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progressive 2 capitulo 7

Capitulo 7
Concerto of Black and White

Una vez alguien me advirtió que una charla de cinco minutos con la Rata terminaría costándote cien col. Me preguntaba cuántas veces eso debería sucederme para aprender mi lección.

Caminé nuevamente hacia el bosque, mis hombros estaban caídos. Una que otra vez, me detuve para abrir mi ventana y asegurarme que estaba yendo en la dirección correcta – en los últimos cuatro días, había mapeado casi el noventa por ciento del bosque.

Volver al campamento élfico oscuro no requería un mapa por ahora, pero ese no era mi destino. Establecí las coordenadas hacia el centro del Bosque de Nieblas Ondulantes, el cual cubría la mitad sur del piso, e hice mi camino cuidadosamente a través de este. No me dirigía al pueblo de Zumfut o a la cueva de la reina araña, sino al gran campamento élfico de bosque al cual es soldado impostor había escapado. No podía lamentar mi descuido ahora; este era el punto real de mi expedición nocturna de solitario.

Durante la prueba beta había experimentado la «Infiltración», la sexta misión de la campaña. Para completarla, tenía que robar un manuscrito de órdenes del campamento élfico de bosque. En él estaban las instrucciones ultra-secretas del líder de los elfos de bosque, quien estaba situado en su base-hogar al extremo norte del bosque. Habiéndolo hecho antes, ya conocía el contenido de esa misión «ultra- secreta»: usar un encantamiento de disfraz y robar la Llave Jade de la base élfica oscura. Si esa misión fallaba, el agente estaría a la espera de refuerzos y liderar un asalto a la base…

En la prueba beta, yo estaba en un grupo de cuatro con otros cuatro elfos oscuros alquilados, y lideramos un asalto a medianoche en el campamento, asesinando a todos los soldados enemigos para robar esas órdenes. Si intentara completar esta misión con Asuna y Kizmel, y unos cuantos soldados de la base, probablemente tendríamos que usar el mismo método.

Pero ahora, sentí una fuerte resistencia a esa idea. No quería forzar a Asuna y Kizmel a asesinar un número de elfos de bosque en sus sueños, incluso si estos eran nuestros oponentes.

Sabía que era una reacción ilógica, sin sentido y emocional. Y era fácil imaginar que si yo completaba la misión por mi cuenta y le informaba a Asuna del hecho, ella se pondría furiosa.

Pude haberle explicado todo a ella, intentar convencerla. Pero Asuna –y probablemente Kizmel- se habrían resistido a mi solicitud de dejarlas en la base. Y la forma en la que intentara cumplir la misión solamente era una. 

Mi plan no era robarlo por la espada. Iba a colarme en el campamento por mi cuenta y tomarlo mediante el robo.

Ahora que un único error fatal era permanente, no podía solo revivir en el Palacio de Hierro Negro, era la mayor de las estupideces tomar tal riesgo en simplemente una reacción emocional. Peor aún, esta misión no tenía nada que ver con completar el piso y avanzar al último objetivo de la libertad.

Pero incluso si no hubiese hecho equipo con Asuna en el segundo piso y en lugar de eso, haberme aventurado solo en el tercero –lo cual habría sucedido fácilmente en un impulso- estaría llevando a cabo esta misión de campaña solo. De cualquier forma tenía que completar la misión de robar las órdenes como un jugador solitario.

Yo tenía planes. Basándome en el título de «Infiltración», uno asume que la misión había sido designada para que un jugador la completara sin desenfundar su espada. Al final de la prueba beta, la estrategia ortodoxa era para un jugador con buena habilidad de Ocultamiento para colarse y hacer el trabajo solo. A estas alturas, mi nivel y dominio de habilidades estaba más allá de lo que la misión solicitaba.

Por otro lado, no había garantida de que no produjese un accidente de algún tipo y me vea forzado a luchar yo solo contra todo el campamento.

Pero tras la semana y cinco días que pasé con Asuna en los últimos dos pisos, comprendí que mis valores personales estaban cambiando. En el pasado, no me preocupaba más nada que no fuera farmeo efectivo de mobs, completar misiones rápidamente, y ganar dinero y experiencia al máximo. Eso era lo que necesitaba para cumplir con el último objetivo de ganar mi libertad –grupos fijos e historias secundarias de las misiones eran pelusas innecesarias que solo estaban en mi camino–.

Pero ¿Qué si había algo aquí tan importante como la eficiencia? No podía expresar con palabras lo que eso podría ser. Pero aquí estaba, avanzando a través de los arboles solo en la noche, por ese bien misterioso. Algo que atesoré lo suficiente como para abrirme pasó a un riesgo increíble.

A pesar de estar perdido en los pensamientos, me las arreglé para viajar una milla sin llamar la atención de los mobs nocturnos y llegar a mi destino antes de la una de la mañana.

El campamento avanzado élfico de bosque estaba ubicado sobre una colina con vistas a un rio que pasaba a través del Bosque de Nieblas Ondulantes de esta a oeste. Solo había una entrada hacia el cerco semicircular que rodeaba el campamento. Unos guardias estaban vigilando la entrada, claro, y mi habilidad de Ocultamiento era desgraciadamente inadecuada para colarme allí sin ser detectado. Podría ser capaz de aumentar el número de Tasa de Ocultamiento un poco más con la Capa de Bruma Lunar, pero de lo que ella me dijo, no funcionaría bien contra otros elfos. Supuse que esa era la razón por la que otros elfos de bosque tenían que usar disfraces para colarse en el campamento élfico oscuro –una capa de invisibilidad similar no habría funcionado–.

Por eso la vía de infiltración por la entrada estaba fuera de posibilidades. El cerco quebradizo, hecho de madera podrida, muerta, se rompería con crujido ensordecedor cuando me afincara, por lo que escalarlo tampoco era una opción. Pero como un verdadero beater, sabia la forma de entrar, claro está. Si descendía al rio a una distancia segura lejos del campamento y me colaba por toda la orilla, podría posicionarme justo debajo de la tienda con el objeto que necesitaba. Había una roca escarpada cerca de veinte pies de alto desde la base del cañón hasta la cima de la colina, pero había raíces colocadas convenientemente para que un escalador oportunista pudiese subir por el muro, siempre y cuando no estuviese usando armadura pesada – teóricamente.

Si me las arreglaba para tirar de esto, podría vender esa pieza de información a Argo para el segundo volumen de su guía de Guerra Élfica. El gremio de Lind era el único con las personas que intentaban actualmente la campaña, pero la información sería muy útil para aquellos que quería alcanzar al equipo de la línea delantera.

Rodeé la colina desde el sur hasta el oeste y encontré una ladera relativamente cómoda que podría llevarme al pie del escarpado. Volví a mirar al rio que brotaba gratamente, notando la sombra ocasional de un gran pez bajo su superficie. Me encontraba de humor para pescar uno y cocinarlo, pero no poseía las habilidades de Pesca o Cocina. Eso me recordó al pasatiempo de Asuna y su habilidad de Costura, pero tuve que reprenderme por distraerme durante una misión. Gradualmente me fui deslizando por toda la orilla rocosa.

Luego de aproximadamente diez yardas en el agua, ayudado por simplemente un pálido brillo de la luz de la luna, llegué a un punto muerto. Sentía como si alguien estaba observándome.

Estudié los alrededores, pero no había silueta de hombre, bestia o insecto al frente, detrás, o encima. La idea de que podía «sentir» la mirada de alguien era incluso más imposible en Aincrad que en la vida real. Detectar a otros jugadores y objetos en movimiento en el juego requería señales visuales, auditivas u olfativas directas del NerveGear. Era completamente imposible para mí notar que alguien estaba observando.

Aun así, no podía moverme. Aún estaba atrapado por un pavor congelante, algo que sentí muchas veces desde que quedé atrapado en este juego mortal. Continué mirando alrededor, enraizado en el sitio.

Al final, lo que hacia la diferencia –posiblemente entre la vida y la muerta–, era el mod Bono Vista que obtuve por alcanzar el nivel 100 en la habilidad Búsqueda. Como el nombre lo indicaba, este mod facilitaba la búsqueda de objetivos ocultos. 

Mientras mi vista se movía de derecha a izquierda, detecté un contorno vago y cambiante en las sombras en la lejana orilla. Me esforcé en mirar el lugar, como los ojos bien abiertos. Si alguien estaba oculto allí, mi mirada constante derribaría su Tasa de Ocultamiento. Pero si me centraba en un sitio erróneo, mi posible atacante podría escabullirse hacia mi parte posterior y tomarme por sorpresa.

Por diez segundos me concentré en la orilla, resistiéndome a la necesidad de volverme hacia otro lado.

De repente, color apareció dentro de la sombra. Una figura surgió como si fuese el escarpado en sí. El mod era pésimo para ayudarme contra los elfos de bosque, pero el cursor que apareció sobre la figura no era el amarillo de un NPC o rojo de un monstruo, sino el verde de un jugador.

Luego del cursor, vi el gris oscuro de una cota de escamas. No parecía ser metalica, sino escamas ajustadas que colgaban en su torso y brillaban húmedamente. Sus guantes y botas estaban hechos del mismo material. Una espada larga colgada en la parte izquierda de su cadera. Y balanceándose desde su cabeza hasta sus hombros, una fina, cofia de malla encadenada…

—…tú –grané–.

Era él. El hombre que vi en el grupo de Lind hace tres días. El nuevo miembro de los DKB, cuyo nombre acababa de aprender, Morte.

Pero ¿por qué él habría de estar aquí a mitad de la noche, completamente solo? No.

Había algo más importante que eso. Morte estaba ocultándose – y lo estuvo haciendo mientras yo entraba al cañón.

Ocultarse no era un crimen. Yo hice exactamente lo mismo cuando el grupo de Kibaou pasó en la mazmorra de la reina araña. Pero Morte no pareció estar allí y luego rápidamente ocultarse cuando notó mi llegada. Si ese fuera el caso, yo lo habría descubierto primero, gracias a mi mod Bono de Búsqueda a Distancia que gané al llevar la habilidad a nivel 50 –o similar al menos– nos habríamos detectado el uno al otro simultáneamente.

No, Morte ha estado oculto aquí todo el tiempo. Él esperaba que alguien viniese por este camino al pie de la colina detrás del campamento. Alguien que estuviese llevando a cabo la misión Guerra Élfica, al otro lado de los elfos oscuros. Solo dos personas en el tercer piso encajaban con esa descripción: Asuna y yo.

Él estaba esperándonos.

Fugo moral y puro debió haber brotado de mis ojos en ese momento de comprensión. Solo a veinte pies de distancias, su mano derecha se sacudió. 

Pero en el instante que siguió, una voz alegre y brillante que estaba completamente fuera de lugar rompió el silencio.

— ¡Vaya, parece que me vieron!

Solo un poco más fuerte, y su voz habría sido audible arriba en el campamento. Él levantó sus guantes escamas de pez e hizo una demostración de aplauso fingido sin siquiera hacer el ruido correspondiente.

— Buen trabajo. Nunca había sido revelado de esa forma a esta distancia, en este tipo de oscuridad. Y tú me has descubierto por simple corazonada, no con tus ojos al primer instante, ¿cierto? No tienes algún tipo de habilidad de Sexto Sentido,
¿o sí?

Su voz contenía dos cosas, una inocencia infantil, bromista, y una teatralidad estridente. Él era aproximadamente de mi contextura y tamaño, pero no podía ver su rostro debido a la cofia que colgaba hasta su nariz.

Mirando más cerca, el borde de la capucha de metal estaba rasgado y andrajoso, con finos aretes de cadena que descendía como mechones de cabello. Probablemente era el diseño del objeto, no una señal de desgaste, pero parecía espeluznante en todo momento.

— ¿Eres Morte de los DKB?

Él había estado usando una forma de hablar razonablemente decente, por lo que tuve que mantener ese nivel de cortesía, pero no me encontraba de humor luego de aprender que él estaba intentando espiarme. El hombre no parecía estar preocupado por mi brusca respuesta. Nuevamente mostró un falso aplauso.

— Obtienes tu información rápidamente para no andar deambulando por el pueblo. Sip, mi nombre es Morte. Supongo que podrías decir que los nombres no son mi fuerte12, ja, ja, jaja.

Reaccioné un poco ante su ligera evasión de mi curiosidad. Nunca me había cruzado con alguien de ese tipo en SAO. Klein habría sido el tipo de chico alegre y tranquilo antes de que el juego de volviera mortal, pero comparado con él, este Morte era totalmente inescrutable.

Hizo una reverencia decente, las cadenas colgantes tintinearon. Yo di un paso delante de él.

— Supongo que no necesito presentarme. Queda claro que estabas ocultándote aquí con la esperanza de que yo pasara por esta área.

— Ja, ja, ¿por qué?, lo haces sonar como si yo estuviese esperando aquí para emboscarte, Kirito –dijo casualmente, indicando que conocía mi nombre. Hubo una amplia sonrisa en su rostro, pero como siempre, no podía verle los ojos–.

— ¿Suena cómo? Eso es lo que estabas haciendo –acusé, apenas conteniendo la ira que sentí elevarse hacia mi garganta por razones desconocidas. La sonrisa de Morte nunca vaciló, y él movió sus hombros en alguna burla de danza extraña–.

— Bueno, me tienes, entonces.

— ¿…era bajo órdenes de Lind?

— Ja, ja, ja, tú sabes, él tiene potencial, lo admito. Pero no, esta fue decisión mía. Quiero decir, Lind no es un beater; él simplemente no lo entendería. ¿Cómo podría saber que pasarías por este rio para colarte en el campamento?

— Pero tú lo sabias… lo que significa que tú también eras un beta tester.

— Solo llámame beater. Es un seudónimo estúpido, pero es la forma que me gusta. ¿Sabías que «beater» es el nombre de un implemento de cocina en inglés? Tal como huevos batidos. ¡Te hace querer convertir todo en este juego en espuma, ja, ja, jaja!

Incluso a bajo volumen, su voz alegre era clara como el cristal, y aun se mantenía firmemente decente. ¿Entonces por qué lo encontré todo tan molesto?

Di un paso atrás, intentando demostrar que no continuaría con esta charla trivial sin un objetivo.

— Si estabas esperándome, entonces ve al punto. Como debes saberlo, tengo una misión que cumplir.

— ¡Vaya!, esta misión Guerra Élfica me trae recuerdos. Escuché que solo tres personas lograron completar toda la línea de misiones en la prueba beta, incluyéndote. Yo me quedé sin tiempo antes de poder terminarla.

Morte elevó sus manos en pánico mientras comenzaba a darme la vuelta.

— Wow, espera, amigo. Te diré lo que quiero. Lo que estoy pidiendo.

— ¿…pidiendo?

— Correcto. Mira, aquí está el trato: te pido que si puedes, olvides esta misión y regreses.

Lo miré en completo silencio, luego me encogí de hombros tan teatralmente como él lo hizo antes.

— Haz de saber que no voy a volver ahora. ¿y que tiene eso que ver contigo? Los DKB están trabajando del lado de los elfos de bosque en esta campaña, ¿no? 

Una de las reglas básicas de la misión Guerra Élfica era que cada grupo la realizaba de forma individual. Las bases principales de cualquier lado eran mapas instanciados, y era imposible para el Grupo A completar misiones en el cuadro de misiones élfico oscuro para de alguna forma poner en desventaja al Grupo B mientras estos se encontraran trabajando en la historia élfica de bosque. Si, las misiones individuales algunas veces se cruzaban en ubicaciones no instanciadas, tal como la cueva de la araña de antes y el campamento de ahora, por lo que múltiples grupos podían estar en el mismo lugar, al mismo tiempo. Pero con un poco de espera, todos podían cumplir sus objetivos de forma segura. Además, el equipo de Lind estaba en el lado de los elfos de bosque, por lo que ellos no entrarían en la misión de robar las órdenes del comandante.

Por eso, ya cumpliese yo esta misión o no, eso no tendría efecto en Morte o en los DKB.

Pero Morte simplemente sonreía, tintineando las cadenas de metal en su capucha, y moviendo un dedo índice de un lado a otro.

— En realidad, ese es mi negocio. Me temo que realmente no puedo explicar como es. Quiero decir, si pudiera hacerlo, no habría estado ocultándome, ¿o sí? Ja, ja, jaja.

— ¿Qué? –casi ignoraba la amenaza oculta detrás de su declaración. Mis ojos se entrecerraron–. ¿Estás diciendo… que tu no estaba oculto con el fin de llamarme y negociar… si no interferir y detenerme por la fuerza?

— ¿Por qué?, eso sería inútil para mí. Digo, si ese fuera el caso, ya me habría tachado como un jugador naranja. Eso sería una forma lamentablemente fácil para ser expulsado del gremio al que me he unido, ja, ja, jaja –dijo, sacudiendo sus caderas de un lado a otro–. ¿…qué estas…? –me pregunté, con los ojos entrecerrados. Luego lo entendí–. Morte  estaba  intimidándome  para  provocar  un  disturbio  mientras  intentaba infiltrarme al campamento. La docena o más de guerreros élficos durmiendo en sus tiendas inmediatamente se despertarían, listo para luchar. Si fuese descubierto por esa cantidad de enemigos a la vez, sería difícil escapar. Si yo tuviese mala suerte, y me rodeasen…

— Entonces quieres realizarme un MPK –murmuré, recordando lo que sucedió cuarenta días antes. El rostro del hombre que intentó asesinarme remotamente a través de una trampa de monstruo progresivamente desapareció de mi memoria, reemplazado por el de Morte–.

Pero el misterioso beta tester no realizó su retorcido plan. Sonrió dulcemente:

— Oh, no esto sugiriendo nada tan terrible. Digo, tú eres capaz de escabullirte de sus agarres, ¿o no? Todo lo que te pido es que retrases esa misión por un día. 

— ¿Un día…? ¿Qué diferencia puede hacer un día?

— Bueno…

Lentamente elevó sus manos y realizó una X sobre su boca con sus dedos índices.

— ¡Lo siento! ¡Eso es un secreto! Pero lo entenderás, ven mañana. Todo lo que estoy pidiéndote es que regreses al lugar donde te estas quedando por esta noche.

— ¿Y si me rehúso?

Me estaba cansando de su naturaleza servil y viscosa. Quería que este encuentro terminara.

Morte alejó los dedos de su boca y, a cambio, me apuntó con ellos directamente.

— ¿Por qué no lo resolvemos de la forma que lo hacíamos en la prueba beta? ¿Recuerdas como hacían los miembros para resolver las disputas, no?

— ¿…lanzando una moneda?

— Ja, jaa, pero no aceptarías ese resultado, ¿o sí? No, estoy hablando de la otra forma. La manera emocionante, buena.

Me tomó dos segundos comprender lo que Morte sugería. Por otros dos segundos, miré al espadachín en la lejana orilla. Cuando hablé, mi voz era tan baja y grave como podía lograrse.

— ¿…estás hablando enserio?

— Oh, cambio serio siempre está encendido, compañero.

Bajó su dedo índice izquierdo y lo usó para tocar el mango de la Anneal Blade en su cintura.

Eso lo decía todo. Morte proponía un duelo.

La idea de un sistema de duelo en sí no era algo nuevo de los MMORPG. Muchos juegos que lograron remover la habilidad de cometer PK implementaron un sistema de duelos donde dos jugadores podían aceptar luchar. En SAO, el Player Killing era legal fuera de los pueblos, pero alguien que cometiese PK se volvía un criminal, lo cual hacia que su cursor pasase de verde a naranja y se le prohibía entrar en los pueblos.

Los duelos, por otro lado, eran legales en cualquier lugar y no terminaban en crímenes. Ellos sucedían con salvaje frecuencia en la prueba beta, como una prueba de fuerza o una forma de establecer registros. 

Pero una vez que la versión comercial del juego salió a la venta, nunca reté o me retaron a un duelo. Incluso en un duelo, cuando el HP del jugador llegase a cero, éste moría. Lo que hoy en Aincrad significaba…

—…si luchamos, uno de los dos morirá.

Morte prácticamente se retorció de placer ante mi observación.

— Bueno, Kirito, si insiste… ¡es broma, es broma! Digo, un duelo completo seria completamente peligroso, ¿no? Oh, pero es más seguro con el modo «Acabado Medio». De esa forma el duelo termina en el momento en el que uno de los dos llegue a zona amarilla. Un poco menos, si me lo pides, ja, ja, jaa.

Además del modo «Acabado Completo», en el cual un duelo continuaba hasta que la barra HP del jugador llegue a cero, estaba el modo «Acabado Medio», donde la barra HP al llegar al 50 por ciento indicaba el final del duelo, y el modo «Primer Golpe», donde el primer golpe limpio determinaba al ganador.

Obviamente, el modo «justo antes que parpadees» primer golpe, y el insatisfactorio modo acabado medio fueron raramente usados en la prueba beta; incluso había olvidado que existían. Pero tal como Morte decía, un duelo a medio acabar no resultaría mortal.

Era peligroso permitirte perder 50 por ciento de tu HP, la encarnación numérica de la vida en Aincrad. Pero si me negaba, Morte podría cumplir muy bien su promesa de gritar y destruir mi misión. Por otro lado, incluso si luchaba con él y ganaba, él podría romper su promesa y de todas formas gritaría…

— ¿Existe alguna garantía de que si pierdes, no interferirás conmigo? –solicité, mirando la oscuridad tras su cofia. Sacudió su cabeza en una muestra de insulto–.

— Oh, yo no pondría tales trucos tan sucios. Si no cumplo mi palabra, estaría tan Morte-ficado para mostrar nuevamente mi rostro. Pero digamos que pierdo. Entonces mi HP llega al cincuenta por ciento, ¿sabes? Tomará un momento para que la poción de curación surta efecto, y no sería capaz de gritar, pues los orejas largas en el campamento podrían oír, y algunos otros mobs se acercarían por detrás, ja, ja, jaa.

Era una débil garantía.

Tuve la elección de no exponerme al peligro innecesario y creerme la condición de Morte por hoy. No había razón de tener que completar esta infiltración esta noche. De acuerdo al mapa de recorrido que Kibaou estableció en la reunión estratégica, este era el día (ahora que la medianoche pasaba) que comenzaríamos con el laberinto, y en dos días, estaríamos retando al jefe. Todavía tenía tiempo para la misión. 

Pero si me iba al campamento ahora, nunca sabría el motivo de Morte por quedarse plantado en esta ubicación.

Era fácil para un beta tester asumir que si no me mostraba en el pueblo, estaría ocupado con la misión Guerra Élfica. Pero era imposible predecir con tanta seguridad que esta noche estará visitando este campamento. Sería distinto si él hubiese comprado la información a Argo, pero yo me acababa de encontrar con ella, y ésta me habría ofrecido el hecho de que Morte le compró mi información.

Eso elevaba notablemente la posibilidad de que Morte estaba esperando en este lugar por horas y horas sin nada más que la suposición de que yo vendría. ¿Por qué pasaría por todos estos problemas solo para prevenirme terminar un único capítulo de una extensa misión?

No era curiosidad que me hizo albergar una sensación de peligro, una necesidad de entender antes de poder irme. Asentí.

—…bien. Tengamos un duelo para ver quien se va. Pero necesitas lanzar otra moneda a la apuesta.

— ¿Oh? Terriblemente agresivo de tu parte.

— Claro. Si pierdo, tengo que abandonar la misión, pero si pierdes, solo te irás a casa. Eso no es justo.

— Ya veo, ya veo. Entonces ¿Qué se supone que tengo que apostar?

— Quiero una explicación que tenga sentido. Quiero saber por qué hiciste esto. Morte meneó la cabeza de un lado a otro como algún tipo de juguete, pero pronto
asintió de acuerdo.

— Muuy bien. No puedo garantizarte que lo entenderás, sin embargo.

Ahora que habíamos llegado a un acuerdo, no tuve obligación de escuchar su parloteo. Pero simplemente no podía abalanzarme de inmediato, no. Si el sonido de nuestras espadas llegaba arriba al campamento, los elfos se despertarían alerta.

— Cambiemos el lugar, entonces. Hay un lugar arriba con algo de espacio abierto.

— Comprendido. Hombre, ciento nervios solo de pensar que estoy por tener un duelo con el Kirito. ¿Podemos tomarnos una foto para conmemorarlo luego del duelo? Oh, espera, aún no hemos llegado al punto donde los objetos de captura se muestran. Aww, que mal.

Alejé mis ojos de Morte y sus burlas y comencé a caminar cuesta arriba, hacia el sur. Morte corrió después de mi en la lejana orilla del rio, danzando. 

Tras unas treinta yardas, había un claro circular junto al rio. Usualmente tales lugares contenían algo de interés –quizá este era un buen lugar para terminar–, pero este no era el momento de rebuscar en el agua.

Procedí al centro del claro y me volví a mi derecha. Morte se volvió hacia mi al mismo tiempo. La sonrisa aún estaba marcada en todo su rostro, pero sentí que su concentración era un poco más aguda que antes.

— Oki doki, entonces enviaré la solicitud.

Sacudió su mano derecha para abrir el menú y suavemente tocó una serie de comandos. Una pequeña ventana de dialogo apareció ante mí. Decía: MORTE TE HA RETADO A UN DUELO UNO A UNO, ¿ACEPTAS? SI/NO.

Al menos el nombre Morte no era un alias. Tristemente, mi base de datos de conocimiento era terriblemente inadecuada para indicar si su nombre elegido se suponía que significaba algo.

Encima del SI/NO había una seria de cuadros de verificación para el modo de duelo. La opción central, por un «Acabado Medio», fue seleccionada. Levanté la vista.

Pasando quince pies de agua, Morte aun tenia puesta su cofia. Mientras más espacio cubriera el equipamiento de cabeza, mejor era la defensa, pero peor la visibilidad y audición. El velo encadenado descendía bajo su nariz, por lo que debía haber estado mirando a través de este como una red. Combinado con la oscuridad de la noche, su visión debería estar severamente afectada.

Mi visión y audición estaba a su máxima eficiencia porque no usaba yelmo, pero un buen golpe en mi cabeza produciría un enorme daño. Por otro lado, incluso si usaba un yelmo, un golpe limpio en la cabeza provocaría una conmoción temporal y efectos aturdidores. Tal como efectos de estado negativos eran fatales para un jugador solitario, por lo que mi proceso de pensamiento era simple: evitar el daño a la cabeza a toda costa, y la problemática cobertura de cabeza solo lo haría muy difícil de evitar, por lo que nada de ese equipamiento.

En ese sentido, la cofia de Morte era incomprensible. Comparada con uno de los grandes yelmos con forma de cubeta, la cofia ofrecía poca protección, pero robaba mucha visual. Tenía que haber otra razón para que él no se la removiera, incluso en un duelo.

Ya era muy tarde cuando se me ocurrió que debía haberle exigido la razón de su cofia en la apuesta, pero ahora era el momento de concentrarse. Levanté mi cambio mental al modo de batalla.

Si apartar mi vista de él, golpeé el botón SI. La ventana de dialogo cambió y comenzó el conteo de sesenta segundos. 

Durante la prueba beta, muchos criticaban que un contador de un minuto antes de un duelo era exagerado. Pero el equipo de desarrollo no hizo movimientos para acortar el contador mientras la prueba estaba andando.

A pesar de no haber luchado en meses, el contador se seguía sintiendo muy extenso para mí. Desenfundé mi Anneal Blade +8, la sostuve de una forma medio ortodoxa, y estiré mis piernas hacia adelante y hacia atrás.

Pero Morte no mostró signos de desenfundar su espada, a pesar del conteo regresivo activo. Solo se quedó ahí, observando. Justo cuando comenzaba a preguntar qué estaba haciendo, me di cuenta.

Yo acepté su reto sin pensarlo dos veces.

Los factores más importantes para la supervivencia en SAO eran el conocimiento y la experiencia.

Había tenido incontables duelos en la prueba beta. Tenía un preciso conocimiento de cuales habilidades eran mejor para una batalla uno a uno contra un jugador y como usarlas.

Pero esto era diferente – un duelo en el lanzamiento oficial de SAO, donde los riesgos eran mortales. Y nunca se me ocurrió intentar un duelo en esas circunstancias.

Morte probablemente había estado activo en los duelos desde el cambio. Podría haberlo  hecho docenas  de  veces.  Sabía  algo  que  yo  no. Y basado  en  esos conocimientos, él simplemente estaba mirándome, aprendiendo lo que podía de mi posición y ubicación, esperando desenfundar su espada hasta el último momento.

Nadie hizo eso en la prueba beta. Nos quejamos por la longitud del contador, conversamos con cualquier espectador o esperamos aburrimiento, luego liberábamos nuestras mejores habilidades de espada tan pronto el contador llegaba a cero. Ese era el duelo que yo conocía.

Pero tras ese momento cuarenta y tres días antes que todo cambiara, la antigua forma se escapó por la ventana.

Sesenta segundos: un intervalo de tiempo escogido para observar al enemigo y formular una estrategia.

Bajé la mirada a la ventana flotando frente a mi pecho. La cuenta regresiva mostraba cuarenta y cinco segundos restantes.

Volviendo hacia Morte. Él estaba justo ahí, moviéndose ligeramente. Fijado nada más en su posición. En comparación, yo tenía mi Anneal Blade sujetada frente a mí, ligeramente agachado, con el centro de peso hacia adelante. ¿Qué veía él en mi posición? ¿Cómo podría reaccionar a mi primer movimiento? Yo podía cambiar mi pose, pero ¿eso le daría más información a cambio? 

Verifiqué el contador: treinta y cinco segundos. Ese contador interminable de la prueba beta parecía estar indicando dos veces cada segundo actual. No había tiempo para pensarlo. ¿Podía indicar una pausa y pedir volver a realizarlo? No, yo no era tan lamentable, y una vez que el contador comenzaba, el duelo era inevitable. Comprendí que estaba perdiendo mi compostura y comenzando a entrar en pánico, y la primera gota de sudor virtual comenzó a descender por mi frente.

Veinticinco segundos restaban. Quizá debería desistir de atacar primero y ver qué haría él a cambio. Había quince pies de agua de separación entre nosotros. Ciertamente era poco profundo para cruzarlo, pero yo podía fácilmente comenzar a tambalearme solo por pasar corriendo, sin decir nada de golpearme con mi espada. Morte no correría a través del agua…

Pero espera. Quince pies podían ser cruzados fácilmente con la habilidad Sonic Leap. Y si se usaba justo cuando el contador terminara, no habría suficiente tiempo para escapar del rango seguro de la habilidad de espada. Afortunadamente, el Sonic Leap comenzaba con una gran posición, y yo tenía la espada sostenida de forma neutral, por lo que él no sabría que la usaría.

Diez segundos restantes. El conteo regresivo comenzaba a sonar audiblemente con cada segundo.

Cinco segundos. Morte finalmente desenfundó su espada. Su Anneal Blade tenía un brillo muy logrado, lo que significaba que había puesto mucho esfuerzo en mejorarla.

Cuatro segundos. Morte osciló la espada hacia una pose notablemente descuidada. La hoja comenzó a brillar de color verde, la señal de que estaba a punto de usar una habilidad de espada. La posición y el color significaban… Sonic Leap.

Tres segundos. ¿Su plan era el mismo que el mío? Pero el contador no había terminado aún. Golpear al oponente durante el conteo regresivo de un duelo fuera de la zona segura de un pueblo era considerado un acto criminal. Su cursor cambiario a naranja.

Dos segundos. Si yo fuese a evadirlo, tendría que saltar a cualquier lado ahora. Pero me mantuve apuntando justo a Morte, y levanté mi espada a una posición elevada. Él probablemente tenía la intención de mantener la premoción de la habilidad de la espada hasta que el conteo terminara, pero él comenzó demasiado temprano. Se cancelaria antes de comenzar el duelo.

Un segundo.

Pero justo cuando el contador llegó a 01, Morte saltó del suelo. El corte a toda velocidad rugió por toda el agua, el rastro verde se reflejó en su superficie.

Ahora lo entendía. 

No había necesidad de esperar hasta que el contador llegara a cero para dejar que la habilidad saliera. Si la hoja golpeaba al avatar del oponente y provocaba daño es solo un simple 0.001 segundo luego de la campanada, no se liberaría el código criminal. Morte lo entendió muy bien y realizó su movimiento perfectamente.

CERO

¡¡DUELO!! – una señal purpura apareció sobre el rio, pero yo no la vi. El cuerpo de Morte, como algún tipo de monstruo-ave oscura, bloqueó mi vista.

Planeé usar Sonic Leap cuando el duelo comenzara. Pero el ingenuo plan mío fue lo último que me salvo del lamentable resultado de atacar simultáneamente al comienzo del duelo. 


Como tenía mi Anneal Blade sujeta, aun sin el movimiento de la habilidad, solo me las arreglé para volverla un poco y absorber el ataque de Morte a tiempo. Si él me hubiese golpeado justo en la cabeza, me habría aturdido, si no consumía la mitad de mi vida de una vez, y me dejaba incapaz de detener un ataque continuo.

Un choque tremendo pasó a través de ambas manos –justo en el mango–, y empujé contra el borde de la espada por apoyo.

Las habilidades de espada del jugador tenían un peso especial en ellas que superaban los ataques de los monstruos. Él no solo dependía de la ayuda del sistema para velocidad y poder sino que saltó y osciló en descenso para un momento extra. Chispas doradas y luz verde explotaron solo a pulgadas de mis ojos, cubriendo mi visión.

Las espadas largas estaban entre las espadas de una mano más duras, pero estas tenían una debilidad. Si un choque poderoso golpeaba el lado plano de la espada de frente, había una posibilidad de que la durabilidad del arma cayese a cero en el acto, produciéndose la destrucción del objeto.

Mi espada crujió desagradablemente mientras bloqueaba el Sonic Leap de Morte. Pero la auténtica compañera que había sujetado con fuerza desde el primer día del juego no se rendía. El golpe fue tan poderoso que si no hubiese mejorado la durabilidad a +4, se podría haber roto.

— Grrh…

Gruñí y apreté mis dientes, esperando que la habilidad de espada del enemigo terminara. Si pudiera soportar el golpe por completo, Morte quedaría en una pausa breve y vulnerable. Las luces explotando ante mis ojos rápidamente se debilitaban, poco a poco…

Pero justo antes de que la habilidad terminase, mi pie derecho, pateó el suave suelo de la orilla del rio, finalmente cedió a la presión y se resbaló. Mi cuerpo se hundió abruptamente y tuve que saltar hacia atrás para evitar caer. Justo al mismo tiempo, el brillo desapareció de la espada de Morte.

Tan pronto como aterricé, salté hacia adelante.

Cuando su pausa terminó, Morte volvió a levantar su espada.

— ¡Raah!

— ¡Shwaa!

Luego de los dos gritos hubo una colisión. Dos veces, luego tres veces, el bosque nocturno sonó con escalofriantes y resonante clang de las dos copias de la misma espada golpeando con fuerza.

Incluso sin el beneficio de una habilidad de espada, el talento de Morte con la espada era considerable. Él no hizo esfuerzo con sus oscilaciones, apuntando mis puntos críticos con los movimientos más corto que pudiese. Yo tenía que bloquear y desviarme desesperadamente solo para detener esos ataques únicos, de alguna forma entre cortes y empujones.

Él tenía una clara ventaja en el número de golpes, pero eso me parecía bien. Mientras más concentrado estuviese yo en esta batalla, más rápido desaparecían esos rastros de horrible pánico. Una vez que mi mente estaba ajustada como una trampa de acero, estuve listo para contratacar.

— ¡Shuaa!

Furioso ante el fallo de su ataque sorpresa, Morte emitió un grito macabro y se afincó hacia mi corazón. Los empujones eran difíciles de desviar debido al apuntado preciso que requería, pero estos eran mucho más fáciles de evadir. Di un paso al frente y hacia mi derecha, inclinándome hacia los lados, y oscilé mi espada de izquierda a derecha como si evadiera su propio punto de espada.

Mi espada, mejorada a un +4 de filo, cortó a través de la armadura de escama de pescado e hizo descender por vez primera la barra HP de Morte. No habría sido suficiente daño para ganar bajo las reglas del primer golpe, pero al menor finalmente me encontraba con la ventaja.

— ¡Shhhu!

Morte saltó hacia atrás, siseando de ira. Finalmente, esa sonrisa arrogante se había ido de sus labios. Si lo dejaba tomar distancia, podría volver con otro truco inesperado. Me abalancé hacia él, manteniéndolo dentro del rango de la espada. Morte intentó más de esas oscilaciones de empuje, pero yo calmadamente las bloqueé o las desvié una por una.

Mientras Morte retrocedía, aun atacando, sus botas tocaron el agua. Yo no tuve tiempo para mirar el suelo, pero supe que lo empujé hasta el rio. Si pusiera mas presión sobre él, lo habría atraído a otro ataque mayor. Y si yo evadiera ese, habría podido usar una habilidad de espada para acabarlo…

Una fuerte salpicadura sonó en la cercanía, pero no era Morte cayendo al agua. De hecho, ya él se encontraba en una parte algo profunda del rio. Su pierna derecha acababa de patear una ola de agua; una sábana de pequeñas gotas danzó ante mis ojos.

Estaba usando ese ataque cegador de agua para flanquearme o lanzar un contrataque. Retrocedí rápidamente, alejándome de las gotas que caían y observando más de cerca a Morte. Más allá del rocío del agua, capté un destello purpura. Esta…

…no era una habilidad de espada. Se trataba de color purpura del menú.

No tenía ni idea de que estaba haciendo, abrir su menú en medio de un duelo, pero eso no era posible con su espada en la mano derecha. No la vi en su mano izquierda tampoco. Quizá la había devuelto a su funda – no, no, eso tampoco era. Él debió haberla soltado en el rio y tenía que abrir su ventana para obtener una nueva. Pero yo no era del tipo que dejaría que pasara esa oportunidad.

— ¡Raah!

Sostuve mi espada en lo alto de mi cabeza, gritando con agresividad animal. En el mismo instante, un débil golpe silbante golpeó mis oídos.

Ese sonido era familia. Pero por el momento comprendí lo que era, no podía detener el corte que ya estaba en progreso.

La cortina de gotas flotante finalmente llegó a su límite y comenzó a caer. Al otro lado, la mano izquierda de Morte sostenía un escudo redondo que no había visto tres segundos antes. Era de un diseño simple y modesto, pero su brillo de metal mate habló de su auténtica calidad como un objeto.

Mi espada descendió y golpeó el punto central del escudo de Morte, generando un efecto de colisión vivido. Ambos nos tambaleamos hacia atrás, como si las chispas de la colisión nos empujaran.

Luché desesperadamente contra la inercia virtual, esperando recuperarme una decena de segundos más rápido que mi oponente.

Sin importar que tan familiarizado estuviese Morte con el menú, el posiblemente no habría abierto su pantalla de equipamiento, golpear el icono de la mano izquierda, luego sacar el escudo de su inventario cuando apareció, todo en ese breve periodo de tiempo. El ruido silbante que oí no era más que el mod de Cambio Rápido que permitía habilitar un equipamiento previamente cargado con un único botón.

Lo que significaba que el escudo no era la única cosa que ahora había en sus manos. No podía ver su mano derecha, era como si estuviera detrás de su cuerpo, pero esta debería estar sujetando una nueva espada. El instante en que recuperara su equilibrio, Morte lanzaría un contrataque.

Traté lo más fuerte que pude para inclinarme a mi derecha dentro de mi animación tambaleante, esperando evadir su ataque y devolverle mi propio contrataque. En SAO, el libro en usuario de escudos indicaba que se debía flanquearlos al lado donde este estaba. En el último juego de combate en primera persona, el escudo era tanto una fuente segura de defensa y un muro que bloqueaba la visión. Además, nadie ganaba un duelo por hacer nada más que defenderse. Esa era una información básica que aprendí camino de vuelta a la prueba beta, pero las beses eran útiles en cualquier situación.

Volviendo de su retraso solo un paso antes de mí, los labios torcidos de Morte se abrieron y emitieron un chillido feroz.

— ¡Shaooo!

Su mano enguantada atacó como una víbora negra. Esperé uno de sus cortes de empuje vertical, por lo que salté de mi pierna izquierda, desviándome hacia la derecha. Su escudo redondo se elevó con un movimiento de ataque, y yo intenté realizar un contrataque debajo de este.

¡Whooosh!

Un rugido pesado y sordo cortó el aire.

La mano derecha de Morte no estaba sujetando una espada. Y su trayectoria oscilante no era vertical.

Se trataba de un haca, una densa hoja al extremo del mano de dos pies de largo. Logré reconocer ese tipo de hacha individual: una Harsh Hatchet.

Él giró como un tapón, el hacha dio vueltas en una superficie adecuadamente plana para mi flanco izquierdo. No podía bloquearlo o defenderme. La punta oscura del hacha me golpeó directamente en el lateral, en el mismo lugar que momentos antes golpeé a Morte.

El golpe fue pesado, lo suficiente para elevarme del suelo y arrebatarme cerca del 20% de mi vida, así como también hacerme tambalear de nuevo.

El poder abrumador de  un  hacha a dos manos era el favorito  de muchos jugadores, pero su contraparte de una mano era algo de un arma hueca. Su poder era igual al de una espada de una mano, pero sin el beneficio de ataques de empuje. Su bono más grande era el efecto de retraso severo que sus ataques pesados infligían, pero era muy duro conseguirlos –a menos que usara un arma diferente para hacer creer al oponente a pensar que solo usas empujes–, eso era.

— Hrgh –gruñí, volviendo a comprenderlo todo tardíamente–.

Los empujes de espadas realizados constantemente no eran más que engaños para luego usar este golpe de hacha.

Si era cierto, eso significaba que este Harsh Harchet era su verdadera arma principal, no la Anneal Blade. Este no era un experimento indolente sin la actual habilidad de la espada tras esto –él vendría tras de mi con una próxima habilidad de espada–.

Todo el cuerpo de Morte se retorció en si mismo como algún tipo de juguete de goma. El hacha, echada hacia atrás a su máxima tensión, comenzó a brillar de color rojo.

— ¡¡Shaahaaaa!!

Con un grito absurdo, Morte liberó la habilidad de dos golpes del hacha a una mano, Double Cleave.

A una velocidad casi invisible, el hacha rotó dos veces, golpeando mi pecho y estomago casi al mismo tiempo. Salí volando hacia atrás como un montón de trapos de lo que sentí como una explosión dentro de mi cuerpo, choqué contra una gran roca, y caí al suelo.

El icono de aturdimiento destelló, y mi campo visual parpadeó y se oscureció en el acto. Mi barra de HP comenzó a caer precipitadamente, deteniéndose justo antes del marcador central.

El efecto aturdido en sí duró tres segundos, pero aun no podía levantarme. Un escalofrió entró en mi desde los dos sitios donde fui golpeado, ambos brillaron en rojo con efectos de daño. Incluso mis dedos y pies se sentían entumecidos.

Mientras reptaba sobre mis cuatro extremidades, un par de patrones de escamas de peces vagamente se acercaron. El propietario de esas botas se detuvo justo a seis pies de distancia, y yo levanté la mirada para ver, dentro de la tenue sombra de la cofia, el brillo de sus ojos se vio por primera vez.

— Oooh –llegó su voz, calmada y burlona–. Qué horror. ¿Aun después de todo no está en amarillo? Eres bueno. Esta hacha está mejorada hasta +6 en Peso, ¿sabías eso? Puede incluso atravesar armadura de plata.

Mientras Morte continuaba  con  su tono  extraño  pero venenoso, mis dedos comenzaron a recuperar su fuerza, y sujeté nuevamente la empuñadura de mi espada.

— ¿No vas a acabarme?

— Oh, ahora, no me vengas con eso. ¡Me evito eso y tú expulsas tu mejor respuesta para sorprenderme! Además, solo un simple golpe amoroso al final sería realmente inapropiado para acabar un duelo contigo, ¿no crees? Esperaré aquí hasta que te levantes. ¡Tomate tu tiempo!

Entonces él podía notar mi plan para apuntarle a sus piernas. Resignado, puse una mano contra la roca detrás de mí para levantarme.

En un duelo, seis pies podría haber sido muy bien a quemarropa. Pero incluso a esta distancia cercana, Morte sostenía su escudo redondo y su hacha ligera y descuidadamente a sus lados, sin ninguna preocupación. No era holgazanería de una posición superior, sino confianza por la experiencia.

Pensando nuevamente, incluso antes del duelo, Morte me había superado en cada aspecto. Posición del campo de batalla, uso de la cuenta regresiva, el primer ataque, ubicación y tácticas de batalla, y trucos ocultos bajo la manga: todo. Él entendió la forma del duelo en la versión comercial de SAO mucho, pero mucho mejor de lo que yo lo hice. Él podría incluso haber elegido la contextura de su personaje para expresar el propósito de sobresalir en los duelos. Además de que no desperdiciaba una ranura de habilidad pues podía usar un tipo de arma innecesaria.

— ¡.....!

En este punto, mi mente pasó a través de su actual valle cerrado y profundo, y mi respiración llegó a mi garganta.

Si Morte era un especialista en duelos, ¿podría ser que dejar mi HP solo a un paso de la mitad no era coincidencia, sino un movimiento intencional de su parte?

Un duelo de media fuerza terminaría tan pronto el HP del combatiente cayera debajo del 50 por ciento. Dentro de la zona segura de una ciudad, cualquier ataque que ocurra después que la pantalla de resultados se mostrara seria automáticamente nulificado, y fuera del pueblo, el daño extra seria clasificado como un crimen, haciendo que el cursor del atacante se tornara naranja.

Pero de acuerdo con mi vago recuerdo, el momento exacto donde un duelo terminaba no era cuando el HP llegaba a la mitad. Ese era en el momento que los ataques normales o daños de habilidades de espada tomarían la mitad del HP del oponente.

Quería decir que si yo tenía 510 de 1000 puntos HP restantes, y sufría un único ataque con valor a 600 de daño… el duelo terminaría, pero mi HP quedaría en 0, matándome, y dejando al oponente como un jugador verde legal.

Si Morte me había dejado solo un poco de salud a propósito…

Él no estaba esperando ganar este duelo y forzarme a dejar mi misión para otro día.

Él estaba planeando, en este lugar y momento…

Matarme.

Un escalofrió más helado que huelo recorrió mi espalda, y solo por un momento, temblé.

Sintiendo esto, los labios torcidos de Morte se elevaron, y expulsaron una risa.

— ¡Aja!

No era la primera vez que otro jugador había querido matarme.

En la primera noche dentro de este juego de la muerte, yo había formado un pequeño grupo con otro jugador, quien intentó asesinarme.

Su plan no era levantar su espada contra mí, sino lograr que un grupo de monstruos convocados me asesinaran: un MPK, o «Monster Player Kill». Y antes de que usara su habilidad de Ocultamiento para desaparecer, me dijo que lo lamentaba.

Claro, una disculpa no era excusa para el acto de asesinato. Pero al final, ese compañero  mío  había  hacho  su  elección  amargamente,  para asegurarse  que recibía la Anneal Blade que lo ayudaría a sobrevivir, lo más humanamente posible.

Pero Morte no tenía beneficio tangible que ganar por matarme. Si yo perdía en el duelo, yo simplemente dejaría la misión de infiltración para mañana, e incluso si no confiaba en su promesa, ya fuese que completara la misión o no, no tenía efecto como tal en Morte.

Lo que significaba que él era un Player Killer en el sentido más realista: asesinaba solo con el fin de asesinar.

Era imposible. SAO era una trampa mortal y sin escapatoria. Morte estaba atrapado en esta prisión digital al igual que el resto de nosotros. Si él mataba a otro jugador en el grupo de los de la delantera que avanzaba nuestro progreso en el juego, él solo retrasaría la posibilidad de que acabáramos el juego y ganáramos nuestra libertad. Bajo ese hecho tan simple, el acto de asesinar deliberadamente a otro jugador significaba que él realmente no estaba en busca de quedar libre de este lugar.

—….no puedes… –murmuré, pero Morte me cortó con otra risa–.

— ¡Aja! No hablemos de esto. ¡No cuando todo está yendo tan bien! ¡Muéstrame algo Kirito! Este no es el fin del hombre más fuerte en el juego, ¿o sí?

Él sostuvo su hacha y hábilmente la giraba a su alrededor con tres dedos. Incluso con esa demostración arrogante, no  había puntos débiles para atacar. Si me abalanzaba hacia él de una vez, él levantaría su escudo y me acabaría con un contraataque. Si ese contra resultaba ser una poderosa habilidad de espada suficiente para drenar la mitad restante de mi HP, yo moriría.

Había una forma de evitar el peor de los escenarios – si me resignaba de esa forma. Perdería el duelo, pero al menos Morte no sería capaz de evitar convertirse en un criminal naranja si me golpeaba. Él estaba involucrado con los DKB con algún tipo de plan en mente, y seguramente él no podría aguantar que su cursor cambiara de color. Eso era toda una ilusión, lo sabía.

Yo podía reconocer mi falta de poder y rendirme con el fin de sobrevivir, o podía apuntar por una victoria que viniese de atrás, descubrir que Morte estaba buscando, continuar la misión, y salvar aunque sea un poco de orgullo.

Tristemente, si elegía la última, no tenía reserva de planes o armas secretas de las que hacer uso. En todo caso, fue Morte quien parecía no tener más nada en su manga. La ignorada hacha a una mano en realidad se había convertido en un bono dentro de una batalla PvP. Yo sabía que podía reconocer cualquier habilidad de espada larga, cimitarra, daga, estoque, hacha o espada grande solo basándome en el movimiento inicial, pero había algunas hachas de una mano o martillos de una mano cuyas habilidades no conocía ni su nombre. De hecho, desde que comenzamos a avanzar desde el inicio del juego, no podía nombrar a ningún jugador de la delantera que usara un hacha simple…

Algo surgió en la parte posterior de mi cerebro.

La forma en la que él levantaba el hacha con sus dedos.

Yo había visto a alguien hacer lo mismo antes, y era recientemente, aquí en el tercer piso. No fue durante la reunión de estrategia en el pueblo. Fue antes de eso… cuando Asuna, Kizmel y yo no escondimos en el pasillo de la cueva de la reina araña, mientras el grupo pasaba.

Un hacha en su mano derecha, un escudo redondo en la izquierda. Y una cofia metálica en su cabeza.

Esa descripción encajaba con Morte a la perfección. Tenía que tratarse de la misma persona.

Pero era imposible. El hombre que vi girando su hacha de un lado a otro… estaba viajando con Kibaou y los ALS.


Solo siete o quizá ocho horas después, vi a Morte en medio de los DKB de Lind. Él tenía la cofia puesta, pero no un escudo, y su arma era una espada larga. Esa era la razón por la que no había considerado que era la misma persona que vi con Kibaou. Esa idea nunca se me ocurrió.

Eso era porque yo –y muchos otros jugadores en SAO– veían el arma principal de un jugador como su característica que los definía. Yo era un espadachín. Asuna una esgrimista. Agil era un hachador a dos manos. Y Morte era tanto un hachador como un espadachín.

Morte estaba usando esta naturaleza dual a la luz de la luna tanto en los DKB como los ALS. Él cambiaba sur armas a todo momento, ayudando en las misiones de Lind y Kibaou al mismo tiempo.

Pero ¿por qué? ¿Era puro altruismo, un intento de hacer buen uso de su experiencia beta? Si ese fuera el caso, ¿era solo mi imaginación ese frio odio que sentía de él?

¿O era que él escondía algún motivo real, más profundo, inmenso y oscuro de lo que yo podía imaginar?

— ¿…que… que eres…? –susurré con una voz tan suave que ni siquiera pude oír. Morte inclinó su cabeza por la confusión–.

— ¿Hmm? ¿Hmm? ¿Aun te sientes indispuesto? No te preocupes, tenemos todo el tiempo del mundo.
—…eso es cierto. Y la lucha aún no termina –dije, esta vez a una voz audible–. Era peligroso seguir luchando sin un plan para la victoria. Si Morte no era una buena persona en su corazón, quería decir que en realidad el podría matarme.

Pero mis instintos me decía que rendirme y dejarlo así era una elección más peligrosa. Si no llegaba al fondo de las intenciones ocultas de Morte y descubría sus conexiones, algo irreparablemente lamentable podría suceder en un futuro cercano… o algo así creía.

Él sonrió emocionadamente ante mi respuesta:

— Tienes razón, ese es el espíritu. Nunca sabes cómo tu mano va a ser jugada hasta que gires sobre esa carta triunfal. ¿Así que nos ponemos en ello? ¡Arriba, arriba!

— ¿…tiempo para enfrentarnos, entonces? –pregunté, blandiendo mi Anneal Blade en frente de mí–.

— ¡Aja! Muy bien. Que mal que no tengamos una audiencia. ¡It’s… showtiiime!

Morte exclamó, levantando su escudo y sosteniendo su hacha detrás de su cuerpo. Estábamos separados solo por seis pies, por lo que la punta de mi espada casi tocaba su escudo.

La voluntad de batalla se elevó en los dos objetos metálicos, parecida a una carga eléctrica, hasta que chispas virtuales estallaron en vida – luego me moví.

Di un salto con mi pie derecho, circulando hacia su mano dominante, contra la teoría del combate con escudo. Morte giró a su derecha, intentado mantener el escudo frente a mí.

Esperé esa respuesta. Con el fin de realizar una habilidad de espada mayor, el enemigo necesitaba estar perdiendo el equilibrio, aturdido. La forma más rápida de hacerlo era con un ataque normal con un alto efecto de aturdimiento, pero Morte no podía usar eso. Incluso un golpe menor podría dejar mi HP menos de la mitad, finalizando el duelo. Si él quería noquearme en posición abierta, tenía que desviar mi ataque con su escudo.

En todo caso, el hecho de que había encontrado mi movimiento de flaqueo con su escudo en lugar de su hacha probaba que estaba intentando usar el duelo como un método de Player Killing legal. El conocimiento que cualquier error podría ser mortal era como una aguja de hielo en mi cerebro, pero no ya a estas alturas no había vuelta atrás. Si no hacía uso de toda mi experiencia y habilidad, lo peor podría llegar.

— ¡R-raah! –aullé, levantando la Anneal Blade lo más alto posible–.

Era exactamente el mismo corte superior derecho que intenté sin ningún beneficio justo después que Morte usara su truco de Cambio Rápido, y con un gruñido extra para arrancar.

Morte confiadamente levantó su escudo en posición defensiva. El muro de acero de dos pies de ancho ocultó la sonrisa venenosa que tenía.

Con el fin de asegurarse que un escudo protector infligía un efecto de retraso en el  oponente, no tenías  solo  que  sostenerlo  –  tenía  que  ser  empujado  en  un movimiento de bloqueo, tal como el ataque de empuje del enemigo. Con su escudo sostenido ante su rostro, Morte no podía ver la mitad superior de mi cuerpo, pero si la punta de mi espada.

Cada sentido de Morte debía estar centrado en mi espada, calculando el momento exacto en que el corte comenzara.

Si incluso una décima de su atención estaba en cualquier parte además de mi espada, si él no estaba planeando en una protección calculada perfectamente, si él llegaba a notar el brillo rojo surgiendo de mi puño izquierdo…

Moriría.

Enfrentamiento.

Empujé hacia el escudo, no con mi espada, sino con mi puño izquierdo apretado – con el Flash Blow – la más rápida de todas las habilidades de artes marciales.

En ese momento, el brazo izquierdo de Morte se relajaría, esperando el momento justo para protegerse de mi espada.

El puñetazo rojo y breve golpeó el escudo redondo a lo largo de su borde inferior izquierdo. Un choque metálico hizo eco a través del claro, y el muro de acero desapareció.

En la batalla, había tres cosas malas que podían sucederle a las armas o escudos: Destrucción, en la cual el objeto desaparecía por completo; Arrebatamiento, en el cual el enemigo lo robaba; y Soltura, en el cual el objeto caía al suelo. Intentar cualquiera de esos efectos negativos era conocido como intento de «desarme».

En general, esos ataques provenían de monstruos. Los Swamp Kobold Trappers lacustres que aparecían a medio camino del primer piso mataron a unos cuantos jugadores por golpear las armas y que se hundieran el barro, luego cazaban a sus víctimas cuando estas se abalanzaban a recoger las armas.

Los jugadores podían intentar desarmar también, pero era muy difícil lograrlo. Podías apuntar a la mano que sostenía el arma o intentar golpear directamente el arma por un lado. Pero en cualquier caso, eso no funcionaría a menos que el arma fuese sujetada vagamente. Y el único momento en el que un jugador no tenía un agarre bastante fuerte en su arma era justo antes de realizar un ataque.

Asistido por pura suerte, mi Flash Blow captó el momento preciso de forma perfecta. El escudo fue arrancado de la mano izquierda de Morte y salió volando en el aire nocturno. La sonrisa debajo de esa cofia tintineante se había ido, y uno de sus caninos brilló con ira.

Mi desarme de escudo fue exitoso, pero no podía parar allí. Su barra HP aún estaba sobre el 90 por ciento.

Mi experiencia en combate hombre a hombre era inferior a la de Morte. Pero yo estaba seguro que basado en su configuración de Cambio Rápido, él tenía dos patrones básicos de combate: espada larga sin escudo y un hacha con escudo. Yo esperaba que llevarlo al punto de estar con un hacha y sin escudo ayudaría a cerrar la brecha de experiencia. Tenía que comenzar un ataque que se llevara un poco más del 40 por ciento de su vida. Si no podía hacerlo, probablemente no yo no tendría suficiente posibilidad de ganar.

Pero ganar y perder, vivir y morir – esos conceptos no eran nada más que distracciones.

¡Solo muévete hacia adelante!

— ¡Raahhh!

Con un genuino rugido de triunfo, oscilé descendentemente mi espada hacia su hombro izquierdo. Morte se inclinó hacia atrás e intentó evadirlo, pero al final de mi espada aumentada capturó su malla negra de escamas, dejando atrás un brillo rojo, la señal de daño. Su HP descendió al 85%.

— ¡Shah! –susurró, agitando su Harsh Hatchet. Pero todos los ataques de hachas a una mano se oscilaban en un arco amplio y no eran muy útiles en rangos tan cerrados. Me detuve para esquivar el ataque rugiente. El nombre «hatchet» hacía sonar pequeña al hacha, pero su densa hoja se sintió tan mortal mientras rozaba el cabello en mi cabeza. Aun en mi posición acuclillada, golpeé sus piernas. La punta de la espada chocó contra la espinilla de sus botas, dos golpes rápidos. No estaba cerca del daño suficiente para provocar efectos localizados, pero al menos fue otro cinco por ciento robado de su vida. Incluso mejor, el golpe a sus pies hizo que Morte se tambaleara.

¡Ahora!

Salté y asumí un pre-movimiento de habilidad de espada.

El momento del hacha de Morte aún estaba a la derecha. Si él intentara otro golpe horizontal, mi habilidad seria lanzada primero…

Pero espera. Morte había invertido las cosas que yo daba por hechas, una y otra vez. Quizá mi suposición de que las oscilaciones pesadas de un hacha no estaban hechas para un rango bastante estrecho cayó en ese patrón, también.

Sujeté mi espada de nuevo a su posición sobre mi hombro izquierdo. En ese mismo momento, los ojos de Morte brillaron desde las sobras sobre su rostro.

— ¡Shaaiii!

Con un grito, su hacha voló directamente hacia mi rostro. Pero no fue la hoja primero. Era la punta de base cuadrada, incrustada en el pomo del hacha. El empuje malicioso del revés venia mucho más rápido que la oscilación horizontal.

— ¡¡Hnng!!

Apreté mis dientes y empujé mi cabeza hacia atrás desesperadamente. La punta rozó mi frente y pasó hacia la izquierda. Más allá de la luz carmesí trazada por ese ataque, fijé mi vista en el cuerpo indefenso de Morte.

Por empujar mi espada solo una pulgada más allá sobre mi hombro izquierdo, el sistema reconoció la iniciación de una habilidad, y la hoja pateó un gemido agudo, mientras brillaba de color plata.

— ¡…Raahh!

La Anneal Blade comenzó a caer casi en vertical, golpeando a Morte en la parte derecha de su coraza. La hoja instantáneamente se disparó de nuevo a una posición elevada y cortó nuevamente en vertical, esta vez agarrándolo profundamente por la izquierda. Luego saltó una vez más, y –mucho más profundo y pesado que antes– se enterró en el punto central de su pecho con un satisfactorio ¡wham! Era una habilidad de espada de tres partes que había aprendido hacia tres días: Sharp Nail.

Tres cortes verticales brillaron de color rojo en el pecho de Morte, como las marcas de las garras de alguna bestia gigantesca. Justo cuando fui golpeado por su Double Cleave, su cuerpo salió volando a través del aire para aterrizar en la superficie del agua, primero de espalda.

La barra HP sobre su cabeza cayó rápidamente, solo para detenerse justo por encima del 50 por ciento.

Sabía que si lo perseguía y solo lo rozaba con la punta de mi espada, yo habría ganado el duelo, peor no podía moverme desde mi posición actual. Me concentré tanto en ese ataque que mi cerebro susurró con un gemido muy agudo, y mi corazón corría en mi pecho.

Incluso Morte estuvo tendido en el agua por unos buenos tres segundos, pero él saltó rápidamente sobre sus pies salpicando el agua fuertemente e inspeccionó su cuerpo.

Las tres marcas de daño escupieron silenciosamente pequeñas manchas rojas de luz. En momentos, las marcas desaparecieron, y él me miró, a treinta pies de distancia. Su boca se torció, y yo capté una señal de apretado de dientes antes que la sonrisa familiar regresara.

—…bueno, bueno, bueno, puedo ver por qué todos dicen que eres el mejor. Cuando golpeaste mi escudo, ¿se trató de la habilidad de artes marciales que la gente hablaba en la prueba beta?

—…buena pregunta –respondí, con el rostro recto. No quería darle información extra. La sonrisa de Morte se amplió, y él giró el hacha otra vez en sus dedos.

— Por cierto, si pregunto dónde aprendo esa habilidad, ¿realmente me lo dirías? Fui tentado a decirle la ubicación del maestro con barba oculto en las montañas del segundo piso, solo para ver si él iría y aguantar los diseños faciales que no desaparecían hasta completar la misión, pero lo pensé mejor.

— Siempre y cuando me digas con quien practicaste los duelo –la sonrisa de Morte se tornó amarga–.

A diferencia de las artes marciales, las maneras de tener duelo no podían ser enseñadas por un NPC. Para que Morte ganara tal conocimiento y experiencia con el duelo, él tuvo que haber llevado a cabo un sorprendente número de duelos con otro jugador desde la apertura de la versión comercial de SAO. Y si tenía que imaginar, ese jugador compartía  el mismo  esquema  que  Morte,  quien  estaba dividiendo el tiempo entre los DKB y los ASL.

— ¿Por qué?, por supuesto que me encantaría decírtelo –dijo, meneándose como una serpiente en medio del rio–. Pero la verdad es que practiqué con las criaturas del bosque. Yo solo se lo básico, ya ves.

— Parece que realmente le agradaste a Lind.

Decidí no mencionar el nombre de Kibaou también. Las comisuras de la boca de Morte se torcieron hacia arriba, y susurró:

— Eso no es del todo cierto, pero me agrada un poco… en fin, llevamos mucho tiempo en nuestro duelo. ¿Cuál es el plan, jefe? ¿Terminamos con esto de una vez?

— Eso creo. De todas formas, nuestros HP están igualado –grazné–.

Mencioné el HP restante como si significara recordarle que él no era el único que podía intentar un PK mediante un duelo, aunque era estúpido, claro. Morte probablemente planeaba asesinarme, pero yo no tenía la convicción de matar a otro jugador, sabiendo que sería fatal, incluso contra alguien que intentara herirme.

Como si viera a través de mi estupidez, el usuario de hacha sacudió su cabeza, haciendo sonar las cadenas colgantes en su capucha, y sonrió incluso más que antes.

— Muy bien, muy bien. Realmente admiro eso de ti, Kirito. Además, no es un verdadero duelo hasta que vayas al mejor de tres. ¡Por eso aquí va el desempate!

Él giró su Harsh Hatchet un par de veces y lo sujetó en diagonal, aun dentro de las ocho pulgadas de agua. ¿Estaba entrando a mi estupidez o continuando la lucha incluso con la amenaza de muerte sobre su cabeza? En cualquier caso, no había vuelta atrás. Levanté nuevamente mi Anneal Blade en alto y adopté mi estancia de nivel medio usual.

Directamente arriba y al centro de mi visión estaba el contador de duelo, el cual rezaba que quedaban 45 segundos. Hasta donde podía decir, nuestras barras HP estaban en cantidades iguales. Si el tiempo se acababa, la victoria iría a aquel que tuviese más HP restante, pero redondeado a incrementos de cinco por ciento, por lo que era probable que todo terminara en empate. Morte ciertamente no dejaría que eso pasara – él vendrías tras de mi por algunos puntos en los próximos cuarenta segundos.

Apreté lo último de mi exhausta concentración para enfocarme en Morte. Ahora que había jugado mi técnica de artes marciales, no tenía nada bajo la manga, pero sabía exactamente si lo mismo le sucedía a él. ¿Se precipitaría de una vez o avanzaría poco a poco?

En ese instante, Morte traicionó mis expectativas una vez más.

Se inclinó hacia atrás y sostuvo su hacha lo más alto que pido. La hoja desnuda tomó un brillo turquesa – una habilidad de espada. Pero estábamos separados por treinta pies. Yo sabía que incluso el Sonic Leap, la habilidad de largo alcance no podría reducir la distancia. ¿Había un ataque de salto ultra-largo disponible para las hachas a una mano que yo no conocía?

Podía desviar, defender, o moverme hacia adelante. Por medio segundo, fue algo que pude decidir – medio segundo que podría haber dado como resultado la perdida de mi vida.

Pero el duelo hubo terminado de la forma más sorprendente de todas.

Justo cuando él estaba por activar su habilidad de espada, la cabeza se volvió hacia la izquierda como si se sintiese atraída por un ruido repentino. Bajó el hacha, deshaciendo automáticamente la habilidad, y el brillo turquesa se disipo en el aire dejado por la hoja.

Me quedé allí de pie, con la espada preparada, mientras Morte elevaba sus manos y la sacudía alrededor.

— Bueno, lamentablemente lo siento, pero parece que prematuramente estoy corto de tiempo.

—…aún nos quedan treinta segundos.

— En realidad, te sorprendería cuan largo pueden ser treinta segundos. Digo, si cuentas uno por uno, te tomaría treinta segundos terminar, ja, ja, jaaa –parloteó, luego se agachó e introdujo una mano en el agua a sus pies. Cuando la sacó, estaba sosteniendo la Anneal Blade que había abandonado cerca del comienzo del duelo. Calmadamente se enderezó y regresó la espada a su funda, como si supiese que ese era el lugar exacto donde había caído. Luego caminó unas cuantas yardas rio arriba, y tomó el escudo redondo que estaba tendido en la orilla–.

— Bueno, me debo ir. Eso fue divertido; definitivamente algún día deberíamos intentarlo de nuevo.

Mientras se iba alejando, me las arreglé para ajustar mi voz:

— Asumo que si fue un empate, me dejaras hacer la misión en el campamento. Morte levantó su mano izquierda sin siquiera volverse y dijo:

— Puedes hacerlo. Sin embargo, podrías encontrarlo un poco difícil. Ja, ja, ja, ja, jaaa.

El  contador del duelo llegó  a  cero,  y el  proceso  de  retirada  de  Morte fue bloqueado  por  una  gran  ventana  purpura  que  anunciaba  el  resultado.  Como esperaba, era un empate. Para cuando la ventana se desvaneció, el guerrero del hacha se había ido.

Tras un breve momento con mi espada levantada, finalmente me estiré y me relajé. Mi primer paso fue sacar una poción de recuperación de mi bolso de cadera, quitar el corcho, y tomármela. Su sabor, parecido a jugo de acerola mezclado con té, no era algo que yo particularmente saboreaba, pero era un pequeño precio a pagar por ser capaz de recuperar todo el HP de una sola botella.

Luego, agudicé mis orejas pero solo escuché el murmullo del rio, el susurro de los árboles, y canto de los insectos, y a lo lejos el aullido de lobos. No había nada fuera de lugar que podría haber sugerido la razón por la que Morte cancelara el duelo.

Y ¿a qué se refería con que completar la misión seria «un poco difícil»? ¿Acaso pretendía dejar el duelo solo para sabotear mi intento de misión después de todo?

¿Y por qué Morte estaba insistiendo tanto en mantenerme alejado del campamento élfico de bosque, tomarse la molestia de ocultarse y retarme a un duelo?

Ahora que había terminado en un empate, no pude conseguir las respuestas a ese plan suyo. Por otro lado, al menos no fui asesinado. Al final, no pude decidir lo que buscaba. El resultado fue un empate, pero observador justo probablemente tendría que admitir que yo perdí.

—…tengo que trabajar más duro –murmuré, colocando mi espada en su funda sobre mi espalda. Pero la verdad era, sentía resistencia en entrenar para duelos PvP. Con lo que aprendí hoy, incluso una configuración de acabado medio podría tener consecuencias fatales. Ya fuese legal o no, ahora que nuestras vidas eran nuestras vidas, ser experimentado en PvP simplemente significaba ser experto en asesinato…

Sacudí mi cabeza y dejé escapar el aliento que había tenido acumulado en mis pulmones, inhalando el aire nocturno fresco. Podía decidir qué hacer con la aparente duplicidad de Morte con los DKB y ALS una vez que regresara a la base élfica oscura y conversarlo con Asuna. No podía mantener por completo la posibilidad de que él simplemente podría estar ayudando a ambos grupos solo por un sentimiento de deber – aun no.

Con una última mirada río arriba en la dirección en la que Morte se había ido, giré hacia el otro lado. Un precipicio alto apareció en el lado derecho río abajo, en la cima del cual se podía ver las fogatas encendidas de los elfos.

Ausente de cualquier intrusión inesperada, no era una misión muy difícil. Solo tenía que subir el precipicio, colarme en la tienda del líder, tomar las órdenes de la mesa, luego descender el precipicio.

Pendiente de cualquier seguidor detrás de mí, me acerqué otra vez al precipicio. La ladera a mi lado se hacía más y más alta conforme me acercaba, hasta que eclipsó mi propia estatura, cuando de repente…

— ¡¿Quiénes son ustedes?! –una voz se escuchó, y yo me congelé alarmado–.

¿Acaso uno de los guardias nocturnos me descubrió? ¿Incluso cuando estoy a docenas de yardas del campamento?

Instintivamente me incliné a mi derecha para ocultarme contra el fondo del precipicio. Miré alrededor ampliamente pero no pude ver ningún cursor rojo enemigo.

Luego, comprendí que la voz había venido desde alguna parte algo lejana. Además, yo estaba solo - ¿por qué habrá dicho «ustedes»? ¿Entonces…que quería decir?

Me levanté lentamente, sacando mi cabeza solo un poco sobre el borde del precipicio que se elevaba y miré al pie de la colina circular.

En el extremo opuesto de donde estaba escondido, en la entrada del camino que llevaba a la colina desde el sur, noté un número de siluetas. Había una serie de gritos que no pude reconocer. Parecía como dos grupos de cinco o seis que se enfrentaban.

Probablemente eran equipos de los elfos de bosque y elfos oscuros – quizá otra batalla eventual, como esa que iniciaba la misión «Llave Jade». Pero hasta donde sabia, la misión «Infiltración» no involucraba nada de ese tipo.

Curioso, miré con más fuerza a las figuras agrupadas. Mi habilidad de Búsqueda se activó y trajo una vista distante con un detalle más agudo, así como también mostrando un numero de cursores de color, apenas tan gruesos como unas cuerdas delgadas.

Un graznido dejó mi garganta cuando reconocí el color de los cursores.

— ¿Pero qu…?

Todos ellos eran verde.

Ambos grupos eran jugadores.

Capitulo 6                                                        Indice                                                           Capitulo 8

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