Canon of the Golden Rule (I)
— ¡Estoy enferma y cansada de estar peleando con fantasmas!
Pero entonces, Asuna saltó sobre el escritorio, casi pateando el objeto clave mientras se lanzaba a sí misma en el aire. En el punto más alto de su salto, ella activó la habilidad de espada Shooting Star.
El efecto visual plateado cubrió la hoja de su estoque desde la punta—llegando incluso a cubrir el cuerpo de su portadora—creando una fuerza propulsora invisible. Con un efecto de sonido intermitente, el estoque de Asuna voló hacia el techo y golpeó al fantasma en el pecho, abriendo un enorme hueco en su cuerpo transparente.
“Ah, ya veo” –pensé, impresionado. Una habilidad del estoque tipo carga puede golpear un punto preciso con una cobertura mucho más amplia. El Resentful Wraith emitió un horrible y distorsionado grito, y se desvaneció… y la punta del Chivalric Rapier golpeó el techo, creando una onda de luz púrpura.
La activación de habilidades de espada en medio del aire era una técnica de alto nivel que, esencialmente, te permitía hacer un salto doble, pero también tenía sus inconvenientes—cuando saltabas más alto de lo que esperabas y sufrías daño por caída, o si te encontrabas con un obstáculo y sufrías daño por colisión. Como estábamos en la ciudad, nadie perdería HP por chocar contra el techo o las paredes, pero me hubiera sentido mal al quedarme parado mientras veía como mi compañera caía torpemente al suelo.
Por consiguiente, avancé dos pasos, estimando el punto donde caería Asuna, y estiré mis brazos. No confiaba completamente en mis estadísticas de fuerza o en mi (inexistente) nivel de habilidad de carga, pero tuve éxito al atraparla en una posición nupcial. Cuando miré su rostro, sus ojos café avellana estaban parpadeando mientras me devolvían la mirada.
Pensé que ella solo estaba un poco aturdida por el impacto, pero ese parecía no ser el caso. Su boca se abrió y cerró un par de veces antes de decir con una voz aguda:
— Gracias.
— No hay de qué.
La devolví al suelo sobre sus pies y, por alguna razón, tomamos un gran respiro. Había sido una experiencia, pero la exploración de la casa embrujada estaba hecha, por ahora.
— Ya que destruiste al jefe, deberías tomar la llave, Asuna –la apremié. La joven comenzó a acercarse al escritorio, pero se detuvo a mirar los huesos que había empujado momentos atrás. Luego volteó hacia mí.
—…Oye, estos huesos no son de Pithagrus, ¿verdad?
— ¿Huh? Uh, no, no lo son. Recuerda, Cylon el discípulo mató a Pithagrus para convertirse en el lord de Stachion y enterró su cuerpo en el patio detrás de la mansión.
— Entonces, ¿a quién le pertenecen estos huesos?
— Um…
Tuve que pensar sobre esto. Debido a que ya había contado el final, poner en orden los detalles y los giros en la trama estaba complicándose bastante.
—…Bueno, nosotros nos saltamos este paso antes, ¿pero recuerdas como te dije el orden apropiado para insertar el código de la puerta principal? –pregunté.
— Oh, claro… ¿se supone que teníamos que regresar a Stachion y examinar la pintura en la cámara del lord?
— Si. Y solo sabes que la pintura es una pista cuando Cylon trata de ocultarla…lo que dice que Cylon sabía que los dígitos de esa cerradura estaban ocultos en la pintura.
— Oh, ya veo… Pero ¿eso realmente tiene sentido? Si él conocía los números para entrar a esta casa, entonces, ¿por qué no vino a investigar el lugar por su cuenta? Luego hubiera encontrado esta llave. Ésta es la llave de dondequiera que este escondido el cubo de oro, ¿verdad?
Estaba impresionado por la velocidad de comprensión de Asuna, así como de su habilidad para predecir sucesos a partir de la información disponible.
— Ese es un buen punto. Por lo que la razón por la que no pudo hacerlo debe ser porque Cylon conoce los números pero no dónde usarlos. ¿Recuerdas? La única persona que sabía que esta era la segunda casa de Pithagrus era el cantinero que solía visitar—la última persona con la que hablamos en Stachion. Pithagrus mantuvo este lugar en secreto de todos, incluyendo a sus aprendices y sirvientes.
—…Pero ¿por qué?
— Lo sabrás si revisas los libros en el estudio.
— Ewww –ella arrugó la cara.
— En cualquier RPG de fantasía, los libros eran uno de los elementos de decoración más usados en interiores. Una casa debería tener un estante de libros, y estos deberían tener libros, por supuesto.
Pero los libros eran uno de los peores enemigos de un diseñador de juegos. A diferencia de los muebles o utensilios, los libros eran importantes por su contenido. Y llenar el vasto número de libros de un juego con contenido útil es prácticamente imposible. Por consiguiente, la mayoría de los juegos hacían imposible sacar libros de los estantes, o limitaban el acceso solo a unos pocos libros, dejando solo un par de páginas visibles.
Pero SAO, probablemente, debido a alguna obsesión de Kayaba Akihiko, desafiaba valientemente esta limitación. Todos los libros en este mundo eran totalmente funcionales, podían ser tomados de los estantes, y todas las páginas estaban impresas. Generar todo ese contenido de golpe era aparentemente un salto demasiado grande, casi todos los libros solo tenían contenido de libros clásicos de dominio público del 2024, en sus lenguajes originales. Así que la gran mayoría de jugadores podía mirar los libros, pero leerlos sería demasiado difícil. Yo había escuchado rumores de que había algunos libros en japonés, pero nunca había visto uno.
Era extraño pensar que había libros escritos en lenguajes del mundo real reposando en los estantes de un mundo en el que vivían elfos y enanos, y esas cosas. Pero si comenzabas con eso, tendrías que preguntarte por qué los NPCs también hablaban en japonés.
Así que por esto podías tomar un libro y estudiar su contenido, pero el pensar en revisarlos hizo que incluso Asuna se quejara.
—…Tengo la impresión de haber visto suficientes escritos en Cirílico y Árabe como para ocupar toda mi vida –masculló.
— No te sientas mal. Todo es griego para mí…Perdón, perdón, solo bromeaba – añadí cuando vi la mirada que ella me lanzaba–. La mayoría de los libros en el estudio son lo que uno esperaría, pero hay algunos dispersos que son como manuales de acertijos. En otras palabras, Pithagrus el rey de acertijos guardaba sus libros secretos con las soluciones de los acertijos de anteriores lores junto con el suyo en esta casa secreta para salvaguardarlos. Solo que si intentáramos leerlos, no podríamos encontrar ningún sentido en ellos.
— Ah, ya veo…Bueno, detesto hablar mal de los muertos, pero él parece ligeramente avaro. Quizá si hubiera permitido que sus aprendices leyeran esto, en vez de guardarlos para sí mismo, no habría terminado siendo asesinado –dijo Asuna, sacudiendo su cabeza con tristeza. Luego miró los huesos en el suelo–. Entonces… ¿A quién le pertenecen estos huesos?
— A un esbirro de Cylon. Como nosotros, él escucho sobre la segunda casa por boca del cantinero, y llegó hasta este lugar usando la combinación de Cylon para abrir la puerta…pero antes de que pudiera regresar para reportarse con su maestro, los fantasmas lo capturaron.
— Espera, ¿quieres decir que la persona que murió aquí no era el fantasma con el que peleamos…?
— Si hubiera sido eso, entonces hubiéramos encontrado huesos en las otras habitaciones donde nos encontramos con los Annoying Wraiths, ¿no crees? Parece que una vez que una casa es abandonada hasta quedar en ruinas, los fantasmas naturalmente se establecen allí.
—…Si alguna vez compro una casa aquí, voy a limpiarla cada día. Y tú no tienes permitido dejarla desordenada, Kirito.
— Claro, claro… –murmuré, pero entonces detuve mis brazos.
“¿Hmm? ¿Qué tipo de situación está imaginando ella en este escenario?” –ella parecía confundida mientras yo consideraba esto, entonces reflexionó en lo que acababa de decir, y su piel clara se tornó roja instantáneamente.
— ¡¡No!!
— ¿Bi…en? –dije, sobresaltado por su repentino arrebato. Ella sujetó mi hombro izquierdo.
— ¡No es eso! ¡¡Definitivamente, no es eso!!
— Bi…en
No estaba seguro de lo que ‘eso’ era, pero los láseres que disparaban sus ojos me convencieron que debía indicar que había entendido. Asuna resopló, soltó mi hombro, y giró hacia el escritorio. Tomó la llave y volvió haciendo un puchero.
— Este es el objeto, ¿cierto?
En la esquina izquierda de mi visión, la misión se actualizó, por lo que le dije:
— Sip.
— ¿Y qué puerta abre?
— No sé.
— ¿No lo sabes…?
— La única persona que lo sabe es aquella que escondió el cubo de oro y dejó la llave en este escritorio.
— Entonces tenemos que encontrar a esa persona ahora… –dijo ella, luciendo brevemente desanimada. Pero se recuperó rápidamente, abriendo su ventana y poniendo la llave en su inventario–. Cielos, ya es más de las nueve, tendremos que continuar mañana.
— Estoy de acuerdo. O…lo estaría, pero… –dije, considerando muy cuidadosamente cuánto de la historia contar–. Bueno…algo asombroso está a punto de ocurrir, pero definitivamente no va a poner en peligro nuestras vidas…En otras palabras, no habrá pérdida de HP. Por eso reacciona serenamente.
— ¿E-eh? ¿Qué quieres decir…? ¿Qué va a pasar?
— Mira, no quisiera arruinar la mejor parte de la película, ¿bien? Solo piensa en esto como en una montaña rusa y disfruta del paseo.
— No parece que vaya a pasar algo bueno… –masculló Asuna, mirando los alrededores. Nada había cambiado entre las paredes y escritorios que nos rodeaban. Eventualmente, ella reunió coraje, cerró su ventana, después sujetó mis hombros y me hizo girar.
— Tú primero, Kirito.
— Entendido.
Sabía que el orden en que camináramos no importaría para lo que ocurriría después, por lo que reprimí una sonrisa burlona y comencé a regresar por donde habíamos venido. Pasamos a través del laberinto de estantes y llegué a la puerta. De vuelta en el oscuro pasillo, miré la expresión nerviosa de Asuna por encima de mi hombro, después procedí a caminar hacia la distante puerta principal.
A la izquierda, pasamos junto a las puertas de todas las habitaciones en las que habíamos buscado. En poco tiempo, la luz del farol que sostenía en mi mano izquierda alumbró el vestíbulo. Esta era prácticamente otra habitación, por lo que la luz no llegó hasta cada esquina del corredor. Incluso sabiendo que estábamos a salvo, y que esta era la segunda vez que pasaba por este lugar, no pude evitar sentir mis nervios activándose mientras llegaba a la entrada.
Repentinamente, hubo un sonido: ¡pshooo!, y una nube de humo verde venenoso ascendió bloqueando mi visión.
Normalmente, había una posibilidad de evitar una trampa de niebla venenosa como esta si aguantabas la respiración a tiempo, pero como éste era un evento forzado, eso no importaba. Detrás de mí, Asuna gritó, y extendí mi mano para alcanzar la suya y mantenerla calmada. El humo alcanzó pronto el nivel de nuestras cabezas. Cuando sentí un perfume acre, mis piernas perdieron fuerza, y ambos caímos al piso.
En la esquina superior izquierda, nuestras barras de HP fueron rodeadas por bordes del color del humo. Eso indicaba un estado de parálisis…pero aunque estuvieses bajo los efectos de parálisis normal y pudieses (apenas) mover el brazo derecho, ahora éramos completamente incapaces de movernos—o incluso de hablar. Afortunadamente, el sentido del tacto aún estaba intacto, por lo que a través del contacto de nuestros cuerpos, deseé que Asuna no se asustara.
En treinta segundos, el gas se había disipado completamente, y la fuente se volvió visible con la luz del farol, que ahora estaba en el suelo. Era un pequeño recipiente, con un sugerente símbolo de un cráneo en el costado. Entonces se escucharon dos pares de pasos acercándose.
En la esquina del vestíbulo aparecieron dos hombres vestidos con capas con capucha, largas y delgadas—solo identificables como hombres porque ya sabía quiénes eran ellos. Bajo la oscuridad de sus capuchas, ellos tenían extrañas máscaras de cuero que cubrían toda su cara.
El más alto se detuvo en medio de la sala, pero el otro se acercó a nosotros, luego recogió el frasco. Lo guardó en su capa, después se descubrió la capucha y se quitó la máscara, la cual claramente lo protegió del gas.
— ¡¡…!!
Oí el grito ahogado de Asuna.
Visible en la luz naranja del farol estaban las mejillas hundidas, la cabeza que comenzaba a perder cabello, y la impresionante barba del lord de Stachion, Cylon.
— Bueno, bueno…estoy realmente asombrado, espadachín. No pensé que encontrarías el escondite de Pithagrus tan pronto. Me tomo muchos años encontrarlo…debido a que nunca pensé que estaría en Suribus, en vez de Stachion.
Sacudió su cabeza teatralmente y luego bajó su mirada hacia mí, quien estaba tumbado en el corredor.
— Tengo curiosidad por saber la fórmula oculta detrás de los acertijos que él guardaba con tanto secreto…pero comenzaré con esto primero.
Caminó por mi lado, sus extraños zapatos puntiagudos hacían ruido con cada pisada, y se paró frente a Asuna. Con algún movimiento muy hábil de manos—o probablemente solo para hacer que la historia encajara con la escena—la llave dorada apareció en su mano, cuando debería estar a salvo en su inventario. Examinó los finos detalles y suspiró pesadamente.
— Ahhh…esperaba encontrar el cubo aquí…pero tengo una idea de dónde está la puerta que abre esta llave. Seguramente, el objeto que busco estará allí –dijo él, su tristeza se transformó en una sonrisa de placer. Guardó la llave en su capa y acarició su larga barba.
— Me hiciste un buen trabajo, espadachín. Normalmente, aquí es donde les diría adiós…pero de hecho, te tengo otro trabajo. ¿Está bien si pido tu cooperación una vez más…?
Extendió su mano izquierda y chasqueó sus dedos. El hombre alto enmascarado, quien no había dicho una palabra, se acercó caminando y extrajo un enorme saco de su capa. Se arrodilló y agarró mi cuello con una mano anormalmente gruesa, levantándome fácilmente, y me lanzó dentro del saco. Había experimentado esto antes, pero en la prueba beta, hice la misión por mi cuenta. Al estar en un grupo de dos, ¿usarían dos sacos, o simplemente…?
Mi duda fue respondida cuando el saco se abrió nuevamente, y mi compañera aterrizo sobre mí, habría soltado un gruñido por el impacto, si hubiera sido capaz de hablar. Seguramente Asuna no estaría feliz por esto, pero ella tendría que lidiar con ello por el bien de nuestra búsqueda de experiencia.
Por encima de su hombro, vi que el hombre alto observaba la bolsa. Entonces la cerró, y no pudimos ver nada.
Pude sentir al hombre levantándonos y poniéndonos sobre su espalda. Nuestro saco oscilaba al ritmo de cada paso. Se escuchó el sonido de una puerta abriéndose y cerrándose. A través de la gruesa arpillera, escuché el apenas perceptible sonido del río y la música distante de los músicos NPC.
A esta hora, muchos jugadores todavía estarían comiendo y haciendo compras en Suribus. Y nosotros estábamos siendo secuestrados y llevados entre la multitud—un desarrollo atrevido para una misión. El saco era lo suficientemente grande como para que los dos cupiéramos en él; ¿Qué pasaría si fuera un grupo completo de seis personas…? Antes de que pudiera pensar en las posibilidades, hubo un golpe fuerte, y dejamos de balancearnos. Pude escuchar sonidos de cansancio parecidos a—el aliento de un caballo—y entonces fuimos subidos a un carruaje.
Después de un tiempo, el carruaje se meció otra vez, probablemente debido a que el hombre alto y Cylon entraron en los asientos delanteros. Se escuchó el sonido de un latigazo, después el de unas herraduras golpeando el camino y el giro de unas ruedas. El carruaje bajaba lentamente junto al río.
La parálisis aún me impedía moverme o hablar, pero saber que estábamos tomando un taxi gratis de regreso a Stachion hacia la experiencia tolerable. El problema más grande era que no tenía idea de cómo Asuna—quien estaba echada sobre mí—se sentía sobre todo esto. Una vez que fuéramos libres de movernos nuevamente, ella probablemente me gritaría por no haberle contado de antemano lo que pasaría, pero por ahora quería creer que ella comprendería que solo estaba tratando de reservar la sorpresa y diversión de este clímax para su disfrute.
En pocos minutos, el carruaje estaba fuera del pueblo, y el camino bajo las ruedas pasó de ser pavimento de adoquines a una trocha. Había poco más de kilómetro y medio de camino entre Suribus y Stachion. Sin monstruos que circularan por el camino, lo que indicaba que el viaje demoraría solo unos cinco minutos. Naturalmente, el evento continuaría después de llegar a la ciudad, por lo que probablemente serian otros treinta minutos o más hasta que recuperáramos nuestra libertad. A este paso, pasaríamos la noche en Stachion, en lugar de en Suribus…
— ¡¡Bree-hee-hee!!
El carruaje se detuvo violentamente mientras el caballo relinchaba. Abrí totalmente mis ojos, lo único que podía controlar, pero no había manera de ver lo que ocurría fuera del saco.
— ¡¿Quién anda allí?! ¡Yo soy Cylon, lord de Stachion! –grito él. Seguido por el sonido de metal chocando contra metal.
El caballo relinchó otra vez, y la carreta se volcó. Hubiera gritado si hubiera podido. El saco cayó con nosotros dentro y terminó dentro de un pequeño pastizal. El impacto hizo que la soga se aflojara y el saco se abriera ligeramente, dándonos una mejor vista del exterior.
Sobre el carruaje, Cylon y un bandido con una capucha negra estaban luchando con espadas, y cerca de ellos, el hombre alto con la máscara de cuero estaba en combate con otro bandido similar. Los cursores de Cylon y su asistente eran amarillos, mientras que los bandidos eran naranjas.
Este evento no había ocurrido en la prueba beta. No era extraño que los eventos del lanzamiento oficial fueran diferentes, pero eso significaba que el conocimiento de la prueba beta no iba a seguir siendo de ayuda. Nosotros aun teníamos que esperar a que los efectos de la parálisis de desvanecieran, pero una vez que lo hicieran, quizá tendríamos que escoger entre apoyar a Cylon o a los bandidos—o simplemente escapar…
— ¡¡…!!
Sentí que Asuna se tensó y respiraba más fuerte de lo usual. Un momento después, entendí el por qué.
Habíamos peleado contra varios elfos del bosque identificados como NPCs. El color de sus cursores eran rojos, como los monstruos. Pero los bandidos encapuchados que luchaban contra Cylon tenían cursores naranjas. El color de los criminales.
Ellos no eran NPCs. Eran jugadores.
Justo cuando me di cuenta de esto, el bandido que peleaba sobre el carruaje usó una habilidad de espada y cortó despiadadamente a Cylon. La fuerza del momento hizo volar la capucha del atacante exponiendo su rostro.
Brillando en la pálida luz de la luna había una cofia de plata, con los extremos desgastados—y una gran sonrisa lasciva debajo.
Conocía ese rostro. Él tenía una espada ahora, pero nunca lo confundiría con nadie más. Era el usuario de hacha que me retó a duelo en el tercer piso con la intención de asesinarme…Morte.
El veneno paralizante de Cylon solo inmovilizaba el cuerpo y no tenía efectos en la mente del jugador—pero no pude pensar en nada por varios momentos.
Al final, una pregunta llegó a mi cabeza—y después la respuesta. Estos pensamientos eran como burbujas y estrellas que ascendían y estallaban brevemente en mi cabeza.
“¿Qué hacían aquí Morte y su amigo?”
“…Eso debería ser obvio. Ellos no nos están salvando a Asuna y a mí de Cylon. Todo lo contrario. Ellos están aprovechando nuestro estado de parálisis para asesinarnos”
“Entonces, ¿cómo supieron que estaríamos paralizados y pasando por este lugar justo en este momento?”
“…¿Nos estuvieron siguiendo todo este tiempo? No. Morte era un beta tester como yo. Probablemente conocía todo sobre la misión ‘La Maldición de Stachion’ y sabía que si vigilaba el escondite de Pithagrus, nos vería a mí y a Asuna aparecer eventualmente”
“Entonces, ¿cómo escapamos?”
………
Pero ningún plazo de tiempo traería la respuesta a la tercera pregunta a mi mente.
Era perfectamente posible interferir con la misión de otro jugador si esta ocurría en zonas abiertas, y ya lo había experimentado en otros juegos antes de SAO. Pero nunca se me había ocurrido que algo como esto podría pasar.
Cylon había caído del carruaje, la mano con la que sostenía la espada hasta hace un momento apuntó hacia su atacante.
— ¡Matar a un lord es un terrible crimen! –gritó–. ¡Nunca serás aceptado en Stachion—o en las puertas de cualquier otra ciudad nuevamente!
No podía decir si su discurso era parte de los patrones de diálogo de Cylon o algo espontáneo que mostró al enfrentarse a una muerte inesperada. En cualquier caso, su amenaza no tuvo efecto en Morte. El usuario de hacha avanzó dos pasos, aun sonriendo, cambió su arma a un hacha de una mano con la habilidad Cambio Rápido, y la hundió en la cabeza de Cylon.
La barra de HP debajo del cursor nombrado como CYLON se redujo a cero, y el lord de Stachion se balanceó lentamente hacia atrás, con la mano derecha todavía estirada, y cayó del carruaje. Su cuerpo rebotó en el suelo cerca de nuestros pies y llegó a una posición antinatural antes de destrozarse en una lluvia de partículas azules.
Como podría esperarse de un lord, éste dropeó varios objetos entre grandes cantidades de monedas de oro y plata, provocando un ruido metálico estridente mientras rebotaban en el suelo. Este era el tipo de ganancia que esperarías hacer siendo un jugador naranja, pero Morte ignoró las monedas. Bajó la mirada hacia nosotros desde el carruaje. Sus ojos estaban ocultos bajo los bordes de la cofia, pero la sonrisa en sus labios se agrandó aún más.
Justo entonces, el otro bandido encapuchado que luchaba con el hombre alto al otro lado del carruaje chilló:
— Oye, si ya has acabado con el viejo, ¡Ven a ayudarme! ¡Este cerdo tiene un nivel alto!
Levanté mi vista tanto como pude y vislumbré al hombre alto, sus enormes puños estaban envueltos en guanteletes de cuero reforzados con metal, meciéndolos hacia el pequeño encapuchado que esquivaba hábilmente moviéndose alrededor. El bandido tenía una delgada daga en su mano, lo que me indicó que él debía ser aquel que se reunió con Morte en las catacumbas subterráneas en el quinto piso. Si estos dos estaban alrededor, entonces era posible que el jefe de la pandilla de PKers estuviese cerca—el hombre de la capa negra que intentó asesinarme durante el espectáculo de fuegos artificiales—pero no lo había visto aun.
El usuario de daga esquivó rápidamente los golpes del hombre alto y contraatacó hábilmente, pero mantenía su distancia y no se acercaba demasiado como para causar gran daño. En este punto, nuestra única esperanza era confiar en que el hombre que nos había metido en el saco. Si él podía aguantar por unos minutos, incluso con Morte involucrado, Asuna y yo podríamos recuperarnos de la parálisis.
Pero…
— Lo siento, estoy ocupado ahora. Si no puedes derrotarlo, llévalo al bosque y piérdelo allí, por favor –ordenó Morte, después giró hacia nosotros. Su compañero protestó, pero parecía claro que Morte tenía una posición más alta en su pandilla. En lugar de eso, él le grito al hombre alto para que lo siguiera y corrió hacia el bosque denso al sur del camino. El hombre con la máscara de cuero rugió y fue detrás de él.
Cuando los dos pares de pasos se desvanecieron, quedó un silencio sepulcral. Por alguna razón, los familiares sonidos de insectos y búhos se silenciaron completamente.
Dentro del silencio se escucharon unos ligeros pasos. Morte había saltado desde el carruaje. El hacha que él había usado para asesinar a Cylon descansaba en su hombro, y caminó descuidadamente pisando las monedas derramadas en el piso mientras se acercaba a donde estábamos Asuna y yo.
—…Vaya, vaya, vaya. He estado esperándote, Kirito. Tuve la corazonada de que aceptarías la misión del lord, pero no estaba tan seguro así que no te seguí durante todo el camino. En vez de eso, solo me senté a ver lo que pasaba en el escondite de ‘Py-loquesea21’ desde una posada comenzando desde anoche… ¡Oh! Whoopsie.
Su maliciosa mirada sonó un poco avergonzada, y él rascó la sien con la parte posterior del hacha.
— El jefe siempre me dice que debería controlar mi lengua, pero no parece que nada fuera a cambiar, ¿no crees? Por otro lado, realmente apestaría que te recuperaras de la parálisis mientras yo solo hablo sin parar, por lo que temo que aquí es donde nos despedimos.
Giró el hacha en sus dedos, haciendo un evidente ruido, después la agarró correctamente y comenzó a caminar de nuevo.
Justo en ese momento, el borde verde que rodeaba nuestras barras de HP comenzó a parpadear. Treinta segundos hasta que los efectos del debuff se desvanecieran automáticamente…pero él solo necesitaba cinco para asesinar a un jugador indefenso.
Asuna estaba echada de costado y dándome la espalda, por lo que no podía ver su rostro. No podía decirle una palabra o tomar su mano.
Dejé que esta situación se generara debido a mi propia falta de precaución. Sabía que nos iban a llevar fuera de la ciudad en un estado totalmente indefenso, por lo que debí haberme dado cuenta que esto nos haría vulnerables ante posibles PKers. E incluso si no lo hubiera hecho, tal vez Asuna podría haberse dado cuenta de mi error, si yo no hubiera estado tan preocupado por las preciosas sorpresas de mi historia.
Tenía que encontrar una manera de sacar a Asuna de esta trampa mortal, incluso si para ello necesitaba sacrificarme.
El sonido de las botas se acercaba. El debuff no se había ido todavía. Los latidos de mi corazón se intensificaron.
Esta no era una señal virtual, sabía que donde fuera que estuviera mi cuerpo en el mundo real, mi corazón estaba agitado allí también. Mi mente se aceleró, el tiempo pasaba más lento de lo normal, mientras mi mente examinaba rápidamente todas las opciones.
21 N.T: Referencia a Phitagrus
Podía ver el cabello castaño-rojizo de Asuna, el pasto verde, y el bosque azul marino de fondo…así como los objetos que Cylon había soltado al morir: monedas de oro, plata, bolsitas misteriosas, una lujosa espada larga, su máscara de cuero, una llave de metal, una llave de oro, un pequeño frasco, y esos zapatos con las puntas elevadas.
Una posibilidad atravesó mi mente, tan rápido como un relámpago.
No podía mover mis brazos o piernas por el momento. Pero había dos cosas que podía hacer.
Una era mirar. La otra era respirar.
Morte se detuvo justo frente a mí; yo estaba echado de costado. Aunque no podía verlo directamente, su sombra estaba estática sobre el suelo, levantando silenciosamente el hacha sobre su cabeza.
En ese momento, expulsé todo el aire que guardaba en mis pulmones.
Mi objetivo era el pequeño frasco, que permanecía parado a menos de un metro de mí. Tenía una cráneo marcado en el costado—eso era lo que Cylon había usado para paralizarnos. Debió haber reestablecido su contenido al ser dropeado, porque estaba cerrado y lleno en lugar de abierto y vacío.
El frasco tenía solo cinco centímetros de alto, y la fuerza del aliento en este mundo tendía a ser exagerado—fuimos capaces de inflar las frutas-flotador del cuarto piso con un simple soplido—pero no estaba seguro si sería capaz de tumbarlo esta vez. Sin embargo, para mi sorpresa, otra corriente de aire fue liberada al mismo tiempo. Asuna había llegado a la misma conclusión e intentado lo mismo.
El pequeño frasco se tambaleó hacia los lados con la fuerza del aire, se inclinó hacia atrás, luego hacia adelante—y finalmente cayó. La tapa, que solo estaba puesta sin ningún tipo de seguro, rodó por el suelo, y un cruel humo verde salió disparado con una fuerza sorprendente. Aspiré profundamente, tomando una gran cantidad de aire limpio y aguanté la respiración.
Instantáneamente, el humo nos envolvió, volviendo todo de color verde. Escuché el rechinar de una lengua y sentí que Morte se alejaba. El parpadeo del borde verde alrededor de mi barra de HP se hacía cada vez más rápido.
En Aincrad, elevar dos diferentes tipos de parámetros podía permitirte exhibir una fuerza física y velocidad que eran imposibles en la vida real. Pero había algunas cosas en un VRMMO de inmersión total que todavía derivaban de la forma física de tu cuerpo real.
Una de esas cosas era la capacidad pulmonar. Si tu cabeza estaba cubierta por agua, el juego detectaba que estabas en un estado de ahogamiento, pero mientras mantuvieras tu respiración, no habría pérdida de HP. Debido a que la respiración no era del avatar, sino del cuerpo físico, significaba que los jugadores que tenían mayor capacidad pulmonar en el mundo real podían moverse más debajo del agua. Lo mismo aplicaba para cuando estabas envuelto en una nube de gas venenoso.
No solía ejercitarme mucho en la escuela, por lo que mi confianza en mi capacidad pulmonar era baja, pero el gas de Cylon había durado solo por treinta segundos en la casa embrujada, y sabía que al menos podía aguantar durante ese tiempo. El problema era que la parálisis aun hacia efecto…y si Morte se mantendría alejado durante los treinta segundos.
Habían pasado cinco…seis…siete segundos desde que el gas comenzó—y el borde de la barra de HP y el icono del debuff se habían ido. Instantáneamente, sentí de nuevo mi cuerpo, y me levanté, apoyándome en mi mano izquierda, tomando mi espada con la derecha.
Entonces Morte vino cargando a través de la cortina de veneno hacia mí.
El gas era tan denso que solo podía ver una vaga silueta del cuerpo del enemigo. Para Morte era igual, pero el movimiento que hizo, cortando a través del humo, estaba perfectamente dirigido hacia mi cabeza.
Si bloqueaba la hoja del hacha que bajaba en picada hacia mí con solamente mi espada, perdería en términos de peso y momento. Pero tampoco tenía tiempo para contraatacar desde una posición agachada. No tuve más opción que poner mi mano izquierda para apoyar la espada y asumir una posición de bloqueo a dos manos.
El hacha de Morte golpeó el costado de la Sword of Eventide, soltando chispas que casi me cegaban, incluso en la densa neblina. El impacto fue tan fuerte que por un momento temí que mi espada se rompiera, pero la legendaria espada del clan Yofilis absorbió el impacto valientemente—el rebote detuvo brevemente a Morte en su posición.
— ¡¡……!!
Me levanté de golpe con un rugido ronco, ejecutando la habilidad de artes marciales Flash Blow con mi mano izquierda. Mi puño salió disparado hacia adelante envuelto en una luz roja, que Morte lo bloqueó con su brazo derecho descubierto—aunque no era suficiente para evitar que perdiera el equilibrio. Yo también tuve un retraso post-habilidad, pero de todas las habilidades de espada que conocía, Flash Blow tenía el menor tiempo de retraso. Cuando me recuperé menos de un segundo después, Morte todavía se estaba tambaleando.
Su lado derecho estaba protegido por su hacha aparentemente resistente, pero el lado izquierdo estaba indefenso. La mejor manera de golpearlo allí seria con la habilidad de espada larga Horizontal——
No. Espera.
Cuando luché contra Morte en el campamento de los elfos del bosque en el tercer piso, él usó Cambio Rápido para cambiar su espada por su hacha. Pero también sacó un escudo circular junto con esta. Pero ahora su mano izquierda estaba vacía.
¿Había cambiado su estilo? ¿Por qué—?
Para hacerme pensar que su mano izquierda estaba vacía.
— ¡¡…!!
Apreté mis dientes y me contuve de usar la habilidad de espada que estaba a punto de activar, haciendo retroceder mi hoja. Al mismo tiempo, Morte agitó su muñeca izquierda y lanzó algo hacia mi rostro.
El objeto atravesó el gas venenoso y golpeó mi espada, que apenas había desplegado a tiempo. Basado en el clang metálico y la fuerza del impacto, pude adivinar que era un dardo—probablemente envenenado.
En el tiempo en el que retrocedí mi espada para defenderme, Morte se había recuperado, pero el escogió alejarse en lugar de contraatacar. Saltó hacia atrás, y lo seguí, cuidándome de los dardos adicionales. En cinco segundos, estaba fuera del gas venenoso, así que solté mi aliento y aspiré aire fresco.
Menos de cinco metros adelante, Morte tomó un respiro, su boca se abrió con alegría.
— Ja-ja…Bien hecho, Kirito. No puedo creer que hayas bloqueado eso.
— Dime, ¿dónde y cuándo obtuviste ese raro y peligroso dardo envenenado? – le pregunté, revisando la hoja pulida de la Sword of Eventide para ver en su reflejo detrás de mí. Asuna se recuperó al mismo tiempo que yo, pero no había salido del humo verde todavía. El icono de debuff había abandonado su barra de HP, por lo que sabía que ella no había caído bajo sus efectos nuevamente, pero no sabía qué razón podría tener ella para no moverse todavía.
— Bueno, si te no dijera, irías a conseguir algo por tu cuenta, ¿verdad? Es sorprendente cuán útiles pueden ser estas cosas –Morte bajó la vista, mirando de reojo su cintura.
El veneno en SAO—especialmente el tipo paralizante—era increíblemente peligroso, evidenciado por la forma en que él había usado ese evento de parálisis para casi asesinarnos. Por esa razón, era muy, muy difícil para los jugadores usarlo. No solo porque era lo bastante difícil elaborar un agente paralizante de alto nivel con la habilidad Mezclar, el solo cubrir tu arma con ello no tenía ningún efecto.
Pero el dardo de diez centímetros que Morte tenía entre sus dedos estaba brillando con algo aceitoso bajo la luz de la luna. Él claramente había dejado el escudo y aceptado el estado de ‘equipo irregular’ que lo hacía incapaz de usar habilidades de espada, con el fin de que pudiera realizar ataques furtivos con esa cosa, por lo que tenía que ser un arma envenenada. Sin importar la solución que él hubiera hallado, no iba a dejar que me golpeara.
Afortunadamente, los dardos eran armas de un solo uso por naturaleza, que se podían encontrar y comprar en conjuntos de tres. El primero Morte lo tiró en algún lugar del bosque, por lo que le quedaban dos. Si pudiera sacarlos de la ecuación, tendría la ventaja.
La mirada de Morte se suavizó un poco. Puso su hacha por delante y ocultó la otra mano detrás. Yo elevé mi espada hasta un nivel medio, listo para desviar cualquier ataque.
El gas venenoso detrás de mí aún seguía allí. Solo había durado treinta segundos cuando Cylon lo usó, por lo que asumí que sería lo mismo aquí—pero ¿y si el periodo de activación había sido recortado solo para el evento, y una vez obtenido por un jugador, su duración predeterminada fuera mayor? Si fueran dos minutos, o incluso solo uno, no podía garantizar que la respiración de Asuna durase tanto. Si la parálisis se había ido, ¿por qué ella no salía del humo…?
Justo cuando comencé a preocuparme de verdad, escuché un chillido del otro lado de la nube de humo.
— ¡Whew! ¡Finalmente lo perdí! ¿Oye, todavía no has terminado por allí?
El segundo hombre encapuchado que había llevado al NPC hacia el bosque regresó antes de lo que esperaba. Apreté mis dientes, mientras Morte me sonreía. Si Asuna estaba en algún tipo de problema y no podía liberarse, tendría que continuar peleando en un dos-contra-uno mientras la protegía. De hecho, su vida era la máxima prioridad, por lo que si fuera necesario, tendría que sacrificarme para que mi compañera pudiera escapar.
En la hoja de mi espada, mi espejo retrovisor improvisado, vi una figura oscura encapuchada que se mantenía a una distancia razonable de la nube de humo.
—…Mierda, ¿él aún está vivo? ¿Y qué hay con este humo de todos modos? No se supone que usáramos esto, ¿verdad?
— No fui yo. Aquí Kirito encontró una forma de utilizar el objeto venenoso del NPC. Ja, ja, ja, ja –respondió Morte.
El segundo encapuchado chasqueó su lengua teatralmente.
— Que dolor de culo. Por otro lado… ¿puede que tenga suerte, ahora que tengo la oportunidad de eliminar a alguien? Todavía no supero mi furia por perder mi Chivalric Rapier robada en el quinto piso. Oye, ¿dónde está la chica?
— Ella parece estar aún paralizada dentro de la nube de humo.
— Genial. Entonces primero matemos al beater aquí presente.
El Encapuchado Nº 2 sacó una oscura daga brillante de su cintura.
Estuve en silencio mientras los otros dos hablaban, ignorándome. Pero en el instante en que Nº 2 mencionó a Asuna, sentí mi sangre hervir y casi me lancé al ataque. Pero sabía que en el instante en que le diera la espalda a Morte, el lanzaría el dardo. El Abrigo de Medianoche que había mejorado en el campamento élfico oscuro todavía era lo suficientemente fuerte para usarlo aquí en el sexto piso, a pesar de haberlo obtenido como bono de LA al derrotar al jefe del primer piso. El problema era que era débil ante los ataques perforadores22, igual que cualquier armadura no metálica. Esto era un problema menor en Aincrad, donde no había arcos ni flechas, pero junto con las armas de asta como las lanzas y lancetas—y armas a una mano como estoques y estiletes23—los dardos servían perfectamente como armas perforadoras.
Atacaría a Morte tan rápido como pudiera para neutralizarlo, después derrotaría a su camarada. Esa era la única salida—pero ¿realmente podría dominar al usuario de hacha, sabiendo que su habilidad en duelos era probablemente más alta desde la última vez que luchamos? Incluso si tuviera la técnica y parámetros, ¿podría llegar a cruzar esa línea final…?
A diferencia del mundo real, mientras tuvieran un solo pixel de salud restante, podrías moverte y pelear. Por lo que la única manera de garantizar su neutralización sin usar veneno o trampas era reducir su HP a cero—matándolo.
Debido a que Morte y el usuario de daga habían atacado a Cylon y a su asistente, sus cursores de jugador eran naranjas, el color de los criminales. Como jugador verde, podía atacarlos sin ninguna penalización ni el temor de volverme un jugador naranja, pero eso solo era según las reglas del sistema. Actualmente, SAO era un juego de la muerte del que era imposible escapar, y perder tu HP significaba que el NerveGear freiría tu cerebro con fuertes microondas. Si yo asesinaba a Morte y a su amigo, estaría asesinando sus cuerpos biológicos, donde fuera que estuvieran en el mundo real.
22 N.T: Piercing attacks.
23 N.T: Daga o cuchillo con una hoja muy larga y aguda de varios diseños,
Hacer PK era asesinato real ahora. ¿Podría hacer yo eso?
Una intuición demoniaca me invadió durante ese momento de indecisión.
— ¡Shah!
Morte se puso en movimiento. Salté hacia mi izquierda para alejarme de él y mantener al usuario de daga dentro de mi vista. Pero Morte leyó completamente mis movimientos y fue hacia la misma dirección que yo, oscilando su hacha por un costado.
Mientras el tuviera el dardo envenenado en su mano izquierda, seria detectado como posesión de doble-arma—y sería incapaz de usar habilidades de espada. Pero el hacha a una mano de Morte tenía un poder que no podía pasarse por alto, incluso si solo hiciera ataques ordinarios. A diferencia de la Anneal Blade con su excelente peso y durabilidad, la Sword of Eventide era aguda pero ligera, y quizá no soportaría ataques severos si mi técnica de guardia no fuera cuidadosa.
Cuando aterricé, me balanceé hacia atrás, y la gruesa hoja del hacha pasó directamente donde había estado mi cuello. El ataque fue tan fuerte que Morte terminó exponiéndome su espalda. Dada mi posición, podría haberlo atacado directamente, pero el Encapuchado Nº 2 estaba acercándose furtivamente con su daga. Si ellos me rodeaban por delante y por detrás estando descubierto, eventualmente caería víctima de ese dardo envenenado. Necesitaba atraerlos hacia el bosque al norte del camino de modo que pudiera pelear con mi espalda cubierta por un árbol.
Doblé mis rodillas, listo para saltar otra vez.
Justo entonces, la nube de humo verde detrás de Nº 2 se desvaneció.
Era una esgrimista, con una capucha roja batiéndose detrás de ella, con un estoque de plata en su mano. Su cara estaba oculta detrás de una monstruosa máscara de cuero—la máscara de gas que Cylon había usado en el escondite de Pithagrus y que había caído tras su muerte. Asuna había estado escondida en la nube de gas durante más de un minuto debido a que la estaba usando.
Tanto Morte, quien estaba tratando de rectificar su posición hacia mí, como el Encapuchado Nº 2, habían fallado en divisarla. Ella podría tomar la ventaja usando una habilidad de espada contra la espalda indefensa del segundo.
Pero la pregunta era: ¿Podría Asuna, quien nunca había experimentado un duelo como una forma de combate mortal, realmente hacer esto? Si ella dudaba incluso solo un instante durante la activación, la habilidad de espada se bloquearía, y ella quedaría congelada en el lugar, abierta ante un contraataque devastador.
Durante este momento de pausa, centré mi atención en el hacha de Morte. Si mi expresión causaba que Nº 2 notara el ataque desde su espalda, la paciencia y estrategia de Asuna habrían sido inútiles. Tenía que creer en mi compañera.
— ¡Shhu!
Morte balanceó su hacha otra vez. Retrocedí lo suficiente como para evitar su ataque, manteniendo mis ojos en su mano izquierda. Él estaba buscando que yo bloqueara el hacha, dándole una oportunidad para lanzar su dardo, por lo que tenía que seguir esquivándolo con rápidos movimientos laterales.
En la esquina de mi campo de visión, vi a Asuna corriendo a una increíble velocidad para acortar distancias, preparando el ataque de su estoque. Su objetivo se estaba agachando rápidamente, quizá notando los pasos detrás de él.
La punta del estoque brilló con un rojo brillante. El brazo derecho de Asuna y la espada se fundieron en un flujo de luz. Mientras me preparaba para el tercer golpe de Morte, envié un mensaje silencioso a mi compañera.
“¡¡Ve, Asuna!!”
Hubo una serie de fuertes impactos. Su habilidad de espada Triangular golpeó al hombre justo en la espalda, quitándole un tercio de su HP.
— ¡Aaah…mierda! –gruñó furioso por el dolor, rodando por el suelo mientras su espalda sangraba con un gran efecto de daño.
— ¡Ella no está paralizada! ¡Era un truco sucio! –gritó.
Asuna se recuperó del retraso de habilidad y, mientras ignoraba esa hipócrita protesta, se quitó la máscara y la lanzó al pasto. Bajo la pálida luz de la luna, sus hermosos rasgos eran feroces por la ira—los cuales nunca había visto. Eso fue suficiente para enmudecer al hombre quejumbroso, eso era seguro.
— Déjame este a mí. Ve por Morte, Kirito.
Su voz tranquila llegó fuerte y clara desde una distancia de casi diez metros. Asentí ligeramente en dirección a sus brillantes y fríos ojos, después giré hacia el usuario de hacha.
La despiadada boca visible debajo de su cofia ya no tenía su leve sonrisa.
— Oh, vaya –gruñó–. Nuestra diversión pasó rápidamente a ser un verdadero aprieto.
— ¿Creías que te iba a ser fácil matar algunas personas inmovilizadas? Piensa de nuevo.
— Vaya, vaya, esto aún no está decidido. ¡Aún tengo dos dardos…envenenados! –gritó, oscilando el hacha en su mano derecha verticalmente. Retrocedí por instinto mientras la hoja oscurecida pasaba cerca de mi nariz.
Dolía ser incapaz de bloquear, pero el Harsh Hatchet de Morte estaba mejorada con un +6 en Peso, que era suficiente para desestabilizar el centro de gravedad del avatar al iniciar los ataques. Este era un detalle menor, pero si te mantenías alerta, podías notarlo.
Mientras Morte y yo estábamos centrados en combate cercano, Asuna y el Encapuchado Nº 2 estaban montando un espectáculo.
Ambos eran del tipo velocidad—la daga y el estoque brillaban a una velocidad alucinante, iluminando la noche con una lluvia de luces. En términos de velocidad pura, ninguno de los jugadores de la línea delantera podía sobrepasar a Asuna—si alguien pudiese hacerlo, la agilidad extrema de Argo quizá podría lograr la hazaña. Pero en una batalla sin reglas de jugador-contra-jugador, su estilo era simplemente muy directo. Contra un oponente bien entrenado en fintas y trampas, ella probablemente lo tendría difícil.
Pero después de un poco de práctica en duelos contra mí, el hecho de que ella se esmerase mucho en una pelea contra un verdadero PKer era señal de su enorme progreso. Tenía que responder a su ejemplo. No podía estar a la defensiva todo el tiempo.
Morte continuó atacándome furiosamente, intentando forzarme a bloquear su hacha—o solo quitarme el balance de modo que pudiera apuñalarme directamente con el dardo. En el mundo real, él ya estaría exhausto ahora, pero mientras no realizaras acciones fuera de tu capacidad de Fuerza, el parámetro oculto ‘Fatiga’ no sería un problema aquí.
El bosque nocturno ofrecía baja visibilidad y terrenos disparejos, por lo que si seguía esquivando, eventualmente tropezaría con una raíz o alguna piedra. Tenía que cambiar esta situación antes de que eso ocurriera.
— ¡Sh…shwaa!
Evadí los golpes continuos de Morte, tanto verticales como horizontales, con un rápido movimiento de pies. Después me arriesgué: fingí tropezar con algo, avanzando torpemente.
Morte salió al ataque. ‘¡Haaaa!’ siseó, blandiendo el Harsh Hatchet desde arriba. Él estaba un poco lejos, debido a que yo estaba alejándome concentrándome en la evasión.
Las hachas eran armas poderosas ya fueran a una mano o a dos, pero si te acercabas lo suficiente—y usabas todo tu coraje y valentía—podías tomar ventaja de sus debilidades estructurales.
— ¡Argh! –grité, tensando mi cuerpo, ‘tropezando’ con mi pierna izquierda y lanzándome hacia adelante a partir de ahí. Eso me llevó hacia una abertura del hacha, donde podía estirar mi antebrazo izquierdo y golpear con él la mano que sostenía el arma.
Una fuerte sacudida recorrió mi brazo y hombro, y perdí cerca del 5 por ciento de mi HP. Pero al mismo tiempo, activé la habilidad de espada Slant con mi otra mano. La hoja envuelta en un brillo azul golpeó el brazo izquierdo de Morte mientras el giraba su muñeca para clavar el proyectil envenenado.
Imaginé que si podía hacer que soltase el dardo, seria genial. Pero mi ‘obra maestra’ de los elfos oscuros mostró incluso una mayor habilidad para responder a mi arriesgada jugada. La espada silenciosamente cortó el brazo de Morte por debajo del codo. Su antebrazo explotó violentamente en pequeñas partículas azules, y el dardo que el sostenía cayó al pasto.
Eso causaría daño por perdida de miembros. Él no podría lanzar sus dardos con la mano izquierda durante al menos tres minutos, cuando se recuperara del efecto.
— ¡Ja-ja! –rió Morte, ya fuera un engaño o una señal de que el aún tenía trucos bajo la manga. Saltó hacia atrás, mientras vívidas partículas rojizas caían de su brazo cortado como si fuese sangre.
Yo no era de esos que seguían atacando en un duelo después de haber dado en el blanco. Lanzar continuamente habilidades de espada buscando hacer el máximo daño también elevaba tu propia vulnerabilidad, y era muy fácil sufrir consecuencias devastadoras cuando fallabas.
Pero en esta situación específica, tan pronto como mi retraso por habilidad terminó, me lancé hacia adelante, persiguiendo a Morte mientras él escapaba. Parecía que yo estaba más furioso que cuando me di cuenta que los PKers estaban persiguiendo a Asuna…y conmigo mismo por no reconocer el peligro del evento de parálisis.
— ¡¡Raaahh!! –rugí desde lo profundo de mi vientre, impulsando la espada con el movimiento de mis muñecas. Múltiples líneas de una pálida luz azul se encendieron en su hoja, y una fuerza invisible me impulsó desde atrás. Era la habilidad tipo carga de bajo rango: Rage Spike.
Esta habilidad de espada, que se desbloqueaba al llegar al nivel 50 de dominación, era una de las habilidades básicas después de Slant, Vertical, y Horizontal. Por lo que tenía bajo poder, pero a diferencia de Sonic Leap, el cual consistía en saltar y ejecutar un tajo descendente, este iba en una línea recta paralela al suelo, haciéndola más precisa y difícil de bloquear.
Con su mano izquierda ausente y sin más armas que lo perjudicaran, Morte ahora era capaz de usar habilidades de espada con su hacha, pero al verme inclinándome y corriendo hacia él, instantáneamente abandonó la idea de contraatacar. Retrocedió el hacha y la sostuvo en una pose de defensa delante de él.
El mango del hacha era, en esencia, solo un palo circular, aunque algunos estaban adornados con pinchos o pequeñas cuchillas. Pero debido a tal diseño, ese era el punto débil del arma durante el ataque—aunque a diferencia de las espadas, un hacha era mucho menos propensa a ser destruida durante la defensa, sin importar de dónde viniera el ataque. Y dada su habilidad, Morte no tendría muchos problemas para defenderse de mi ataque con el mango, incluso si tenía apenas un par de centímetros de grosor.
Sin embargo, una carga bloqueada aun podía aturdir al objetivo. Ahora era el momento de poner todo en este ataque sin temer un contraataque—para dejarle saber con lo que se estaba enfrentando.
— ¡Aaahhhhhh! –rugí, blandiendo mi espada directamente hacia su pecho.
— ¡Sshheh! –siseó Morte, poniendo el mango del hacha en el camino de la luz azul pálida. La hoja de mi espada siguió avanzando, lista para cortar ese palo de acero.
Y entonces.
Como si la espada se moviera por cuenta propia, la hoja osciló ligeramente hacia la derecha. La perfectamente rígida e implacable Sword of Eventide, solo por un momento, adquirió una vivida flexibilidad, moviéndose por su cuenta para evitar su obstáculo…o eso me pareció.
La hoja rozó el borde del Harsh Hatchet solo lo suficiente para crear chispas, después volvió a su rigidez habitual, golpeando un punto a la derecha del centro de Morte—directamente en su corazón, un punto crítico—con una precisión aterradora.
La armadura de escamas color gris oscuro del usuario de hacha brillaba ligeramente, indicando que no estaba hecha de metal, sino de la piel de algún monstruo. Parecía facilitar el movimiento sigiloso, ideal para hacer PK, pero su capacidad para bloquear ataques tipo carga o perforadores no era diferente de mi abrigo largo.