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progressive 3 capitulo 1

Capitulo 1
Barcarolle of Froth

Miré silenciosamente la puerta de piedra teñida de azul.

Era el punto final de la escalera en espiral que conectaba al cuarto piso de Aincrad hacia la recámara del jefe del tercer piso. Al pasar esta puerta estaba el territorio virgen del cuarto piso. Como un jugador de la línea delantera entre la población del juego, ser el primero en aventurarse a unas tierras nuevas, intactas se suponía que era una de mis más grandes diversiones.

Pero solo a tres pasos de mi aterrizaje final, me detuve en seco. Luego de un par de docenas de segundos, mi compañera la esgrimista de cabello marrón ya estaba cansada de esperar en el siguiente escalón.

— ¿Cuánto tiempo vas a quedarte de pie allí? Has pasado mucho tiempo examinando el relieve tallado en la puerta. ¿O es que tienes miedo porque se trata del cuarto piso?

Justo antes de que esa pregunta atravesara mi oído de derecha a izquierda, mi cerebro lo captó, y me volví para mirarla.

— ¿A qué te refieres con, porque es el cuarto piso?

La esgrimista bajó la mirada hacia mí con algo de irritación y algo de malicia en sus ojos.

— Ya sabes cómo son algunas personas. Ellos no quieren una habitación el décimo tercer piso del hotel o el cuarto porque se le asocia con la muerte. ¿Eres uno de ellos?

Finalmente entendí lo que estaba diciendo y rápidamente sacudí mi cabeza: —

D-de ninguna manera. Mira este atuendo completamente negro. ¿Realmente usara este color si creyese en supersticiones o estupideces como esa?

— Bueno, ¿entonces por qué te quedas ahí?

— Eh, porque... –murmuré, mirando la enorme puerta nuevamente.

La puerta doble de diez pies de alto estaba tallada con relieves detallados. Los diseños eran diferentes para cada uno de los pisos, y típicamente hacían alguna referencia al tema o historia del piso al que llevaban. Por ejemplo, había un relieve de la cabeza de un toro en la puerta antes del segundo piso, el cual comúnmente se le conocía como «Piso Vaquero». La puerta al «Piso de Elfo y Bosque» describía
dos caballeros luchando debajo de un enorme árbol.

En el centro de la enorme puerta que ahora estaba ante mí, estaba un tallado de un viajero llevando a remos un pequeño bote que parecía una góndola.

— ¿Sucede algo con esa imagen? ¿No lo viste en la prueba beta? –preguntó, su irritación se elevó a un 60 por ciento. Sacudí mi cabeza lentamente.

— No... esto no. Vi la puerta, si... pero no este relieve.

— ¿Huh? ¿Qué quieres decir?

— La imagen es diferente. En la prueba beta, era un viajero avanzando a través de un cañón desierto. Pero en esta, él está en un bote...

Ella inclinó su cabeza, confundida. Su larga cabellera se sacudió, esparciendo una luz pálida en la tenue escalera.

— ¿Cómo era el cuarto piso en la prueba beta?

— Um... todo el piso era una red cruzada de cañones que en el fondo estaban llenos de arena, y no tenías más opción que viajar a través de ellos, solo la arena lo hacía muy difícil de transitar.

— Hmm... suena apropiado para la imagen del hombre en el cañón desierto.

Entonces, si la figura cambió, significa...

Ella continuaba en la cima de las escaleras y colocó su mano en el relieve de la góndola en el centro de la puerta, luego la empujó.

Con un thunk pesado, las dos mitades de la masiva puerta de madera comenzaron a separarse. Ascendí rápidamente por las escaleras para igualarme al menos con la esgrimista.

Como las puertas siempre se abrían lentamente, la luz brillante de la tarde fluyó, cegándome con toda su blancura. Entrecerré mis ojos para mejorar la vista, pero escuché el sonido antes que mi visión regresara.

Sonó como una agitación baja, profunda y un salto entrelazado agudo.

Agua.

Cuando mis ojos finalmente se ajustaron al nivel de la luz, no descubrí los cañones secos que recordaba, sino un arroyo montañoso feroz, apresurado.

Una mano me tocó el hombro.

— Bueno, eso es –dijo la esgrimista, sonando orgullosa por alguna razón.

Miércoles, 21 de diciembre de 2022, 1:32 pm.

Luego de unos minutos perdidos por una discusión antes de atravesar la puerta, yo –Kirito, el espadachín de nivel 16–, y mi compañera temporal, Asuna, la esgrimista de nivel 15, fuimos los primeros en todo el juego en poner un pie en el cuarto piso del castillo flotante Aincrad.

Si el cuarto piso del juego en este punto de la prueba beta tuviese un tema, seria «cañones desiertos». Como se lo expliqué a Asuna, todo el mapa del piso era una telaraña de cañones estrechos y estrechos que eran imposibles de escalar, significando que todo el viaje tenía que realizarse a través de esos cañones, los cuales eran muy lentos y tediosos de cruzar, sin mencionar lo fácil que era perderse
dentro.

Pero lo que vi no podía ser más diferente de lo que recordaba.

El pabellón en el cual terminaba la escalera, estaba en la cima de una colina empinada. El terreno en sí parecía el mismo que había estado antes, pero la tierra marrón-rojiza, llena de grava ahora estaba cubierta por una vegetación exuberante.

Miré en todas direcciones alrededor del pabellón sin muros y noté un único árbol creciendo detrás de nosotros sin monstruos o NPCs en mi campo visual.

La colina, de aproximadamente 90 pies de alto, estaba rodeada de acantilados que se mostraban sobre el área cercana, y dos caminos delgados señalando hacia el sureste y suroeste separaban los cañones. El agua corría vigorosamente desde el cañón suroeste y circulaba alrededor de la colina hasta que eventualmente se iba por el cañón sureste. En otras palabras, lo que una vez había sido una colina sencilla, ahora efectivamente era una isla.

Ya estábamos dolorosamente conscientes que la versión comercial de SWORD ART ONLINE, cuyo creador, Akihiko Kayaba había convertido en una trampa sin escape, mortal, era diferente de la prueba veta en muchas maneras. Pero la apariencia del terreno no cambió de forma tan dramática a la de antes, para nada.

Ya no era el piso del cañón desierto.

De hecho, los cañones solo eran los medios de salir de esa área durante la prueba beta. Si ellos estaban llenos de aguas blancas, de avance rápido, eso significaba...

— ¿Entonces cuánto tiempo piensas seguir de pie allí? –Asuna preguntó, golpeándome con el codo. Me recuperé del efecto de shock mental y me disculpé con mi compañera.

— Eh... es mi error. Estaba soñando despierto.

— No estaba pidiendo una disculpa, sino que hay mucha gente que espera que nosotros lleguemos a la ciudad principal y activemos el tele-transportador.

— Oh, cierto. Bueno... primero, debemos informarle a Argo que derrotamos al jefe.

«Nerius the Evil Treant», el jefe con forma de árbol del tercer piso, había sido acabado sin ninguna baja hacia solo veinte minutos, pero no existía forma de enviar un mensaje instantáneo desde el interior de la mazmorra, por lo que nadie además de los miembros de la raid sabía que el jefe estaba muerto. Como nosotros fuimos los primeros en llegar al siguiente piso y salir de la mazmorra, necesitábamos informarle a Argo la Rata, la agente proveedora de información del juego, que el jefe
estaba muerto, y así el resto de la población podría ser informada.

Levanté mi mano para abrir mi ventana de juego, pero Asuna lo captó:

— Ya le comuniqué mientras estabas en la-la landia.

— Ah, g-gracias. Muy considerado de tu parte...

— Ahora vayamos a la ciudad principal. Ya sea que haya agua en los cañones o no, la ruta sigue siendo la misma de antes, ¿no?

— Um, bueno... eso creo...

— ¡Entonces dirige el camino!

Ella me palmeó la espalda, y no tuve más opción que proceder.

Dejamos el pabellón de piedra y nos dirigimos hacia la húmeda, mohosa cara sur de la colina. Me detuve a la orilla del agua y observé como corría.

La corriente en sí era muy clara, lo que significaba que podía ver todo el camino hacia la arena blanca en el fondo del canal, pero era bastante profunda. A cálculo de ojo, juzgué que sería al menos de seis pies, si no más. No había forma de que nosotros cruzásemos.

Asuna se detuvo junto a mí y también miró al rio, luego pareció comprender mi consternación, al menos.

— Espera... ¿por qué es tan profundo? Así no podremos cruzar al otro lado.

— Es cierto... de hecho, no creo que exista un otro lado.

— ¿...que quieres decir?

— Lo que acabo de decir. En la prueba beta, esos cañones eran el único medio para llegar a los pueblos y mazmorras del piso. Apuesto que todos los ríos en este punto son profundos –todo el piso–.
La esgrimista frunció el ceño profundamente.

— Significa... ¿Qué ahora no hay camino?

— Exacto.

Cuando comprendí este hecho en la cima de la colina, me tomó unos buenos tres minutos pensar en el reto delante de nosotros, pero Asuna solo necesitó cinco segundos poner su cabeza en marcha de nuevo. Ella miró alrededor.

— ¿Qué es eso que está en la cima de esos acantilados?

Seguí su mirada hasta los muros escarpados que rodeaban la colina circular. La brillante roca húmeda procedía verticalmente hacia arriba por al menos noventa pies, la cima del escarpado estaba cubierto de niebla blanca.

— No lo sé. En la prueba beta nadie fue capaz de escalarlos.

— ¿Entonces básicamente eso es una barrera diseñada por el sistema?

— No explícitamente, pero la roca era tan frágil – todos caían a mitad del camino, incluyéndome. Y una vez que caías desde arriba en el punto central, prácticamente cada aterrizaje era fatal.

—...eso suena demasiado peligroso para probarlo, incluso si ahora el aterrizaje es en el agua –Asuna murmuró. Yo asentí silenciosamente. Nadie iba a arriesgar sus vidas por un intenta y falla al escalar esos acantilados.

A continuación, ella bajó nuevamente la mirada hacia el agua.

— Entonces supongo que nuestra única opción es nadar en el rio.

No pude estar de acuerdo inmediatamente. Miré su equipamiento de capa con capucha de color rojo oscuro sobre su coraza y falda de cuero.

— Um... Asuna, ¿ya has nadado aquí en SAO?

Ella cubrió su cuerpo con su mano izquierda y por alguna extraña razón ella sacudió su cabeza:

— N-no.

— Ya veo. Entonces déjame explicar que la forma en la que usas tu cuerpo para nadar en SAO es completamente diferente de la vida real. Toma mucha práctica el ser capaz de nadar apropiadamente, e incluso la práctica no previene el peligro de ahogarse.

— ¿Qué pasa... si te ahogas? –preguntó, su rostro se tensó. Mi respuesta fue simple.

— Cuando tu cuerpo es sumergido en el agua hasta cubrir tu cabeza, tu HP comienza a caer. Por lo que si no emerges a la superficie del agua, mueres.

Incluso después de eso, Asuna no hizo más que morderse el labio. Ella miró el agua azul nuevamente, y reunió su coraje.

— ¿De cuanta practica estamos hablando?

— Bueno... depende de la persona, pero eso a mí me tomó aproximadamente una hora. Y eso fue superficial, solo tres pies de profundidad. Es demasiado peligroso practicarlo en un rio corriendo y profundo como este.

— Ya veo... en ese caso, debemos regresar al piso anterior y encontrar un lugar seguro para practicar, supongo –murmuró, bajando la mirada. Yo aún estaba buscando la respuesta correcta cuando ella asintió y continuó:

— Hagamos esto, bien. Tú nadas desde aquí hasta el pueblo principal. Yo tomaré las escaleras de vuelta al tercer piso. Recuerdo el lago perfecto en el lado norte del piso que puedo usar para practicar. Una vez esté lista, usaré el portal de teletransporte hacia el cuarto piso. Eso significa que el grupo se romperá por un rato

–ella parloteó, más rápido de la velocidad de siempre, y elevó su mano hacia la pantalla de menú.

Esta vez fue mi turno de agarrarle el brazo.

Sus ojos color avellana me miraron fijamente. La reflexión de la luz sobre la superficie del rio danzó contra sus pupilas, ocultando la emoción dentro de ellas.

Incluso un completo idiota como yo, cuando llegaba a la comunicación personal, podía ver que Asuna se negaría a ofrecerse volver juntos y ayudarle con su práctica.

La esgrimista orgullosa se negaría a aceptar la idea de tener el retraso de la apertura del portal de teletransporte por su culpa. Probablemente sería inútil apuntar que si no lo hacíamos, Lind o Kibaou lo activarían, o que él automáticamente se encendería luego que pasaran dos horas de haber derrotado al jefe del tercer piso.

En lugar de eso, finalmente convertí en palabras los sentimientos de equivocación que estaba enfrentado desde que vi el cambio dramático del cuarto piso

— Ummm... no creo que me guste eso.

— ¿...que cosa? –ella preguntó tranquilamente. Yo desvié la mirada hacia el rio que fluía.

— Como lo dije antes, nadar en SAO es bastante peligroso. Y ahora que morir es permanente, es insano imaginar que ellos simplemente nos lanzan a un mapa que requiere nadar para avanzar. Debimos haber olvidado algo. Quizá exista otro camino, sino algún tipo de protección, un método de respaldo en algún lugar de esta isla....

Para el final yo estaba hablándome a mí mismo que a alguien. Levanté la vista hacia la isla detrás de nosotros. La colina circular, de unos noventa pies de ancho, no tenía monstruos o NPCs en ella. Los únicos objetos de interés alguno eran el pabellón que albergaba las escaleras y el árbol de hoja muerta al norte y más allá de él...

— ¿...hmm?

Mis ojos se dispararon unos seis pies hacia la dirección anterior. Entrecerré los ojos y miré al lugar que me llamó la atención.

— ¿Qué pasa? –Asuna preguntó, parecía curiosa. Di un paso en la colina, luego otro, aun sujetando su mano. Tan pronto como estuve seguro de lo que vi, comencé a correr a toda velocidad.

— ¡Who-dado...!

La arrastré directamente hacia el lado de la colina, mientras ella exclamaba lo que se suponía que sería «¡WHOA, CUIDADO!». Rodeé el pabellón y me detuve en la raíz de un enorme árbol, levantando la vista hacia las ramas más altas.

— ¿Ves eso?

Removí mi agarré de su mano para apuntar hacia arriba. Ella deliberadamente se tomó su tiempo para enderezar su falda antes de cumplir mi solicitud, y su expresión de cascarrabias aumentó en un 20 por ciento.

— Oh, son frutas. ¡Y se ven hermosas!

Como ella lo notó, cerca de la cima del árbol de hoja ancha colgaba un número de pequeñas frutas de diversos colores. Lo más llamativo de todo era su forma, la cual era circular con un agujero en el medio – esencialmente, roquillas. Incluso en la prueba beta, nunca había visto una fruta con una forma como esa.

Pero la sonrisa pálida en los labios de Asuna desapareció tan rápido como se formó.

— Parecen deliciosas... pero no es el momento de disfrutar un bocadillo. El grupo de Lind terminará pronto de dividirse los objetos. Si necesitamos practicar nuestra natación para llegar a la ciudad principal, debemos ir y hacérselos saber antes de que vengan hasta aquí...

— Tratemos de bajar algunas frutas primero –dije, extendiendo ambas manos para agarrar una rama que estaba a un pie y medio aproximadamente. Bajé mi cintura y tensé mis piernas, usando toda mi fuerza en un intento para sacudir la rama. El árbol no se movió ni una pulgada, y no es necesario decir que, ninguna fruta cayó.

La corteza del árbol era suave y lisa, y sin la habilidad Acrobacias, no había forma que yo pudiese escalarla. Pensé en lanzar una piedrecilla, pero sin la habilidad Lanzar Cuchillos, no sería capaz de golpear.

— ¡Argh, si solo tuviese tres... no, cinco ranuras de habilidades más!

Ese era un deseo que cada jugador de SAO sentía. Azoté la rama con mi puño cerrado, frustrado. De alguna manera, la técnica básica de artes marciales Flash Blow se activó, y mi puño brilló rojo mientras chocaba con la rama. La onda de conmoción resultante hizo que el árbol masivo traqueteara.

—...ah.

Asuna murmuró y dos de las brutas con forma de rosquillas cayeron sin sonido alguno. Agarré una con cada mano y sonreí confiadamente, tratando de ocultar el hecho de que fue más que una coincidencia afortunada.

Ella suspiró exasperadamente y se encogió de hombros.

— De acuerdo, bien, salió todo bien, pero ¿qué si hubieses roto el árbol a la mitad? Técnicamente aun somos parte del equipo Élfico Oscuro, por lo que tenemos que respetar la naturaleza.

— Cierto. Lo siento...

Pensé en la caballero Élfica Oscura Kizmel, quien estaba en algún lugar en este piso. ¿Estaba atrapada al igual que nosotros ahora que los cañones eran ríos? O ¿estaba usando su magia élfica para caminar en la superficie del agua?

Asuna estuvo quieta por un tiempo al igual que yo, pensando en Kizmel, pero ella recuperó los sentidos mucho más rápido.

— Entonces ¿cuál es el plan con la fruta-rosquilla? Si la vamos a comer, prefiero la amarilla.

Una de las frutas en mis manos era de un azul cobalto brillante, mientras que la otra era de un pálido amarillo limón. La azul no despertó mi apetito en lo más mínimo, pero afortunadamente, comerlas no era el plan.

— No creo que estas tengan la forma de rosquillas.

—...entonces, ¿qué se supone que parecen?

En lugar de responderle, me llevé la azul a la boca. Asuna puso una cara como sabía que te la comerías, pero le lancé una mirada de advertencia y apreté vástago, una pequeña protuberancia de media pulgada de largo, en mi boca.

Tomé un profundo respiro mediante mi nariz, y lo empujé en el vástago. Al principio hubo una poderosa resistencia, pero luego, como si una válvula fuese abierta, el aire fluyó en la fruta.

¡Bomp! La fruta azul instantáneamente estalló en un tamaño mucho mayor.

La fruta de tres pulgadas de ancho de repente terminó midiendo tres pies. Ya no era una rosquilla.

— ¿Q-quieres decir... que esto es... aro salvavidas? –Asuna se sorprendió.

Sonreí y le entregué la fruta amarilla.

— Inténtalo, Asuna.

— Um... de acuerdo –respondió, y apretó el vástago en sus labios torcidos. Tomó una bocanada de aire profundo y arqueado y cerró sus ojos para soplar.

Hubo otro pop agudo, y el aro salvavidas apareció. Su sorpresa por lo ligero que era para su tamaño hizo que ella lo elevara, y corriera alrededor, golpeándolo en el aire como una pelota de vóley antes de que pudiese agarrarlo con fuerza con ambas manos.

— Increíble... no sé qué está pasando aquí –suspiró.

— No lo sabes –respondí por instinto antes de poder detenerme. Una buena mirada debajo del punto congelante perforó el espacio entre mis cejas.

— Tu fuiste el único que dijo que no eran roquillas –observó–. Si quieres quedarte por ahí contando chistes, siéntete libre de ir y hacer algún stand-up en la plaza donde está el portal de teletransporte.

— Espera... ¿estás diciendo que serás mi compañera de comedia?

— ¡¡Claro que no!! ¡¿Por qué no haces equipo con Kibaou?!

Por un instante, me imaginé en el escenario con Kibaou, quien me cortaba con un feroz «¡¿Qué quieres decir?!», Rápidamente sacudí mi cabeza para aclarar el pensamiento.

— Eh... no, gracias.

Abrí mi menú para verificar la hora. Ya habían pasado quince minutos desde que llegamos al cuarto piso, treinta y cinco desde que el jefe fue asesinado.

Tras producir un pergamino en blanco, comencé a escribir un mensaje rápido.

Dentro, mencioné usar una habilidad de tipo impacto para hacer caer la fruta y la forma de inflarla. Un toque rápido al pergamino hizo que se enrollara automáticamente, y lo coloqué en el suelo junto al pabellón.

Lo dejé en el suelo así como así, su durabilidad eventualmente disminuiría y terminaría haciendo que el objeto se desvanezca, pero al menos duraría hasta que Lind y Kibaou se abriesen paso por las escaleras.

— Bueno, ahora que tenemos aros flotadores, eso cambia nuestro plan de acción, ¿no? –observé. Asuna bajó la vista vacilantemente ante el tubo enorme en sus manos.

— ¿...quieres decir que incluso un principiante puede nadar con uno de esos?

— Lo intentaré primero, claro, pero estoy completamente seguro que estaremos bien. Mientras tu cabeza no se sumerja, no perderás tu HP mientras nadas. Iremos hasta la ciudad principal yendo a través del cañón solo hasta el sur y luego al este.

Lo único es...

— ¿...es qué?

— Que probablemente debamos remover nuestro equipamiento pesado, solo por si acaso.

— ¿De cuánto peso estamos hablando?

La miré de la cabeza hasta los pies varias veces, haciendo cálculos rápidos sobre peso antes de responder.

— Veamos... probablemente debas quitarte la capa encapuchada. El estoque y la coraza también, obviamente, incluyen las botas y guantes. Probablemente el chaleco, también... y la falda de cuero es más pesada de lo que piensas. En cuanto a la túnica, bueno...

— ¡...si me quito todo, no llevaré puesto ningún equipamiento!

Asuna lanzó el aro flotador contra mi rostro. Rebotó hacia arriba con un poing inestable y aterrizó justo en mi cuello.

— ¡Asumo que vas a seguir tu propio consejo y quitarte tu cosa negra, la otra cosa negra, y la otra cosa negra a un lado de esa!

— Um... solo estaba pensando en lo que haría más seguro y te permitiese nadar...

De hecho, la ropa de tela y cuero eran tan malas como metal – ellas entraban al agua y añadían la penalidad de peso. Incluso con nuestros aros flotadores como armas secretas, era demasiado arriesgado no ser capaz de movernos adecuadamente en el sitio. Una piscina o lago era una cosa, pero la corriente de un rio, podríamos perder nuestro punto de desembarco y se arrastrados río abajo.

Ya fuese que mi preocupación honesta haya sido recibida por ella o no, Asuna se enfrió de la ira, y estiró su mano derecha. Le lancé nuevamente el aro amarillo por lo que el agujero entró en su mano estirada, haciendo que el aro girara y girara en su brazo.

— Bien... necesitamos ir ligeros. Lo tengo. Entonces... ¿al menos estoy bien con la túnica?

— ¿Huh? Eh, sí, creo que debería funcionar –asentí.

Ella me lanzó una última mirada: — Bueno, hagámoslo.

Asuna descendió de la colina. Me apresuré para alcanzarle, y en cuestión de momentos, ya estábamos de vuelta en la orilla del rio, hacia el sur.

Asuna se detuvo y se volvió por una última vez hacia el pabellón en la cima de la colina – probablemente para verificar que nadie hacia salido – luego abrió su ventana. Se sobresaltó de inmediato, volviéndose para que yo no pudiese ver.

Primero desapareció el estoque, luego la capa, la armadura y el chaleco.

Cuando la falda de cuero se desvaneció en su inventario, solo quedó la túnica blanca. Colgaba hasta abajo adelante y atrás, ocultando su ropa interior, pero algo sobre esa mirada simplemente pareció añadirlo a su glamour destructivo...

Perdido en los pensamientos, sentí que Asuna estaba por volverse, por lo que rápidamente giré noventa grados y golpeé el botón de REMOVER EQUIPAMIENTO dos veces. Todo mi equipo, incluyendo mi espada, se fue a mi inventario, dejándome con un único set de bañador.

Estaba tan nervioso de estar con un atuendo tan revelador frente a una chica muy hermosa de aproximadamente mi misma edad, pero los boxers rojo oscuro casi parecían un conjunto corto de bañadores. Me dije a mi mismo que cualquier cosa que sentía estaba solo en mi propia cabeza y que este ni siquiera era mi propio cuerpo.

Cuando cerré la ventana, escuché un misterioso pflrt. Girando mi cabeza cuidadosamente sobre mi hombro, vi a Asuna con su mano sobre su boca, sus ojos moviéndose de arriba abajo y girando. Parecía como un gesto muy extraño de hacer.

— ¡¡Pff... pje-je... Kyaja-ja-ja-ja-ja-ja-ja!!

La hermosa, cínica y misteriosa esgrimista estalló en carcajadas incontrolables.

Automáticamente cubrí mi traje de baño con el flotador.

— ¡N-no tienes que reírte tan fuerte! Además, ya dijiste que esperabas que me quitaría todo –argumenté, herido. Asuna se encorvó doble, sujetando sus lados.

— Ja-ja-ja-ja... q-quiero decir... en serio, eso no es justo, ¡ja-ja-ja-ja!

— ¿N-no es justo? Mira... sé que es un color brillante, pero...

— N-no, no estoy hablando del color... pff-hff-hff... ¿Realmente no sabes lo que significa? ¡En serio deberías echarle un vistazo a tu trasero!

— ¿Qu-qué?

Giré rápidamente para verificar la parte posterior de mis boxers, pero incluso al límite de la flexibilidad de la espalda de mi avatar, no pude ver mi propio trasero.

Atraído por una idea repentina, corrí hacia la orilla y reflejé mi trasero, esperando captar la visión reflejada a través de mis piernas.

— ¡¿Pe... pero que dem...?! –aullé.

La parte trasera de mi bañador rojo carmesí tenia impreso un gran símbolo de toro dorado brillante.

Me helé por la sorpresa, aun en esa pose embarazosa, mientras Asuna finalmente controló su carcajada hacia una simple risita.

— ¿Y dónde conseguiste ese traje de baño? No recuerdo haber visto ni siquiera un par con un patrón tan bueno en las tiendas de NPC. ¿O es un diseño que tú personalizaste?

—...ni lo compré ni lo diseñé –grazné, recuperando mi posición tras el terrible shock– este fue el bono del Last Attack del jefe del segundo piso... en realidad, el sub-jefe, el General Baran. Solo asumí que era un diseño plano. Nunca se me ocurrió que podría haber un diseño en el culo.

— Entonces si era un bono, ¿eso significa que tiene algún efecto especial?

— Sip. Tiene una buena mejora de fuerza y un poco de resistencia a las desventajas, tales como enfermedad y maldiciones...

— Ahh. Sabes, es lamentablemente aburrido que te ganaras completamente el bono de LA, pero me alegra no tener que usar ese traje de baño. No quiero tener que elegir entre usar unos boxers masculinos con una estúpida vaca impresa en ellos para el efecto del bono o no.

— Nunca lo sabes – incluso si cae para ti, podrías haber recibido un traje baño apropiado para damas. Aun con el diseño de la vaca, sin embargo, lo apuesto – mientras inevitablemente comenzaba a imaginar a la esgrimista usando pantis de vaca, ella giró y me lanzó el flotador nuevamente. Sacudí mi cabeza y sacudí mi nariz, y ella pausó a medio camino.


Suspiré para aclarar mi cabeza de ese sin sentido, y me arrodillé para colocar mi mano en el río. El agua estaba extremadamente fría, pero solo tenía que aguantar y encargarme de ello.

Asuna probó el agua por su cuenta y murmuró: — ¿No dijiste que los pisos de Aincrad estaban sincronizados a la temporada exterior actual?

— Eso es lo que se dijo en una revista. Pero ese artículo fue obviamente antes de que nos tomara a todos como prisioneros, por lo que no tengo ni idea de la temporada que hay en estos momentos en el exterior.

— Bueno, al menos este piso no parece estar atrapado a mitad del invierno.

Estaba pensando que era aburrido que no hubiese más sensaciones de temporadas aquí, pero ahora me alegro de ello. Entonces, ¿lo intentamos?

Asuna se colocó el flotador amarillo limón, y yo ajusté el azul cobalto en mi propia cabeza. Fijándolo firmemente en su lugar con ambas manos, le dije a ella: — Espera un momento mientras lo pruebo –metí mi pierna derecha en el agua. Una vez que estaba seguro que la corriente en la isla no era tan fuerte, introduje mi cuerpo.

Como sospechaba, la fruta-rosquilla inflada era flotaba bastante, y fácilmente mantenía mi cuerpo en la superficie del agua. Tampoco tomaba mucha presión de mis piernas para ajustar mi posición a la corriente.

— Creo que estará bien –dije, levantando la mirada y llamándola con gestos para que entrara. Asuna asintió nerviosamente y con mucho cuidado entró al agua. En lo que lo hizo, la túnica de tela se volvió un poco transparente y rápidamente desvié la mirada, pero Asuna no pareció notarlo. Cuando su peso fue soportado por el flotador, ella también sonrió.

— Wow, ¡me sostiene!

— H-habría sido mucho mejor nadar en la playa.

— Quien sabe, quizá exista un océano aquí. Si lo hay, me haré un traje de baño.

— Cierto, aun trabajas en tu habilidad de Costura. ¿Me harías uno sin el diseño del toro? Eh... ¿tan pronto como lleguemos al pueblo? –añadí, comprendiendo que podríamos ser forzados a usar este flotador para viajar un buen rato.

Ella sonrió maliciosamente: — Seguro. Incluso te daré la oportunidad de escoger entre los diseños de oso, gato y rana.

—...lo... pensaré. ¿Lista para irnos?

— Sip.

Ambos giramos para unirnos al flujo.

El área circular que rodeaba los acantilados tenía dos salida. Una de ellas era la fuente del poderoso flujo del agua, por lo que nuestro inevitable destino era el otro extremo. Comencé a patalear, manteniendo un agarre firme en el flotador – arma secreta.

Luego de diez pies, Asuna me llamó desde atrás.

— Um... algo se siente extraño.

— La presión del agua y su textura se sienten distintas, ¿no es así? Eso es por qué tienes que practicar antes de nadar sin un dispositivo de flotación. Aun así, se sientes como si hubiesen hecho un montón de mejoras desde la prueba beta.

— Ya veo... hacerlo requiere práctica, puedo decir...

— Una hora de natación, y te acostumbraras. Aquí está la salida – la corriente se tornará muy fuerte aquí, así ten cuidado de no ser arrastrada muy lejos.

Tan pronto salieron las palabras de mi boca sentí que Asuna pasó su mano por mi torso y el flotador.

— Eso debería mantenerme segura.

Me volví y le pregunté: — ¿Debería hacer lo mismo? –la esgrimista lo pensó por dos segundos y luego hizo una expresión que decía que era una ocasión especial.

— Bueno, aquí vamos...

Coloqué mi mano izquierda en el flotador de Asuna y tiré de él para acercarlo.

A menos que algo realmente drástico sucediera, no había forma de que nos separáramos.

Entramos al cañón de diez pies de ancho, anclado firmemente. Las curvas hacían imposible ver lo que había adelante, pero por mi experiencia beta supe que pronto nos dirigiríamos a un enorme cañón, uno de los caminos principales del piso.

A medida que avanzamos con fuerza, la suficiente, una superficie mucho más amplia apareció delante. Era un gran rio que fluía de oeste a este. Los acantilados a los lados eran los mismos, pero había una sensación de liberación mientras la cantidad de agua aumentaba por encima de treinta pies. La velocidad del flujo tampoco era tan rápida como temía.

Una vez que salimos al centro del rio, dejamos de patear y dejamos que el agua no empujara.

—...el paisaje es realmente idéntico al de la prueba beta. Incluso recuerdo esa roca de allí –murmuré para mí mismo. Asuna miró alrededor. Con cada movimiento, sentí una sensación placentera en mi mano izquierda, pro el muro de hierro que era mi auto-control calló mis pensamientos.

— Hmmm... me pregunto por qué los viejos cañones polvorientos están llenos de agua ahora.

— Bueno, si tuviese que imaginar las cosas de las que no tengo forma de saber, quizá su proceso de simulación de agua no era lo suficientemente bueno durante la prueba beta. Si ellos fueron capaces de obtenerlo a un nivel satisfactorio luego de tres meses, podrían haber decidido cambiarlo a ríos, supongo...

— Eso tiene sentido, pero es una respuesta aburrida.

— L-lo siento.

Asuna se encogió de hombros, cubiertos por la tela blanca de su túnica. La forma para que su piel fuese visible a través del material húmedo tampoco estaba en la prueba beta. Esperaba que yo no estuviese viendo el toque personal de Akihiko Kayaba, el director loco de SAO que atrapó a diez mil de nosotros en su juego mortal.

Ella echó otro vistazo alrededor del área y supuso: — Si todos los cañones ahora están llenos de ríos, ¿no debería haber otras cosas que hayan cambiado aparte del escenario?

— ¿A qué te refieres?

— Cosas como que los NPCs de misiones digan o los materiales que puedas reunir... oh, y los tipos de monstruos que enfrentes.

Ella se detuvo repentinamente, en silencio. Entendí el por qué. Si justo ahora tuviésemos un encuentro con un monstruo, nos encontraríamos sin ningún equipamiento de batalla puesto. Rápidamente sacudí mi cabeza para calmarla.

— No, estamos bien. En la prueba beta, apenas había alguno que otro monstruo a lo largo de la ruta desde las escaleras hasta la ciudad del siguiente piso...

— ¿En serio?

— A-además, la tasa de aparición de monstruos en los treinta minutos luego de la derrota del jefe se reduce drásticamente...

— ¿Drásticamente? –repitió, parecía escéptica–. Bueno, ciertamente ha sido como mínimo treinta minutos.

— Oh, b-buen punto. Pero si ni siquiera hemos visto un mísero pez, mucho menos algún monstruo. Supongo que podría significar que uno realmente grande pudo habérselos engullido todos –añadí, tratando de bromear. De repente, escuché un kerplunk irregular. Asuna lo escuchó, también, luego nos volvimos simultáneamente.

Cerca de unas diez yardas detrás de nosotros, algo habia emergido del agua.

Era una aleta plana, triangular y brillante. Al menos un pie de esa cosa estaba fuera de la superficie del agua. El color del cursor que apareció era rojo brillante, indicando que era un enemigo, como si ya no fuese lo bastante obvio. Escuché un sonido de fondo de una antigua película familiar que retumbaba ominosamente dentro de mi cabeza.

— Eh, ¿soy solo yo, o eso es...? –Asuna gimió. No esperé la respuesta – giré mi cuerpo hacia un lado y tensé mis piernas para una patada a toda potencia.

— Apresurémonos –sugerí. Por primera vez, ella no lo discutió.

— De acuerdo.

— A la cuenta de tres...

Miré hacia atrás brevemente para verificar que la aleta amenazadora no estaba acercándose todavía, luego respiré profundamente.

— ¡...dos, tres!

Con un rugido silencioso haciendo eco en mi cabeza, pateé tan duro como pude. Un salpicado enorme surgió detrás de nosotros, y comenzamos a correr rio abajo, lo suficientemente duro que el flotador estaba a punto de quedar inclinado en vertical.

Si mi memoria no fallaba, la senda –eh, afluente– que llevaba hacia la ciudad principal estaba a unas cien yardas, más o menos. El cañón giró a la derecha, luego de vuelta a la izquierda, y vi una abertura en el acantilado vertical frente a la derecha, tal como lo esperaba.

— ¡Asuna, allí!

— ¡Lo tengo!

Doblé mi velocidad de pateo para el golpe final y volví a mirar atrás. Afortunadamente la terrorífica aleta ya no estaba en...

— ¡Eeeep! –aullé. La aleta gris que dividía la superficie del agua estaba a escasos doce pies de distancia. Si el cuerpo de nuestro perseguidor subacuático encajaba al tamaño de la aleta, sus hileras de dientes podrían encontrarse ahora justo bajo mis pies.

Si agarraba los dedos de mis pies, tendría que usar mi mod Cambio Rápido para equipar mi espada y luchar en el agua. Mientras tanto, haría que mis pies trabajaran al 120 por ciento de su capacidad.

— ¡O-oye, ¿qué está pasando detrás de nosotros?! –graznó Asuna, demasiado exhausta como para volverse y mirar.

— ¡N-no pienses en eso! ¡Solo nada tan rápido como puedas!

— ¡Bien!

Mantuvimos nuestros agarres en los flotadores de cada uno y chapoteamos alocadamente con nuestras manos libres. La entrada allá adelante se acercaba, pero podía sentir que la aleta detrás de nosotros se acercaba a gran velocidad.

— ¡P-prepárate para una bien difícil!

— ¡Bien!

Apreté mis dientes y salté hacia la derecha. El momento en que mi velocidad disminuyó con el giro, pensé que sentí algo que tocaba mi pie, pero nuestra única elección en ese punto era correr hasta la meta. Puse toda mi fe en el efecto de incremento de fuerza de mis boxers trasero de toro mientras me estiraba hacia el afluente de cinco yardas de ancho.

El sendero terminaba en una pequeña costa a solo veinticinco yardas adelante.

En la prueba beta, se trataba de otra colina, en la cima de la que se encontraba la entrada de la ciudad principal. Si solo pudiese ir a esa arena blanca, habríamos ganado este pequeño juego de

— ¡¡Raahhh!!

Rugiendo con lo que sería el séptimo grito más feroz que pude haber hecho en el último mes y medio, corrí –eh, nadé– toda la distancia restante. El momento en el que mis pies tocaron la arena al fondo del rio, me erguí y comencé a correr, tirando de la mano a Asuna.

Aunque el suelo bajo mis pies iba del borde empapado de agua hasta la seca y blanca arena, seguí avanzando una docena de pasos antes de finalmente volverme a mirar.

La aleta dorsal que nos había estado persiguiendo seguía levantándose en alto en el agua. Nuestro enemigo sospechoso pensó que podía retarnos en una batalla terrestre. Ya estaba listo para obligarme y estar a punto de golpear el icono de acceso directo de CAMBIO RAPIDO en mi menú, cuando...

— ¿...hwuh? –Asuna murmuró torpemente mientras se balanceaba del flotador que yo aún apretaba con mi mano izquierda.

No hubo sorpresa. Debajo de la espléndida aleta de un pie de longitud estaba una criatura parecida a un renacuajo de ojos sobresaliente de solo unas cuantas pulgadas de ancho y quizá de un pie y medio de largo.

Aterrizó en la arena húmeda y saltó alrededor. Aparentemente su aleta dorsal era tan larga y pesada que sus pequeñas extremidades no podían equilibrarse apropiadamente.

Pero una enorme ola llegó y se tragó al renacuajo, llevándolo de vuelta al agua. Pronto, la aleta salió nuevamente del rio y se deslizó hacia la corriente principal.

— ¿...que demonios era eso...?

Me arrodillé en la arena con la decepción de todo. El flotador bajo mi brazo izquierdo se aflojó y cayó, dejando que el rostro de Asuna tocara primero la arena.

Ella eventualmente se levantó y se sentó en la arena, aparentemente demasiado exhausta como para enojarse esta vez conmigo. La arena se pegó a su piel húmeda, hebras de cabello cubrieron su frente y mejillas, con la túnica empapada pegada fuertemente a su torso para completar la imagen perfecta de una modelo en una sesión de fotos en el océano. Lo único que estaba fuera de lugar era su mirada
vacía, la cual seguía la aleta triangular.

—...lo acabo de decidir. La próxima vez que veamos a ese monstruo. Voy a matarlo, cocinarlo y hacer que te lo comas –dijo, su declaración fue hecha con una voz suave.

— ¿Por qué no... te lo comes tú? –pregunté.

— Parece asqueroso.

— También probablemente venenoso.

Bueno, mientras lo cocines, lo engulliré alegremente. Quizá sabrá a sopa de aleta de tiburón –pensé magnánimamente, levantándome. Extendí una mano a Asuna.

— Coloquémonos nuestro equipo de nuevo y vayamos al pueblo. No creo que pesques un resfriado sentada allí, pero no nos hace bien –observé. De repente, se congeló, aun sujetando mi mano. Su rostro, el cual estaba apuntando a su atuendo, se ruborizó notablemente. Comencé a retroceder, atacado por una premonición amenazadora muy parecida a la que tuve cuando vi por primera vez esa aleta dorsal.

Pero su mano atacó, tan rápido como un rayo, y agarró mi mano izquierda. Tiró de ella hasta incorporarse, y con una precisión quirúrgica bastante familiar lo suficientemente ligera como para no causar daño, dirigió su rodilla hacia mi estómago al estilo Muay Thai.

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