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progressive 2 capitulo 4

Capitulo 4
Concerto of Black and White

Kizmel se ofreció a tele-transportarnos con su encantamiento élfico casi mágico

– a una ubicación cercana al pueblo principal, pero Asuna y yo amablemente lo rechazamos. Nos dirigimos al cañón estrecho, aun obstruido por la niebla a pesar del sol naciente, y entramos al bosque profundo que cubría la mayor parte del tercer piso.

Me volví hacia atrás para ver el campamento donde pasamos las últimas quince horas y miré las banderas ondeando. Unas cuantas yardas más dentro del bosque, y ellos ya serian invisibles. Asuna tuvo la misma preocupación en su mente.

—…seremos capaz de volver aquí, ¿no?

— Podemos lograrlo… creo. Debería estar marcado en nuestros mapas.

— ¿Crees? ¿Debería?

Ella miró aún más escéptica que antes. Abrí mi menú y busqué la sección del mapa. La mayoría del Bosque de Nieblas Ondulantes que abarcaba la mitad sureña del piso estaba en gris, con solo las rutas que habíamos transitado visibles. Pero las ubicaciones que habíamos visitado – la salida de las escaleras inferiores, la cueva de la reina araña, y el campamento élfico oscuro – todos estaban marcados por puntos, por lo que podríamos ser capaces de volver a ellos otra vez sin perdernos… espero.

Primero salimos del pabellón de escaleras a través del cual llegamos a este piso. Eso requería marchar a través del bosque sin un camino, claro, esa no era la razón principal de sentirnos preocupados internamente. Estábamos sin nuestra talentosa guía NPC – el mob de elite Guarda Real Élfica Oscura Kizmel – y eso no hacía sentirnos solos y vulnerables.

Quizá deberíamos haber esperado un par de días para regresar al pueblo y quedarnos aquí y hacer las misiones con Kizmel a cambio – me dije. Asuna habló, su voz era débil como mis pensamientos:

— Oye… acerca de Kizmel…

Pero sus palabras se apagaron antes de poder formarlas como una pregunta clara. Miré a la esgrimista, cuya caperuza estaba echada hacia atrás. La efímera sonrisa en sus labios parecía contener un sinfín de emociones.

—…no podemos seguir dependiendo de ella en todo el trayecto que nos queda. Tendremos que decirle adiós algún día…

— Buen punto –estuve de acuerdo, luego expandí mis manos–, además, mi conocimiento beater no nos ayudará independiente de Kizmel. Ya que derrotaste a ese elfo de bosque en la batalla original, hemos estado en un trayecto de la misión en el que nunca hemos participado. 


— No trates de actuar como si yo hubiese hecho todo por mi cuenta.

— Mira, solo lo estoy diciendo, casi el ochenta por ciento del daño provino de
tu…

Un sonido irregular llegó desde el bosque adelante, y me detuve en el acto, apretando mi brazo. Asuna tomó una postura de batalla y se concentró.

Pequeños sonidos susurrantes se hacían más y más fuertes, unos segundos después, una silueta apareció desde la pesada niebla, bajo y largo. No era humano, sino insectoide… no, un mamífero. Había cinco tipos de criaturas basadas en animales dentro del bosque, pero solo una de ellas tenia dicha forma.

Alcancé mi espalda en busca de mi Anneal Blade +8 y di una explicación rápida:

— Es un logo. No tiene ningún tipo de ataques especiales preocupantes, pero aullará para atraer a más de su tipo cuando pierde la mitad de su HP. Una vez la barra se torne amarillo, usa habilidades de espada para acabarlo rápidamente.

— Bien –respondió. Desenfundé mi espada. La forma más allá de la niebla de repente se abalanzó, como si fuese atraída por el arma metálica. El brillo amarillo recorrió desde la cabeza a la espalda, y el largo y delgado hocico señalaba que se trataba de un oponente que recordaba haber luchado en la prueba beta: Roaring Wolf.

Yo era el objetivo del lobo, por lo que Asuna retrocedió saliendo de su rango. La bestia se tensó y saltó media carga. Este ataque con salto llegó prácticamente vertical, y si el jugador intentara simplemente protegerse del cuerpo de seis pies de largo del lobo, este terminaría siendo noqueado parcialmente, si no en estado de caída seguido por los colmillos de la bestia acercándose. Las mejores opciones eran desviarse del camino o luchar con una habilidad de espada, pero las habilidades anti aéreas que movilizaban de abajo hacia arriba eran una debilidad muy seria de la categoría de Espada a Una Mano. El mejor ángulo que tenía actualmente era el segundo golpe de Vertical Are, pero era extremadamente difícil de realizarlo con precisión, logrando que la primera oscilación pudiese fallar.

Bajé mi espada y me agaché ligeramente. Observando al lobo descender cuidadosamente, esperé por el momento exacto, luego ataqué con todas mis fuerzas. Mi pierna derecha tomó un efecto brillante, y todo mi cuerpo salió expelido con una fuerza invisible. La patada vertical como parte de un salto en retroceso – la habilidad de artes marciales «Luna Creciente» - atrapó al Roaring Wolf justo en la garganta, y este voló nuevamente hacia arriba con un grito.

La habilidad de arte marcial que aprendí con gran dolor – en muchas maneras más que una – del maestro barbudo en el segundo piso era una herramienta increíblemente útil de tener. 


Desafortunadamente, esta no agregaba su propio poder a las extremidades del jugador, por lo que el daño no se podía igualar al de mi espada. A pesar que el golpe bien dado estaba clasificado como un contra, el lobo aún tenía un ochenta por ciento de su vida.

No estaba seguro si me quedaba tiempo para continuar con un golpe de espada antes que el lobo recuperara su equilibrio, pero quise propinarle más daño antes de poder entregar la batalla. Pero antes de que el lobo o yo aterrizáramos, escuché un grito:

— ¡Rotación!

La esgrimista voló hacia la lucha desde la derecha, la capa se sacudía detrás de ella. Sostenía su Chivalric Rapier a su derecha mientras corría, comenzado a moverse para un combo Punzada Paralela de dos golpes.

Estaba un poco preocupado de que ella no pudiese estar acostumbrada a la diferencia de peso de la nueva arma, pero pronto vi la luz de estrella fugaz plateada, y un empuje más rápido de lo que mi ojo podía seguir atacó al lobo caído.

Con un estruendo pesado y satisfactorio, el Roaring Wolf salió disparado, girando inevitablemente en medio del aire, y colisionó en un árbol distante. La barra HP del lobo cayó precipitadamente de 70 a 60 – y entró en la zona amarilla.

—…oops –murmuré. Con el estoque aun sostenido frente a ella, Asuna dijo:

— Uh…oh.

Inmediatamente corrimos hacia adelante, pero el lobo ya se había puesto sobre sus patas y dejado escapar un extenso aullido desde su larga garganta. Pronto, más aullidos respondieron desde algún lugar del bosque.

Asuna se detuvo y me miró, luego se encogió de hombros y exclamó:

— Bueno, no sabía que dos ataques iban a infligir mucho daño.

Tomó cerca de diez minutos el hacerse cargo del grupo de lobos que se reunieron. Siempre era peligroso ser arrastrado a batallas con monstruos que pudiesen llamar a sus aliados, pero estábamos lo suficientemente cerca del campamento que podíamos  retroceder  si  era  necesario.  Al  menos  en  ese  caso,  lo  peor  que pudiésemos sufrir seria la decepción de Kizmel.

Suspiramos de alivio y regresamos nuestras espadas a sus fundas una vez que el quinto y último lobo estuviese muerto y pudiese llamar más aliados.

La Anneal Blade +8 funcionó incluso mejor de lo que esperaba, pero lo más sorprendente era el Chivalric Rapier +5. Los esgrimistas Vivian y morían por el número de ataques que pudiesen infligir, y cada uno de los impulsos de Asuna eran tan pesados como las lanzas a dos manos. Y aun le faltaban diez mejoras de potencial por usar. Me encogí para pensar en lo que podría hacer si estuviese completamente mejorado.

La esgrimista caminó a través de la sombra moteada de los árboles, ignorante ante mi aturdimiento. Ella probablemente estaba más preocupada por la sensación y el balance del estoque  que  de sus estadísticas numéricas. Ella  quería  esa sensación de confianza, la tranquilidad de poder seguir luchando hasta saciarse con esa espada.

Sin duda, el sentimiento era crucial. En los días de juego en un monitor antes que el NerveGear llegara, la forma como el mouse y teclado del gamer se sentía y respondía era la mayor importancia. Yo sabía más que un par de jugadores que aun guardaban múltiples unidades de sus dispositivos favoritos, solo en caso de que la industria dejara de venderlos.

Pero no podía evitar sentir que priorizar ese sentimiento intuitivo sobre la lógica numérica en este VRMMO estaba viviéndose peligrosamente. Irónicamente, la única «prueba» que tuve para volver a mis sospechas era otro sentimiento intuitivo, pero este era innegable.

— Espera –murmuró Asuna de repente, y comencé a acercarme directamente a ella. Pausé mi avance, con una postura antinatural, escaneando los alrededores. Había estado sumido en mis pensamientos, pero no era tan descuidado. No sentí ningún monstruo cerca, ni visual ni audiblemente–.

No, espera….

Hubo un agudo clang metálico en algún lugar lejano. Sucedió otra vez, y otra vez. El sonido no era rítmico, sino que se mantenía constante.

— ¿Combates de espada? –se preguntó Asuna, volviéndose hacia mí. Asentí. Esto era Sword Art Online – los sonidos de batalla no eran desconocidos.

El problema era que el Bosque de Nieblas Ondulantes no mostraba enemigos oscilando espadas como los kobolds o tauruses de los pisos inferiores. Las únicas posibilidades eran los elfos oscuros y de bosque luchando, elfos contra jugadores… o en el peor de los caos, PvP – Player VS Player9.

Quería creer que no era la última opción. Era difícil imaginar a la gente estableciendo duelos propios en esta área tan peligrosa, y si no era un duelo, tenía que ser…

Me forcé a mí mismo a no pensar en eso.

— Vayamos a investigar, solo por si acaso.

Asuna parecía insegura momentáneamente, luego dijo:

— Bien.

El rango audible de la batalla dependía del terreno, clima y estado de aquellos que escucharan, pero en cualquier caso, no era particularmente amplio. Nos quedamos en silencio, siguiendo la fuente de los sonidos por varios minutos, luego notamos los destellos de luz de entre los diversos arboles adelante – los signos de habilidades de espada en acción.

Un par de yardas adelante, colocamos nuestras espaldas contra un tronco árbol largo y particularmente viejo, luego miramos alrededor por cada lado.

La primera cosa que noté era un semicírculo de cinco jugadores con sus espaldas hacia nosotros. Ellos estaban llevando dobletes idénticos de color azul y reflejos plateados, la señal inconfundible de los Dragon Knights de Lind. El hombre de cabello azul en el centro con su cabellera convertida en una coleta tenía que ser Lind. Él elevó su cimitarra Pale Edge a lo más alto, dando sus órdenes. Pero el sonido de batalla venia más allá de donde el grupo de cinco estaba esperando.

Me incliné un poco más, curioso de quien o que estaba luchando, por lo que pude ver más allá del grupo.

Lo primero que noté fue una ondeante capa verde, un cabello dorado plateado, y unas largas orejas. Ese no era un jugador, sino un caballero elfo de bosque – exactamente igual al Caballero Sagrado Élfico de Bosque con el que Asuna y yo luchamos la noche anterior. El elfo blanco como la nieve tenía su espalda hacia el grupo de Lind mientras desarrollaba una batalla violenta contra alguien más. Su espalda  estaba  completamente  expuesta, pro  ninguno  de  los  cinco  presentes realizó un movimiento atacante. Lo que significaba…

— ¿Ellos están en medio de la misión la «Llave Jade»? –se preguntó Asuna, con su espalda contra la mía–.

— Eso creo… y ellos probablemente están del lado del elfo de bosque. Lo que significa que el elfo con el que están luchando es…

De repente sentí un sobresalto de Asuna que atravesó mi espalda. Ella debió haber llegado a mi conclusión. Al otro lado de los Dragon Knights y el elfo de bosque de elite debería haber otra piel oscura, cabello purpura Guarda Real Élfico Oscuro… en otras palabras, una segunda Kizmel.

Era posible. De hecho, era inevitable. Cualquiera podría tomar esa misión de campaña, lo que significaba que la batalla entre el elfo de bosque y la elfa oscura ocurriría a cada momento en algún lugar. Era extremadamente extraño pensar que muchas Kizmels existían a la vez, pero no teníamos derecho de reclamar que cualquier otro jugador en el juego evitara la misión. Todo lo que podíamos hacer era observar como los dos elfos luchaban hacia sus muertes mutuas… 


Pero eso no era cierto. Sabía por mi experiencia que era posible evitar un doble KO, para asegurarse que el campeón elegido pudiese sobrevivir.

Y yo aprendí ese hecho porque estuve trabajando ayer con Asuna. Si hubiese sido yo solo, habría quedado atrapado en mi conocimiento beta, centrado únicamente en defenderme en lugar de derrotar al elfo de bosque. Pero Asuna tomo cada muerte seriamente, usando todo su poder para retar a un oponente de elite más poderoso que ella, y ganar. Claro, Kizmel produjo la mayoría del daño, y yo luche muy fuerte, pero ese resultado no habría sucedido sin la presencia de Asuna.

Con eso en mente, estaba claro que el equipo azul de Lind sabía lo que iban a hacer con esta misión. O Argo ya había lanzado el primer volumen de la guía estratégica del tercer piso en un día, o ellos ya conocían la misión a través de otros medios. En cualquier caso, el hecho de que ellos estaban tranquilos atrás en lugar de formar parte en la batalla significaba que ellos sabían lo que pasaría, y estaban esperando que el elfo enemigo liberara un ataque mayor, presionando al elfo aliado a realizar el auto-sacrificio para ganar la batalla.

¿Qué deberíamos hacer? – me mordí el labio en frustración.

¿Debería interferir en la batalla, aconsejar a Lind de que si ellos hacen lo posible para derrotar al elfo enemigo, el sobreviviente sería un compañero poderoso en la campaña? Pero Lind sentía tantas sospechas de mí como Kibaou - ¿él realmente me escucharía?

El otro factor era que si ellos hacían eso, Asuna y yo estaríamos ayudando en el asesinato de una segunda Kizmel.

Claro, eso sería sentimentalismo desvergonzado. Nosotros nos pusimos del lado de Kizmel con un simple impulso y cruelmente asesinamos al elfo de bosque. No había bien o mal entre las razas élficas. Si hubiésemos elegido, fuese cual fuera la razón, ayudar al elfo de bosque, habríamos asesinado a Kizmel, pasado la noche en el campamento élfico de bosque, y forjar un pacto de amistad con él a cambio. Y solo momentos antes, yo mismo me estaba regañando por el riesgo de priorizar el sentimiento en lugar de la lógica.

…pero.

Me mordí el labio aún más fuerte. Una voz ahogada sonó en mi oído.

— Lo siento… esta es tu llamada, Kirito.

Un profundo conflicto interno era evidente en las palabras de Asuna, las pocas que fueron. Ella estaba enfrentándose a la contradicción, tal como lo hacía yo.

Malditas esas misiones – murmuré para mis adentros.

Ya había discutido las contradicciones y dilemas inherentes de las misiones MMORPG con Asuna la noche anterior. Nunca podría haber un héroe en un mundo con miles de jugadores registrados a la vez. Todos tenían el derecho de experimentar la historia como el protagonista. Incluso ahora, con el juego convertido en mortal – especialmente ahora.

Pero algunas veces, los diferentes jugadores que siguen historias distintas se podrían cruzar. No teníamos que acercarnos y contactar con Kibaou en la cueva esta mañana, o con Lind en el bosque en este momento. Si eso pasaba, las historias perdían consistencia. Ya no eran misiones únicas.

La forma ideal para encargarse de esto era desaparecer misteriosamente cada jugador o grupo en su propia instancia al momento de iniciar la misión, aislarlos de contacto con alguien más. Pero eso era imposible, eso generaría docenas, si no cientos de mapas y mazmorras al mismo tiempo. Ya era bastante sorprendente para mí que la base élfica fuese una instancia. Además, demasiadas instancias removerían el puto completo de un MMO. ¿Quién podría compartir un mundo donde nadie estuviese conectado?

Mientras apretaba mis dientes, la batalla entre los caballeros élficos elevó su intensidad. Basado en el estado de sus barras HP, si yo quería convencer a Lind, no había tiempo que perder para hacerme la idea.

Pero de hecho, en primer lugar, este no era el momento para dudar. Preservando que la integridad de la historia no era lo que pasara aquí – era escapar de SAO. Debía hacer todo lo posible para incrementar esa posibilidad.

— Vamos –murmuré, y Asuna aceptó–.

De repente, las posiciones de los feroces choques de los caballeros élficos dieron un giro de noventa grados, y vi al elfo oscuro que había estado bloqueado por la capa verde hasta este momento.

La armadura negra y purpura, un sable largo y un pequeño escudo de gota, piel oscura y cabello purpura pálido era todo exactamente al de Kizmel. Pero eso era todo.

— ¡¿Huh?! –Asuna exclamó. Mis ojos también se abrieron por la conmoción–.

El caballero élfico oscuro, con su cabello echado hacia atrás, era tan alto como su oponente élfico de bosque. Los brazos eran pronunciados y musculosos, y el rostro era hermoso y orgulloso – y masculino.

Mientras veía atónito, el caballero élfico oscuro se lanzó hacia adelante a toda potencia, evitando la espada larga del elfo de bosque y atacando hacia arriba para capturarlo con un golpe sólido. El caballero rubio fue empujado hacia atrás unos cuantos pies, murmuró y colapsó.

En lugar de cazar a su oponente, el elfo oscuro miró amenazadoramente al grupo de Lind. Su sable adoptó un brillo purpura. Lind bajó su cimitarra y elevó su escudo. 


— ¡Todos, defiéndanse!

Sus cuatro compañeros levantaron sus escudos o armas largas en poses defensivas. Perdimos la oportunidad de interferir en el encuentro. Si salíamos de los árboles, el grupo de Lind se asustaría, y posiblemente perdería sus posiciones defensivas.

El elfo oscuro liberó una habilidad de espada directamente hacia los defensores agrupados con firmeza. Él se deslizó hacia adelante para cerrar la brecha y cortar con su sable tan rápido como el ojo pudiera seguir, de izquierda a derecha. Con cada colisión de la luz purpura y el escudo, un rugido y chispas se dispersaron – pero ninguno cayó.

Pensé que ellos se habían mantenido fuertes con éxito, pero el elfo no estaba acabado. Girando como una peonza, él liberó otro choque lateral, y otro. Esos tres ataques juntos eran una habilidad de sable de alto nivel llamada «Treble Scythe10»

El segundo ataque derribó el muro defensivo del grupo, y el tercero los envió a sitios dispersos. Ellos aterrizaron con un ruido estrepitoso casi a seis o siete yardas de distancia de donde Asuna y yo estábamos observando, detrás del tronco. Las cinco barras HP entraron en la línea amarilla.

Ya sabía lo que vendría a continuación, y presumiblemente, eso hizo el grupo. Pero mi pulso se salió de control, sudor virtual se formó en mis palmas. Pude sentir una pequeña tensión de completo pánico venir de los cinco jugadores mirando al elfo oscuro acercarse.

Asuna dio un paso al frente, y hábilmente logré sujetarla por su capa. El elfo oscuro habló con una voz tan aguda como el acero:

— Si ustedes hubiesen seguido mi advertencia y haberse alejado, esto no habría pasado. Estúpidos humanos… acepten el castigo de sus acciones.

Era exactamente la misma línea que escuché en la misión la «Llave Jade» en la prueba beta. El elfo oscuro sujetó su sable con ambas manos sobre su cabeza, apuntó directamente a Lind. Este levantó su escudo por impulso, pero eso no detendría el ataque que se acercaba.

El arma del elfo comenzó a brillar, acompañada por una vibración notable.

— ¡Yo soy tu oponente, Caballero de Lyusula! –gritó el elfo de bosque, quien nuevamente estaba sobre sus pies y cargando. Él atacó con una velocidad sorprendente, la espada larga brilló de verde. El elfo oscuro era incapaz de evitarlo a tiempo. Él recibió el ataque con su sable, y la onda de choque resultante envió nuevamente al grupo de Lind al suelo. Incluso el tronco del árbol donde estábamos ocultos tembló con la fuerza de la colisión–.

Los dos elfos estaba bloqueados en un punto muerto, sus espadas chocaron. Pero el elfo de bosque, cuyo HP estaba en rojo, lentamente comenzó a ceder. Cuando el sable fue empujado justo frente a sus ojos, el elfo de bosque gritó:

— ¡Árbol Sagrado de Kales’Oh! ¡Concédeme el sacramento final!

Un resplandor brillante verde amarillento brotó del pecho del elfo de bosque. Cuando se esparció hasta cubrir todo su cuerpo, se disparó rápidamente para envolver toda el área cercana. No parecía como un ataque, pero la barra HP del elfo oscuro rápidamente fue drenada en su totalidad, y la del elfo de bosque colapsó con ella. Aun dentro del combate, con sus espadas unidas en un alto, los dos luchadores lentamente colapsaron.

Cada detalle era como lo recordaba. Yo había presenciado esta escena tres veces en la prueba beta – una por mi propia misión, y dos veces ayudando al miembro de un grupo. Ya fuese del lado del elfo de bosque u oscuro, el evento y el dialogo eran los mismos.

En ese entonces, no lo había pensado mucho, además de que era un desarrollo común, pero ahora, se sentía como si yo fui apuñalado por el pecho. Solo podía tomar respiros cortos y apagados, y sujeté el extremo de la capa de Asuna.

Antes que él pereciera en fragmentos luminosos junto con el elfo oscuro, el elfo de bosque entregó su mensaje final a los Dragon Knights. Solo un pequeño saco de cuero fue dejado atrás sobre el pasto, el cual Lind se acercó a recoger.

Un hombre, usuario de una espada grande, de nombre Hafner, quien era algo como el segundo al mando del grupo, se tendió en el pasto y exclamó:

— ¡Whew! ¡Hombre, eso dio miedo!

Podía recordarlo completamente insultando a Nezha por usar el dinero de su espada para comprarse un banquete cuando el herrero admitió sus crímenes luego de la batalla del jefe del segundo piso. Parecía que él había sido indemnizado con un arma de nivel similar. Shivata, otra de las víctimas de estafa, estaba presente también en el grupo. No sabía los nombres de los otros dos, pero reconocía a uno de ellos.

El hombre a la derecha, sosteniendo un mangual despuntado en una cadena, golpeaba el hombro de Hafner tonificadoramente.

— Tu simplemente estás bien, Haf. Ese fue un evento de auto-derrota.

— Lo que sea. Para mí, tú también te veías un poco asustado, Naga. 

— ¿Puedes culparme? El cursor de ese elfo pasó de rojo a negro. Nunca había visto uno tan alto.

— Si. Eso fue una locura.

De acuerdo a su conversación, ninguno parecía ser beta testers. Ni Lind ni Shivata, quienes estaban teniendo conversaciones cortas. Me decidí a observar al quinto miembro. 


Él era un hombre delgado blandiendo una Anneal Blade como la mía. Vestía una cofia encadenada que colgaba bajo en su cabeza, por lo que no podía ver más allá de su boca, pero no creía que el haya estado presente en la batalla del jefe del segundo piso. Está muy seguro de nunca haberlo visto antes, pero había algo bastante familiar en su comportamiento.

Quería verificarlo con Asuna, pero ellos estaban solo a treinta pies del árbol donde ella y yo estábamos ocultos, y no quería que ellos notaran nuestros susurros. Podría caminar con un saludo amistoso y no tener una horda de espadas en mi rostro, pero ellos no iban a estar alegres de verme, no. Era un buen lugar para usar mi habilidad de Esconderme, pero si ellos veían a través de ella, solo empeoraría la situación.

Afortunadamente, ellos no tenían idea alguna de que estábamos allí, y con un gesto de Lind, los cinco tuvieron un encuentro. Solo podía notar algunas frases aisladas con ese tono de voz tan bajo, pero comencé a encontrarle sentido al tema.

—…se supone que está al norte del bosque… llegamos allí, entonces comenzamos con las misiones… el próximo destino es compartirlo con la misión de gremio, por lo que seguiremos eso… de noche es el primer encuentro general en el pueblo, por lo que si logramos tener el gremio establecido para……aja –pensé–.

Basándose en lo que hablaban, parecía que su información sobre la misión venia de un beta tester distinto, no era Argo. Supongo que probablemente el compañero sin identificar con la Anneal Blade. Hice una nota mental para comprar información sobre él de Argo, luego me concentré nuevamente en la conversación.

Pero ahora ellos estaban hablando de cómo tratar con los monstruos del bosque, y no pude captar nada de eso. Ellos levantaron sus puños a manera de saludo tras terminar de hablar, luego se dirigieron hacia el norte.

Una vez que el tintineo de sus pesados pasos desapareciera, escuché una voz chillante ordenándome que soltara. Me volví y comprendí que aún estaba sujetando fuertemente la capa de Asuna.

— L-lo sien…

Rápidamente la dejé ir, y ella exhaló y colocó su capa otra vez hacia atrás. La expresión de Asuna cambió de ira a modo de cuestionamiento.

— ¿Qué piensas que era eso…?

No estaba seguro a que parte de la conversación se refería, por lo que me encogí de hombros.

— No lo sé. Estaba seguro que veía una segunda versión de Kizmel… pero era una persona totalmente distinta.

— Aunque estaba claro que el elfo de bosque era el mismo tipo…

— Esta es la parte extraña. Si ellos fuesen distintos, significaría que el sistema dispone de diferentes NPC cada vez que el evento de lucha es generado. Eso al menos tendría sentido –mencioné, me crucé de brazos. Asuna me envió una mirada directa desde debajo de su capa–.

— ¿Siempre fueron las mismas personas durante la prueba beta?

— Si. Yo participé en esta batalla en particular solo tres veces, pero el elfo de bosque era el mismo chico rubio de cabello largo, y la elfa oscura era siempre la dama de cabello corto… básicamente, Kizmel. Al menos en apariencia.

— Hmmm…

Asuna meditó mi respuesta por un momento, luego sacudió su cabeza:

— Supongo que no puedo decir nada seguro hasta que al menos presenciemos esta escena una vez más. Pero deberíamos seguir moviéndonos. La niebla se pone más espesa.

Tal como ella dijo, el extremo occidental del pequeño bosquecillo ya se estaba tornando blanco. Si nos perdiéramos en las nieblas únicas de este bosque, solo tendríamos visibilidad de unos quince o veinte pies, y el ratio de encuentro de monstruos se incrementaría. Afortunadamente, las escaleras por las que llegamos estaban al noreste, por lo que no teníamos que cargar más en la niebla.

— Lo tengo. Ellos dijeron que el encuentro de estrategia era esta noche, por lo que aún tenemos algo de tiempo. Vamos a tratar de evitar los combates donde podamos.

Me alejé del árbol, y solo tras algunos cuantos pasos noté que Asuna no estaba siguiéndome.

La esgrimista estaba congelada junto al árbol, mirando al espacio vacío donde el evento de batalla acababa de tomar lugar. Eventualmente, ella se alejó de allí y trotó para acercarse. Estuve a punto de preguntarle que estaba mirando, pero lo reconsideré. La marcha sobre el piso del bosque oscuro continuó.

Logramos ir delante del curso de la niebla y corrimos dentro solo con dos monstruos a lo largo del camino, por lo que no tomó mucho tiempo llegar a las escaleras.

La boca espectral del pasaje que lleva al segundo piso estaba abierta en medio del suelo mohoso. Había pasado menos de un día desde que llegamos a esas escaleras, pero se sentía que era más tiempo. Asuna miró la abertura, aparentemente perdida en el mismo pensamiento.

— No crees que el tiempo fluye de forma distinta en el campamento élfico… ¿o sí?

— No creo ni siquiera que el NerveGear pueda afectar el curso temporal –dije, riéndome. Ella me miró–.

— Eso no es a lo que me refiero. Puede enviar nuestros datos reales a nuestros centros sensoriales, por lo que quizá puede ajustar la forma de cómo lo percibamos. Eso es todo lo que me inquieta.

— La forma como lo percibimos… ¿entonces si solo un día ha pasado en realidad, se siente como si fuesen tres?

— Si… espera, olvida lo que dije. No existe ningún uso para esa función.

— ¿Eh?

La miré con algo de confusión. Ella parpadeó un par de veces, buscando las palabras correctas, luego murmuró:

— Solo no quiero retrasarlo con falsas esperanzas.

En un destello, comprendí lo que quería decir. Ella había estado esperando que esos treinta y nueve días en el mundo de SAO fuera un periodo más corto en la vida real – algo así como diez días. O solo uno. Quizá incluso un segundo. Que fácil sería su vida si eso fuese cierto.

Pero tristemente, eso era claramente imposible para que la mente y los sentidos de uno fuesen acelerados a cientos de veces la velocidad normal durante la inmersión completa. Yo no sabía las propiedades fundamentales del funcionamiento del NerveGear, pero aun así podía garantizar eso.

En lugar de estar de acuerdo con que fuese una fantasía escapista, puse las palabras en un pensamiento que surgió sin invitación en lo profundo de mi pecho.

—…dijiste que todo era acerca de sobrevivir hoy – siempre creí que era una declaración perfecta. Nunca se me ocurrió pensar en apilar todo y cada uno de los días mientras avanzaba.

La esgrimista parecía como si estuviese eligiendo nuevamente las palabras con sumo cuidado. Luego sonrió débilmente:

— ¿Eres el tipo de persona que tiene problemas en quedarse sentado y estudiar cada día?

— Asi es. Yo era el tipo de persona que pasaba toda la noche estudiando desesperadamente antes de una prueba, luego lo olvidaba todo una vez que la misma se acababa.

— Lo supuse. Pero imagino que te mereces mi agradecimiento – has dedicado mucho de tu capacidad de memoria personal de la prueba beta de SAO, me has ayudado de muchas maneras.

— ¿…debería tomar eso como un cumplido?

— Claro. Ahora movámonos hacia el pueblo principal. No está lejos, ¿o sí?

— Sip. Solo ir hacia la sección este en la división que está adelante, y estará a la vista  dentro de poco. Se llama, ehm… S…Su… es algo así  –grazné  en mis recuerdos perdidos–.

Asuna suspiró:

— Devuélveme mi cumplido.

Dejamos las escaleras atrás y caminamos a lo largo del camino boscoso por cinco minutos hasta que un muro de troncos gruesos apareció, bloqueando nuestro camino. Esto me recordó que la diferencia entre los campamentos y los pueblos era que el pueblo estaba construido con madera de los árboles derribados del bosque.

El  camino  estaba  absorbido  por  una  gran  compuerta de  hierro  fundido.  El conocido sonido vivaz de todos los pueblos humanos provenía de más allá de la compuerta. En la prueba beta, me sentí aliviado de ir de la base élfica hasta la comodidad del pueblo. Pero por alguna razón, esta vez no tuve esa sensación.

Cuando noté que Asuna se ocultaba detrás de su capa más de lo usual, considere desatarme mi bandana de disfraz favorita, luego lo pensé mejor cuando entendí que un par de jugadores estarían cerca a esta hora del día. En lo que llegamos al portal, saludé a los orejudos guardias con sus alabardas, claro.

— ¿Eh, cual es el nombre de este pueblo?

El NPC de cara escarpada bajó su mirada hacia mí, luego gruñó:

— Es el pueblo de Zumfut.

— Gracias –respondí y bajé la mirada hacia el pasaje con forma de túnel a través de la compuerta–.

Asuna apuntó irónicamente:

— Ni siquiera empezaba por S.

— S-siempre puedes preguntar por el nombre. Lo más importante es donde encontrar cosas dentro de los pueblos…

— En ese caso, ¿puedes guiarme a tu lugar recomendado para dormir?

— Claro. ¿Alguna solicitud en particular? Asuna pensó en eso muy seriamente.

— Me gustaría decir que quiero un baño… pero acabamos de regresar de la base del campamento por esta noche. Mientras las camas sean buenas, el área tranquila, y tenga una buena vista, todo estará bien.

—…dudo que haya algo más que puedas agregar para limitar más la búsqueda –murmuré cautelosamente–.

Como pasó, sin embargo, encontrar lugares tranquilos con una buena vista era algo fácil en Zumfut. El pueblo en sí no estaba hecho de edificios comunes sino de tres arboles gigantescos que estaban juntos como baobabs monstruosas. Sus truncos eran de cien pies de anchos y cerca de doscientos de alto. El interior de los troncos estaba agujerados en muchas estructuras de puchos pisos, por lo que mientras más alto estuvieses, la vista era mejor, y más alejado del ruido de la superficie.

Cuando salimos del túnel, los ojos de Asuna se ampliaron al ver masivos y amplios arboles aparecer adelante.

— Whoa… son como rascacielos.

— Por dentro, son iguales. Creo que tiene como veinte pisos. La vista desde la cima es sorprendente, pero hay un problema.

— ¿…cual?

— No hay elevadores.

Asuna dijo que no le importaba eso, por lo que la llevé hacia el árbol de la derecha – estos formaban un triángulo.

El espacio entre los tres arboles era la plaza de tele-transporte de Zumfut. Solo un día hubo pasado desde que el portal fue activado, pero aun existían personas que caminaban a través del portal azul un par de veces cada minuto. Aquellos con equipamiento inicial o sin equipamiento tenían que ser turistas del Pueblo de los Inicios. Esperaba que ellos no se aventuraran fuera del pueblo, pero el hecho de que aquellos que habían elegido quedarse a salvo sintieron la seguridad suficiente para venir de visita era una señal de alivio.

El extremo norte de la plaza era un lugar de encuentro semicircular, al igual que Tolbana allá en el primer piso. Más bien, aquí era donde el encuentro de estrategia que Lind mencionó tomaría lugar. Nos acercamos al baobab sureste con la plaza a nuestra izquierda.

Una amplia escalera ascendente apareció para indicar la entrada elevada al árbol. Junto a esta estaba una tabla de anuncios del tipo clásico: un pergamino fijado al borde delgado de madera. Justo en el centro había pegado un gran anuncio.

— La reunión de estrategia comienza a las cinco. Eso va a dejarnos con mucho tiempo –murmuró Asuna. Sugerí alquilar una habitación antes de organizar las ideas de como pasar el tiempo–.

Al final de las escaleras y a través de un agujero natural en el tronco, el gran salón del primero piso llenó mi visión. Los jugadores y NPC conversaban alegremente mientras caminaban por el piso de madera, el cual había sido pulido de tal manera que los anillos de edad del árbol se notaban brillantes y claros. Los muros externos del salón estaban alineados con tiendas de ventas de comida, y en el centro había una escalera enorme y en espiral que llegaba hasta el techo.

— Wow –exclamó Asuna mientras se acercaba a las escaleras, preguntándose cuantos escalones y barandillas se extendían directamente de la veta–. Todo aquí se trata solo de una pieza gigante de madera. Debió haber sido increíblemente duro tallarlo todo.

Fui lo suficientemente discreto para no hacer la observación de que todo aquí fue generado digitalmente y no era realmente algo físico en naturaleza. En lugar de eso, asentí al estar de acuerdo y golpeé la barandilla con los nudillos.

— Si vamos al baobab en la trastienda – técnicamente, creo que ellos lo llaman el Árbol de Tejo – puedes encontrar la mayor cercanía a la cima, y él te hablará a la oreja de cuan duro fue tallar todo eso. Es en realidad donde comienzas la primera misión del gremio.

— Ahh… me pregunto si los gremios y talladores de madera tienen alguna conexión.

— Ahora eso realmente es una larga historia, pero la versión corta es que hace mucho tiempo, tú tenías tres grupos distintos tallando los árboles y entrando en todas esas batallas. Por lo que algún guerrero/herrero/carpintero unió a todo el pueblo, y en reconocimiento de su hazaña, algún rey de otro piso le dio el secreto de un líder de gremio…

— Ahh…

— De todas maneras, los descendientes de ese héroe han sido los alcaldes de Zumfut desde entonces. El alcalde ahora dice que el precioso secreto del gremio ha sido robado, y la misión de gremio consiste únicamente en traérselo de vuelta.

— Ahh.

— ¿…supongo que no tienes interés alguno en el asunto relacionado al gremio, Asuna?

— No en este momento –ella dijo completamente. Sus labios atractivos se torcieron en un poco de burla–. Digo, de acuerdo al libro de Argo, ¿los gremios no hay que establecerlos de forma que un cierto porcentaje de dinero que generes sea deducido automáticamente?

— S-sí, es cierto. De hecho, es una de las mejores cosas acerca del secreto del líder…

— No estoy diciendo que estoy desesperada por conservar todo mi dinero. Solo digo que no me gusta ese tipo de sistema de manejo pesado, forzarte a participar de esa forma.

— Ya veo –respondí, pero sentí algo peligroso en su respuesta–.

Al final de las escaleras del primer al segundo piso de Aincrad, lo que antes parecieron años, le dije a Asuna si alguien en quien confiaba la invitara a un gremio, que aceptara. Que había un límite absoluto para lo que ella pudiese hacer sola.

Yo sabía muy bien que Asuna no era el tipo de persona de jurar lealtad y servicio a alguien más. Pero al mismo tiempo, supe que ella escondía una cualidad especial que yo no poseía. Ella tenía el talento para inspirar a otros, para liderar. Era difícil imaginarla dirigiendo su propio gremio, pero si ella quizá llegaba a ser una oficial de alto rango en un gran gremio, ella podría brillar más que otros…

Asuna aun fruncía el ceño:

— ¿Qué hay de ti? ¿Te uniste a un gremio en la prueba beta?

— No… no lo hice… –murmuré, tratando de evitar la incómoda sensación de ser visto a través–. Pero no fue porque odiaba ese sistema de tarifas, o porque no quería trabajar bajo las órdenes de otros, ni nada parecido. Solo fue porque…

— ¿Un asunto de eficiencia?

Una vez más, ella me atrapó. Levanté mis manos rindiéndome.

— Supongo. SAO es raro para un MMO en que es más eficiente ganar experiencia solo o con un compañero que en un gran grupo… al menos, en los primeros escenarios. En la prueba beta, todo lo que me importaba era que tan lejos podía llegar en un mes.

Consideré mencionar el límite teórico de un jugador solitario del que estuve pensando hacia escasos minutos, pero no parecía ser necesario a estas alturas.

— Ya veo –dijo Asuna, pensé que no estaba seguro de la forma como ella interpretaría mi respuesta. Al menos el ceño fruncido se había ido. Ella estaba a punto de decir algo, luego lo pensó, se volvió hacia la escalera, emitió un clic con sus botas y cambió de tema–.

— Bueno, sigamos subiendo estas escaleras. ¿No dijiste que el árbol tenía veinte pisos? ¿Los costos de hospedaje tienen diferentes montos dependiendo del piso?

— No, el único factor es el tamaño de la habitación y que si tenga ventanas o no. Tú te sientes mejor con vistas mucho mayores, la única diferencia es cuánto tiempo te toma llegar al lugar.

— Ya veo. Y… solo para que sepas, no estoy compitiendo contigo hacia la cima.

— ¡E-en ningún momento dije que era una competencia! –protesté, pero Asuna ya había sujetado la barandilla hacia las escaleras y salió volando hacia arriba. Me apresuré para tratar de alcanzarla, pero ya tenía una ventajosa posición interna, necesitaba correr una distancia larga para acercarme. Como la velocidad de movimiento en SAO estaba dictada por el peso de equipamiento y los puntos de habilidad, la especialista en velocidad Asuna tenía un pie distinto a mí, un jugador más balanceado. Terminé persiguiéndola todo el camino hasta el último piso, resoplando pesadamente con mis manos sobre mis rodilla, a pesar de no haber punto.

Asuna observó mi angustia con un desinterés frio:

— Gané. Como la ganadora, eso me da el derecho de elegir una habitación.

— E…eso no…es razonable. Dijiste…que no…era competencia.

— Ciertamente no lo era. De todas formas, ¿dónde está el encargado….? Ah, allí –la miré a regañadientes mientras ella se acercaba al salón espacioso–.

— ¿…hmm?

Algo acerca de la última línea se quedó en mí, pero ella ya estaba hablándole al NPC con el menú de la posada abierto. Normalmente, el ingreso se producía en el primer piso (o lo que puede conocerse como recibidor) de una posada, pero las grandes instalaciones como esta tenían un NPC especial en cada uno – espera, ¿por qué estoy pensando en esto ahora?

Por alguna razón, me  acerqué  sigilosamente  al  lugar  donde  Asuna  estaba examinando seriamente la lista de habitaciones vacías. Ella tocó la ventana cuando encontró una que quería, ingresó el tiempo de estadía, y pagó la cuota, luego cerró la ventana y se volvió hacia mí con una sonrisa muy extraña en su rostro.

— Escogí una habitación muy buena en el lado sur. Era un poco costosa, pero ya que cada uno pagará la mitad, no está mal. ¡Por aquí!

Ella me empujó por detrás, haciendo que me moviera. El centro del piso circular era el salón de escaleras, y había dos círculos concéntricos de habitaciones a los lados. Por eso, cualquier habitación del círculo interior no tenía ventanas al exterior.

Naturalmente, Asuna había elegido una habitación en el círculo externo. Ella tiró del pomo de la puerta que rezaba 2038, y esta la identificó como la propietaria y se abrió acordemente. Dos segundos después de observar la capa ondear a través de la puerta abierta me hice la idea de continuar.

Esto era básicamente la mejor vista que yo hubiese visto en cualquier habitación. No solo era espaciosa, sino que todo el muro sur era una ventana de vidrio, la cual nos daba doscientos pies vista superior del bosque y el perímetro externo del castillo más allá de este. Asuna echó hacia atrás su capa y se presionó así misma contra la ventana mientras miraba a través de ella, luego se volvió alrededor con una explosión de emociones.

— ¡Esto es sorprendente, Kirito! Podemos ver todo el Bosque de Nieblas…
Ondulantes…

Su conversación disminuyó considerablemente mientras la frase continuaba, hasta que finalmente comprendió lo que sucedía.

La sonrisa congelada de Asuna se desvaneció, su boca se tensó, y una robotización comenzó a surgir de la base de su cuello. Ella abrió y cerró su boca dos o tres veces, miro a su derecha e izquierda como si buscara algo, luego sacó una fruta de forma extraña que había sido dejada en la mesa como decoración.

Con una forma de rizo perfecta, ella lanzó la fruta directamente a mi frente y gritó con un tono doloroso.

— ¡¿Qué estás haciendo aquí?!


Ahora, yo podría ser una persona desconsiderada, descuidada en muchas formas. Pero solo en este instante, sentí que mi reacción fue justificada.

¡Esto no es justo!

La fruta de rayas rosa y purpura fue – afortunadamente o desafortunadamente – extremadamente dura, y en lugar de explotar en trozos contra mi frente, se dividió en dos claras mitades. Como estábamos en el pueblo, sentí el impacto pero no sufrí daño.

Agarré ambas mitades en mis manos ya extendidas y mordí cada una. La pulpa blanco lechoso estaba tan crujiente y deliciosa, con un sabor de alguna forma similar una manzana, una pera, y un lichi.

Asuna respiró pesadamente  con  una furia ardiente  mientras me  observaba devorar la fruta. Eventualmente, ella comprendió que la mayor parte de la responsabilidad de la situación actual estaba sobre sus hombros, y pateó el suelo tímidamente.

—…lo siento. Claramente, esto no es culpa tuya.

— Bueno, podría haber dicho algo cuando noté lo que estaba sucediendo – respondí, intentando detenerlo allí, por lo que aún tenía algo más que usar contra Asuna en el último momento, pero ella parecía tan descontenta que tuve que ofrecer algo mejor.

— Solo te seguí a la puerta, de la misma forma que caminé a la tienda de Kizmel cuando estuvimos allí… pero tú pagaste esta habitación, por lo que yo debería haberla inspeccionado contigo primero.

— No, fui yo quien te arrastró a esto… lamento haberte lanzado una fruta.

Los efectos faciales de Asuna ya se habían ido, y ella recuperó su expresión normal:

— Dijiste que cualquier miembro de grupo puede entrar y salir libremente de la habitación de una posada, ¿no?

— Sip.

— ¿Cuánto es el costo laboral entonces? ¿Es sustraído equitativamente de cada uno?

— Eso depende del tiempo que estableciste al rentar la habitación. ¿Recuerdas cuanto era el número de ocupantes en la ventana? Si se coloca para uno, tú cancelas todo el precio, si son muchas personas, entonces el costo se divide.

La expresión extraña en su rostro silencioso me decía que ella estaba recordando que había seleccionado una habitación para dos. En ese caso, mi billetera estaba sufriendo la perdida de la mitad del costo de una habitación lujosa, pero eso no era nada que no pudiese solucionar.

— No te preocupes, si dividimos el grupo, aun seré capaz de rentar mi propia habitación… pero solo si se me devuelve el costo de lo que ya he pagado aquí.

Ella no respondió a mi sugerencia medio cómica, no. Eventualmente, ella llegó a la conclusión de algo.

—…no pasaremos la noche aquí, solo la usaremos para descansar hasta el encuentro de mas tarde, ¿no?

— B-bueno, ese era el plan. Quiero volver al campamento élfico por la noche…

—…bien, entonces vamos a dejarlo así.

— ¿D-dejar así que?

— Bueno, solo pague el precio asumiendo que lo dividiríamos. Sería una locura gastar tanta cantidad por mi cuenta sin siquiera pasar la noche –remarcó Asuna, luego estudió la habitación para las camas a los lados y apuntó a una en el muro este–. Esta será mía. Y solo para estar completamente claros, aquí hay un límite que debe ser respetado.

Ella trazó una línea recta justo en el centro de la habitación con su pie, luego caminó sobre su territorio independiente y removió su Chivalric Rapier +5, su coraza, capa con capucha, guantes y botas. Relajada y cómoda se sentó en la cama y me miró.

— Voy a tomar una pequeña siesta. Deberías descansar también.

— Uh, de acuerdo –dije–.

Necesitábamos conservar el dinero donde pudiéramos, necesitábamos descansar cuando pudiéramos, y teníamos que pasar la noche en la misma habitación – bueno, tienda – en fin. Este no era el momento de sucumbir al efecto de Confusión. Espera… SAO no tenía un efecto de confusión.

De cualquier forma, me moví hacia mi territorio y removí mi Anneal Blade +8, abrigo, y otra armadura. Cuando me senté en la cama, estuve directamente frente a Asuna, lo cual se sintió extraño, en eso adopté una posición de tendido. Apropiadamente al precio que pagamos, las almohadas y colchones eran tan suaves y cómodas, y caí rendido casi de inmediato. Había estado despierto desde las dos de la mañana. Después todo lo que habíamos pasado, me había ganado una pequeña siesta…

— Acerca de nuestra conversación de antes –dijo Asuna desde el otro lado de la habitación. Mis parpados se abrieron a tres cuartos del camino–.

— ¿Cuál era? –propuse, levantando la mirada. Asuna aún estaba sentada a un lado de la cama, sin sus botas y con los pies colgando. Su respuesta me tomó por sorpresa–.

— Acerca de la experiencia ganada que es mejor con una o dos personas que con un grupo completo.

— ¿…que hay con eso?

Levanté mi cabeza, luego recordé que Asuna había estado diciendo algo en las escaleras cuando lo mencioné. Pero quizá eso solo era mi imaginación.

— Solo pregunto, solo o con un jugador, ¿Cuál es mejor?

— ¿Cuál…? Oh, ¿te refieres a cuál te aporta mayores puntos de experiencia?

La esgrimista asintió. Bajé mi cabeza de nuevo contra la almohada de nuevo, parpadeé un par de veces para deshacerme del sueño, luego pensé en mi respuesta.

— Hmm… ni una ni la otra cosa es así de simple. La razón por la que no ganas mucho con un grupo completo es porque es realmente difícil no tener algo de fuerza para desperdiciar. No puedes acorralar a un monstruo pequeño con seis personas y atacar salvajemente. Si lo rompes en dos mitades de tres, es difícil al momento que toque la rotación. Sería diferente una vez que encontremos un mapa con un grupo completo de mobs extra grandes para luchar con todos a la vez, sin embargo… y por supuesto, mientras más personas tengas, más seguro es –hablé, luego realmente respondí su pregunta–.

— Solitario o jugar con un compañero es básicamente la misma cosa. Con un equipo de dos hombres, si puedes cazar dos veces tan rápido como en solitario, tu rendimiento sería mejor. Pero eso es difícil de hacer. Necesitas ser capaz de rotar de una habilidad de espada del jugador directamente a la de otro…

En este punto, finalmente comprendí lo que Asuna se preguntaba. La volví a mirar y nuestros ojos se encontraron directamente, por lo que rápidamente miré al techo y tosí para ocultar mi vergüenza:

— B-bueno, ese es el resultado ideal, pero toma mucho tiempo trabajar juntos tan calmadamente. Pero en este punto, la seguridad es más importante que la eficiencia, por lo que en ese sentido, querrías tener un compañero en lugar de luchar solo…

— Kirito, si yo soy mucho más una carga que una ayuda, deberías decírmelo – anunció, claro y firme. Yo contuve la respiración–.

La esgrimista me miró con una expresión calmada nada parecido al nerviosismo de hace unos minutos. Ella colocó sus puños en sus rodillas y continuó:

— Tal como te lo dije en Tolbana, dejé el Pueblo de los Inicios por lo que puedo continuar por mi cuenta. Pero… quizá he olvidado ese sentimiento, poco a poco con el paso del tiempo. Hemos estado luchando lado a lado desde que nos encontramos en Urbus… pero si eso te hace las cosas muy difíciles a ti, o haciendo que el ritmo de aumento de niveles disminuya, entonces es algo que no quiero hacer más.

Entonces ella podía ser ella misma.

No sabía lo suficiente acerca de cómo las demás personas piensan realmente comprender esas palabras. Ni siquiera sabía cómo yo estaba procesando este demente juego de la muerte en el que estábamos atrapados. Eso me asustaba, claro, y quería estar libre de esto. No quería morir, y sentí odio por Akihiko Kayaba por orquestarlo todo.

Como resultado de esto, me concentré en nada más que hacerme mucho más fuerte desde el día que el juego inicio. Prioricé la eficiencia, recolección de información, poner a prueba mi figura ideal, y renunciar a todo lo demás.

Por eso el hecho de que ahora estaba trabajando con Asuna la esgrimista era el resultado de una decisión – que hacer eso podría incrementar mis probabilidades de sobrevivir. No había otra razón. Allí… no debería haberla.

—…eres muy fuerte –finalmente pronuncié–. No me estas retrasando en lo más mínimo. De hecho, con tu nuevo Chivalric Rapier, tu daño por segundo es mucho mayor al mío. Pero no solo en números DPS. Tu posición en la batalla, la ejecución de tus habilidades de espada – no estoy en posición de decir que no eres lo suficientemente buena. Al contrario… si decides seguir trabajando conmigo, estaría muy agradecido.

Me sentí inútil al decir esas cosas mientras estaba bruscamente tendido en la cama, pero Asuna simplemente enderezó su espalda, tranquila y en silencio. Pensé que había notado que su delgado cuerpo temblaba ligeramente.

Espera, ¿Qué significa esa reacción?

Pero antes de tener más tiempo para preguntarme, ella dijo con simpleza:

— Oh. En ese caso, supongo que seguiré unida a ti por un poco más.

— Um… bueno. Me encanta oírlo.

Eso se sintió como si debíamos chocar manos por eso. Levanté mi cabeza de la almohada, pero Asuna ya estaba tendida firmemente  en su propio territorio y enrollada en dirección al muro.

Con su espalda frente a mí, ella susurró:

— Bueno, tomaré una siesta hasta el amanecer. Buenas noches.

— Um… de acuerdo. Dulce sueños.

Bajé mi cabeza otra vez, preguntándome cuál era su trato. Se sentía como si yo debía aprovechar este momento para pensar muchas cosas, pero el arenero11 estaba atacando de nuevo, y solo tuve la voluntad suficiente para establecer la alarma antes de cerrar mis ojos y caer rendido.

Por toda la superficie de mi mente, pequeños pensamientos se elevaron como burbujas, luego explotaron.

Muchas cosas pasaron en el transcurso de un día.

A este ritmo, vamos a estar verdaderamente ocupados con la conquista del tercer piso.

Supongo que no es tan malo saber que hay alguien vigilando tu espalda.

En ese punto temporal, no tenía idea que siete horas después, factores externos más allá de mi control amenazarían la disolución de nuestro equipo.

Capitulo 3                                                        Indice                                                           Capitulo 5

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