Concerto of Black and White
Había algo más importante que eso. Morte estaba ocultándose – y lo estuvo haciendo mientras yo entraba al cañón.
— Quiero una explicación que tenga sentido. Quiero saber por qué hiciste esto. Morte meneó la cabeza de un lado a otro como algún tipo de juguete, pero pronto
Un choque tremendo pasó a través de ambas manos –justo en el mango–, y empujé contra el borde de la espada por apoyo.
Las habilidades de espada del jugador tenían un peso especial en ellas que superaban los ataques de los monstruos. Él no solo dependía de la ayuda del sistema para velocidad y poder sino que saltó y osciló en descenso para un momento extra. Chispas doradas y luz verde explotaron solo a pulgadas de mis ojos, cubriendo mi visión.
Las espadas largas estaban entre las espadas de una mano más duras, pero estas tenían una debilidad. Si un choque poderoso golpeaba el lado plano de la espada de frente, había una posibilidad de que la durabilidad del arma cayese a cero en el acto, produciéndose la destrucción del objeto.
Mi espada crujió desagradablemente mientras bloqueaba el Sonic Leap de Morte. Pero la auténtica compañera que había sujetado con fuerza desde el primer día del juego no se rendía. El golpe fue tan poderoso que si no hubiese mejorado la durabilidad a +4, se podría haber roto.
— Grrh…
Gruñí y apreté mis dientes, esperando que la habilidad de espada del enemigo terminara. Si pudiera soportar el golpe por completo, Morte quedaría en una pausa breve y vulnerable. Las luces explotando ante mis ojos rápidamente se debilitaban, poco a poco…
Pero justo antes de que la habilidad terminase, mi pie derecho, pateó el suave suelo de la orilla del rio, finalmente cedió a la presión y se resbaló. Mi cuerpo se hundió abruptamente y tuve que saltar hacia atrás para evitar caer. Justo al mismo tiempo, el brillo desapareció de la espada de Morte.
Tan pronto como aterricé, salté hacia adelante.
Cuando su pausa terminó, Morte volvió a levantar su espada.
— ¡Raah!
— ¡Shwaa!
Luego de los dos gritos hubo una colisión. Dos veces, luego tres veces, el bosque nocturno sonó con escalofriantes y resonante clang de las dos copias de la misma espada golpeando con fuerza.
Incluso sin el beneficio de una habilidad de espada, el talento de Morte con la espada era considerable. Él no hizo esfuerzo con sus oscilaciones, apuntando mis puntos críticos con los movimientos más corto que pudiese. Yo tenía que bloquear y desviarme desesperadamente solo para detener esos ataques únicos, de alguna forma entre cortes y empujones.
Él tenía una clara ventaja en el número de golpes, pero eso me parecía bien. Mientras más concentrado estuviese yo en esta batalla, más rápido desaparecían esos rastros de horrible pánico. Una vez que mi mente estaba ajustada como una trampa de acero, estuve listo para contratacar.
— ¡Shuaa!
Furioso ante el fallo de su ataque sorpresa, Morte emitió un grito macabro y se afincó hacia mi corazón. Los empujones eran difíciles de desviar debido al apuntado preciso que requería, pero estos eran mucho más fáciles de evadir. Di un paso al frente y hacia mi derecha, inclinándome hacia los lados, y oscilé mi espada de izquierda a derecha como si evadiera su propio punto de espada.
Mi espada, mejorada a un +4 de filo, cortó a través de la armadura de escama de pescado e hizo descender por vez primera la barra HP de Morte. No habría sido suficiente daño para ganar bajo las reglas del primer golpe, pero al menor finalmente me encontraba con la ventaja.
— ¡Shhhu!
Morte saltó hacia atrás, siseando de ira. Finalmente, esa sonrisa arrogante se había ido de sus labios. Si lo dejaba tomar distancia, podría volver con otro truco inesperado. Me abalancé hacia él, manteniéndolo dentro del rango de la espada. Morte intentó más de esas oscilaciones de empuje, pero yo calmadamente las bloqueé o las desvié una por una.
Mientras Morte retrocedía, aun atacando, sus botas tocaron el agua. Yo no tuve tiempo para mirar el suelo, pero supe que lo empujé hasta el rio. Si pusiera mas presión sobre él, lo habría atraído a otro ataque mayor. Y si yo evadiera ese, habría podido usar una habilidad de espada para acabarlo…
Una fuerte salpicadura sonó en la cercanía, pero no era Morte cayendo al agua. De hecho, ya él se encontraba en una parte algo profunda del rio. Su pierna derecha acababa de patear una ola de agua; una sábana de pequeñas gotas danzó ante mis ojos.
Estaba usando ese ataque cegador de agua para flanquearme o lanzar un contrataque. Retrocedí rápidamente, alejándome de las gotas que caían y observando más de cerca a Morte. Más allá del rocío del agua, capté un destello purpura. Esta…
…no era una habilidad de espada. Se trataba de color purpura del menú.
No tenía ni idea de que estaba haciendo, abrir su menú en medio de un duelo, pero eso no era posible con su espada en la mano derecha. No la vi en su mano izquierda tampoco. Quizá la había devuelto a su funda – no, no, eso tampoco era. Él debió haberla soltado en el rio y tenía que abrir su ventana para obtener una nueva. Pero yo no era del tipo que dejaría que pasara esa oportunidad.
— ¡Raah!
Sostuve mi espada en lo alto de mi cabeza, gritando con agresividad animal. En el mismo instante, un débil golpe silbante golpeó mis oídos.
Ese sonido era familia. Pero por el momento comprendí lo que era, no podía detener el corte que ya estaba en progreso.
La cortina de gotas flotante finalmente llegó a su límite y comenzó a caer. Al otro lado, la mano izquierda de Morte sostenía un escudo redondo que no había visto tres segundos antes. Era de un diseño simple y modesto, pero su brillo de metal mate habló de su auténtica calidad como un objeto.
Mi espada descendió y golpeó el punto central del escudo de Morte, generando un efecto de colisión vivido. Ambos nos tambaleamos hacia atrás, como si las chispas de la colisión nos empujaran.
Luché desesperadamente contra la inercia virtual, esperando recuperarme una decena de segundos más rápido que mi oponente.
Sin importar que tan familiarizado estuviese Morte con el menú, el posiblemente no habría abierto su pantalla de equipamiento, golpear el icono de la mano izquierda, luego sacar el escudo de su inventario cuando apareció, todo en ese breve periodo de tiempo. El ruido silbante que oí no era más que el mod de Cambio Rápido que permitía habilitar un equipamiento previamente cargado con un único botón.
Lo que significaba que el escudo no era la única cosa que ahora había en sus manos. No podía ver su mano derecha, era como si estuviera detrás de su cuerpo, pero esta debería estar sujetando una nueva espada. El instante en que recuperara su equilibrio, Morte lanzaría un contrataque.
Traté lo más fuerte que pude para inclinarme a mi derecha dentro de mi animación tambaleante, esperando evadir su ataque y devolverle mi propio contrataque. En SAO, el libro en usuario de escudos indicaba que se debía flanquearlos al lado donde este estaba. En el último juego de combate en primera persona, el escudo era tanto una fuente segura de defensa y un muro que bloqueaba la visión. Además, nadie ganaba un duelo por hacer nada más que defenderse. Esa era una información básica que aprendí camino de vuelta a la prueba beta, pero las beses eran útiles en cualquier situación.
Volviendo de su retraso solo un paso antes de mí, los labios torcidos de Morte se abrieron y emitieron un chillido feroz.
— ¡Shaooo!
Su mano enguantada atacó como una víbora negra. Esperé uno de sus cortes de empuje vertical, por lo que salté de mi pierna izquierda, desviándome hacia la derecha. Su escudo redondo se elevó con un movimiento de ataque, y yo intenté realizar un contrataque debajo de este.
¡Whooosh!
Un rugido pesado y sordo cortó el aire.
La mano derecha de Morte no estaba sujetando una espada. Y su trayectoria oscilante no era vertical.
Se trataba de un haca, una densa hoja al extremo del mano de dos pies de largo. Logré reconocer ese tipo de hacha individual: una Harsh Hatchet.
Él giró como un tapón, el hacha dio vueltas en una superficie adecuadamente plana para mi flanco izquierdo. No podía bloquearlo o defenderme. La punta oscura del hacha me golpeó directamente en el lateral, en el mismo lugar que momentos antes golpeé a Morte.
El golpe fue pesado, lo suficiente para elevarme del suelo y arrebatarme cerca del 20% de mi vida, así como también hacerme tambalear de nuevo.
El poder abrumador de un hacha a dos manos era el favorito de muchos jugadores, pero su contraparte de una mano era algo de un arma hueca. Su poder era igual al de una espada de una mano, pero sin el beneficio de ataques de empuje. Su bono más grande era el efecto de retraso severo que sus ataques pesados infligían, pero era muy duro conseguirlos –a menos que usara un arma diferente para hacer creer al oponente a pensar que solo usas empujes–, eso era.
— Hrgh –gruñí, volviendo a comprenderlo todo tardíamente–.
Los empujes de espadas realizados constantemente no eran más que engaños para luego usar este golpe de hacha.
Si era cierto, eso significaba que este Harsh Harchet era su verdadera arma principal, no la Anneal Blade. Este no era un experimento indolente sin la actual habilidad de la espada tras esto –él vendría tras de mi con una próxima habilidad de espada–.
Todo el cuerpo de Morte se retorció en si mismo como algún tipo de juguete de goma. El hacha, echada hacia atrás a su máxima tensión, comenzó a brillar de color rojo.
— ¡¡Shaahaaaa!!
Con un grito absurdo, Morte liberó la habilidad de dos golpes del hacha a una mano, Double Cleave.
A una velocidad casi invisible, el hacha rotó dos veces, golpeando mi pecho y estomago casi al mismo tiempo. Salí volando hacia atrás como un montón de trapos de lo que sentí como una explosión dentro de mi cuerpo, choqué contra una gran roca, y caí al suelo.
El icono de aturdimiento destelló, y mi campo visual parpadeó y se oscureció en el acto. Mi barra de HP comenzó a caer precipitadamente, deteniéndose justo antes del marcador central.
El efecto aturdido en sí duró tres segundos, pero aun no podía levantarme. Un escalofrió entró en mi desde los dos sitios donde fui golpeado, ambos brillaron en rojo con efectos de daño. Incluso mis dedos y pies se sentían entumecidos.
Mientras reptaba sobre mis cuatro extremidades, un par de patrones de escamas de peces vagamente se acercaron. El propietario de esas botas se detuvo justo a seis pies de distancia, y yo levanté la mirada para ver, dentro de la tenue sombra de la cofia, el brillo de sus ojos se vio por primera vez.
— Oooh –llegó su voz, calmada y burlona–. Qué horror. ¿Aun después de todo no está en amarillo? Eres bueno. Esta hacha está mejorada hasta +6 en Peso, ¿sabías eso? Puede incluso atravesar armadura de plata.
Mientras Morte continuaba con su tono extraño pero venenoso, mis dedos comenzaron a recuperar su fuerza, y sujeté nuevamente la empuñadura de mi espada.
— ¿No vas a acabarme?
— Oh, ahora, no me vengas con eso. ¡Me evito eso y tú expulsas tu mejor respuesta para sorprenderme! Además, solo un simple golpe amoroso al final sería realmente inapropiado para acabar un duelo contigo, ¿no crees? Esperaré aquí hasta que te levantes. ¡Tomate tu tiempo!
Entonces él podía notar mi plan para apuntarle a sus piernas. Resignado, puse una mano contra la roca detrás de mí para levantarme.
En un duelo, seis pies podría haber sido muy bien a quemarropa. Pero incluso a esta distancia cercana, Morte sostenía su escudo redondo y su hacha ligera y descuidadamente a sus lados, sin ninguna preocupación. No era holgazanería de una posición superior, sino confianza por la experiencia.
Pensando nuevamente, incluso antes del duelo, Morte me había superado en cada aspecto. Posición del campo de batalla, uso de la cuenta regresiva, el primer ataque, ubicación y tácticas de batalla, y trucos ocultos bajo la manga: todo. Él entendió la forma del duelo en la versión comercial de SAO mucho, pero mucho mejor de lo que yo lo hice. Él podría incluso haber elegido la contextura de su personaje para expresar el propósito de sobresalir en los duelos. Además de que no desperdiciaba una ranura de habilidad pues podía usar un tipo de arma innecesaria.
— ¡.....!
En este punto, mi mente pasó a través de su actual valle cerrado y profundo, y mi respiración llegó a mi garganta.
Si Morte era un especialista en duelos, ¿podría ser que dejar mi HP solo a un paso de la mitad no era coincidencia, sino un movimiento intencional de su parte?
Un duelo de media fuerza terminaría tan pronto el HP del combatiente cayera debajo del 50 por ciento. Dentro de la zona segura de una ciudad, cualquier ataque que ocurra después que la pantalla de resultados se mostrara seria automáticamente nulificado, y fuera del pueblo, el daño extra seria clasificado como un crimen, haciendo que el cursor del atacante se tornara naranja.
Pero de acuerdo con mi vago recuerdo, el momento exacto donde un duelo terminaba no era cuando el HP llegaba a la mitad. Ese era en el momento que los ataques normales o daños de habilidades de espada tomarían la mitad del HP del oponente.
Quería decir que si yo tenía 510 de 1000 puntos HP restantes, y sufría un único ataque con valor a 600 de daño… el duelo terminaría, pero mi HP quedaría en 0, matándome, y dejando al oponente como un jugador verde legal.
Si Morte me había dejado solo un poco de salud a propósito…
Él no estaba esperando ganar este duelo y forzarme a dejar mi misión para otro día.
Él estaba planeando, en este lugar y momento…
Matarme.
Un escalofrió más helado que huelo recorrió mi espalda, y solo por un momento, temblé.
Sintiendo esto, los labios torcidos de Morte se elevaron, y expulsaron una risa.
— ¡Aja!
No era la primera vez que otro jugador había querido matarme.
En la primera noche dentro de este juego de la muerte, yo había formado un pequeño grupo con otro jugador, quien intentó asesinarme.
Su plan no era levantar su espada contra mí, sino lograr que un grupo de monstruos convocados me asesinaran: un MPK, o «Monster Player Kill». Y antes de que usara su habilidad de Ocultamiento para desaparecer, me dijo que lo lamentaba.
Claro, una disculpa no era excusa para el acto de asesinato. Pero al final, ese compañero mío había hacho su elección amargamente, para asegurarse que recibía la Anneal Blade que lo ayudaría a sobrevivir, lo más humanamente posible.
Pero Morte no tenía beneficio tangible que ganar por matarme. Si yo perdía en el duelo, yo simplemente dejaría la misión de infiltración para mañana, e incluso si no confiaba en su promesa, ya fuese que completara la misión o no, no tenía efecto como tal en Morte.
Lo que significaba que él era un Player Killer en el sentido más realista: asesinaba solo con el fin de asesinar.
Era imposible. SAO era una trampa mortal y sin escapatoria. Morte estaba atrapado en esta prisión digital al igual que el resto de nosotros. Si él mataba a otro jugador en el grupo de los de la delantera que avanzaba nuestro progreso en el juego, él solo retrasaría la posibilidad de que acabáramos el juego y ganáramos nuestra libertad. Bajo ese hecho tan simple, el acto de asesinar deliberadamente a otro jugador significaba que él realmente no estaba en busca de quedar libre de este lugar.
—….no puedes… –murmuré, pero Morte me cortó con otra risa–.
— ¡Aja! No hablemos de esto. ¡No cuando todo está yendo tan bien! ¡Muéstrame algo Kirito! Este no es el fin del hombre más fuerte en el juego, ¿o sí?
Él sostuvo su hacha y hábilmente la giraba a su alrededor con tres dedos. Incluso con esa demostración arrogante, no había puntos débiles para atacar. Si me abalanzaba hacia él de una vez, él levantaría su escudo y me acabaría con un contraataque. Si ese contra resultaba ser una poderosa habilidad de espada suficiente para drenar la mitad restante de mi HP, yo moriría.
Había una forma de evitar el peor de los escenarios – si me resignaba de esa forma. Perdería el duelo, pero al menos Morte no sería capaz de evitar convertirse en un criminal naranja si me golpeaba. Él estaba involucrado con los DKB con algún tipo de plan en mente, y seguramente él no podría aguantar que su cursor cambiara de color. Eso era toda una ilusión, lo sabía.
Yo podía reconocer mi falta de poder y rendirme con el fin de sobrevivir, o podía apuntar por una victoria que viniese de atrás, descubrir que Morte estaba buscando, continuar la misión, y salvar aunque sea un poco de orgullo.
Tristemente, si elegía la última, no tenía reserva de planes o armas secretas de las que hacer uso. En todo caso, fue Morte quien parecía no tener más nada en su manga. La ignorada hacha a una mano en realidad se había convertido en un bono dentro de una batalla PvP. Yo sabía que podía reconocer cualquier habilidad de espada larga, cimitarra, daga, estoque, hacha o espada grande solo basándome en el movimiento inicial, pero había algunas hachas de una mano o martillos de una mano cuyas habilidades no conocía ni su nombre. De hecho, desde que comenzamos a avanzar desde el inicio del juego, no podía nombrar a ningún jugador de la delantera que usara un hacha simple…
Algo surgió en la parte posterior de mi cerebro.
La forma en la que él levantaba el hacha con sus dedos.
Yo había visto a alguien hacer lo mismo antes, y era recientemente, aquí en el tercer piso. No fue durante la reunión de estrategia en el pueblo. Fue antes de eso… cuando Asuna, Kizmel y yo no escondimos en el pasillo de la cueva de la reina araña, mientras el grupo pasaba.
Un hacha en su mano derecha, un escudo redondo en la izquierda. Y una cofia metálica en su cabeza.
Esa descripción encajaba con Morte a la perfección. Tenía que tratarse de la misma persona.
Pero era imposible. El hombre que vi girando su hacha de un lado a otro… estaba viajando con Kibaou y los ALS.
Solo siete o quizá ocho horas después, vi a Morte en medio de los DKB de Lind. Él tenía la cofia puesta, pero no un escudo, y su arma era una espada larga. Esa era la razón por la que no había considerado que era la misma persona que vi con Kibaou. Esa idea nunca se me ocurrió.
Eso era porque yo –y muchos otros jugadores en SAO– veían el arma principal de un jugador como su característica que los definía. Yo era un espadachín. Asuna una esgrimista. Agil era un hachador a dos manos. Y Morte era tanto un hachador como un espadachín.
Morte estaba usando esta naturaleza dual a la luz de la luna tanto en los DKB como los ALS. Él cambiaba sur armas a todo momento, ayudando en las misiones de Lind y Kibaou al mismo tiempo.
Pero ¿por qué? ¿Era puro altruismo, un intento de hacer buen uso de su experiencia beta? Si ese fuera el caso, ¿era solo mi imaginación ese frio odio que sentía de él?
¿O era que él escondía algún motivo real, más profundo, inmenso y oscuro de lo que yo podía imaginar?
— ¿…que… que eres…? –susurré con una voz tan suave que ni siquiera pude oír. Morte inclinó su cabeza por la confusión–.
— ¿Hmm? ¿Hmm? ¿Aun te sientes indispuesto? No te preocupes, tenemos todo el tiempo del mundo.
—…eso es cierto. Y la lucha aún no termina –dije, esta vez a una voz audible–. Era peligroso seguir luchando sin un plan para la victoria. Si Morte no era una buena persona en su corazón, quería decir que en realidad el podría matarme.
Pero mis instintos me decía que rendirme y dejarlo así era una elección más peligrosa. Si no llegaba al fondo de las intenciones ocultas de Morte y descubría sus conexiones, algo irreparablemente lamentable podría suceder en un futuro cercano… o algo así creía.
Él sonrió emocionadamente ante mi respuesta:
— Tienes razón, ese es el espíritu. Nunca sabes cómo tu mano va a ser jugada hasta que gires sobre esa carta triunfal. ¿Así que nos ponemos en ello? ¡Arriba, arriba!
— ¿…tiempo para enfrentarnos, entonces? –pregunté, blandiendo mi Anneal Blade en frente de mí–.
— ¡Aja! Muy bien. Que mal que no tengamos una audiencia. ¡It’s… showtiiime!
Morte exclamó, levantando su escudo y sosteniendo su hacha detrás de su cuerpo. Estábamos separados solo por seis pies, por lo que la punta de mi espada casi tocaba su escudo.
La voluntad de batalla se elevó en los dos objetos metálicos, parecida a una carga eléctrica, hasta que chispas virtuales estallaron en vida – luego me moví.
Di un salto con mi pie derecho, circulando hacia su mano dominante, contra la teoría del combate con escudo. Morte giró a su derecha, intentado mantener el escudo frente a mí.
Esperé esa respuesta. Con el fin de realizar una habilidad de espada mayor, el enemigo necesitaba estar perdiendo el equilibrio, aturdido. La forma más rápida de hacerlo era con un ataque normal con un alto efecto de aturdimiento, pero Morte no podía usar eso. Incluso un golpe menor podría dejar mi HP menos de la mitad, finalizando el duelo. Si él quería noquearme en posición abierta, tenía que desviar mi ataque con su escudo.
En todo caso, el hecho de que había encontrado mi movimiento de flaqueo con su escudo en lugar de su hacha probaba que estaba intentando usar el duelo como un método de Player Killing legal. El conocimiento que cualquier error podría ser mortal era como una aguja de hielo en mi cerebro, pero no ya a estas alturas no había vuelta atrás. Si no hacía uso de toda mi experiencia y habilidad, lo peor podría llegar.
— ¡R-raah! –aullé, levantando la Anneal Blade lo más alto posible–.
Era exactamente el mismo corte superior derecho que intenté sin ningún beneficio justo después que Morte usara su truco de Cambio Rápido, y con un gruñido extra para arrancar.
Morte confiadamente levantó su escudo en posición defensiva. El muro de acero de dos pies de ancho ocultó la sonrisa venenosa que tenía.
Con el fin de asegurarse que un escudo protector infligía un efecto de retraso en el oponente, no tenías solo que sostenerlo – tenía que ser empujado en un movimiento de bloqueo, tal como el ataque de empuje del enemigo. Con su escudo sostenido ante su rostro, Morte no podía ver la mitad superior de mi cuerpo, pero si la punta de mi espada.
Cada sentido de Morte debía estar centrado en mi espada, calculando el momento exacto en que el corte comenzara.
Si incluso una décima de su atención estaba en cualquier parte además de mi espada, si él no estaba planeando en una protección calculada perfectamente, si él llegaba a notar el brillo rojo surgiendo de mi puño izquierdo…
Moriría.
Enfrentamiento.
Empujé hacia el escudo, no con mi espada, sino con mi puño izquierdo apretado – con el Flash Blow – la más rápida de todas las habilidades de artes marciales.
En ese momento, el brazo izquierdo de Morte se relajaría, esperando el momento justo para protegerse de mi espada.
El puñetazo rojo y breve golpeó el escudo redondo a lo largo de su borde inferior izquierdo. Un choque metálico hizo eco a través del claro, y el muro de acero desapareció.
En la batalla, había tres cosas malas que podían sucederle a las armas o escudos: Destrucción, en la cual el objeto desaparecía por completo; Arrebatamiento, en el cual el enemigo lo robaba; y Soltura, en el cual el objeto caía al suelo. Intentar cualquiera de esos efectos negativos era conocido como intento de «desarme».
En general, esos ataques provenían de monstruos. Los Swamp Kobold Trappers lacustres que aparecían a medio camino del primer piso mataron a unos cuantos jugadores por golpear las armas y que se hundieran el barro, luego cazaban a sus víctimas cuando estas se abalanzaban a recoger las armas.
Los jugadores podían intentar desarmar también, pero era muy difícil lograrlo. Podías apuntar a la mano que sostenía el arma o intentar golpear directamente el arma por un lado. Pero en cualquier caso, eso no funcionaría a menos que el arma fuese sujetada vagamente. Y el único momento en el que un jugador no tenía un agarre bastante fuerte en su arma era justo antes de realizar un ataque.
Asistido por pura suerte, mi Flash Blow captó el momento preciso de forma perfecta. El escudo fue arrancado de la mano izquierda de Morte y salió volando en el aire nocturno. La sonrisa debajo de esa cofia tintineante se había ido, y uno de sus caninos brilló con ira.
Mi desarme de escudo fue exitoso, pero no podía parar allí. Su barra HP aún estaba sobre el 90 por ciento.
Mi experiencia en combate hombre a hombre era inferior a la de Morte. Pero yo estaba seguro que basado en su configuración de Cambio Rápido, él tenía dos patrones básicos de combate: espada larga sin escudo y un hacha con escudo. Yo esperaba que llevarlo al punto de estar con un hacha y sin escudo ayudaría a cerrar la brecha de experiencia. Tenía que comenzar un ataque que se llevara un poco más del 40 por ciento de su vida. Si no podía hacerlo, probablemente no yo no tendría suficiente posibilidad de ganar.
Pero ganar y perder, vivir y morir – esos conceptos no eran nada más que distracciones.
¡Solo muévete hacia adelante!
— ¡Raahhh!
Con un genuino rugido de triunfo, oscilé descendentemente mi espada hacia su hombro izquierdo. Morte se inclinó hacia atrás e intentó evadirlo, pero al final de mi espada aumentada capturó su malla negra de escamas, dejando atrás un brillo rojo, la señal de daño. Su HP descendió al 85%.
— ¡Shah! –susurró, agitando su Harsh Hatchet. Pero todos los ataques de hachas a una mano se oscilaban en un arco amplio y no eran muy útiles en rangos tan cerrados. Me detuve para esquivar el ataque rugiente. El nombre «hatchet» hacía sonar pequeña al hacha, pero su densa hoja se sintió tan mortal mientras rozaba el cabello en mi cabeza. Aun en mi posición acuclillada, golpeé sus piernas. La punta de la espada chocó contra la espinilla de sus botas, dos golpes rápidos. No estaba cerca del daño suficiente para provocar efectos localizados, pero al menos fue otro cinco por ciento robado de su vida. Incluso mejor, el golpe a sus pies hizo que Morte se tambaleara.
¡Ahora!
Salté y asumí un pre-movimiento de habilidad de espada.
El momento del hacha de Morte aún estaba a la derecha. Si él intentara otro golpe horizontal, mi habilidad seria lanzada primero…
Pero espera. Morte había invertido las cosas que yo daba por hechas, una y otra vez. Quizá mi suposición de que las oscilaciones pesadas de un hacha no estaban hechas para un rango bastante estrecho cayó en ese patrón, también.
Sujeté mi espada de nuevo a su posición sobre mi hombro izquierdo. En ese mismo momento, los ojos de Morte brillaron desde las sobras sobre su rostro.
— ¡Shaaiii!
Con un grito, su hacha voló directamente hacia mi rostro. Pero no fue la hoja primero. Era la punta de base cuadrada, incrustada en el pomo del hacha. El empuje malicioso del revés venia mucho más rápido que la oscilación horizontal.
— ¡¡Hnng!!
Apreté mis dientes y empujé mi cabeza hacia atrás desesperadamente. La punta rozó mi frente y pasó hacia la izquierda. Más allá de la luz carmesí trazada por ese ataque, fijé mi vista en el cuerpo indefenso de Morte.
Por empujar mi espada solo una pulgada más allá sobre mi hombro izquierdo, el sistema reconoció la iniciación de una habilidad, y la hoja pateó un gemido agudo, mientras brillaba de color plata.
— ¡…Raahh!
La Anneal Blade comenzó a caer casi en vertical, golpeando a Morte en la parte derecha de su coraza. La hoja instantáneamente se disparó de nuevo a una posición elevada y cortó nuevamente en vertical, esta vez agarrándolo profundamente por la izquierda. Luego saltó una vez más, y –mucho más profundo y pesado que antes– se enterró en el punto central de su pecho con un satisfactorio ¡wham! Era una habilidad de espada de tres partes que había aprendido hacia tres días: Sharp Nail.
Tres cortes verticales brillaron de color rojo en el pecho de Morte, como las marcas de las garras de alguna bestia gigantesca. Justo cuando fui golpeado por su Double Cleave, su cuerpo salió volando a través del aire para aterrizar en la superficie del agua, primero de espalda.
La barra HP sobre su cabeza cayó rápidamente, solo para detenerse justo por encima del 50 por ciento.
Sabía que si lo perseguía y solo lo rozaba con la punta de mi espada, yo habría ganado el duelo, peor no podía moverme desde mi posición actual. Me concentré tanto en ese ataque que mi cerebro susurró con un gemido muy agudo, y mi corazón corría en mi pecho.
Incluso Morte estuvo tendido en el agua por unos buenos tres segundos, pero él saltó rápidamente sobre sus pies salpicando el agua fuertemente e inspeccionó su cuerpo.
Las tres marcas de daño escupieron silenciosamente pequeñas manchas rojas de luz. En momentos, las marcas desaparecieron, y él me miró, a treinta pies de distancia. Su boca se torció, y yo capté una señal de apretado de dientes antes que la sonrisa familiar regresara.
—…bueno, bueno, bueno, puedo ver por qué todos dicen que eres el mejor. Cuando golpeaste mi escudo, ¿se trató de la habilidad de artes marciales que la gente hablaba en la prueba beta?
—…buena pregunta –respondí, con el rostro recto. No quería darle información extra. La sonrisa de Morte se amplió, y él giró el hacha otra vez en sus dedos.
— Por cierto, si pregunto dónde aprendo esa habilidad, ¿realmente me lo dirías? Fui tentado a decirle la ubicación del maestro con barba oculto en las montañas del segundo piso, solo para ver si él iría y aguantar los diseños faciales que no desaparecían hasta completar la misión, pero lo pensé mejor.
— Siempre y cuando me digas con quien practicaste los duelo –la sonrisa de Morte se tornó amarga–.
A diferencia de las artes marciales, las maneras de tener duelo no podían ser enseñadas por un NPC. Para que Morte ganara tal conocimiento y experiencia con el duelo, él tuvo que haber llevado a cabo un sorprendente número de duelos con otro jugador desde la apertura de la versión comercial de SAO. Y si tenía que imaginar, ese jugador compartía el mismo esquema que Morte, quien estaba dividiendo el tiempo entre los DKB y los ASL.
— ¿Por qué?, por supuesto que me encantaría decírtelo –dijo, meneándose como una serpiente en medio del rio–. Pero la verdad es que practiqué con las criaturas del bosque. Yo solo se lo básico, ya ves.
— Parece que realmente le agradaste a Lind.
Decidí no mencionar el nombre de Kibaou también. Las comisuras de la boca de Morte se torcieron hacia arriba, y susurró:
— Eso no es del todo cierto, pero me agrada un poco… en fin, llevamos mucho tiempo en nuestro duelo. ¿Cuál es el plan, jefe? ¿Terminamos con esto de una vez?
— Eso creo. De todas formas, nuestros HP están igualado –grazné–.
Mencioné el HP restante como si significara recordarle que él no era el único que podía intentar un PK mediante un duelo, aunque era estúpido, claro. Morte probablemente planeaba asesinarme, pero yo no tenía la convicción de matar a otro jugador, sabiendo que sería fatal, incluso contra alguien que intentara herirme.
Como si viera a través de mi estupidez, el usuario de hacha sacudió su cabeza, haciendo sonar las cadenas colgantes en su capucha, y sonrió incluso más que antes.
— Muy bien, muy bien. Realmente admiro eso de ti, Kirito. Además, no es un verdadero duelo hasta que vayas al mejor de tres. ¡Por eso aquí va el desempate!
Él giró su Harsh Hatchet un par de veces y lo sujetó en diagonal, aun dentro de las ocho pulgadas de agua. ¿Estaba entrando a mi estupidez o continuando la lucha incluso con la amenaza de muerte sobre su cabeza? En cualquier caso, no había vuelta atrás. Levanté nuevamente mi Anneal Blade en alto y adopté mi estancia de nivel medio usual.
Directamente arriba y al centro de mi visión estaba el contador de duelo, el cual rezaba que quedaban 45 segundos. Hasta donde podía decir, nuestras barras HP estaban en cantidades iguales. Si el tiempo se acababa, la victoria iría a aquel que tuviese más HP restante, pero redondeado a incrementos de cinco por ciento, por lo que era probable que todo terminara en empate. Morte ciertamente no dejaría que eso pasara – él vendrías tras de mi por algunos puntos en los próximos cuarenta segundos.
Apreté lo último de mi exhausta concentración para enfocarme en Morte. Ahora que había jugado mi técnica de artes marciales, no tenía nada bajo la manga, pero sabía exactamente si lo mismo le sucedía a él. ¿Se precipitaría de una vez o avanzaría poco a poco?
En ese instante, Morte traicionó mis expectativas una vez más.
Se inclinó hacia atrás y sostuvo su hacha lo más alto que pido. La hoja desnuda tomó un brillo turquesa – una habilidad de espada. Pero estábamos separados por treinta pies. Yo sabía que incluso el Sonic Leap, la habilidad de largo alcance no podría reducir la distancia. ¿Había un ataque de salto ultra-largo disponible para las hachas a una mano que yo no conocía?
Podía desviar, defender, o moverme hacia adelante. Por medio segundo, fue algo que pude decidir – medio segundo que podría haber dado como resultado la perdida de mi vida.
Pero el duelo hubo terminado de la forma más sorprendente de todas.
Justo cuando él estaba por activar su habilidad de espada, la cabeza se volvió hacia la izquierda como si se sintiese atraída por un ruido repentino. Bajó el hacha, deshaciendo automáticamente la habilidad, y el brillo turquesa se disipo en el aire dejado por la hoja.
Me quedé allí de pie, con la espada preparada, mientras Morte elevaba sus manos y la sacudía alrededor.
— Bueno, lamentablemente lo siento, pero parece que prematuramente estoy corto de tiempo.
—…aún nos quedan treinta segundos.
— En realidad, te sorprendería cuan largo pueden ser treinta segundos. Digo, si cuentas uno por uno, te tomaría treinta segundos terminar, ja, ja, jaaa –parloteó, luego se agachó e introdujo una mano en el agua a sus pies. Cuando la sacó, estaba sosteniendo la Anneal Blade que había abandonado cerca del comienzo del duelo. Calmadamente se enderezó y regresó la espada a su funda, como si supiese que ese era el lugar exacto donde había caído. Luego caminó unas cuantas yardas rio arriba, y tomó el escudo redondo que estaba tendido en la orilla–.
— Bueno, me debo ir. Eso fue divertido; definitivamente algún día deberíamos intentarlo de nuevo.
Mientras se iba alejando, me las arreglé para ajustar mi voz:
— Asumo que si fue un empate, me dejaras hacer la misión en el campamento. Morte levantó su mano izquierda sin siquiera volverse y dijo:
— Puedes hacerlo. Sin embargo, podrías encontrarlo un poco difícil. Ja, ja, ja, ja, jaaa.
El contador del duelo llegó a cero, y el proceso de retirada de Morte fue bloqueado por una gran ventana purpura que anunciaba el resultado. Como esperaba, era un empate. Para cuando la ventana se desvaneció, el guerrero del hacha se había ido.
Tras un breve momento con mi espada levantada, finalmente me estiré y me relajé. Mi primer paso fue sacar una poción de recuperación de mi bolso de cadera, quitar el corcho, y tomármela. Su sabor, parecido a jugo de acerola mezclado con té, no era algo que yo particularmente saboreaba, pero era un pequeño precio a pagar por ser capaz de recuperar todo el HP de una sola botella.
Luego, agudicé mis orejas pero solo escuché el murmullo del rio, el susurro de los árboles, y canto de los insectos, y a lo lejos el aullido de lobos. No había nada fuera de lugar que podría haber sugerido la razón por la que Morte cancelara el duelo.
Y ¿a qué se refería con que completar la misión seria «un poco difícil»? ¿Acaso pretendía dejar el duelo solo para sabotear mi intento de misión después de todo?
¿Y por qué Morte estaba insistiendo tanto en mantenerme alejado del campamento élfico de bosque, tomarse la molestia de ocultarse y retarme a un duelo?
Ahora que había terminado en un empate, no pude conseguir las respuestas a ese plan suyo. Por otro lado, al menos no fui asesinado. Al final, no pude decidir lo que buscaba. El resultado fue un empate, pero observador justo probablemente tendría que admitir que yo perdí.
—…tengo que trabajar más duro –murmuré, colocando mi espada en su funda sobre mi espalda. Pero la verdad era, sentía resistencia en entrenar para duelos PvP. Con lo que aprendí hoy, incluso una configuración de acabado medio podría tener consecuencias fatales. Ya fuese legal o no, ahora que nuestras vidas eran nuestras vidas, ser experimentado en PvP simplemente significaba ser experto en asesinato…
Sacudí mi cabeza y dejé escapar el aliento que había tenido acumulado en mis pulmones, inhalando el aire nocturno fresco. Podía decidir qué hacer con la aparente duplicidad de Morte con los DKB y ALS una vez que regresara a la base élfica oscura y conversarlo con Asuna. No podía mantener por completo la posibilidad de que él simplemente podría estar ayudando a ambos grupos solo por un sentimiento de deber – aun no.
Con una última mirada río arriba en la dirección en la que Morte se había ido, giré hacia el otro lado. Un precipicio alto apareció en el lado derecho río abajo, en la cima del cual se podía ver las fogatas encendidas de los elfos.
Ausente de cualquier intrusión inesperada, no era una misión muy difícil. Solo tenía que subir el precipicio, colarme en la tienda del líder, tomar las órdenes de la mesa, luego descender el precipicio.
Pendiente de cualquier seguidor detrás de mí, me acerqué otra vez al precipicio. La ladera a mi lado se hacía más y más alta conforme me acercaba, hasta que eclipsó mi propia estatura, cuando de repente…
— ¡¿Quiénes son ustedes?! –una voz se escuchó, y yo me congelé alarmado–.
¿Acaso uno de los guardias nocturnos me descubrió? ¿Incluso cuando estoy a docenas de yardas del campamento?
Instintivamente me incliné a mi derecha para ocultarme contra el fondo del precipicio. Miré alrededor ampliamente pero no pude ver ningún cursor rojo enemigo.
Luego, comprendí que la voz había venido desde alguna parte algo lejana. Además, yo estaba solo - ¿por qué habrá dicho «ustedes»? ¿Entonces…que quería decir?
Me levanté lentamente, sacando mi cabeza solo un poco sobre el borde del precipicio que se elevaba y miré al pie de la colina circular.
En el extremo opuesto de donde estaba escondido, en la entrada del camino que llevaba a la colina desde el sur, noté un número de siluetas. Había una serie de gritos que no pude reconocer. Parecía como dos grupos de cinco o seis que se enfrentaban.
Probablemente eran equipos de los elfos de bosque y elfos oscuros – quizá otra batalla eventual, como esa que iniciaba la misión «Llave Jade». Pero hasta donde sabia, la misión «Infiltración» no involucraba nada de ese tipo.
Curioso, miré con más fuerza a las figuras agrupadas. Mi habilidad de Búsqueda se activó y trajo una vista distante con un detalle más agudo, así como también mostrando un numero de cursores de color, apenas tan gruesos como unas cuerdas delgadas.
Un graznido dejó mi garganta cuando reconocí el color de los cursores.
— ¿Pero qu…?
Todos ellos eran verde.
Ambos grupos eran jugadores.