progressive 4 capitulo 6

Sábado, 31 de diciembre de 2022. 11:00 am.

Asuna se paró en Shiyaya, una pequeña aldea ubicada en la parte norte del quinto piso de Aincrad.

Era una aldea Sin-Código, es decir, el código anti-crimen no funcionaba allí. Pero Asuna se encontraba en un completo estado de relajación, sin su espada equipada y sin su armadura –o ningún tipo de ropa, de hecho.

Ella podía hacer eso sin temor ya que Shiyaya era un mapa instanciado que permitía solo a miembros de grupos dentro de sus límites.

Y la razón por la que no usaba ropa era porque estaba sumergida hasta los hombros en agua.

— Ufff...

Extendió sus brazos y piernas hasta su límite. El agua estaba tibia, pero el olor a frutas e hierbas llenaron su nariz con un agradable perfume que penetró su corazón con calor agradable.

La bañera era grande, no tanto como la que tenía el gran castillo Yofel, pero en la bañera de granito en la que estaba podrían entrar fácilmente diez personas. Es claro que los elfos oscuros le daban mucha importancia a sus baños

— Me pregunto si los elfos del bosque tienen baños así de grandes –se preguntó ociosamente, arrastrando sus dedos en el agua. Alguien respondió desde cerca.

— No lo creo. Supuestamente, los elfos del bosque tienen baños pequeños, aunque su comida sabe fenomenal.

La voz pertenecía a Argo la rata, quien flotaba con soltura en la superficie del agua. Naturalmente, ella no tenía su característica capa encapuchada, pero incluso ahí no desaparecían los bigotes de sus mejillas.

— Oh, apuesto a que la comida de los elfos oscuros también tiene lo suyo – comentó Asuna, pero Argo solo se rió tranquilamente, sin cambiar de posición.

— Tienen comida digna de un restaurante de tres estrellas, pero después de experimentar este baño, debo decir que prefiero el bando de los elfos oscuros.

Gracias por dejarme entrar en su equipo A-chan.

Asuna miró hacia donde había dos barras de HP, que ahora eran tres.

— No hay problema, quería agradecerte apropiadamente por acampar en las catacumbas un día entero para analizar los patrones de ataque del jefe.

— No digas eso, de todos modos no hice mucho. De hecho, debería disculparme por dejar que tú y Kii-boy se preocuparan. Y escuché que se metieron en algunos problemas cuando vinieron a buscarme, ¿es cierto?

Los eventos de los dos últimos días volvieron a la mente de Asuna con lujo de detalle, y sintió que su cara enrojecía.

“No estoy ruborizada ¿cierto? Si lo estoy, siempre puedo echarle la culpa al baño...”

Ella echó un vistazo a su derecha, donde la agente de información sonreía con fascinación de lo que veía. Asuna se hundió hasta la nariz e hizo pompas en el agua para ocultar su vergüenza.

Tras el rescate de Kirito en el tercer sótano de las catacumbas hace dos noches, Asuna y Kirito reanudaron la búsqueda de Argo, una vez que ella recobró su compostura.

Afortunadamente, encontraron a Argo menos de una hora después de eso, pero la razón por la que no le llegaban los mensajes resultó no ser tan fatídica como habían pensado en un principio.

Argo estaba acampando en un área segura justo en frente de la cámara del jefe al final del calabozo. Resultaba que el nombre y la apariencia del jefe eran diferentes a los de la prueba beta. Al principio ella pensaba marcar la ubicación de la cámara, regresar al pueblo y terminar su primer asunto, pero cuando se fijó que el jefe era completamente diferente, pensó que podría coleccionar información útil mientras se encontraba ahí, un proceso que resultó ser más difícil de lo que esperaba, lo que terminó tomándole un día entero.

El jefe era un zombi demasiado grande para haber sido un humano en vida, con gran resistencia contra cortes, cargas y daño de tipo perforador, pero manipulando elevadores esparcidos en la cámara y mediante la solución de un acertijo de piedra en el techo, este se abriría para dejar pasar luz solar, debilitando al jefe –asumiendo que fuese de día, claro está. Argo tuvo problemas para resolver el acertijo, llegando incluso a realizar intentos incesantes de prueba y error.

Gracias a ello, el jefe fue hábilmente derrotado por un grupo de los mejores treinta jugadores, pero aun así Asuna no estuvo tranquila durante los descansos en la pelea. No solo debido a la fuerte competencia entre DKB y ALS, sino aún más por la completa confianza en la información de Argo, y los peligros a los que ella se exponía para conseguir esos datos.

No era cortés criticar el estilo de juego ajeno, pero no habría una mejor oportunidad, así que Asuna sacó la cabeza del agua y preguntó vacilantemente:

— Oye, Argo.

— ¿Hmm, que pasa? –replicó la chica, sentándose erguida.

—...Es gracias a tu trabajo que fuimos capaces de derrotar al jefe de las catacumbas con facilidad, y estoy muy agradecida por ello... Pero pienso que es demasiado peligroso para ti ir recolectando datos de un jefe desconocido por tu cuenta.

Basándose en su experiencia en un colegio de chicas, Asuna sabía que ofrecer (lo que bien podría ser) condescendencia fácilmente podría ser rechazado, pero Argo mantuvo una ligera sonrisa, instigándola a continuar. Tomando confianza, ella escogió sus palabras cuidadosamente.

— Solía pasar mucho tiempo sola en el laberinto, por lo que no puedo actuar libre de culpa aquí... pero tu información es de ayuda no solo para los jugadores de la delantera como nosotros, sino también para aquellos que tardaron en dejar el Pueblo de los Inicios. Es tal la ayuda que nos das que, si algo te ocurriera, podría impedirnos seguir completando el juego. Por lo tanto—— ahora, aunque lo pienso en silencio, me preocupa que estés pasando por mucho. Eh... como amigas...

Era difícil para ella decir eso en la vida real. Irónicamente, tuvo que quedar atrapada en un mundo virtual para finalmente expresar sus sentimientos.

Ella bien podría esperar que Argo se molestara por esto, pero los bigotes de rata solo formaron una sonrisa. Tal vez solo fue el eco del baño, pero su voz pareció más fuerte de lo usual cuando ella dijo:

— Gracias, A-chan.

Sus grandes ojos, usualmente escondidos tras los rizos color café, miraron fijamente la cara de Asuna. Cuando ella continuó, lo dijo más lento de lo usual.

— Me alegra que te preocupes por mi bien, siendo honesta, me preguntaba si mi desempeño estaba siendo demasiado, también. Pero... tengo el deber de seguir arriesgándome para proveer información.

— ¿Es porque... eres una informante?

— No –dijo Argo, salpicando gotas mientras negaba con la cabeza–. Es porque soy una Beta Tester.

— ¡¡...!!

Ella había intuido esto, y Kirito parecía creerlo también, pero esa era la primera vez que escuchaba a Argo admitirlo en voz alta. Asuna quedo desconcertada brevemente antes de continuar con:

— Pero... incluso en ese caso, no explica por qué necesitas tomar ese rol tan peligroso tú sola. Kirito es un Beta Tester, pero toma parte en el grupo frontal para derrotar a los jefes... Bien podrías unirte como un miembro de apoyo, Argo...

— No me agrada lo cursi que suena “Grupo frontal”. Pienso que “La Delantera” es un mejor nombre”.

Argo rió para relajar el ambiente, luego agarró un juguete en forma de plátano frente a ella.

— Hmm... La razón por la que estás tan asustada por mí es porque no combato directamente, ¿cierto?

— B-bueno, si... –admitió Asuna.

Dondequiera que ella se encontrara con Argo en el campo, estaba equipada con una armadura minimalista y garras de combate, pero su combinación de habilidades no podría ser aprovechada en batalla, si ella se concentrara en Ocultar, Búsqueda y Escuchar a escondidas, entonces no podría gastar mucho tiempo en mejorar sus habilidades de combate, y ella probablemente estaba sacrificando el HP máximo y otras estadísticas a cambio de mejorar su velocidad. Ella podría alejarse

rápidamente rodeando a los monstruos débiles, pero eso incrementaría el riesgo de despertar a un mini-jefe con una variedad de ataques.

Argo rió de nuevo, sintiendo la preocupación de Asuna, y recogió un puñado de hierbas que lanzo hacia la otra chica. Asuna lo atrapó por reflejo; luego Argo sostuvo el juguete y se paró acompañada de un fuerte salpicón.

— Necesitamos pruebas, no argumentos. ¿Quieres intentarlo, A-chan? –la retó Argo, saliendo del baño de granito.

Asuna la miro perpleja.

— ¿I-Intentar qué?

— Un duelo, por supuesto... Bueno, supongo que eso es un poco dramático, digamos que es una pequeña pelea.

Ella fue hacia la ducha, girando con habilidad el plátano en su mano.

Así que Argo quería que ellas dos tuvieran una pelea de juego. Asuna estaba dispuesta a aceptar el reto, pero el problema era que tanto ella como Argo no tenían equipado ni un ítem. Ya era vergonzoso estar en el baño juntas, ¿pero tener una pelea infantil? Ella no estaba segura de poder concentrarse adecuadamente.

— Ehmm... ¿puedo usar un traje de baño? –preguntó Asuna. Lo cual tomó por sorpresa a la traficante de información, quien miró su avatar, e inflo sus mejillas.

— Oye, estoy aquí exhibiendo lo poco que tengo, ¿cómo puedes estar avergonzada cuando lo que tienes es mucho mejor?

— ¡E-ese no es el caso!

— Bien, entonces...

— También quiero que te pongas algo, Argo...

— ¿Eh? Pero no tengo un traje de baño.

— Entonces te hare uno ahora mismo.

Y después de una breve demostración de la habilidad Costura de Asuna, las dos se enfrentaron en los baños del pueblo de Shiyaya.

Asuna vestía un traje de baño de una pieza.

Argo, a petición propia, vestía un tankini[10] amarillo.

Asuna balanceo las hierbas en su mano, preguntándose cómo había llegado a esa situación. Su arma eran tres ramas de dos pies de largo, que sujetó firmemente, no había punto de comparación con un estoque, pero fuera de eso, Argo solo tenía un plátano.

— Así que, eh, ¿cuáles son las reglas...?

— ¿Qué tal la primera que golpee a la otra gana?

— Entendido –dijo Asuna, tirando su pie hacia atrás, mientras Argo se mantenía quieta, con los brazos a los lados.

— Ok, cuando estés lista.

Con ese tipo de invitación, era difícil concentrarse, pero ella no iba a tomarse a la ligera una competición honesta. Ella echo un vistazo a los lados, examinando el área.

El cuarto de baño era de aproximadamente nueve por siete metros. Bajando a la derecha estaba la bañera, y a la izquierda había unas sillas de madera. El piso era de granito pulido dando la apariencia de ser resbaladizo en las partes húmedas.

“Sería difícil para Argo tomar ventaja de su velocidad aquí. Esto se convertirá en una pelea a patadas” –pensó Asuna... Y entonces se dio cuenta de que su cerebro ya estaba en modo de combate. 

Ella aspiró profundamente.

— ¡De acuerdo, aquí voy!

Asuna saltó hacia adelante con su pie derecho.

¡Poof! Argo desapareció, dejando solo humo donde ella estaba antes.

“¡Es muy rápida!”.

Más rápida que cualquier monstruo con el que Asuna haya peleado antes. Incluso el mob de élite más fuerte que ella enfrentó, el Caballero Sagrado elfo del bosque, no había podido evadir el ojo de Asuna. Pero Argo era tan rápida que parecía que se hubiese teletransportado. El único motivo por el que Asuna fue capaz de levantar su mano izquierda y girar a la derecha fue por su sentido del oído, el cual percibió una pisada en el agua a su izquierda.

[10]:Parecido a un bikini de una pieza dividido horizontalmente en la sección del ombligo, siendo en total dos piezas.

Una sombra amarilla rozó a Asuna y pasó detrás de ella, produciendo un ligero y armonioso sonido.

— ¡Kah...!

“¡¿Logro alcanzarme?!” –Asuna saltó tanto como pudo, girando en el aire, y deslizó sus pies hacia atrás cuando aterrizó, aprovechando el piso resbaloso para aumentar la distancia entre ellas.

Para cuando tomó posición con las hierbas frente a ella, vio que en el otro lado de la habitación Argo ya estaba girando el plátano entre sus dedos, y con su mano izquierda apoyada en su cintura.

— Eso estuvo realmente bien, A-chan. Creí que ganaría con un golpe, pero eso pareció más un pequeño manotazo.

— ¿Así que la pelea continua? –preguntó Asuna. La traficante de información le dio una sonrisa burlona.

Por un lado, ese despliegue de velocidad era el duelo en sí mismo. Pero alarmarse y dejarlo así sería un desperdicio a la invitación de Argo.

“¿Huh, que estoy...?”

Por un instante, ella se dio cuenta de que pensaba algo extraño, así que empujó este pensamiento a un lado para concentrarse. No podría competir con la velocidad de Argo, pero la velocidad no lo era todo en el duelo.

La experiencia en las catacumbas fue tan aterradora que ella no quería volver a pensar en eso, pero también le había dado una valiosa lección. Una pelea no era tan solo algo entre tú y tu oponente. Sino que inevitablemente implicaba el entorno.

Cuando Asuna cayó por la trampilla, y cuando uso un Shrewman para recuperar su estoque, fueron los alrededores los que dictaron las reglas. De hecho, el único modo de que ella pudiese esquivar el golpe de Argo fue el agua del piso que le indico la dirección.

Igual que con el estoque, ella podría hacer un paso extra y aprovechar su entorno.

Sin perder de vista a Argo a lo lejos, ella revisó el estado de la habitación. Ambas habían intercambiado lugares de modo que la bañera estaba ahora a su izquierda.

Avanzó gradualmente, deslizando las plantas de sus pies en el piso mojado. No había nada que separara la bañera y el área de lavado, y el agua continuaba fluyendo hacia el piso, así que era difícil distinguir dónde el agua era más profunda.

Mientras ella seguía avanzando de lado, mantenía las hierbas apuntando hacia Argo, sus dedos terminaron por encontrar el esquinero de la bañera. Pero no se detuvo ahí, continuó deslizándose unos 15 centímetros más a la izquierda.

El pie izquierdo de Asuna estaba completamente fuera del piso, tocando la superficie del agua en la bañera. Todo su peso era sostenido por su pie derecho, en una posición que lo hacía ver más fácil de lo que era en realidad. Era imposible mantener esta posición en el mundo real, pero la fatiga muscular se manejaba de forma distinta aquí. Cualquier acción que excediera los stats de fuerza de alguien –

como cargar rocas muy pesadas– causaría que el parámetro oculto de fatiga aumentara. Cuando este alcanzara cierto punto, las extremidades o el cuerpo entero del jugador entrarían en un estado de aturdimiento. Pero no necesariamente se mostraría este límite, haciendo difícil medir hasta qué punto un jugador podría tratar con más de lo que pudiese soportar.

Basándose en lo que sentía en su pierna derecha, Asuna creía que podría mantener esta posición otros diez segundos. Ella esperó el movimiento de Argo.

El vapor condensándose en la cúpula formo una gota que cayó al piso.

De nuevo, el vapor en los pies de Argo se disipó.

Esta vez ella cargó de frente, no por los lados. Era tan rápido que si ella se paraba normalmente, no habría chance de reaccionar. Asuna intentó interceptar a Argo con las hierbas, pero su oponente simplemente se deslizó hacia el costado de Asuna.

Repentinamente, el traje de baño amarillo se inclinó hacia la izquierda.

— ¡¿Mwah?!

El pie derecho de Argo se hundió en el agua. Esta era la trampa de Asuna, situar su pie en la bañera de modo que pareciese que se parara en suelo firme. Como esperaba, Argo pisó fuera del piso, metiendo su pierna en el baño.

“¡La tengo!”

Ella dirigió las hierbas hacia la naufragante Argo. No era una habilidad de espada, por supuesto, pero sería suficiente para ganar el duelo.

Pero en vez de hundirse en el agua, el cuerpo de Argo reaccionó de manera extraña, casi antinatural.

Una de las ramas de la hierba rozó suavemente el hombro del tankini. Asuna perdió el equilibrio y el impulso la hizo caer.

Cuando cayó en el esquinero de la bañera, Asuna no creía lo que veía.

Argo estaba corriendo sobre el agua.

Antes que su pie derecho comenzara a hundirse, se empujó a si misma sobre el agua con el izquierdo, y antes de este se hundiera, se empujó de nuevo con el derecho. Dio cuatro pasos a través del agua, salpicando con gran estrepito, antes de zambullirse de cabeza y eventualmente flotar en el agua.

— ¡...Nya-ja-ja-ja!

Ver a la agente de información reírse de corazón, con su cara asomándose sobre el agua, fue, de algún modo, extremadamente divertido para Asuna. Quien bufó y se unió a ella.

Luego de una buena docena de segundos de risa, ambas se pusieron de pie.

Argo caminó normalmente a través del agua para salir esta vez, lanzó el plátano a la bañera y se estiró con lujo.

— Mmm... Bien, eso fue divertido. ¿Supongo que ambas dimos un golpe y quedamos en empate?

— Uh... s-sí, claro –Asuna estuvo de acuerdo, soltando sus hierbas en el agua.

Luego de ver las olas de la bañera esparcirse, observó a Argo y preguntó–: Ehh...

¿Acaso la manera en que corriste en el agua fue el efecto de una habilidad...?

— Bueno... –comenzó Argo, manoseando sus rizos mojados y evitando su mirada–. Normalmente cobraría por esa información, pero no lo haré. No se trata de una habilidad, es el resultado de un largo y duro entrenamiento. ¿Recuerdas cuando usé aquellas sandalias flotantes en el río del cuarto piso?

— Si...

— Me divertí mucho con ellas, corrí en todos lados, y para cuando me volví buena en ello, fui al agua sin equiparlas. Bueno, me hundí al principio, por supuesto, pero cuando pude dar el primer paso sobre el agua... ¿Recuerdas intentarlo de pequeña en la piscina? La idea era que mientras pusieras el pie adelante, antes de que el otro se hundiera, sería como si estuvieras corriendo sobre el agua.

— T-tal vez intenté hacerlo...

— Bien, cuando se me ocurrió que quizá eso era posible aquí, ya no pude contenerme. Desde entonces he estado practicando en los ríos y bañeras enormes, hasta que pude dar alrededor de cuatro pasos. Supongo que podríamos llamarlo una ’Habilidad fuera del sistema’.

—......

Asuna no estaba segura de sí estar impresionada o exasperada por esto.

Eventualmente decidió preguntar:

— ¿Crees que podría hacerlo?

— Mmm, no lo sé. Yo fui capaz de hacerlo, así que no es que el sistema no lo permita... Pero podría ser difícil a menos que mejores todos tus puntos de Agilidad y tengas un avatar ligero como el mío. Con lo grandes que son...

— ¡N-No lo son! –gritó ella, cruzando sus brazos frente de sí. Argo contuvo la risa de nuevo y abrió su ventana de estado. Se quitó el traje de baño y lo envió a Asuna en una ventana de intercambio.

— Gracias por el traje. Te lo regreso.

— No... tómalo como pago por la información.

— ¿Estas segura? Bueno, gracias.

Argo canceló el intercambio y Asuna quitó su propio traje. Ella devolvió su frio cuerpo a la bañera y exhaló.

Una vez que la última célula de su cuerpo que ingresó en el agua cristalina se relajó, un pensamiento llegó de su mente como una pequeña burbuja.

“Estaba... disfrutando ese duelo”.

Bueno, ellas estaban usando un juguete de plátano y un atado de hierbas, y nunca pelearon en serio, así que no podría llamarse un duelo, pero eran dos jugadoras compitiendo. Y como mínimo, Asuna estuvo cien por ciento seria al intentar dar un buen golpe a Argo. Y Asuna nunca se amilanó. Ella disfrutó la emoción de la competencia.

— ¿...Tienes experiencia en batalla, Argo? -preguntó, mirando por encima para ver los bigotes de rata.

— Mm, realmente no. Y definitivamente no desde que nuestro pequeño juego comenzó.

— Bueno, para mi parecías muy acostumbrada a ello.

— ¿Eso parecía? Dado el As bajo la manga con el que viniste, tú parecías mucho más cómoda en batalla que yo, A-chan. Me engañaste muy bien.

Asuna agachó la cabeza, avergonzada por la mención de su espontáneo truco del pie fuera del baño.

— E-Esa fue solo una idea improvisada...

— No me estoy quejando. Realmente fue un buen truco. ¿Está bien si lo copio?

— P-Por favor hazlo, yo insisto.

— ¡Nee-jee-jee! Gracias. Bueno, creo que debo pagarte por la idea –ofreció Argo sonriente.

Antes que Asuna pudiera contestar, preguntó abruptamente:

— ¿Te asustan los duelos, A-chan?

Solo un verdadero buscador de información habría visto a través de Asuna más allá de su corazón.

—...Si, incluso si puedes decirlo. Solo lo intenté una vez, en este piso con Kirito.

De hecho, ni siquiera fui capaz de comenzar el duelo. La cuenta regresiva terminó, nos encaramos con nuestras armas, y mi cuerpo se rehusó a escuchar mis órdenes...

Pese a estar en un baño caliente hasta los hombros, ella sintió un pequeño frio bajar por su espalda y alrededor suyo en ese momento. Ella se abrazó a sí misma, tratando de explicar que pasaba en su mente en ese momento.

—...No era que tuviese miedo de Kirito. Él estaba muy serio, pero no de forma amenazante. Fui yo la que le pidió consejos en el PvP... y el duelo estaba en el modo de primer golpe, pero aun así me sentí aterrada. Y eso hizo que no pudiera dar ni un paso adelante...

Ella hundió su boca en el agua y soltó un suspiro. Las burbujas formadas por su aliento reventaron suavemente bajo su nariz, llenando sus fosas nasales con olores cítricos.

—...No digo que no entienda ese sentimiento. Pero un juego de pelea de espadas y un duelo real son cosas diferentes. Incluso en el modo de primer golpe, se pierde HP –propuso Argo. Asuna asintió, sacó su cara del agua y giró frente a la otra chica.

— Volviendo al tema... cuando vas sola en misiones de reconocimiento, puedes hacerlo por la velocidad increíble que acabas de mostrarme, ¿verdad? Puedes lidiar con un peligro por ti misma, con la confianza para evadir cualquier ataque que venga a ti. ¿Es lo que intentas decirme con este duelo?

— Cuando lo pones de ese modo, sueno segura de mi misma –dijo riendo la agente de información, luego se encogió de hombros–. Pero admito que una parte de mi sabe que si lo necesito, puedo huir de ahí. Solo tengo que ser más cuidadosa con donde piso.

Ella le guiñó un ojo a Asuna, quien frunció el ceño y preguntó:

— Pero tener esa extrema agilidad implica un valor de HP bajo, y no puedes equipar una buena armadura para protegerte, ¿verdad? ¿No te preocupa qué pasaría si el golpe de algún monstruo te alcanza o si quedas inmovilizada por una trampa...?

— Por supuesto que me preocupo –dijo la Rata, sonriendo de una manera más sincera que su usual risa burlona–. Me asusta perder HP. No puedes simplemente regenerarte como en la prueba Beta de Aincrad... si tan solo pensara en sobrevivir y nada más, me hubiera unido a un gran gremio y mejorado al máximo mi fuerza para ser un Tanque. De hecho, nunca haber dejado el pueblo de los inicios hubiera sido la mejor opción. Pero... tengo que darle mayor prioridad a lo que estoy

haciendo ahora que a mi propia supervivencia.”

— ¿Solo por qué eres una Beta Tester?

— Sí, pero no solo eso –Argo sonrió nuevamente y guiñó el ojo–. Lo siento, pero nada de esto te costará. Aun así, como agradecimiento por invitarme a este increíble baño, te daré una pieza de información sin costo alguno.

— Uh... b-bueno...

— Antes, dijiste que no necesitaba hacer este peligroso reconocimiento sola, que podría hacer como Kii-boy y unirme a la línea delantera.

Asuna asintió, y Argo levantó su dedo índice, moviéndolo de un lado a otro.

— Pero pienso que la razón por la que Kii-boy evita los peligros de aventurarse en solitario no es porque sea más seguro.

— Entonces... ¿Por qué?

— ¿No es obvio?

El dedo de Argo se movió en el aire hasta tocar la clavícula de Asuna.

— Es porque te tiene.

Capitulo 5                                                        Indice                                                           Capitulo 7