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Progressive 2 capitulo 1

Capitulo 1
Concerto of Black and White

El primer piso de Aincrad era un piso con «todo incluido», sin un tema de diseño unificador. El terreno era rico y variado, con campos, bosques, desiertos, y cañones, sin mencionar los numerosos pueblos más pequeños y aldeas fuera del pueblo principal. Este agregaba una atmósfera de bienvenida para los nuevos jugadores, pero ahora que el juego era mortal, pocas personas estaban de humor para adentrarse en los alrededores.

El segundo piso, sin embargo, tenía un diseño unificado y muy claro. La tierra estaba cubierta por pastizales verdes y montañas multi-capas de cima plana, y los monstruos dentro eran de tipo animal. 

Como una señal de esfuerzo tras superar el primer piso, los desiertos del segundo no eran muy difíciles, en los cuales, combinados con el estilo visual, daba un tema «campestre» sencillo. La mayoría de los jugadores lo llamaban el «piso vaquero» por razones obvias.

Seguido estaba el no conquistado tercer piso.

Mientras subía las escaleras en espiral desde la cámara del jefe del segundo piso hasta el tercero, apreté mi puño y murmuré:

— De alguna forma, aquí es donde SAO realmente comienza...

Era más como un recordatorio para mí mismo, pero mi compañera me escuchó y preguntó:

— ¿En serio? ¿Por qué?

Me rasqué la cabeza y expliqué,

— Bueno... el tercer piso es donde se muestran los primeros mobs humanos.

Los Kobolds y Tauruses de abajo eran semi-humanos, por lo que ellos podían usar habilidades de espada simples, pero aún seguían siendo monstruos, ¿bien? Bueno, algunos de los enemigos allá adelante parecen indistinguibles de los demás jugadores. Honestamente tú no serias capaz de distinguirlos sin un curso de color.

Al igual que los NPC, ellos pueden hablar y usar habilidades de espada nivel experto.

Significa...

Miré sobre mi hombro y fije mi vista en Asuna la Esgrimista.

— Aquí es donde el verdadero Sword Art Online comienza. Leí muchas entrevistas y artículos de revistas sobre Akihiko Kayaba, el hombre que nos atrapó aquí. Él dijo que el término Sword Art se refería a la luz y el sonido del choque de habilidades de espada entre sí – un concierto de la vida y la muerte.

—...oh...

La frase que me hizo tiritar de emoción hacia un año no produjo efectos notables en Asuna. 

Continuamos subiendo las escaleras a un ritmo medido. Su siguiente comentario me tomó por sorpresa:

— ¿Eso significa que él ya estaba preparando ese crimen cuando dio esa entrevista?

— Umm... bueno, supongo.

En ese día histórico de hace cinco semanas, Kayaba llamó a todos los jugadores de SAO la plaza central del Pueblo de los Inicios y anunció: ‘Creé el NerveGear y SAO precisamente con el fin de construir este mundo y observarlo. Ahora he alcanzado ese objetivo’.

Si esas palabras fuesen ciertas, entonces desde la primera línea que Kayaba trazó en un diagrama del NerveGear, él estuvo visualizando este crimen tan terrible como su objetivo final. Todas esas declaraciones que electrificaron mi joven mente (bueno, solo un año más joven) ahora sostenían un doble significado abismal.

Asuna rápidamente murmuró:

— Un concierto... de la vida y la muerte. Me pregunto si él realmente quería referirse al arte de la espada de un jugador contra enemigos humanoides.

— ¿Huh...? ¿Qué quieres decir?

Era mi oportunidad para estar confundido. Subí los grupos idénticos de escaleras en espiral hacia el siguiente piso una docena de veces en la prueba beta y el lanzamiento oficial, por lo que era lo suficientemente conocido que podía seguir subiendo mientras miraba hacia atrás. La única cosa que era diferente en los pisos era el estilo de las figuras de los muros ennegrecidos. Una mirada cercana siempre revelaba algún tipo de pista temática del contenido de los pisos siguientes, pero de momento yo estaba concentrado en las palabras de Asuna.

Su rostro estaba serio, luego susurró: — Quizá estoy pensando demasiado esto... pero un concierto no es una presentación donde los instrumentos forma una pareja para jugar contra las demás. Eso sería un dueto.

— ¿Entonces, que es exactamente un concierto?

— La definición cambia dependiendo de la era, pero en lo más básico, es una orquesta actuando como el acompañamiento de fondo para un artista o pequeño grupo de jugadores independientes. Por lo que no es uno a uno, sino uno a muchos, o un par a muchos.

— Uno... contra muchos –repetí y me detuve antes de preguntar si podía significar un jugador contra un grupo de monstruos–.

Casi nunca era el caso que un solo jugador se enfrentara a una gran colección de adversarios – digo, diez o más. Sin ningún hechizo mágico que pudiese atacar un área extensa a la vez, y las habilidades de espada continuas agregando uno o dos pies al alcance del arma, el ser rodeado por monstruos en SAO significaba una muerte segura.

Esa ley acorazada estaba reflejada en el diseño del juego, por lo que aproximadamente todos los monstruos estaban solos, o en grupos no mayores a tres o cuatro. Mientras no corras por todos lados llamando la atención intencionalmente o golpeando las alarmas de trampa, un solo jugador nunca se encontraría con una gran cantidad de enemigos. Incluso si sucedía, nadie sería tan estúpido como para quedarse y luchar.

— En ese caso, no hay batalla en este mundo que realmente corresponda a un concierto real. En todo caso, eso podría referirse a una batalla contra un jefe... pero en ese caso, el jefe seria el líder, y los jugadores el acompañamiento –dije con una risita irónica. Asuna abrió su boca para responder, luego la cerró. Tras una pausa, ella sonrió ligeramente–.

— Supongo que sí. Solo estoy pensando demasiado en esto. Lo más importante, Kirito...

— ¿Huh? ¿Qué?

— Olvídalo, es muy tarde.

Tan pronto como dijo esas palabras, la parte posterior de mi cabeza se golpeó contra la rígida puerta de piedra al final de las escaleras.

¡Nguh! –murmuré dolorosamente y perdí el equilibrio, sacudiendo salvajemente las manos. Me aseguré de caer hacia atrás, sintiendo que sería mejor que saltar hacia adelante y directamente hacia Asuna–.

Pero en ese preciso instante, la puerta de piedra que debería haber apoyado mi espalda ya se encontraba abierta, y caí gritando a través de la entrada para aterrizar directamente sobre mi trasero en las mohosas piedras de concreto – el primer paso momentáneo en el nuevo e inexplorado piso.

El tercer piso de Aincrad.

Su diseño era «bosque», pero este era un bosque a una escala diferente a los que hay cerca de Horunka en el primer piso, o el área sureña del segundo piso.

Incluso los árboles más pequeños aquí tenían un tronco de al menos tres pies de ancho y se elevaban aproximadamente cien pies en el aire. Esos vastos y antiguos árboles se extendían tanto como el ojo pudiese ver, y los rayos dorados de luz que caían a través de sus interminables ramas y hojas era una vista mágica.

— ¡Wow! –Asuna se sorprendió, pasando sobre mí mientras yo me retorcía y me agarraba el coxis. 

Me di media vuelta sobre mi trasero para echar un vistazo. Ella se detuvo adelante y se volvió en el pequeño grupo luminoso, tomando el panorama del denso e interminable bosque–.

— ¡Increíble... solo esta vista valió la pena todos los problemas para llegar aquí!

La capucha de su usual caperuza de lana fue echada hacia atrás, y el destello de luz reflejado en su extensa cabellera marrón me cautivó. Con su contextura delgada y una belleza elegante, Asuna parecía más bien una dríada danzando por el bosque que una jugadora humana.

—...si. Realmente lo fue –murmuré y me coloqué sobre mis pies. Enderecé mi chaqueta y me estiré. Incluso aquí, el aire parecía más dulce y húmedo, lleno de ricas fitoncidas... lo puedo imaginar–.

Me volví hacia atrás para ver acabábamos de salir de una estructura de piedra antigua construida en las raíces de un árbol particularmente enorme, la boca de la escalera, y negra. Dentro de veinte minutos, los demás jugadores de la línea delantera terminarían sus tareas y llegarían a esta salida.

— Y ahora –murmuré, abriendo mi ventana e iniciando un mensaje para Argo la Rata. Le dije a la proveedora de información que ella debería informar al público que el segundo piso había sido conquistado, y que el portal de tele-transportación hacia el tercer piso debería estar abierto dentro de una hora. Ella estuvo presente en la recamara del jefe, pero desapareció antes que la lucha terminara, aunque eso solo era por si acaso.

La tarea que me dio Lind, líder del grupo de raid, fue completada. Cerré la ventana y volví a mirar alrededor del bosque.

Quise quedarme cerca y disfrutar la sensación de satisfacción de llegar al tercer piso, pero el tiempo era la esencia. Al igual que otro piso nuevo, había compras que debían hacerse, misiones que aceptar, y niveles que ganar. Pero antes de todo eso, tenía que confirmar algo con la miembro de mi grupo temporal.

Me fortalecí para la tarea, me acerqué a Asuna mientras continuaba sumergida en el escenario, y tosí delicadamente.

— Um, odio interrumpir tu tiempo de ocio...

— ¿...que sucede?

Ella se volvió hacia mí, una rara sonrisa estaba en su rostro. Dirigí su mirada hacia el norte con la punta de mi dedo índice. Un camino de piedra extendiéndose desde la estructura tras nosotros se dividió en una intersección en forma de Y solo a veinte yardas adelante.

— Si giramos a la derecha allí, iríamos al pueblo principal. El lado izquierdo nos llevaría al bosque por un buen rato, y eventualmente al siguiente pueblo.

—...ya veo.

— Normalmente, deberíamos ir al pueblo y activar el portal, pero prefiero dejarle eso a los equipos de Lind y Kibaou, ya que ella vendrán justo después de nosotros.

—....ya veo.

— Parte de esto es porque no quiero la atención, y la otra parte es que hay una tarea que podemos tomar si tomamos el camino de la izquierda. Sé que ambas razones son únicamente mi lógica persona, por eso...

La sonrisa en su rostro comenzó a desaparecer. De hecho, había una mirada amenazadora formándose en sus ojos. Finalmente comprendí que si elijo pobremente mis palabras aquí, estaría ganándome la completa y poderosa ira de uno de los malos humores de Asuna – yo solo desconocía las reglar para evitar eso.

— ¿...y? –habló, su voz era fría–.

— Um... bueno... necesitamos reestablecer los suministros, por lo que si quieres ir directo al pueblo principal, supongo que tendríamos que disolver nuestro grupo allí... pero por supuesto, si quieres unirte a mí y llevar a cabo esa misión en el bosque, no intentaría convencerte de que lo consideres...

— Si me estás preguntando que si no quiero disolver el grupo, entonces, no, no tengo problemas con eso. Ambos somos jugadores solitarios, a menos que yo esté completamente equivocada, ¿no?

— S-sí, madame.

— Pero esta tarea de la que hablas es mejor si la realizamos primero, ¿supongo?

En ese caso, me uniré a ti – odio ser incompetente. Por supuesto, si se te ocurre sacarme del grupo solo para que puedas ganarte tú solo los beneficios, supongo que no pudo detenerte.

— N-no, no, no quiero ser egocéntrico. Además, es más eficiente para ambos como un grupo.

— Entonces vayamos. No necesito reestablecerme ni reparar nada por un buen tiempo.

— G-grandioso.

Ella se volvió sobre su tacón y comenzó a descender al camino, sus botas sonaban en las piedras. Me apresuré a ir tras ella, decidiendo en secreto que apenas estaba a salvo, aunque no tenía ni idea de que estaba a salvo exactamente.

Si hubiese sabido que esto sería así, habría tratado de hablarle más seguido a las chicas en clase –me lamenté silenciosamente, luego exhalé negándolo. Si estuviese jugando como alumno de secundaria con ese tipo de contextura de personaje, no habría estado listo para ingresar a la versión comercial de SAO cinco segundos después que los servidores entraran en línea, y nunca habría caminado a través de este fantástico bosque con esta esgrimista caprichosa en primer lugar.

Esa era una conjetura inútil.

Hablando de eso...

En el mes que fui atrapado en este castillo, estuve empeñado en sobrevivir, en hacerme más poderoso a través de cualquier cosa que pudiese encontrar. ¿Alguna vez me detuve para lamentar mi decisión de entrar en Sword Art Online?

Lamento seria la elección normal. Alguien que no se haya lamentado de haber sido atrapado aquí estaba loco. Pero no importa cuando busque a través de mis registros emocionales, a pesar de la presencia del terror o nostalgia, no había rastros de «lamento».

Por eso, o bien yo estaba loco, o las circunstancias nunca me dieron el espacio de respiración suficiente para siquiera considerar lamentarme de mi elección. Si fuese la última, entonces la esgrimista avanzando delante de mí era parte de esas circunstancias. Yo pasé mucho tiempo atendiendo sus caprichos y necesidades que quizá el lamento y otras emociones negativas simplemente no podían encontrar algún soporte en mi cerebro...

¡No, no te atrevas a comenzar a agradecerle! ¡Ella te ha destrozado como una diez veces más de las ocasiones en las que haya mostrado algún indicio de gratitud! Ajusté mi ritmo para al menos estar igual con mi compañera casual.

Basado en mi experiencia beta, supe que para unos treinta minutos o más entre el asesinato del jefe del piso anterior y la activación del portal de tele-transportación, la tasa de aparición de monstruos estaba disminuyendo drásticamente.

Sospeché que era un regalo para aquellos campeones exhaustos, para asegurarse de que no fuesen interceptados por mobs antes de que pudiesen llegar al portal del pueblo principal del siguiente piso. Tristemente, ese efecto solo estaba activo cerca del pueblo en sí.

Luego de cinco minutos de andar a través del bosque, sentí un cambio en el aire cercano, incluso antes que mi habilidad de Búsqueda se disipara. El hermoso y encantado bosque parecía tornarse más difícil y amenazador con cada paso.

— Escucha, Asuna. Los enemigos aquí no son tan difíciles como aquellos que había en el segundo piso. Ellos en su mayoría son animales y plantas, también, por lo que no usaran habilidades de espada con nosotros –expliqué. Ella asintió silenciosamente–.

— Pero hay un patrón que todos los monstruos de aquí utilizan: ellos van a tratar de arrastrarnos al bosque y alejarnos del camino durante la batalla. Si te abalanzas hacia ellos cada vez que te dan una abertura, al momento de ganar la batalla estarás complemente perdida.

— ¿No puedes simplemente abrir tu mapa y ver los lugares que ya has caminado?

— La cosa es... -sacudí mi mano derecha para abrir el menú, busqué el mapa, y activé el modo de visualización para mostrárselo a Asuna–.

— Oh... todo es pequeño –señaló ella. De hecho, mientras la mayoría del mapa normalmente seria grisáceo con pequeños y claros modelos 3-D de los lugares donde hemos estado, la vista actual del mapa era pequeña y opaca, como si estuviese obscurecido por niebla. Incluso mirarlo de cerca no revelaba la ubicación del camino–.

— Esta área tiene un nombre: el Bosque de Nieblas Ondulantes. El mapa es difícil de leer, y a veces cuando caminas en la niebla tan densa, puedes a penas ver algo. Por lo que la regla del acorazado por aquí es, no alejarte del camino o tu grupo. Mantén eso presente todo el tiempo.

— Entendido. ¿Entonces por qué no me das una demostración?

— ¿Eh?

— Algo está observándonos allá atrás.

Lentamente me volví a mí alrededor. Fuera del camino, en todo el borde del bosque, de pie, no, plantado, había un árbol marchito. Su pálido tronco amarillo era solamente un pie y medio de espesor y seis pies de alto, muchísimo más pequeño que los especímenes gigantes cercanos. Pero luces tenues brillaban en dos agujeros en la corteza, y las ramas que se estiraban hacia los lados parecían garras delgadas.

El árbol seco y yo nos miramos el uno al otro por unos cuantos segundos. Eventualmente sacó una crujiente raíz fuera del suelo y dio un paso al frente. Luego, la raíz izquierda fue sacada para otro paso, y comenzó a caminar hacia mí. Los pasos tambaleantes pronto llegaron a su máxima velocidad.  Un tercer agujero se abrió debajo de los otros dos, y el árbol emitió un aullido.

— ¡Moloooo!

El Treant Sapling tenía diversas habilidades especiales, una de las cuales era que cuando este permanecía inmóvil, no podía activar mi habilidad de Búsqueda. Quedé tan absorbido en mi explicación que debí haber caminado justo en lo que pasara.

¡Vigilancia constante! –me reprendí a mí mismo, alcanzando mi hombro para sacar mi amada Anneal Blade +6 de su funda–.

Tres minutos después, corté ambas ramas-brazos, y Asuna hubo penetrado boca-agujero con su Wind Fleuret +5. El Treant gimió tristemente y explotó en fragmentos poligonales.

Chocamos puños en celebración y alejamos nuestras espadas. A pesar de mi advertencia, caí en los giros engañosos de los lados frontales y laterales del árbol, y me adentré cinco yardas en el bosque. 

Eso no era un gran problema ahora, pero mientras la niebla estuviese fuera, incluso diez yardas de distancia será desastroso.

Mientras ella caminaba por el antiguo camino pedregoso, Asuna dijo:

— Me siento un poco... culpable por eso.

— ¿Oh?

— Bueno, ese monstruo árbol era un Sapling, ¿cierto? No es muy ecológico cortarlo de esa forma.

— Q-quizá, pero no dirías eso si vieses al Elder Treant del que creció este. ¡Más bien dirías que derribemos esa planta mientras podamos!

—...no hables así. Ya he tenido suficiente de Kibaou –se quejó–. Regresamos al camino y compartimos un pequeño suspiro de alivio. El ángulo de la luz dorada de arriba ya estaba cambiando, pero teníamos suficiente tiempo antes del anochecer.

— Bueno, debería estar bien por aquí...

— ¿Qué cosa? Oh, la tarea que dijiste querer encargarte.

— Si. Solo estamos iniciando una misión... pero la ubicación inicial del NPC es aleatoria. ¿Cómo están tus oídos, Asuna?

La miré y vi que la esgrimista estaba retrocediendo, colocando sus manos sobre sus hermosas orejitas rosadas.

— ¿...es eso en lo que estas, Kirito? ¿Tienes algo en el oído?

— ¡N-n-no! Me refería a tu escucha, no a la forma de tus orejas...

— Solo estoy bromeando. Además, esta situación no tiene nada que ver con nuestro sistema auditivo. Estamos escuchando con los cerebros, no con nuestros tímpanos.

— Ah, buen punto. Bueno, intentemos encontrarlo. Solo si uno de nosotros tiene la habilidad de Escuchar a Escondidas. Enderecé mi espalda y copé mis palmas tras mis oídos, sabiendo que probablemente fuese inútil. Asuna siguió mi ejemplo.

— ¿Entonces que sonido voy a escuchar? No me digas que se trata una sola hoja cayendo.

— No te preocupes, no es un sonido natural. Estamos tratando de encontrar el resonar de espada contra espada.

Asuna pareció desconcertada por un momento, luego asintió al comprenderlo.

Nos quedamos en el centro del camino, nuestras espaldas presionadas juntas, centrándonos en las cuatro direcciones con nuestros oídos. Con frecuencia lo ignoraba, pero en realidad había un poco de ruido atmosférico en el juego. El silbido de la brisa y el susurro de las hojas, el corretear de los insectos y el piar de las aves

– callé todos y cada uno de esos sonidos en mi mente, buscando el fuerte y artificial sonido del metal sobre el metal.

— ¡...!

Asuna y yo nos volvimos al mismo tiempo. Giré a mi derecha y Asuna a su izquierda... hacia el suroeste. Había un tenue pero distintivo resonar de espadas  viniendo de esa dirección.

— Vamos –dije, yendo hacia adelante. Asuna tiró de mi abrigo desde atrás–.

— ¿Es seguro entrar al bosque?

— No te preocupes, siempre y cuando iniciemos la misión a salvo, seremos capaz de regresar al camino.

— ¿...y si no lo hacemos así?

— No hay problema – tengo un equipo de acampado aquí. ¡Vamos! Mientras trotaba hacia el bosque, escuché un escéptico ¿«acampado»? Y rápidamente se volvió en sencillos pasos.

***

Lejos del camino pedregoso, el suelo era suave y musgoso, con la suficiente proporción para ser notable, pero no cómo para caminar. Zigzagueé por unos troncos de derecha a izquierda, tratando de llegar a la fuente del sonido. Pasar cerca de cualquier monstruo aquí obstaculizaría nuestra búsqueda, por lo que solté algunos cursores activos en mi Búsqueda con el fin de evitarlos. La última cosa que quería ver era otro Treant, y afortunadamente no nos cruzamos con ninguno.

Luego de escasos cinco minutos de trote, el sonido del metal era mucho más fuerte que antes, mezclado con gritos y llamados. Dos cursores NPC aparecieron directamente al frente, seguido por los destellos de las espadas chocando vistas a través de las ramas.

Un árbol de tronco más grueso, y estaríamos en el campo de batalla. Me detuve antes que rodeáramos el árbol e hice detener a Asuna con un brazo estirado, y sostuve mi dedo índice en un gesto de silencio. Nos inclinamos cerca del tronco para espiar al mismo tiempo.

Las dos siluetas estaban envueltas en un combate violento en el centro de un extenso claro.

Uno era un hombre alto que vestía una armadura metálica brillante de color dorado y verde. Incluso con una mirada, era claro que su espada larga y su hebilla eran un equipamiento de alto nivel. Su extenso y rubio-platino cabello estaba atado en la espalda, y su rostro era como un protagonista escandinavo en una película de Hollywood.

El otro combatiente se mantenía en un alivio notable, con una armadura negro y purpura. El sable curvo y el pequeño escudo de lágrima eran oscuros en color pero igualmente poderoso. El cabello del luchador era corto y purpura tenue, el cual combinado con la piel oscuramente bronceada, era extraordinariamente hermoso.

Unos jugosos labios rojos y una curva pronunciada en su coraza dejaban verclaramente que el luchador oscuro era una mujer.

¡Haah!

El hombre rubio dejó escapar un grito violento y osciló su espada hacia abajo.

¡Shaa!

La mujer de cabello purpura retrocedió con su sable. Un feroz choque hizo eco a través del claro, y el efecto destellante de la luz iluminó el espeso bosque por un instante.

— ¿Esos realmente... son NPC...? –Asuna murmuró debajo de mí, su voz estaba llena de asombro–.

Entendía como se sentía. Sus movimientos precisos y expresiones tan realistas eran tan vivas, lo que hacía difícil verlos como avatares sin alma bajo el control del sistema de juego. Pero....

— Técnicamente, ellos son clasificados como mobs. Mira sus orejas.

— ¿Eh...? ¡Oh! Son puntiagudas. Lo que significa...

— Ese hombre es un elfo de bosque. La mujer es una elfa oscura. Mira sobre sus cabezas.

Los ojos de Asuna viajaron un poco. Ella murmuró nuevamente sorprendida. Ambos guerreros tenían una marca dorada «!» sobre sus cabezas. Esa era la prueba de que ellos eran los NPC de inicio de misión. Normalmente, al caminar e iniciar una conversación iniciaría automáticamente el recuadro de misiones. Pero en este caso...

— ¿Qué significa que ambos tengan la señal de misión y estén luchando entre si...?

— Es simple – solo puedes aceptar una. Necesito que hagas una elección muy importante aquí, Asuna –dije. Ella dirigió su mirada a los elfos y luego me miró–.

— ¿Una elección?

— Si. La misión que ellos nos darán no es una de tipo única, o siquiera una cadena de misiones. Se trata de la primera misión de campaña mayor en el juego. Se extiende a través de varios pisos y no termina hasta que lleguemos al nueve.

— N...

¡¿Nueve?! –era lo que iba a gritas, pero cerró su boca a tiempo. Sus ojos marrón avellana estaban tan abiertos por la conmoción. Disfrutando secretamente su asombro, agregué otra bomba.

— Si la cagas a mitad del camino, no tienes re-intentos. Tampoco cambios al lado opuesto. La elección que hagas aquí irá al final con nosotros hasta el piso nueve de Aincrad.

— Disculpa... ¿Por qué no me lo habías dicho antes...? –su rostro iba de ira a la indecisión–. Espera, ¿lado opuesto? ¿Eso significa que esos dos elfos...?

— Exacto. Tenemos que elegir salvar a uno y luchar con el otro. ¿Cuál será?: ¿Blanco o negro? Asuna me dio una mirada abrasadoramente evaluadora:

— Esta no es una elección real, ¿cierto? Quizá si fuese un juego normal, pero ahora no. Tenemos que seguir la misma rota que tomaste en la prueba beta. De hecho... tengo la certeza de que puedo imaginar exactamente cuál fue tu elección. Ahora fue mi turno de quedar en silencio incómodamente. Su mirada fría se clavó en mi rostro, y ella habló con una convicción absoluta.

— Elegiste a la dama elfa oscura, ¿no?

— S-sí, lo hice... p-pero no porque fuese una mujer. Es porque era oscura. Pero supe que esa excusa no funcionaria. Asuna se levantó rectamente y desvió su mirada a un arbusto.

— Bueno, bien. De todas maneras, nunca elegiría el lado del hombre para que cortara a una mujer. 

Ayudemos a la elfa oscura y derrotemos al elfo de bosque. ¿de acuerdo? –ella se apresuró a saltar de su escondite, pero la sujeté por la parte posterior de su capucha.

— ¡E-e-e-espera, espera, espera! ¡Primero, algo importante!

— ¿Qué?

— Bueno, etto... solo para que sepas, incluso si ayudamos el lado oscuro, no hay manera que podamos derrotar al elfo de bosque.

— ¡¿Q...qué?!

Sus ojos se abrieron más. Coloqué una mano en su hombro delgado para calmarla un poco.

— Como puedes ver desde esa mirada ruda, ellos son mobs de elite. No puedes encontrar Caballeros Sagrados Elfos de Bosque o Guardias Reales Elfos Oscuros hasta el séptimo piso. Sin importar con cuanto margen de seguridad estemos trabajando, solo hemos llegado hasta el tercer piso. En otras palabras, no podemos ganar.

— Entonces... ¿Qué hacemos? Digo... si morimos en esta lucha...

— No te preocupes, no habrá muerte si perdemos. Una vez que nuestro HP sea reducido a la mitad, el luchador que ayudamos usará su ataque secreto para ganar. Solo tenemos que centrarnos en la defensa. No te asustes cuando él comience a drenar nuestro HP, simplemente mantén la calma y espera que la dama haga lo suyo. Perder el control y correr por todos lado es lo peor que puede suceder aquí – nunca sabes si terminas atrayendo a un mob cercano por accidente.

—...está bien.

— Bien –le di una palmada a su hombro y la dejé ir–. Bueno, saltaremos a la cuenta de tres. La misión comenzará automáticamente cuando nos acerquemos, así que mantente junto a mí. Ella asintió comprendiendo, y me alineé junto a ella, conté hasta tres, y di una disculpa silenciosa.

Había algo más que no le dije a Asuna. Cuando saltamos a salvar a la elfa oscura – su nombre era Kizmel – ella liberaría su arte prohibido para salvarnos del caballero elfo oscuro, muriendo en el proceso. Si elegimos el lado opuesto y ayudamos al elfo de bosque, él haría lo mismo. No importaba la elección, ambos elfos morirían en este claro, y quedaríamos atrapados en la guerra entre dos razas. 

Ese era el comienzo de una extensa, muy extensa campaña... una historia épica.

— ¡...dos, uno, vamos!

Saltamos hacia el claro. Los elfos batallando nos miraron momentáneamente, luego saltaron hacia atrás para mantener distancia entre ellos. Cada uno de las señales «!» se convirtieron en «?» para indicar una misión en progreso.

— ¿Qué hace la humanidad en este bosque? –demandó el elfo masculino–.

— ¡No interfieran! ¡Lárguense de este lugar! –ordenó la elfa oscura–.

Teníamos la opción de irnos, era obvio. Pero eso era además del punto de estar aquí. Asuna y yo tuvimos contacto visual, desenfundamos nuestras espadas – y nivelamos los puntos en el llamativo pecho del elfo de bosque. Sus gestos apuestos se tornaron fríos y furiosos. El cursor amarillo del mob relacionado al evento ganó un cegador borde rojo, una advertencia de que el objetivo se estaba volviendo agresivo.

— Idiotas... por el crimen de estar de parte de esa mugrosa elfa oscura, su sangre satisfará mi sed de espada.

— Eso...

— ¡Es cierto, pero eres tu quien perecerá, cerdo abusivo! –se quejó Asuna, robando mi línea y agregando un dudoso cargo de abuso doméstico. El cursor del elfo de bosque cambió de un amarillo pálido a un amenazador carmesí oscuro. Antes de siquiera poder notar la siniestra tinta roja, el hombre mostró una hermosa pero altanera sonrisa–.

— ¡Entonces que así sea! ¡Comenzaré con ustedes, humanos!

— ¡Recuerda, solo concéntrate en la defensa! –le recordé a Asuna, centrándose en su espada larga–.

Por supuesto, solo duraremos tres minutos a lo mucho, agregué silenciosamente. Pero cuando miré el rostro de mi compañera, tuve una sensación distinta de incomodidad. Incluso en ese corto tiempo que la llevaba conociendo, pude reconocer que expresión era la que tenía ahora: esa que decía que estaba
empeñada en algo.

— ¿Um... centrarme...en defensa?

— ¡Lo sé, lo sé! –ella habló, pero hubo un violento destello del estoque sujetado en su mano derecha. Veinte minutos después.

— Esto... no puede estar sucediendo... –el elfo de bosque murmuró mientras colapsaba en el suelo.

— Esto... no puede estar sucediendo...-repetí, parpadeando en sorpresa mientras verificaba que su barra de HP realmente llegaba a cero. En contraste, tanto mi barra de HP como la de Asuna estaban a la mitad, justo antes de que pudiesen llegar a la zona amarilla. Durante la prueba beta, estuve en un grupo de cuatro persona, y fuimos derrotados solo en dos minutos–.

—...bueno. Después de todo, él no era tan rudo. Levanté la vista para ver a Asuna, su espalda estaba recta a pesar de su notable fatiga. Un par de pies a su izquierda estaba la elfa oscura, el sable negro y su mirada apuntaban directamente al oponente caído.

Tenías que morir, señorita, - resonó una misteriosa y desconocida frase en mi cabeza. Kizmel la caballero elfo oscuro me miró. Sus ojos ónice parecían estar llenos de conmoción, desconcierto, y una pregunta sin respuesta de que debía hacer ahora. Pero eso tuvo que ser mi imaginación.

Rogué que fuese mi imaginación.

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