más fuerte de lo habitual, haciendo que mi visión se llenara de luz azul.

Sonido, luz, reacción. Este era un verdadero golpe crítico. Y en un punto crítico débil, también.

Cuando el destello  se  desvaneció,  más de  la mitad  de  mi espada  estaba enterrada en el pecho de Morte.

La barra de HP en medio del cursor naranja que flotaba sobre la cabeza del usuario del hacha comenzó a disminuir. Parecía moverse más lento de lo normal, quizá porque yo estaba en alerta máxima, pero no mostro signos de parar. De estar casi lleno, cayó a 70, luego a 60, luego al 50 por ciento y siguió bajando, en la zona de peligro amarilla.

Estaba seguro de que se detendría pronto, pero la línea amarilla siguió reduciéndose incesantemente. Estaba bajando al 40 por ciento, después al 35…y al 30. Ahora estaba en la zona de peligro rojo, la barra estaba cada vez más cerca de llegar al final de la ranura.

Cuando él me había desafiado a un duelo de Acabado Medio en el tercer piso, Morte había reducido mi HP hasta apenas un poco por encima de la mitad de modo que pudiera acabar con el resto en un solo ataque—un PK por duelo. Pero al final, esa pelea terminó con ambas barras de HP apenas sobre el 50 por ciento.

25…23…seguía bajando. ¿Era posible destruir todo el HP de un jugador de alto nivel en un solo ataque, incluso con un golpe critico en su punto débil? Había una luz roja brillante que salía del lugar donde la espada élfica estaba clavada en el pecho de Morte, brillando como sangre. Con la palma de mi mano derecha, sentí un pulso como los latidos del corazón. Ni yo ni Morte nos movimos un centímetro.

Varias veces en el pasado, había recibido tanto daño en un solo ataque que incluso no podía respirar, mucho menos moverme, mientras mi barra de HP caía. Eso era suficientemente peligroso en la prueba beta, pero ahora las consecuencias de  la muerte eran permanentes. Si no  se  detenía,  entonces Morte…el  chico acostado en  alguna cama  en  algún  lugar  de  Japón…seria  asesinado  por  su NerveGear.

Sin notarlo, desvié la mirada de su barra de HP roja hacia el rostro de su cofia con cadenas. La luz roja que salía de su corazón se reflejó ligeramente en la parte superior de su cabeza, la cual, de otra forma, habría seguido completamente oculta en las sombras.

Mi primer vistazo del PKer me mostró a un joven ordinario, quizá unos pocos años mayor que yo pero todavía un adolescente. Sus ojos cavernosos miraban fijamente el espacio sobre mi hombro derecho…hacia la barra de HP que solo él podía ver. Su rostro era inexpresivo, pero sus labios, que normalmente estaban curvados hacia arriba, estaban en forma de ‘v’ invertida, como si mostraran incredulidad.

Mi boca estaba abierta, también, y quería  preguntarle, incluso solo con el movimiento de mis labios, la razón por la que él había escogido hacer PK en un mundo como este——

——cuando una voz extremadamente estridente y aguda perforó mis tímpanos desde atrás.

— ¡Mamoru! ¡¡Saaaaca la espada!!

En un instante, finalmente comprendí.

El HP de Morte no había bajado hasta aquí solo por la combinación de golpes críticos. Él estaba sufriendo daño de perforación continua. Con mi espada todavía clavada en él, su HP continuaba drenándose por la herida.

Cuando él también se dio cuenta de esto, Morte soltó un gemido poco característico. Arrojó el Harsh Hatchet y sujetó la hoja de la Sword of Eventide con su mano derecha.

Si yo sostuviera fuertemente la empuñadura de mi espada con ambas manos y la empujaba hacia adelante, podría matarlo en menos de cinco segundos.

Y probablemente debía. Él intentó usar el evento de parálisis para asesinarnos a Asuna y a mí. Si sobrevivía esta vez, probablemente intentaría algo parecido nuevamente. Yo no quería morir, y especialmente no quería que Asuna muriera. Ella iba a convertirse en una guerrera mucho más fuerte que yo, lideraría a los jugadores a la victoria, y salvaría miles de vidas.

Nada era más importante que la vida de Asuna.

Por eso era tan crucial que yo diera este paso ahora, para——

— ¡Aaaah! ¡¡Aaaaaaah!!

Hubo un grito detrás de mí—un sonido para nada humano. Se escucharon pasos acercándose a toda velocidad.

Por instinto, puse mi mano izquierda en el pecho de Morte y liberé la Sword of Eventide. Partículas rojas salieron de la espada cuando la saqué, justo cuando el Encapuchado Nº 2 cargó hacia mí, blandiendo su daga. 

Asuna estaba persiguiéndolo por detrás, pero la velocidad del hombre era formidable, y ella no lo alcanzaría a tiempo. Di un paso hacia la derecha y levanté mi espada, preparándome para interceptar la daga mientras vigilaba a Morte, en caso que decidiera lanzar su tercer dardo con su mano restante.

Pero Morte permaneció con la mirada perdida e inmóvil, y el encapuchado número dos realizó una estrategia inesperada. Arrojó su daga hacia mí sin detenerse para apuntar.

Un simple golpe de mi espada desvió la trayectoria de la daga. Entonces Nº 2 soltó algo con su otra mano.

No era un arma, sino una pequeña esfera de un par de centímetros de diámetro. Había visto el mismo objeto hace menos de treinta horas, por lo que corrí hacia Asuna y grité:

— ¡Alto! ¡Es una bomba de humo!

Hubo un pequeño y suave ¡boomf! detrás de mí. Miré hacia atrás mientras la alcanzaba y vi una cortina de humo más oscura que la noche levantándose para cubrir a los PKers.

Aun así, pude ver al usuario de daga sosteniendo la mano derecha de Morte y ayudándolo a ponerse de pie. Después, una gruesa capa de humo cubrió sus siluetas, y solo escuché débiles pasos que se dirigían hacia el bosque al norte y salieron del alcance de mi oído. Los dos cursores naranjas desaparecieron al mismo tiempo.

Yo ya sabía que la pantalla de humo no causaba ningún debuff del sistema. Por lo que si corría tras ellos, había una gran posibilidad de que pudiera eliminarlos para bien—o al menos al gravemente herido Morte.

Pero mis pies se sintieron tan pesados que mis rodillas se hundieron en el pasto, y Asuna no los persiguió, tampoco.

La brisa fría de la noche silbó entre los árboles, dispersando finalmente el gas venenoso verde y la reciente pantalla de humo. Cuando el aire se aclaró, Asuna envainó su Chivalric Rapier y murmuró:

— ¿Qué quiso decir con ‘Mamoru’? Si él no hubiera dicho eso, no hubiera dudado en perseguirlos.

Mientras Morte estaba sufriendo daño continuo, el Encapuchado Nº 2 lo había llamado Mamoru. Ya fuera un apodo entre camaradas, o…tuve que forzarme a detenerme de seguir pensando de esa manera—y guardé mi espada en mi espalda.

— Casi lo lograba, pero no fui capaz de dar el golpe final. Cuando desenvainé mi espada, estaba tan seguro que no le dejaría hacer lo mismo de nuevo… 

—…Me pregunto si ellos volverán –murmuró Asuna. Lo pensé por un momento.

—  Probablemente  sí.  Y  tendrán  una  nueva  estrategia  de  PK  que  nunca podríamos esperar…

Después de decir eso, me di cuenta que había algo más que tenía que decir de inmediato. Volteé hacia Asuna, miré hacia sus curiosos ojos por un tercio de segundo, después aparte la vista y agaché la cabeza.

— Lo siento, Asuna. Sabía que el evento de secuestro nos traería fuera de la ciudad en un estado de parálisis, debí haber pensado que esto podía pasar…y debido a que no estaba pensando correctamente, te puse en peligro. Yo…realmente lo lamento.

Pensándolo bien, desde que formamos equipo en el primer piso, yo había sido el responsable de los ataques de furia de Asuna en numerosas ocasiones. Ni siquiera podía recordar el número exacto de veces que ella me había golpeado con su puño o con una almohada solo en este piso.

Pero este error estaba en un nivel diferente. Si yo no le hubiera dado una falsa garantía,  apoyada  por  mi  experiencia  en  la  prueba  beta,  de  que  esto  era ‘absolutamente seguro’—o si solo le hubiera dicho exactamente lo que pasaría en el evento—desde la perspectiva de Asuna libre de influencias o prioridades quizá hubiera podido notar el peligro de ser víctimas de PK que conllevaba la misión.

El peligro que acabábamos de superar era claramente una situación generada porque yo era un beater. Y no podía garantizar que sería la última vez.

—…Siento que quizá no tengo el derecho de continuar siendo tu comp… – comencé a hablar hasta que algo suave sacudió mi cabello.

Me di cuenta que eran las manos de Asuna. Ella tiró de mí hacia arriba, forzándome a pararme derecho. La joven miraba directamente mi rostro, sin soltar su agarre.

— Te diré sólo una cosa, y es lo que realmente detesto.

— ¿S…si?

— El hecho de que, cuando dos personas saben lo que el otro está pensando, continúan usando palabras vagas, imprecisas para mantener cierta distancia y generan tontos juegos mentales. Sí, suavizar las cosas es mejor a veces, pero lo que es realmente importante debería ser dicho de forma clara y limpia… ¿no crees?

— Um… ¿A-a que te refieres…? 

Comprendí el punto de Asuna, solo que no sabía cómo encajaba con la situación actual. Pero con ella sosteniendo mi cabeza con ambas manos, no podía siquiera poner un dedo en mi mejilla para considerar esto cuidadosamente.

— Mi pregunta es –dijo Asuna, aspirando profundamente–. ¿Estás diciendo que quieres terminar nuestra asociación?

Sin salida a esta pregunta directa, no tuve más opción que responder honestamente.

— Si es un asunto de querer o no querer…No quiero que nos separemos.

— Bien. Bueno, yo tampoco…entonces esa debería ser nuestra conclusión, ¿correcto?

—……

“Ella es muy dominante” –pensé de forma extraña. Asuna sacudió mi cabello salvajemente antes de soltarme.

— Ahora que eso está decidido, hay muchas cosas de las que necesitamos hablar… ¿Qué crees que deberíamos hacer primero?

— Um…ummmmm…

Llené mis pulmones con el frío y refrescante aire invernal que cubría el bosque para liberar mi mente y eché un vistazo a nuestro alrededor.

Nos habíamos movido más de lo que pensaba durante la batalla. El camino polvoriento estaba alrededor de ocho metros hacia el sur de donde estábamos. El carruaje y los caballos aún estaban allí. Parecía que debíamos hacer algo con eso pero no tenía idea de qué. También había una gran cantidad de objetos brillantes desperdigados por el suelo alrededor del carruaje. Monedas de oro de mil col, monedas de plata de cien col, y una gran variedad de objetos. Todo lo que llevaba el lord de Stachion antes de que Morte lo asesinara.

—… ¿Qué tal si pensamos en qué hacer después de recoger las cosas que Cylon soltó prim…? –comencé a decir, antes de darme cuenta de algo.

Había un objeto que necesitábamos recoger de inmediato. Alejé mi vista del carruaje y comencé a buscar en el pasto

— ¡Asuna, encuentra el hacha y la daga que ellos soltaron! –grité.

Después corrí unos metros y me apoyé en la gruesa maleza. Era cerca de aquí, estaba seguro, necesitaba encontrar el lugar donde había cortado el brazo de Morte; él sostenía el dardo envenenado en esa mano cuando ocurrió. Y en el momento en que su mano se desvaneció, el dardo había…

—… ¡Ajá! 

Metí la mano en el pasto y saqué cuidadosamente un trozo de metal negro clavado en el suelo. Tenía unos diez centímetros de largo y menos de un centímetro de ancho en el punto más grueso—con seis aristas que se curveaban suavemente, haciéndome pensar en un diseño de punta de taladro. Desde el medio de la punta, similar a una aguja en su extremo, un líquido aceitoso parecía salir de las ranuras en espiral.

Tenía curiosidad por revisar las propiedades del objeto, pero la propiedad y el estado de equipo de este dardo aun pertenecía a Morte, y tenía que hacer lo que fuese necesario para robárselo. Si ellos llegaban a una zona segura y usaban el comando Materializar Todos los Objetos, el dardo se desvanecería inmediatamente. Y de hecho, Morte ni siquiera necesitaría perder tiempo con algo como eso.

— Los encontré, Kirito –dijo Asuna, quien se acercaba trotando con un hacha en la mano derecha y una daga en la izquierda. Consulté mi lista mental de la variedad de monstruos que uno podía encontrar en los campos del sexto piso.

Sabía que había una. Una de esas detestables criaturas con los mismos hábitos que los Ratmen Lurking en las catacumbas del quinto piso. Se llamaban…

— Asuna, ve y mira en el bosque si hay un monstruo llamado Muriqui Snatcher24.

— ¿Mur-ki…? Ese es un nombre extraño. ¿Cómo se deletrea?

— Uh, es difícil…M-u-r-i-q-u-i, creo.

— Hmm…

Incluso Asuna, cuyo conocimiento a veces parecía enciclopédico, no reconocía esa palabra. Se me ocurrió que debería haberlo averiguado en los dos meses que pasaron entre el final de la prueba beta y el lanzamiento del juego. Revisé el bosque al norte del camino pero no vi ninguna sombra que se pareciera al monstruo que buscaba.

Los monstruos no estaban diseñados para asentarse en áreas cercanas a los caminos, ni siquiera ante el peligro de los yermos, pero eso solo aplicaba cuando los jugadores eran tranquilos y se centraban en sus propios asuntos. Yo me había preocupado de que el chillido que el usuario de daga lanzó para salvar a Morte pudiese haber traído monstruos hacia nosotros, pero afortunadamente—o en este caso, desafortunadamente—no había ninguno en el rango de su grito.

Eso significaba que teníamos que adentrarnos en el bosque para encontrar uno, ¿pero cómo hacerlo a tiempo? Morte y su grupo eran criminales, por lo que ellos no podían dirigirse a ninguna ciudad o pueblo, haciendo difícil encontrar un lugar seguro—pero ellos debieron haberse dado cuenta de ello al desarrollar este plan.

24 N.T: Muriquí Arrebatador. 

Si ellos tenían un área segura en algún lugar cercano, todo se convertiría en un asunto de si ellos llegaban allí primero—o si nosotros encontrábamos a un Muriqui Snatcher…

— –rito. Oye, Kirito.

El llamado de mi nombre me devolvió a mis sentidos. Mi compañera estaba apuntando algo no hacia el norte, sino detrás de mí, hacia el sur. Giré y miré hacia el oscuro bosque.

— ¡Ooh…oo—ooh!

Unos sonidos vagamente humanos y animales se pusieron en mi rango de audición, y divisé un gran número de pequeñas siluetas entre las ramas de los árboles. Sobre sus cabezas, aparecieron cursores rojos que los identificaban como monstruos. Había diez—no, más de quince de ellos.

— ¡Mira! ¡Todos son muriquís! –señaló Asuna. En efecto, todos los nombres mostrados comenzaban con Muri , pero esto no era algo para celebrar.

Yo  estaba  en  nivel  19,  y Asuna  estaba  en  el  nivel  18.  Este  era  un  nivel considerablemente más alto que el nivel requerido para el sexto piso, por lo que todos sus cursores eran de un color rosa pálido, pero eran numerosos. Y no solo estaban los Snatchers que yo buscaba, sino que también había Muriqui Brawlers25 y Muriqui Nut Throwers26  entremezclados. Resultó que el grito del hombre había sido efectivo después de todo; él había llamado al grupo entero de muriquís que normalmente permanecía en las profundidades del bosque.

Todos los jugadores en SAO eran capaces de producir el mismo volumen de voz, pero debido a que imitaba la voz real que el jugador usaba para comunicarse, el tono de tu voz era diferente según el énfasis. El usuario de daga tenía una voz horrible y chillona que se rehusaba a mezclarse con el ambiente natural, atada a ir muy lejos, incluso en el ruidoso bosque nocturno. Ser capaz de reunir a un gran número de monstruos solo con gritar era una habilidad efectiva para un PKer—no es que yo pensara que esa era la razón por la que él decidió unirse a esa actividad.

— Entonces… ¿ahora qué? –preguntó Asuna.

La pregunta iba dirigida hacia mí, por supuesto, pero un gran número de muriquís descendió de los arboles como contestando la pregunta. ‘Uh-uh’, aullaron, acercándose al carruaje abandonado. Una vez fuera de la sombra de los árboles, la luna iluminó sus formas.

— Oh…son monos –comentó Asuna, En efecto, los muriquís eran monstruos tipo mono con piel peluda, colas y brazos largos. Ellos eran mucho más pequeños que los simios que aparecían en pisos más altos y median apenas poco más de un metro cuando se paraban erguidos, pero también eran muy veloces, y usaban los árboles de los bosques para movilizarse en tres dimensiones de manera exasperante.

25 N.T: Muriquí Alborotador.
26 N.T: Muriquí Arroja-Nueces. 

Cuatro de ellos habían ido al suelo—tres de los cuales eran Snatchers con bolsos—igual a los canguros, y el último era un Brawler con un garrote en su mano. Asuna y yo podríamos eliminar a estos cuatro en un instante con habilidades de espada, pero atacar probablemente atraería a otra docena desde los árboles. Habíamos estado entrenando y completando misiones sin descanso desde esta mañana, y justo después de esta pelea a muerte contra Morte y su amigo, estaba seguro que Asuna estaba más cansada de lo que demostraba. Para obtener permanentemente los misteriosos dardos envenenados y las armas, sería inevitable luchar contra los muriquís. La única pregunta era cuánto forzarnos nosotros mismos.

Mientras pensaba en esto, el trío de Snatchers se acercó a la parte trasera del carruaje y comenzaron a recoger las monedas y a guardarlas en sus bolsas estomacales. Asuna lució un poco perturbada por esto.

— ¡O-oye, ellos están recogiendo las pertenencias de Cylon!

— Si, esa es la idea –murmuré. Ella me miró escépticamente. Justo entonces, la pesada hacha que sostenía Asuna se desvaneció con un efecto de sonido ¡shwim!

Llegamos demasiado tarde, lamenté—pero luego me di cuenta que la daga y el dardo envenenado aún seguían en mis manos. Lo que significaba que los dos PKer no habían alcanzado un punto de evacuación y utilizado Materializar Todos los Objetos; Morte solo había usado Cambio Rápido para recuperar su arma principal, el hacha a una mano.

Ya que no había pasado lo mismo con lo demás, significaba que el usuario de daga aun no tenía la opción de Cambio Rápido. Aun así, todos los dardos envenenados empezaron a desvanecerse durante el siguiente minuto. Todo lo que Morte tenía que hacer era cambiar el objeto registrado en el icono de Cambio Rápido del hacha al dardo, y después usar la habilidad nuevamente.

Era mejor dejar que los monstruos los recogieran en lugar de solo dejar que fueran recuperados, por lo que los arrojé a los pies de los Muriqui Snatchers. Le pedí a mi compañera:

— ¡Lanza la daga al mismo lugar!

— E-está bien.

Asuna  lanzó  la  daga  negra.  Uno  de  los  Snatchers  se  acercó, aullando,  y rápidamente recogió la daga y el dardo y los guardó en su bolsa. Ellos tenían la habilidad  Robar,  por  lo  que  la  propiedad  de  los  objetos  era  transferida inmediatamente, y ni Cambio Rápido ni Materializar Todos los Objetos podrían recuperarlos. Una vez que el grupo de muriquís terminó de recoger los objetos, se retiraron en lo profundo del bosque, por lo que las probabilidades de que Morte y su amigo encontraran a los monos precisos para derrotarlos y recuperar sus armas era casi de cero.

Me dije a mi mismo que esto era lo mejor…y volteé hacia Asuna para sugerirle que regresáramos a la ciudad. Pero antes de que pudiera hacerlo, ella murmuró:

—  Ya  veo.  Finalmente  comprendo…Querías  hacer  lo  mismo  que  cuando recuperaste mi estoque en el quinto piso.

— ¿Qu—?

— ¡Vamos a derrotarlos antes de que escapen! ¡Tú ocúpate del que tiene el garrote, Kirito!

“Ella tiene mucha energía” –no pude evitar maravillarme, antes de recuperarme y apresurarme a alcanzar a mi compañera.

Una vez que terminamos. Concluí que el grupo de dieciséis muriquís no eran tan peligroso como temía.

Debido a que luchamos contra ellos cerca al camino en lugar de hacerlo en el bosque, ellos no pudieron usar sus mejores técnicas de evasión que aprovechaban los árboles. Los más molestos terminaron siendo los Muriquis Nut Throwers que nos lanzaban duras frutas desde la espalda, pero una vez que te acostumbrabas a ellos, era bastante fácil interceptar los proyectiles en el aire. Además, los Snatchers usualmente corrían tan pronto como eran atacados cuando estaban solos, pero en grupo, ellos se mantendrían firmes hasta el final. Esto hizo más fácil asegurar los objetos que el trío de Snatchers tomó.

Más que nada, el mayor problema para nosotros vino después de la batalla contra los monos, cuando el asistente de Cylon salió de entre los árboles. Me había olvidado completamente de él, pero ahora que el segundo atacante lo había perdido en el bosque, él había regresado fielmente a su carruaje.

Estaba preocupado de que esto se convirtiera en otra pelea, pero el hombre de la máscara simplemente caminó hacia el carruaje y condujo hacia Stachion sin dirigirnos la mirada. Ni siquiera estaba seguro si él había notado que su maestro estaba muerto o no.

Con todos los vestigios de los eventos de la noche perdidos en el bosque, Asuna y yo regresamos a Suribus, que estaba más cerca que Stachion en esta instancia. 

—…Con sueño…muy cansada…muy hambrienta…

Tan pronto como pasamos por las puertas de la ciudad, y el texto  se desvaneció, Asuna chocó contra el pilar de la entrada. Después me dirigió la mirada y frunció el ceño.

—… ¿Qué clase de expresión es esa?

— Oh…solo es que acabas de decir el tipo de cosa que normalmente yo diría primero –respondí.

Ella me miró por un instante, consternada, después se apoyó incluso más.

—  Ya  sabes…ni  siquiera  tengo  fuerzas  para  negar  esa  mentira. Tan  solo vayamos a la posada…

— Buena idea –dije, echando un vistazo a la calle principal, que estaba mucho más tranquila ahora.

Si hubiéramos seguido con el secuestro como estaba planeado desde el principio, sin la interferencia de  Morte, habríamos sido  liberados en  Stachion después de una pequeña discusión y nos hubiéramos hospedado cerca de allí. Ahora que inesperadamente estábamos en Suribus, teníamos que ocuparnos del asunto de las habitaciones llenas que Argo nos había advertido.

— Uh…bueno…no creo que vayamos a encontrar dos habitaciones simples lado a lado… –sugerí cautelosamente.

Asuna pestañeó con una mirada cansada y murmuró:

— Una suite con dos camas está bien…esa era la idea original, ¿recuerdas? Eso era, de hecho, lo que habíamos decidido, pero era más con el propósito de protegernos de los PKers, y ahora que el grupo de Morte no parecía que fuese a lanzar un ataque por un tiempo, no veíamos necesario hacer eso, al menos por el día siguiente o el día después de ese. Por otro lado, el hombre de la capa negra quien era su líder no hizo aparición esta vez, y el único daño que les hicimos fue mental y material, por lo que no había garantías de que ellos no volverían esta noche.

— Entendido, en ese caso…creo que había un buen lugar en la orilla izquierda del río. Preguntemos allí  –sugerí. Asuna  murmuró afirmativamente  y se  paró vacilante. Ella extendió su mano hacia mí, causándome un breve pánico cuando pensé que ella quería agarrar mi mano. En su lugar, sujetó mi cinturón, que estaba atado a mi abrigo.

Así con Asuna en piloto automático y dejándome guiarla alrededor, me dirigí a un edificio de cuatro pisos cercano a la puerta norte. Tenía un precio un poco mayor al promedio en Suribus, y en la parte superior, todas habitaciones tenían balcones que daban hacia el río, la mejor vista del pueblo.

El Jade and Kingfisher tenía alrededor del 80 por ciento de las habitaciones ocupadas, quizá por su fácil ubicación, y si no nos preocupaba estar adyacentes, habríamos podido tomar dos habitaciones simples. Pero Asuna, quien aún sostenía firmemente mi cinturón, reservó una suite de lujo sin considerarlo ni un momento.

Mi compañera parecía estar completamente agotada. La empujé para subir las escaleras y abrí la puerta de nuestra habitación, que no tenía ningún acertijo. Una enorme ventana apareció frente a nosotros mostrándonos una vista nocturna de Suribus. Si fuéramos al balcón, veríamos las luces de la ciudad reflejándose en el río, pero Asuna tan solo entró tambaleándose hasta llegar al centro de la habitación y miró hacia las puertas de los dormitorios a ambos lados.

—…Tomaré este lado. Buenas noches… –dijo bostezando, y se desvaneció en la habitación de la izquierda. Escuché el sonido de su equipo siendo removido—y después silencio.

Miré a escondidas por la puerta y vi a Asuna, todavía en ropa normal, con la cara hundida en la espaciosa cama. Después de unos segundos de vacilar, entré en la habitación y agarre la punta del cubrecama debajo de ella.

Muy cuidadosamente jalé para que Asuna se diera vuelta—ella se había dormido realmente rápido—de modo que ahora estaba boca arriba encima de las sábanas y las almohadas. Después coloqué la manta para cubrirla, susurrando: ‘Buenas noches’ y salí de la habitación. Después de un momento, decidí dejar esa puerta abierta.

De vuelta en la sala de estar, exhalé.

Esta era, de hecho, una habitación de lujo. Había muebles muy elaborados en medio de la habitación, con una canasta de frutas en una mesa rodeada por sofás. Tomé una fruta que parecía kiwi y con el color de una fresa y le di un mordisco. Tenía la textura de un plátano, con el sabor de una piña27.

Mientras comía, reflexioné sobre el pasado.

Cuando nos hospedamos en una habitación de lujo en Zumfut en el tercer piso, también había una canasta de frutas allí. Recordé a Asuna lanzándome una fruta que tenía el sabor combinado de manzana, pera, y lichi—pero si bien fue hace solo dos semanas, no podía recordar por qué lo había hecho.

Sin embargo, podía recordar claramente la conversación que habíamos tenido allí.

27 N.T: Aguas frescas, aguas frescas: Son de kiwi, se ve como fresa, parece plátano, pero sabe a piña… sólo por 50 centavos. 

“Si yo soy mucho más una carga que una ayuda, deberías decírmelo” –Asuna había dicho eso mientras nos acostábamos en camas adyacentes. Su razón para dejar el Pueblo de los Inicios era para poder ser ella misma…no tenerme a mi protegiéndola.

Desde ese día, Asuna había trabajado incansablemente para continuar probando su declaración. Ella absorbió una gran cantidad de información sobre el funcionamiento del juego, se había vuelto mejor en batalla, e incluso había superado su miedo a luchar contra otros jugadores. Todo lo que le había enseñado en el campamento élfico oscuro esta mañana fueron asuntos técnicos y algunos consejos sobre la disposición del jugador, y esta noche ella se había mantenido firme contra el compañero de Morte. Si quisiera ganarle en duelo en este momento, no podría hacerlo tan solo con habilidades básicas. Tendría que usar algún truco de alto nivel.

Estar tan preocupado por exponer a Asuna al peligro era, de algún modo, un insulto para ella. Pero este conocimiento no hizo que dejara de culparme.

Terminé la fruta y abrí mi inventario, revisando entre los objetos ordenados por el momento de obtención hasta que divise el nombre                                           .

Este era el pequeño frasco de gas venenoso que nos había paralizado a Asuna y a mí, al igual que nos había salvado del peligro, aunque ahora estaba vacío. Pulsé el nombre con mi dedo y lo moví a la parte superior de mi lista de objetos, ordenando su ubicación mediante un submenú. De este modo, vería el nombre cada vez que abriera mi inventario y recordaría mi amargo error.

En Aincrad, el veneno—especialmente el de tipo paralizante—era un arma increíblemente poderosa. Los ataques paralizantes de los monstruos podían ser evadidos con conocimiento y experiencia, pero era casi imposible defenderse a uno mismo contra un jugador listo y malicioso que lo usara como arma. Si hubiéramos continuado luchando contra esta pandilla de PKers, casi con certeza ellos nos hubieran puesto en peligro con veneno paralizante de nuevo. Pero al final, no iba a dejar que Asuna fuera expuesta a ese peligro una segunda vez. Nunca más.

Cerré mi ventana y comencé a buscar el botón para remover todo mi equipo, pero recapacité y quité físicamente mi espada envainada de mi espalda. Luego la desenvainé lentamente evitando hacer cualquier ruido y dejé que la luz de la lámpara bañara la hoja de la espada. A pesar de la furiosa batalla que tuvimos contra Morte y la posterior cacería de muriquís, la delgada Sword of Eventide emitía un brillo tan fuerte y claro como un espejo. Cuando había ejecutado el Rage Spike hacia el centro del pecho de Morte, la espada se había torcido y virado como un objeto vivo para atravesar su corazón—su punto crítico.

Mis  dos  mejoras  a  Precisión  en  el  campamento  élfico  oscuro habían  sido efectivas y mejoraron la trayectoria de los ataques…eso era todo. Pero en ese momento, y también cuando apunte al núcleo del Annoying Wraith, el proceso de corrección se sintió como si hubiera sido la voluntad del arma. No era que la espada estuviera ajustando su trayectoria hacia el punto débil que yo trataba de golpear, era como si la espada misma hubiera encontrado el punto de menor resistencia e intentara golpear ese lugar exacto.

“…Estoy pensando demasiado en esto. Solo se siente extraño debido a que nunca he usado un arma con una mejora de precisión antes. Además, fue algo bueno que hubiera golpeado a Morte en el corazón y encendido el miedo de una muerte de un golpe en él. De otra manera, ellos no hubieran escapado como lo hicieron”

Deslicé mis dedos por la hoja de la espada, y la devolví a su vaina. Esta vez, pulsé el botón y se desvaneció en mi inventario, junto con el abrigo.

Ahora que estaba más ligero, volví la mirada hacia la habitación de Asuna, pensé por un momento, y luego entré a la habitación de la derecha. Saqué la manta de la cama y volví a la sala. Me acosté en el sofá, que era ligeramente duro, y me cubrí con la manta. Si dormía allí, estaría en una mejor posición, solo en caso de que alguien encontrara una manera de evadir el sistema y entrara a nuestra habitación.

Asuna y yo éramos compañeros equiparables, por lo que actuar como si la protección fuera mi responsabilidad era pura arrogancia. Es más, si hubiera algo que yo pudiera hacer, quería hacerlo. Estaba seguro que Asuna se preocupaba por mí del mismo modo, de alguna forma que ni siquiera me había dado cuenta.

Pulsé la mesa para desplegar el menú de la habitación y apagué las luces. Cerrando mis ojos, creí haber oído el débil respiro dentro de la otra habitación a través de la oscuridad.

Murmuré las buenas noches en su dirección, y sentí que mi mente se hundía en algún lugar muy, muy profundo. 

Capitulo 3                                                        Indice                                                           Capitulo 5

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