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progressive 4 capitulo 7

Capitulo 7
Scherzo of Deep Night

— Víspera de año nuevo... –dije a nadie en particular, acostándome en el pasto y mirando la base del piso siguiente, que tenía un tono azulino en estos momentos. La fecha era, en efecto, 31 de diciembre, pero el día aún estaba claro, la brisa no era particularmente fría, y no había ninguna casa que limpiar, así que no sentí que fuera fin de año. Cerré mis ojos e intenté recordar cómo había sido la víspera del
año pasado.

Quise participar en el evento de víspera de año nuevo del MMO que había estado jugando por ese entonces, pero según las ordenes de mi padre, quien había venido de vacaciones desde América, tuve que contribuir en la limpieza de la casa. Recordé lo extenuante que era limpiar el pequeño dojo de kendo en la esquina de nuestro patio, así que tuve que hacer una reverencia y evité a mi hermana Suguha, a quien ya casi nunca le hablaba.

Cuando regrese a la sala, cansado, mi madre ya había sacado pasteles mochi, que estaban muy sabrosos. Di por perdido el evento del MMO y me puse a ver la televisión con mi familia, comí los fideos de soba especiales para la noche, oí las campanas de medianoche, luego fui a un altar cercano para recibir la acostumbrada visita del año nuevo...

Abrí mis ojos, terminando el recuerdo.

Todo lo que vi fue una cubierta de roca y acero, asomando amenazadoramente unos 90 metros sobre mi cabeza.

¿Estaría mi familia en el mundo real limpiando la casa en este momento?

¿Suguha estaría luchando para limpiar el dojo sin mi ayuda?

Hace cincuenta y cinco días, cuando Kayaba Akihiko anunció el inicio de este juego de la muerte, nunca imaginé que pasaría la víspera de año nuevo en este mundo. No tenía idea de cuántos días en total tomaría completar los cien pisos de Aincrad. Y ciertamente no esperaba que casi dos meses después, ni siquiera habríamos vencido el quinto piso.

Asumiendo que mantuviéramos el mismo paso, aun estaríamos aquí para la víspera de año nuevo no solo del siguiente año, sino también el año después de ese. De hecho... ese era solo un cálculo esperanzador, si yo seguía participando en la línea delantera, probablemente no sobreviviría para ver la siguiente víspera de año nuevo.

Hasta ahora, una parte de mi sentía que si muriera combatiendo a los monstruos, no tendría remordimientos. Poco después de que el juego comenzara, dejé el Pueblo de los Inicios antes que nadie para usar mi conocimiento de la prueba beta y elevar mis posibilidades de supervivencia, pero eso no era todo. En cierto modo, tenía miedo de que otros jugadores se volviesen más fuertes que yo. Como un MMORPG cuyo sistema se basaba en los niveles, una vez que alguien te superara en nivel, no podrías alcanzarlo de nuevo. Estaba presionado por este miedo. Si quería permanecer como uno de los mejores jugadores, continuamente tendría que arriesgarme en las peligrosas luchas contra los jefes... era un pensamiento paradójico.

Sin embargo...

Hace dos días, me di cuenta que un nuevo motivo había aparecido conmigo. Incluso relajado en la seguridad del pueblo de los elfos oscuros, pensar sobre aquello hizo que mis entrañas se revolvieran ansiosamente. Cuando me apresuraba a atravesar el segundo sótano de las catacumbas bajo Karluin hasta las escaleras en busca de Argo la Rata, vi en la esquina superior izquierda de mi campo de visión que el HP de Asuna perdió repentinamente 10 por ciento.

Al principio, no tenía ni idea de cómo mi compañera temporal podría haber perdido HP mientras dormía en su habitación en Blink&Brink. La primera posibilidad que se me ocurrió fue que ella aceptó un duelo en la ciudad y estaba peleando. Pero era poco probable, dado que no subió ni bajó durante varios segundos.

Eso dejaba solo una respuesta. Asuna me siguió a las mazmorras. Tuve que sobreponerme al deseo de correr sin cuidado y me forcé a pensar donde podría estar ella.

Los monstruos más fuertes en el segundo sótano eran The Poisonous Moldy Mummy y Astral Mournful Wraith. Ambos eran engañosos, pero ninguno podría tomar esa cantidad de HP de Asuna, que estaba en el nivel 17, con un solo golpe.

Una vez que su HP no cambió después de eso, parecía más probable que se tratase de una trampa, no de un combate. Este laberinto no tenía trampas que causaran daño directo, lo que indicaba que tenía que ser una trampilla. Y la única trampilla estaba en una de las criptas justo al principio del segundo sótano.

Hubiera sido más directo bajar por la misma trampa para encontrarla, pero ya me había adentrado profundamente en el segundo sótano, y las escaleras estaban más cerca. En una carrera al tercer sótano, corté todos los monstruos que se me cruzaron, y corrí directamente hacia el área donde llevaba la trampilla.

Eventualmente detecté personas adelante, pero todo lo que vi fueron dos cursores desconocidos. Ambos eran color verde, pero me escondí por si acaso, acercándome al pequeño cuarto en la cueva hasta que vi a los dos hombres, que vestían capas negras.

Poco después, oí un chillido acerca de un Chivalric Rapier +5. Y tan pronto como vi el estoque plateado en sus manos, sentí que toda la sangre de mi cuerpo se congelaba y hervía simultáneamente, una sensación que nunca olvidaré.

La barra de HP de Asuna aún era visible para mí, pero no podía dejar de pensar que ellos le hicieron PK para obtener el estoque. Quizá el proceso de actualización de datos de HP se había retrasado, y cuando se actualizara, caería hasta cero instantáneamente. Mi cuerpo se estremeció con ese pensamiento.

En ese momento, al otro lado del cuarto dentro de la caverna, Asuna me vio salir y encarar a los hombres encapuchados, suponiendo que yo estaba alardeando, pero yo estaba serio. Cuando Asuna emergió abruptamente de su escondite y recuperó el estoque con una brillante estrategia, agradecí a un Dios que pensé que no existía en este mundo.

Entonces lo admití. La razón, el motivo por el que estaba luchando en la cima de las líneas delanteras, ya no era por el simple deseo de conseguir fuerza y superioridad numérica. Las palabras que convenientemente dije en las escaleras hacia el quinto piso hicieron eco en mi cabeza.

“¿Cuánto tiempo planeas seguir avanzando junto a mí?” –me preguntó Asuna.

Yo respondí tan pronto como las palabras llegaron a mi mente.

“Hasta que seas lo suficientemente fuerte como para no necesitarme”.

Para mi sorpresa, esa resultó ser una respuesta muy honesta. Yo quería que la esgrimista, de quien solo era compañero temporal, sobreviva hasta el final del juego... y quería hacer todo lo que estuviera en mi poder para que eso ocurra. Eso era lo que realmente sentía en este momento.

Se ella continuaba desarrollándose a este ritmo, Asuna indudablemente me superaría en conocimiento y habilidad en un futuro no muy lejano. El momento cuando “ella no me necesite” llegaría algún día. Cuando eso pase, yo no podría retenerla. A diferencia mía, ella tenía el talento para brillar en un grupo.

Eventualmente llegaría a ser una de las mejores jugadoras de este juego, capaz de liderar un gremio que nos liberaría de esta prisión.

Mi deber era protegerla hasta ese momento y darle toda la información que necesitaba saber.
Eso era todo, y nada más.

O eso me dije a mi mismo cuando me levanté del pasto y escuché una voz llamándome desde atrás.

— ¡El baño está listo para ti, Kirito!

Me di vuelta y vi a esa misma esgrimista subiendo una pequeña colina en el centro de Shiyaya. Cuando llego a la cima junto a mí, se dejó caer en el pasto.

Su capa roja, cuya capucha no estaba puesta, y falda de cuero eran las usuales, pero aún quedaban residuos del efecto de mojado en su largo cabello castaño, brillando debido al sol de mediodía. En ese momento, me tomó un fuerte deseo de tocarlo; por supuesto, no lo hice. En vez de eso, miré en dirección a la casa de baños y pregunté:

— ¿Dónde está Argo?

— Ella dijo que volvería a Mananarena. Pero te dejó saludos.

— Oh...

Justo entonces, la tercera barra de HP en la esquina de mi visión desapareció sin hacer un sonido. Argo se desconectó del equipo en cuanto salió del pueblo. La Rata no estaba jugando la campaña de la guerra élfica, así que la invitamos al pueblo para que consiga la información apropiada, y ella gastó casi todo su tiempo en el baño con Asuna.

— Ese fue un baño realmente largo ¿De que hablaron? –pregunte despreocupadamente. Por alguna razón, Asuna entro en pánico y desvió la mirada rápidamente.

— T-tu no deberías espiar las conversaciones de las chicas.

— Eh... ¿Así que Argo y Asuna se reunieron para tener una conversación de niñas?

— ¡Acabo de decirte que no espíes! Además, ¡¿qué quieres decir con ‘Asuna’?!

— L-lo siento, disculpa. Solo me sorprendió que...

— ¡Y tienes que saber que no estábamos en una ‘conversación de chicas’! –ella resopló, desplegando su ventana para revisar la hora–. Oh, es mediodía... si vas a tomar un baño, deberías darte prisa.

— Nah, esperare a la próxima vez, tenemos que ponernos en marcha...

Mire hacia el norte, hacia la torre del laberinto que surgía intimidante a dos o tres kilómetros. Asuna siguió mi mirada y asintió.

— Tienes razón, pero... ¿Crees que los de ALS están considerando asaltar al jefe de piso por sí mismos tan pronto?

— Oye, esa fue la información que conseguiste, Asuna –señalé.

— Lo sé, pero... –ella replicó, evadiéndome.

Como sospeché, Asuna había caído a través de la trampilla en las catacumbas de Karluin, lo que, para su desafortunada suerte, hizo que oyera un gran secreto el cual incluso Argo no conocía. Uno de los dos mejores gremios en el juego, el Aincrad Liberation Squad, liderado por Kibaou ‘Pinchos Locos’, iba a pasarse la esperada cuenta regresiva de fin de año luchando con el jefe de piso por su cuenta.

En este instante, los ALS y el otro gremio mayor, el Dragon Knights Brigade, deberían estar hospedándose en un pueblo llamado Mananarena, no muy lejos de Shiyaya. Ese pueblo estaba en el centro del piso, a medio día de viaje desde Karluin, pero a menos de dos horas si se usaba el túnel subterráneo. Así que esto es lo que comprendí, los gremios planeaban regresar a Karluin al caer la noche, preparar comida y música, y hacer la primera fiesta de año nuevo a las 9 de la noche.

Pero si ALS iba desde Mananarena directamente a la torre laberinto en el noreste, para desafiar al jefe y llegar al sexto piso; y eso terminaba siendo el resultado de los disturbios de la misteriosa pandilla de Morte, sería una situación que no podría ignorar.

Asuna, Argo y yo gastamos mucho tiempo la noche anterior discutiendo sobre cómo actuar frente a ese plan. Idealmente, los ALS se rendirían con respecto a su idea y se unirían a la fiesta de año nuevo en Karluin según lo planeado, pero ellos no eran del tipo que seguían de corazón un consejo bien intencionado. Lo más probable era que Kibaou se opusiera y nos interrogara:

— ¡¿Dónde escucharon esa información?!

También existía la posibilidad de que filtráramos los planes de ALS a los miembros de DKB, así ellos también desafiarían la torre...pero eso conllevaría a cancelar la gran fiesta.

La fiesta esperada había sido propuesta y planificada por los integrantes más relativamente pacíficos de los DKB como Shivata y Hafner, junto con los oficiales semejantes de ALS. Si era un éxito, ambos gremios deberían tener una mejor relación en el futuro. Eso era lo que Morte y su pandilla estaban tratando de prevenir, así que si la fiesta no llegaba a ocurrir, por lo menos una parte de su objetivo sería conseguido.

Suspiré, preguntándome lo que debíamos hacer, cuando escuché a Asuna susurrar:

— Si tan solo Kizmel estuviera con nosotros...

Desconcertado por esto, pestañeé y pregunte:

— Uh... ¿Por qué?

Con una cara completamente rígida, la esgrimista propuso un plan más bien inquietante.

— ¿No es obvio? Junto a Kizmel, podríamos derrotar primero al jefe del piso.

Entonces los de ALS no tendrían por qué adelantarse a los demás.

—...Uh...bien...ese es un buen punto –concordé vacilante al principio, luego me retracté y sacudí mi cabeza violentamente–. Ahora mismo, no, no es del todo una buena idea. Incluso con Kizmel, eso podría ser una locura.

Kizmel la caballero elfo oscuro, para nuestro agrado había visitado Shiyaya ayer. Pero desafortunadamente, de algún modo, el capítulo de la guerra élfica correspondiente al quinto piso era relativamente corto, así que después de algunas misiones pequeñas y una batalla con un oficial elfo caído, Kizmel se adelantó al sexto piso.

Recordando nuestra divertida pero corta travesía con ella, continué:

— Nosotros apenas pudimos derrotar al Hipocampo del cuarto piso con Kizmel, el Vizconde Yofilis, y un grupo de asalto entero. Y el quinto piso es un piso de transición, por lo que habrá un jefe más fuerte de lo usual...

— Oh... ¿qué tipo de jefe era en la prueba beta?

— Era un golem gigantesco, el guardián de las antiguas ruinas. Sin embargo, el jefe de campo en las catacumbas era completamente diferente al jefe de la prueba beta, así que podrían haber cambiado completamente al jefe de piso también. No lo sabremos hasta que vayamos allá...

— Buen punto, hablando de eso –Asuna, mirando pensativamente en dirección a la torre, preguntó–. ¿Los de ALS no han completado las misiones de jefe, o si? ¿Además quieren desafiar al jefe de piso en su primer intento sin ninguna ayuda de las guías estratégicas de Argo? ¿De dónde obtienen confianza para intentar esto...?

Las misiones de jefe eran una serie de búsquedas relacionadas con el jefe de cada piso. Completarlas implica darte pistas sobre la categoría del jefe, fortalezas, y debilidades. Pero ya que estas misiones tenían una historia complicada, y ofrecían pocas recompensas, los gremios mayores, ALS y DKB preferían esperar que se publicara esta información, en otras palabras, esperaban a que Argo publicara la respectiva edición de su guía estratégica con los datos relacionados al jefe.

Asuna y yo habíamos estado tan ocupados con la campaña de la guerra élfica que no habíamos tomado parte en las misiones de jefe todavía, así que no podíamos actuar con arrogancia respecto a ello. Pero Asuna tenía razón en que los ALS estaban siendo imprudentes. Incluso si un espía de la pandilla PK los estaba incitando, necesitábamos descifrar que es lo que hacía que este plan fuera aceptado por ese grupo...

— Hmm. ¿Conocemos a alguien en ALS que sepa lo suficiente para darnos más información? –pregunté, Asuna lucía pensativa.

— Creo que no. La mayor parte del actual grupo de la delantera se formó a partir del grupo de asalto de Diavel en el primer piso, ¿verdad? Desde que él murió en esa batalla, Lind tomo el liderazgo y creo el gremio DKB. Luego Kibaou se resistió al sistema de jerarquías del grupo de Lind y formó el gremio ALS, cuyo sistema se basaba en la solidaridad... Dada esa historia, los miembros de DKB sienten que ellos son ‘el grupo original’ mientras pareciera que los miembros de ALS son los
oprimidos que deben aferrarse al mandato de DKB.

— Ya... Así que es como la mayoría y la minoría en los partidos políticos –apunté, impresionado. Pero la expresión preocupada de Asuna seguía presente.

— Solo que la diferencia de fuerza entre ambos gremios es mínima. En ese sentido, ALS está trabajando muy duro. El problema es que tú y yo somos, más que nada, miembros del grupo de Diavel. Y parece que los de ALS piensan que nosotros estamos a favor de DKB.

— Uh... ¡¿Qué?! ¿Quién creería que apoyamos a DKB? –sacudí mi cabeza, boquiabierto–. De hecho, siguiendo esas líneas, ¿no sería Kibaou considerado parte del grupo de Diavel? El realmente parecía admirarlo, de hecho.

Como dije, recordé la escena de la primera reunión estratégica que tuvimos en Tolbana en el primer piso. Era 4 de Diciembre, aún no había pasado un mes completo, pero ahora parecía un recuerdo muy distante.

Un joven de cabello azul parado en el borde de una fuente, con una armadura de plata brillando frente al sol poniente, con una cálida sonrisa.

“¡Mi nombre es Diavel y en mi corazón soy un caballero!”

Con ese gran saludo, Diavel conmovió los corazones y las mentes de los jugadores presentes. Y cuando se encontró con una heroica y fatídica muerte peleando contra Illfang the Kobold Lord, el jefe del primer piso, sin importar las circunstancias, el caballero Diavel se convirtió en algo como una figura sagrada para los jugadores de la línea frontal.

Asuna le puso voz a mí opinión diciendo:

— Pienso lo mismo. Kibaou realmente respetaba a Diavel... así que él cree que Lind está tratando de seguir los pasos de Diavel, liderando a los DKB para sus propios propósitos.

— Si, puede que estés en lo cierto. Desde esa primera reunión, Kibaou demostró su furia contra los antiguos Beta Testers. Estoy seguro que él no soporta la idea de que un pequeño porcentaje de jugadores esté monopolizando los mejores recursos como en otros MMO, ahora que SAO se ha convertido en un juego de la muerte, en cierto sentido, puedes ver por qué no podemos estar junto a los DKB, dadas las extremas diferencias en cómo tratan a sus oficiales y a los miembros normales...

— Ya –Asuna asintió, mirando las nuevas botas que llevaba puesta. Eran las botas mágicas que había recibido como una de las recompensas del Vizconde Yofilis.

Esos eran ítems que cualquiera podía ganar si seguía la campaña de la guerra élfica, así que no era un verdadero monopolio, pero había un claro conflicto entre el esquema de desarrollo paulatino del grupo élite y la idea de Kibaou de la redistribución de recursos.

Inconscientemente, moví mi mano hacia la rodilla de Asuna para desviar su mirada de las botas.

— Es verdad que la declaración de Kibaou sobre compartir lo que ganamos equitativamente, ya sea información o ítems, tiene algo de mérito. Ahora que este juego es mortal, el recurso más valioso es la vida de cada jugador. Así que solo tiene sentido priorizar su protección, pero en una situación extrema como una pelea contra el jefe, es imposible que trates tu vida y la de los otros igualmente.

Primero, te proteges a ti misma, luego al jugador más cercano... es por eso que quiero que pongas tu mayor esfuerzo en mantenerte a salvo, Asuna. Y eso incluye equiparte con armadura de alto nivel.

— Si.

Ella asintió tímidamente, luego aclaró su voz.

—Lo entiendo, no tienes que presionar tan duro. Resulta que me gustan estas botas, no pienso dárselas a nadie más.

— Bueno –dije, aliviado. Luego noté que estaba sujetando firmemente una de las contorneadas rodillas de Asuna.

— ¡Wuhoah! –chillé, quitando mi mano a la velocidad de la luz y ocultándola en mi capa–. ¡L-l-l-lo siento! No lo hice para obtener un toque ni nada. Eran tus botas...

— ¿Qué hay con mis botas?

— Estaba tratando de...tocar tus botas...

— ¡Es lo mismo!

Retiré mi argumento, apropiadamente regañado, y afortunadamente Asuna no dejó que eso la distrajera del tema principal.

— De todos modos, desde el punto de vista de los ALS, nosotros somos los objetivos a corregir. Dudo que cualquiera de ellos nos revele fácilmente información importante de su gremio. Actualmente... Espera un segundo... –ella frunció el ceño, luego fijó su mirada en mí.

— No fueron solo los miembros del DKB quienes planearon la fiesta de esta noche, ¿o no?

—Creo que si... Shivata y los DKB dirigieron la planificación, pero el objetivo era que ambos gremios se acercaran, así que algún miembro de ALS iría a cooperar, me imagino –dije, recordando el mensaje instantáneo que Agil nos envió hace cuatro días.

Asuna acercó su cara.

— ¿Así que puede que esa persona de ALS nos hable? Digo, la gran fiesta que ellos planean podría ser arruinada por este engañoso plan del jefe, ¿cierto? Puede que sea su gremio, pero ellos no pueden estar contentos con eso.

Estaba recordando la nota acerca de “invitar a mi compañera” al final del mensaje de Agil, así fue que, un segundo más tarde, finalmente procesé lo que Asuna decía.

Di un golpe a mi rodilla.

— Ah, buen punto... si su anterior plan del jefe era forzado por los miembros más estrictos, entonces la fiesta planeada podría ser anulada. Ellos deben tener sus propios pensamientos sobre esto... pero entonces... –me detuve.

— ¿Pero entonces qué? –Asuna preguntó, sospechando. Evité su mirada, arrancando hebras de pasto. Cuando continué mi opinión, fue en un tono más oscuro.

— A menos que esté pensando demasiado sobre esto... la fiesta puede que haya sido parte del plan. Si ellos propusieron un evento de víspera de año nuevo para distraer a los de DKB y mantenerlos en la ciudad, eso podría darles una mejor oportunidad para adelantarse. Si ese es el caso, entonces no obtendremos ninguna información del chico de ALS. En vez de eso, levantará sospechas, y las cosas
empeoraran...

—...

Asuna no respondió inmediatamente, su mano izquierda empezó a arrancar el pasto frente a mí, iniciando una pequeña competencia. Las plantas pequeñas como el pasto no eran tratadas como ítems por el sistema. Así que se desvanecían en cuanto uno las soltara, pero no desaparecían del suelo tampoco, por lo que también podríamos arrancarlas indefinidamente si quisiéramos.

Durante al menos un minuto, jalamos y arrancamos hojitas de hierba, hasta que Asuna finalmente habló.

—...No quiero imaginar que los de ALS lleguen hasta ese punto. Ese tal Morte del tercer piso de las catacumbas era definitivamente un espía dentro de ALS.

Incluso si él está agitando las cosas en el grupo de avanzada para adelantarse, debe haber planes en el gremio que prefieran tener relaciones pacíficas con los DKB.

Ahora era mi turno de quedarme en silencio.

Con toda honestidad, mi teoría y la de Asuna podrían ser ambas ciertas. Si el plan era un secreto de los extremistas, podría haber ocurrido a las espaldas de los que hacían de apaciguadores.

Pero no importaba cuánto pensáramos acerca de la situación, ello no nos darían respuestas. Definitivamente, todo se reducía a si creíamos o no en el buen corazón de los jugadores de SAO.

Sabía que no tenía derecho a pensar en ello. El día que SAO empezó, cuando el discurso de bienvenida de Kayaba terminó, fui el primero en correr fuera del Pueblo de los Inicios. Ya que no podía imaginar un futuro en el que diez mil jugadores se agruparan como uno para terminar el juego. Intenté hacerme más poderoso, de modo que pudiera evitar la malicia de algunos tipos desconocidos.
Pero Asuna era diferente. Ella no tomó su espada y dejó la seguridad del pueblo para ser más fuerte que otros. Después que comimos un pan negro con crema batida en los suburbios de Tolbana, le pregunté la razón por la que había dejado el Pueblo de los Inicios.

“Quiero ser yo misma. Si tuviera que esconderme en la ciudad y consumirme, preferiría ser yo misma hasta el final”.

Asuna estaba luchando contra sí misma. Ella creía en su propia fuerza y estaba tratando de probar su existencia. Ella irradiaba esa fuerza ahora, brillando por encima de mí que estaba sentado a su lado.

—...Vamos a preguntar –dije, soltando el pasto, sentí que Asuna me miraba. Yo también miré hacia sus ojos café avellana, sintiendo la poderosa luz que irradiaban, y continué–. El plan de los ALS de ir contra el jefe es muy arriesgado, y aunque tengan éxito, ello creara un gran conflicto entre ellos y los de DKB. Si hay alguna oportunidad de que podamos detenerlos, deberíamos actuar, empezando por
pararnos. Y si él pudiera vernos ahora, estoy seguro que Diavel nos regañaría...

—...Tienes razón –dijo Asuna, y una sonrisa apenas imperceptible se dibujó en sus labios. Pensé que la había oído decir “gracias”. Me quedé parado sin saber cómo reaccionar, y junté mis manos a modo de aplauso

— En ese caso, ¡volvamos a Mananarena para almorzar!

— Claro. Pero... ¿Cómo identificaremos al miembro de ALS responsable de planear la fiesta? –pregunto Asuna mientras se ponía de pie, alisando su falda de cuero.

Sonreí.

— Podríamos pedir la ayuda de Argo, pero ella probablemente está completando las misiones de jefe ahora... tendremos que hacerlo a la antigua.

Como todo pueblo élfico, Shiyaya estaba lleno de agua y áreas verdes. Al contrario, Mananarena era un lugar polvoriento construido sobre los restos de una mina antigua. Las casas y tiendas parecían flanquear un camino depresivo que se extendía sobre la tierra y llegaba a la entrada del laberinto en lo más profundo de la mina. Ahí había minerales, fósiles, y una gran variedad de reliquias, pero por ahora, Asuna y yo nos dirigíamos al restaurante más grande del pueblo.

Si manteníamos el paso en el camino en espiral descendente, eventualmente llegaríamos a nuestro destino, pero estábamos apurados y usamos todo tipo de atajos. A la mitad del descenso, un edificio que desprendía música vivida y olores agradables entró en nuestro campo de visión.

La fragancia de la carne cocinándose golpeó directamente mi estómago vacío, pero primero tuve que revisar el interior a través de la ventana. Como esperaba, el lugar estaba lleno de jugadores, y la mayoría eran miembros de DKB. Los ALS deberían estar en el pueblo, también, pero probablemente estaban reunidos en otro restaurante.

Lo que podía afirmar mientras miraba a hurtadillas era que, los DKB parecían alegres. Incluso a través de la ventana, el choque de jarras, felicitaciones, y risas ásperas eran obvias. Las grandes ganancias de dinero y experiencia obtenidas en las mazmorras, y la emoción por la fiesta que se acercaba traían esa sonrisa a sus rostros.

— Creo que nunca vi a Lind y a los demás sonreír así... –dijo Asuna. Miré a la mesa en el centro del restaurante.

El hombre a la cabeza con el cabello azul amarrado hacia atrás y con su jarra en el aire era sin duda Lind, líder de los DKB. El hombre más reconocido por la siempre presente expresión desaprobatoria en su mirada estaba con una gran sonrisa.

— Puede que alguien le haya echado una maldición que lo mantenga sonriente –sugerí. Asuna me dio un codazo.

— No es momento para hacer chistes tontos.

— Sí, madame.

Desvié la vista de Lind y seguí revisando la habitación, y encontré a la persona que buscaba. Un hombre alto y delgado que pedía su orden a un NPC en el mostrador, aparte del resto del grupo: Shivata.

— ¡Aquí vamos!

Abrí mi menú y lo moví a la etiqueta de mensajes, escribí un mensaje instantáneo para el jugador llamado Shivata, y lo envié.

Al otro lado de la ventana, Shivata reaccionó instantáneamente, dándonos la espalda, revisó su menú, luego miró alrededor disimuladamente. Y cuando me vio mirándolo a través de la ventana, mostró una cara de obvio descontento, pero se alejó del mostrador, dijo algo a uno de los otros miembros, y salió.

Mientras el hacía eso, Asuna y yo nos alejamos de la ventana y fuimos a la sombra de los edificios.

— Por acá –lo llamé silenciosamente, y Shivata caminó hacia nosotros sin bajar su velocidad. Cuando pasó junto a nosotros, escuché un apenas perceptible “síganme”, y dejamos que él fuera adelante mientras lo seguíamos a la distancia.

Shivata caminó cien o doscientos pasos subiendo por el camino en espiral, luego fue a un edificio vacío, abrió la puerta y entró. Una vez que estuvimos seguros que no había otros jugadores alrededor, abrí esa misma puerta y entramos a su interior oscuro

Tan pronto como Asuna cerró la puerta tras de mí, una voz que desprendía cien por ciento irritabilidad gritó desde la oscuridad

— ¡¿A que están jugando?!

Apoyándose contra la pared y con sus brazos cruzados estaba Shivata, sus cejas estaban fruncidas en una posición imposible en la vida real. Asuna me empujó adelante y susurró:

— ¿Qué clase de mensaje le enviaste?

— Uh... solo pregunté cual miembro de ALS estaba encargado de planear la fiesta con ellos...

— ¿Y es por eso que él esta tan enojado? ¿No pusiste nada especialmente insultante aparte de eso?

— ¡N-no lo hice! Creo.

Como si nos hubiera oído, las cejas de Shivata comenzaron a cambiar su ángulo.

Primero como una V por la enorme furia, luego fue una raya horizontal y terminaron en una posición inversa de preocupación.

—...Ustedes... ¿Ustedes no me contactaron porque sabían de mí y mi socio? – preguntó él.
Fruncí el ceño.

— ¿Socio? Lo que sabemos es que la fiesta de esta noche fue planeada en conjunto por ustedes y los ALS, pero nada más...

Por alguna razón, Shivata cerró su boca con las manos, pareciendo culpable.
Sus ojos empezaron a recorrer suspicazmente el cielo, y se aclaró la voz unas cuantas veces

No tenía idea de por qué el oficial de los DKB necesitaba reaccionar de manera tan irrazonable, pero Asuna se dio cuenta de algo.

— Oh-oh –ella sonrió, satisfecha. Dio un paso al frente quitándose su capucha.

— Todo está bien, Shivata Nosotros solo queremos saber cómo fue planeada la fiesta. Si tan solo nos lo cuentas, no averiguaremos nada más, y no le diremos a nadie lo que vimos aquí.

Eso pareció calmar a Shivata, pero las sospechas que tenía no desaparecieron completamente. El hombre alto se inclinó hacia adelante y gruñó:

— ¿Cómo puedo estar seguro de eso?

— Nosotros solo queremos que la fiesta prosiga como fue planeada. Ahora, solo como suposición... ¿quizá has recibido un mensaje del chico de los ALS?

— ¿C-cómo lo supieron? –preguntó, aturdido.

Asuna dio un paso más al frente.

— Te ayudaremos a solucionar el problema, así que ¿podrías darnos más detalles? Junto con el chico de los ALS, si es posible...

Me asusté un poco, pensando que ella iba demasiado lejos, pero las características atléticas de Shivata solo se torcieron con indecisión. Gruñó:

— ¿Están seguros de guardar nuestros secretos?

— Lo juro por mi espada –Asuna replicó teatralmente, lo cual pareció sorprendentemente efectivo en Shivata. El asintió, aceptando su derrota y abrió su ventana.

Mientras el miembro de los DKB pulsaba comandos en su ventana, me incliné hacia Asuna y pregunté:

— ¿Qué es lo que acaba de pasar?

La esgrimista ahogó una risita con aire de satisfacción y susurró:

— Pronto lo sabrás.

Sin embargo, cuando la puerta se abrió de nuevo tres minutos después y un diminuto miembro de los ALS entró, aún no había obtenido respuesta.

Él probablemente era un tanque, equipado con una armadura completamente hecha de acero, lo cual era raro en un piso tan bajo, y un pesado yelmo que cubría completamente su cabeza. Una maza de mango largo estaba colgada en su espalda.

Incluso en el pueblo, la visera de su casco estaba bajada, para que su rostro no se pudiese ver.

Si nuestras malas sospechas eran ciertas, este hombre era un saboteador de los ALS y estaba actuando teatralmente para después engañar a Shivata. En el peor de los casos, él era el segundo compañero de Morte, infiltrado en ALS. De hecho podría haber sido el hombre con el que Morte se reunió en las catacumbas.

Si ese era el caso, ahora mismo él podría comenzar a oscilar su maza. El hombre miró en nuestra dirección y yo me puse en modo de alerta, luego se volvió hacia Shivata.

— ¿De qué se trata, Shiba?

Las palabras del hombre se distorsionaron por el efecto metálico de la visera cerrada, así que no pude reconocer si fue el mismo hombre encapuchado de hace unos días.

Shivata se rascó la cabeza mientras daba una excusa.

— Lo siento por llamarte así. Pero ellos dijeron que quieren ayudar con la fiesta.

Además... creo que la esgrimista lo descubrió.

Miré a Asuna, incrédulo, pero aun no tenía idea de lo que había descubierto. El hombre de la armadura se volteó hacia Asuna, haciendo que la armadura sonara.

— ¿En serio? ¿Cómo puedes afirmarlo?

Asuna mostró una sonrisa y dijo:

— Desde el momento en que Shivata actuó. Fue obvio.

—......

Después de un largo silencio, la visera metálica chirrió en dirección a Shivata.

— Te lo dije, dejas que tu cara demuestre demasiado, Shiba.

— N-No puedo evitarlo. El NerveGear tan solo codifica tus emociones y las va mostrando abiertamente.

— Entonces deberías llevar un casco que te cubra la cara, como yo.

— Déjalo así, sabes que no puedo...

Cuando escuchaba la conversación entre Shivata y el hombre de la armadura, un sentimiento indescriptible comenzó a invadirme. Tire de la capa de Asuna.

— Oye... ¿Qué está pasando aquí...?

Pero la esgrimista solo me dio una sonrisa, dio un paso al frente y lo dijo al hombre de la armadura:

— Escucha, no quiero hacerles daño. Nosotros estamos velando por el bien de la fiesta de esta noche, y sabemos que hay un problema en ALS. Solo queremos saber más sobre ello de modo que podamos ayudar a solucionarlo.

—......

Después de cinco largos segundos de silencio, el hombre finalmente asintió con la cabeza.

Alzó su mano derecha, cubierta con un guante pesado, y abrió su ventana. Puso su dedo en la ranura de equipo y dio unos cuantos golpecitos.

El yelmo se desvaneció con una lluvia de destellos de colores.

Lo que emergió fue cabello anaranjado pulcramente cortado por encima de la cejas y las hermosas y delicadas facciones de una chica.

“De ninguna manera se puede juzgar el género del avatar de SAO tan solo por las facciones. Así que no puedes estar seguro de que un chico no lucirá así...”

Ese pensamiento fue suprimido por el lindo sonido de una voz femenina totalmente distinta al eco metálico que había escuchado antes.

— Les creemos. Y-yo tengo mucho respeto por ti, Asuna. Además, Shiba y yo pusimos mucho esfuerzo en esta fiesta, y queremos que sea un éxito.

La expresión de Shivata se transformó tanto que debió haber sido acompañada de un coro angelical.
Así que de eso se trataba. El hombre de la armadura de ALS era en realidad la chica de la armadura. Y ella y Shivata eran más que desconocidos, aunque no era claro cuando comenzaron...

— ¡¿Qué demonios?!

Todo lo que pude hacer fue poner las manos en mi cabeza y gritar.

La chica, cuyo nombre era Liten, se sentó en una vieja silla, completamente equipada con su armadura a excepción del casco.

Shivata se sentó junto a ella, y Asuna y yo tomamos asiento frente a ellos. Las sillas habían estado abandonadas por tanto tiempo que uno se preocuparía por sí podrían soportar su peso, pero los muebles de las casas NPC eran en esencia invulnerables, así que el peso de una persona no era suficiente para romperlas.

Me incliné hacia la mesa igualmente desgastada e hice la primera pregunta.

— Entonces... Liten. ¿Cuánto tiempo has estado en ALS?

— Diciembre veintidós –dijo ella al instante, su cabello anaranjado se tensó.

Consulté mi calendario interno.

— Así que el día después que el cuarto piso fue abierto... ¿Tú te enlistaste? O...

— Fui reclutada. Debido a esto.

Liten hablo sinceramente, mirando hacia abajo hacia la armadura que cubría su cuerpo.

Ya había pensado que ese tipo de armadura que ella llevaba era bastante raro para el cuarto o quinto piso. Las tiendas NPC no venderían el set completo, y no podía pensar en ningún monstruo que lo soltara como recompensa.

Lo cual quería decir que fue un objeto forjado, pero ello era un trabajo muy difícil para un NPC o cualquier jugador con el oficio de herrero y la habilidad de producir armaduras similares. Tan solo con ver la lista de ingredientes necesarios haría que cualquiera se rindiera.

Coleccionar materiales metálicos comenzaba con extraer minerales de las canteras o las paredes de cuevas con una piqueta o cualquier objeto parecido.

Una vez que el inventario de los jugadores estuviera lleno de pesados y voluminosos minerales, ellos debían regresar con un NPC para forjarlos en placas o lingotes de metal, eran necesarias dos unidades de cualquier material para hacer una placa, y seis para que se forme un lingote.

El ‘Hierro’ en Aincrad era lo mismo que el hierro en la realidad, tan solo un rango por encima del bronce en cuanto a calidad. Pero los lingotes de hierro podían usarse para hacer valiosos lingotes de acero. Era un proceso simple fundir lingotes de hierro, pero la eficiencia era muy baja; requería cuatro lingotes de hierro para hacer un lingote de acero, considerando las cuatro veces que cada lingote de hierro era hecho.

Y crear un set completo de armadura pesada de acero requería al menos sesenta lingotes de acero. Eso significaba 60 x 4 x 6 minerales de hierro, o... 1440 en total. No podía imaginar cuantos días tomaría recolectar esa cantidad de minerales. Si las cosas no habían cambiado desde la beta, lo máximo que un podía extraer de cada depósito de minerales eran diez unidades, y en los pisos más bajos, los depósitos eran pocos y lejanos entre ellos. Así que la opción de la herrería parecía
quedar descartada. Entonces ¿cómo obtuvo Liten esta armadura?

Sin embargo mi sospecha fue rotundamente aplastada por la primera voz femenina que oía en años y que no perteneciera a Asuna o a Argo.

— Esta armadura fue hecha por un jugador, por supuesto, no yo.

— ¿E-en serio? ¿Eso quiere decir que recolectaste varios cientos de minerales de hierro? ¿Cuánto tiempo te tomo, si no te importa decirme? –dije, consternado.

Liten solo sonrió y sacudió su cabeza.

— No tiene que ser tan educado conmigo, Kirito. Ya que es uno de los veteranos en las líneas delanteras.

— Eh, claro...

Miré a su lado, donde Shivata inclinaba su cabeza, su expresión indescifrable se resquebrajaba para revelar otras emociones.

— Sí, está bien. Tú y yo estamos en iguales condiciones, así que no hay por qué ser tan formales cerca de Licchan... digo, Liten.

— B-bien, si insistes...

En realidad no quería dejar de molestarle acerca del nombre que casi le da a ella, pero mi sentido de decencia prevaleció.

— Así que yendo al punto principal... –mencioné.

Liten apretó sus labios por un momento, luego dijo en una voz grave.

— Bien, esto es algo que solo le he dicho a Shiba, así que apreciaría que ustedes lo mantengan entre nosotros...

— Por supuesto. Esa fue nuestra promesa desde el principio –intervino Asuna.

Yo asentí. Satisfecha, Liten continuó su explicación.

— Hace alrededor de un mes yo dejé el Pueblo de los Inicios. Por supuesto, era mi primera vez jugando un VRMMO, pero ya había jugado antes algunos juegos online, así que no quería solo esperar en un pueblo a que alguien más terminara el juego. Quería unirme a la lucha para ayudar. Fue un comienzo tardío comparado con Shiba y Asuna, pero ya había escogido la habilidad de Armadura Pesada justo después que el juego comenzara, y fue un gran desafío reunir las partes de mi
armadura...

— ¿Entonces siempre pensabas ser un tanque? –preguntó Asuna.

Liten contestó inmediatamente:

— Si. Casi siempre ocupaba un rol defensivo en los otros juegos. Cazaba jabalíes y similares a las afueras del Pueblo de los Inicios, y cuando finalmente conseguí una cota de cobre de una tienda, creí que finalmente daría el siguiente paso. Pero luego vi que no había equipos que me aceptaran. Sé que no podía hacer nada en cuanto a eso, pero no dejaba de escuchar que ellos no podían creer que una mujer fuera un tanque.

— Aunque no tenía nada que ver con tus habilidades de pelea –añadió Asuna, encolerizada.

Los ojos de Liten se estrecharon.

— Debería habérselos dicho, pero en lugar de eso me puse muy terca y dije que iría a la línea frontal como un tanque solitario y comencé a recolectar minerales para mi armadura y para subir niveles.

— Sé que los tanques tienen gran fuerza, y por lo tanto gran capacidad de carga, pero recolectar mil unidades de mineral todavía es un gran trabajo –comenté impresionado, pero Liten miró hacia abajo por alguna razón. Mientras tanto, Shivata le susurró que no tenía que decirlo si no quería, pero la chica sacudió su cabeza.

— Si, recogí por mí misma todos los minerales para esta armadura. Como acabas de decir, tuve que recolectar por lo menos mil quinientos minerales de hierro. Pero... no es algo para estar orgullosa después de todo.

— ¿A qué te refieres? –preguntó Asuna en un tono gentil y calmado que quería compadecerla, un tono que casi nunca había escuchado.

— Estaba subiendo niveles cerca de Marome en el segundo piso –continuó Liten–.
Encontré un depósito de minerales en un pequeño valle, así que cambié mi maza por una piqueta y comencé a escarbar como siempre. Normalmente conseguía siete u ocho unidades, pero ese depósito no dejaba de producir sin importar cuantas veces escarbara. Al principio solo pensé que había sido suerte, y estaba muy emocionada, pero eventualmente me asusté... Para cuando había sacado más de
cien unidades, finalmente lo entendí. Se trataba de...

— ¿Un bug infinito? –pregunté, aturdido. Liten asintió con la cabeza. Asuna lucía confundida, así que lo expliqué–. Se trata de un bug en el programa que causa que los monstruos o ítems se regeneren más allá del límite establecido. Nunca había escuchado que había uno en SAO... pero supongo que todo es para beneficio de ellos...

— Oooh... así que se podría recolectar minerales en el mismo deposito tanto como uno quisiera. Sería como ganar la lotería o algo por el estilo –dijo Asuna inocentemente. Los demás arrugamos nuestras expresiones. Shivata habló como el representante de los jugadores veteranos.

— No es tan simple, Asuna. Aprovechar ese tipo de bug es considerado glitching, y que lo uses o no para tu beneficio es decisión tuya. Pero en un MMO, si un moderador se da cuenta de ello, ellos pueden reestablecer tus estadísticas o incluso expulsarte.

— Entonces Liten... ¿No lo abandonaste? Quiero decir, tienes la armadura, después de todo...

La chica agito su cabeza de arriba hacia abajo afirmando.

— Si... estaba indecisa, pero no pude detenerme. Con un suministro infinito de hierro, podría pasar de una armadura de hierro a una de acero. Era todo lo que podía pensar...

— No te culpo, si yo me encontrara en tu situación, me enviciaría extrayendo recursos –la reconforté.

— ¡Yo también lo haría! –dijo Shivata en un tono extrañamente competitivo.

Preparándome a mí mismo para enfrentar la mirada fija que Asuna me daría, pregunté:

— Y, bueno, solo por curiosidad, ¿ese punto de producción infinita aún está activo?

— No... –dijo Liten, sacudiendo su cabeza a los lados–. Continué extrayendo minerales por alrededor de treinta minutos, hasta que de pronto la textura rocosa pareció fallar. Volvió a la normalidad de inmediato, pero ya no salieron más minerales.

“¿Así que los desarrolladores se dieron cuenta del bug y lo corrigieron? Digo, si hay alguno trabajando ahora...” –me pregunté.

Shivata se encogió de hombros.

— Bueno, el bug fue corregido, ¿entonces cuál es la otra posibilidad?

— Pero nadie del personal de Argus puede entrar en los servidores de SAO ahora, ¿cierto? La única persona con derechos de administrador es Kayaba Akihiko...

— Entonces fue Kayaba quien lo corrigió.

En este punto, no tenía fundamentos para negar eso. Murmuré que posiblemente él estaba en lo cierto y volví al tema.

— Mencionando que hayas hecho tu armadura de los minerales que obtuviste ahí. Me sorprende que pudieras cargar más de mil unidades, aunque... recuerdo que el mineral hierro tarda bastante en descomponerse, pero aun así, debe ser una tarea titánica, ¿verdad?

Liten negó con la cabeza otra vez.

— No... no lo llevé todo por mí misma. De hecho, incluso después de llevarlo al pueblo, no cabría en el depósito de la posada...

— Oh, buen punto...

Si uno alquilara la habitación de una posada, esta tendría incluido su propio cofre, el cual podría ser usado para almacenamiento externo, pero los que había en las posadas más baratas tenían un tamaño más pequeño. Por supuesto, eso era suficiente para el equipamiento extra, comida y pociones, pero no tanto como para cientos de minerales de metal. El almacenamiento de los minerales pesados era un
problema para todo el mundo y el primer gran desafío para cualquier jugador que quisiera ser herrero.

— En ese caso, ¿qué hay de llevar un horno portátil al punto de recolección y fundir los minerales ahí mismo? Se podría llevar una cantidad mayor en forma de lingotes. Y si eso no fuera posible, podrías ir directamente con un herrero NPC para hacer el trabajo –sugirió Asuna.

Ya había probado esa idea en la prueba beta, un agradable recuerdo de mis primeros días de prueba y error. Expliqué porque no serviría:

— Desafortunadamente, los hornos portátiles solo se pueden usar para forjar el equipo y mejorarlo. Los lingotes requieren un taller completo de herrería para ser forjados. Tú podrías llevarlos a algún jugador herrero, pero eso podría causar un problema si otros jugadores te ven. Un jugador combatiente que lleva muchísimo mineral para su fundición es prácticamente aviso y prueba de que hay bastante de ese mineral en las afueras del pueblo...

— También temía eso... ya que ocurrió justo durante el gran alboroto causado por el ‘Fraude de Fortalecimiento’ en el segundo piso, así que estaba preocupada por si había personas peligrosas siguiéndome –admitió Liten. Parecía que esto era nuevo para Shivata, quien había perdido su arma principal en ese incidente. Él la miró, preocupado.

— Licchan, hubo muchas cosas que salieron a la luz con ese fraude, y no puedo entrar en detalles, pero los jugadores que hicieron eso no eran malas personas.

Ellos se disculparon con las víctimas y les indemnizaron las pérdidas, así que ya no hay más chicos malos.

— Oh...gracias por contármelo, Shiba.

Si yo fuera un niño de primaria, probablemente hubiera salido con chismes y burlas diciendo:

— ¡Oigan, chicos, si el ambiente entre ustedes se sigue calentando, el Polo Sur se va a derretir! –pero yo era un chico que ya estaba en el tercer año de secundaria y necesitaba ser más maduro que eso.

Tristemente, ya había sido probado que las palabras de Shivata eran falsas. Tal vez esto solo lo sabíamos Asuna y yo en toda la línea delantera, pero existía un grupo de verdaderos chicos malos, una pandilla PK que trabajaba desde las sombras. El objetivo de esta reunión era organizar las acciones para enfrentar los planes de Morte.

Quería ir directamente al tema, pero aún no estaba seguro si Liten era absolutamente confiable. Fue una sorpresa que ella fuera una jugadora, además de su relación con Shivata, pero eso trajo sus propias sospechas a la mesa. No quería pensar sobre ello, pero no podía descartar la posibilidad de una trampa de parte de ella. Por lo menos, necesitaba oír la historia de esa armadura de acero hasta el final.

— Entonces... ¿Cómo transportaste los minerales? –pregunté. Liten se enderezó y reanudó su historia.

— Ah... bien, incluso antes de que considerase el tema del transporte, estaba dudando sobre si debía usar el mineral. Como tanque, lo quería desesperadamente, pero obviamente se trataba de un bug, no estaba segura si debía usar una armadura generada por medio de un glitch, porque temía lo que ocurriría si era expulsada... así que decidí pedirle un consejo a alguien que estaba ayudándome a reparar mi equipo en el primer piso.

— ¿Reparar, entonces se trata de un herrero? –pregunté, visualizando la cara de Nezha, el herrero responsable del fraude de fortalecimiento que habíamos mencionado.

Liten asintió.

— Si, ella no es realmente una herrera, ya que no tiene su propio establecimiento, ella apenas estaba comenzando a mejorar sus habilidades de reparación de armas y armaduras. Siendo ambas chicas, nos llevamos bien, por eso empecé a pedir su consejo sobre el mantenimiento y la elaboración de objetos.

— Oooh, una chica herrera...

Tan solo esa frase confirmó que no se trataba de Nezha. Recién entonces recordé que aún había jugadores en el Pueblo de los Inicios que estaban asimilando el juego como mejor podían.

— Le envié un mensaje acerca de los minerales, ella contestó de inmediato... no tenía mucha experiencia en MMOs antes de SAO, pero ella estaba firmemente decidida.

Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Liten.

— Ella dijo que no debía vacilar, que lo más importante en este mundo era sobrevivir, luego completar el juego, en ese orden, así que debería usar cualquier bug necesario para volverme más fuerte. E incluso si era expulsada, significaría que podría salir de aquí, así que no debería estar asustada en lo más mínimo... Me di cuenta de que estaba en lo cierto, entonces le pedí ayuda para transportar el mineral hasta Marome, y fuimos hacia una herrería para convertirlos en lingotes de hierro sin ser detectadas por otros jugadores.

— ¿Entonces fue una amiga y no un NPC quien hizo tu armadura? –preguntó Asuna.

Liten asintió orgullosamente.

— ¡Si! El trabajo apenas estaba dentro de su nivel de habilidad, y ella dijo que debería pagarle a un NPC para que lo haga... Falló varias veces, regresando la armadura a lingotes, pero siguió golpeando y golpeando, durante toda la noche, hasta que logró completar todas las piezas: torso, piernas, guantes, botas, y yelmo.

— Wow...ella debe ser una buena amiga y una gran herrera... –dije admirado.

Esta vez, la sonrisa de Liten era clara e innegable. En ese momento me convencí completamente y para bien que ella no era la cómplice de Morte.


El resto de la historia fue corta. Equipada con una armadura de cinco piezas que era rara incluso entre los mejores jugadores, Liten subió niveles luchando contra los Treants en el tercer piso hasta que los de ALS la reclutaron. Ella se unió siguiendo el consejo de su amiga herrera. En el cuarto piso, ella conoció a Shivata quien pertenecía al gremio rival, y ambos terminaron agradándose mutuamente...y los pequeños detalles de esa parte de la historia no serían contados sin un poco de alcohol.

De todos modos, como ambos continuaron acercándose en secreto, empezaron a pensar en un plan para lograr que ambos gremios se unieran en armonía, y el primer paso era la fiesta de esta noche. Por parte de DKB, Lind sorprendentemente se entusiasmó por ello, y los demás parecieron emocionados también. El problema estaba en el gremio ALS.

Ahora que la historia había llegado al presente, saqué cuatro pequeñas botellas de agua de mi inventario. Desgraciadamente, el agua estaba tibia, pero aun servirían para calmar las gargantas secas de todos los presentes antes de llegar al punto crucial.

— Umm... primero, ¿qué tanto te ha contado Shivata sobre el problema con ALS, Liten?

Shivata reaccionó a mi pregunta justo antes que Liten.

— Exactamente, tú me enviaste ayer aquel mensaje diciendo que había surgido un problema pero tú te encargarías de él, Licchan. Estaba preocupado sobre lo que habías querido decir...

— Lo siento, Shiba –dijo Liten, pero era obvio por la expresión de su rostro que ella estaba entre la espada y la pared.

No había duda que los de ALS habían emitido un aviso serio a todos los miembros sobre el plan para atacar al jefe. Como miembro del gremio, ella tenía la obligación de obedecer, pero Liten era también una miembro ejecutiva a cargo de planear la fiesta en conjunto con Shivata. Su estrés era visible.

— Si algo así estaba ocurriendo, ¿por qué no me lo contaste? Sé que soy miembro de DKB, pero más importante que eso, todos somos jugadores de SAO.

Lo irónico es que tú fuiste quien me ayudó a comprender eso... –dijo él en un tono suplicante, colocando una mano en su hombro blindado, pero Liten no dejó de mirar hacia abajo.

Crucé mi mirada con la de Asuna y me aclaré la voz.

— Si Liten no te lo puede explicar, entonces yo lo haré. Escucha cuidadosamente lo que voy a decir, Shivata...los principales miembros de ALS planean faltar a la fiesta de esta noche para enfrentar al Jefe del Piso por su cuenta.

Shivata no fue el único que lucía en shock. Liten se reclinó hacia atrás con un sonido metálico, hasta casi caer de su silla. Sus ojos color topacio, parecido al naranja de su cabello, estaban muy abiertos.

— K... Kirito, ¿cómo es que lo sabes?

— Lo siento, aun no puedo decirlo. Pero te aseguro que no fue debido a espiar a los ALS, y no compré esa información de ningún agente.

—...Oh...ya veo... B-bueno, eso no importa. Estoy segura de que los jugadores como ustedes tienen sus propias y avanzadas estrategias para recolectar información...

— T-tú te estás haciendo una idea equivocada sobre nosotros –dije en tono suplicante después de obtener una mirada incómoda de Asuna.

— Soy prácticamente un intruso en la línea delantera, y solo hago lo que me concierne, así que no estoy en posición de dar ninguna orden a los ALS o DKB.

Pero... Asuna y yo realmente queremos estar seguros de que los dos gremios no compitan hostilmente. Es seguro que un poco de rivalidad podría ayudar a aumentar el ritmo de la conquista... pero este acto de ir a las espaldas del otro seria cruzar la línea, si ellos tienen éxito, se arruinaran por completo las relaciones con DKB, y si fallan... esto podría resultar en el colapso total del gremio ALS. Digo, ellos quieren conseguir la victoria contra el jefe de un piso de transición con un solo gremio...

Shivata tenía su cabeza entre las manos. Gimió:

— Pero... ¿por qué tenía que ocurrir esto? Kibaou es un tipo rudo, pero él no es estúpido. Él debería saber de sobra cuán imprudente es desafiar al jefe de piso por su cuenta...

Asuna y yo vinimos a Mananarena para encontrar la respuesta a este misterio.

Con tres pares de ojos mirándola, Liten se mordía los labios en su estado de indecisión, luego finalmente logró ordenar su mente.

—...Si ya saben sobre eso, entonces les diré lo que se.

La más reciente miembro tipo Tanque de ALS tomó un sorbo de agua, se relajó, y comenzó a hablar.

— Los ALS predican la igualdad entre sus miembros, así que las reuniones como regla general son llevadas a cabo con todos los miembros presentes. Pero cuando se trata de las reuniones para discutir la estrategia contra el jefe entonces solo asisten los miembros más veteranos. Aun soy una novata en cuanto a eso, así que no fui parte de la reunión. Así que todo lo que diré lo escuche del líder de mi grupo.

— La reunión se llevó a cabo hace tres días, en la noche del veintiocho. Uno de los miembros más veteranos tenía información crucial de un Beta Tester. Ya que era un tema tan delicado, Kibaou tomó la decisión de limitar la asistencia a los integrantes veteranos.

— La información era acerca de un ítem increíblemente importante que dropeaba el jefe del quinto piso... algo que cambiaría las cosas drásticamente dependiendo de cuál de los dos gremios principales lo obtenía primero. El líder de mi grupo y algunos otros oficiales argumentaron que ellos debían hablar con los dirigentes de DKB y promover su uso compartido antes de la batalla. La fiesta era el momento perfecto para discutir a fondo estas cosas.

— Pero el uso compartido de ese ítem era aparentemente imposible por naturaleza. Eso generó la opinión de que deberíamos vencer al jefe mientras la fiesta se llevaba a cabo, para asegurarse de obtener el ítem... de otro modo, ALS terminaría siendo opacado por DKB. Y al final, Kibaou no tuvo otra opción que aprobar la estrategia contra el jefe. Eso es lo que yo sé sobre ello.

Cuando Liten terminó, Shivata giró hacia la izquierda, mirando a Liten, y habló con una voz áspera:

— Licchan, ¿qué demonios es ese ítem...?

Pero ella solo pudo sacudir su cabeza tristemente:

— Lo siento, Shiba. Solo supe del plan del jefe esta mañana. Le pedí más información al líder de mi grupo, pero era máximo secreto... El líder estaba a favor de la fiesta, pero ya no se podía hacer nada sobre esto. Soy nueva, ¿qué podría haber hecho? Hablé con el resto del grupo, y ya habíamos decidido contarle nuestra situación a Kibaou, cuando recibí el mensaje de Shiba.

—...No tenía idea... –dijo Shiba en un tono muy débil. Alzó la mirada, dirigiéndose a mis ojos, tragó saliva, y preguntó en un tono peligroso– .Tú eras un Beta Tester, ¿acaso sabias qué era ese ítem tan importante que deja el jefe del quinto piso?

— Um... ¿errmm...?

Me crucé de brazos e incliné mi cabeza hacia un lado tanto como podía.

— ¿Un importante ítem que dropea el quinto jefe...? Fui parte de esa batalla, pero creo que fue un espadachín a dos manos quien obtuvo el dropeo principal...

Quiero decir, cualquier dropeo del jefe es bueno, pero no recuerdo algo tan relevante como para romper el equilibrio entre los gremios. Además, que sea un objeto que pueda compartirse...

Devolví mi cabeza a una posición normal, cerré mis ojos, y reproduje mis recuerdos lejanos.

El jefe del quinto piso de la prueba beta era un enorme golem hecho de piedra azulada bastante parecida a la que había en las catacumbas, naturalmente, tenía una defensa muy alta y era tan alto que casi chocaba contra la cúpula de la cámara donde esperaba; un considerable desafío lo vieras por donde lo vieras, pero en un tiempo por el cual uno creería que era una broma, y con el ataque suicida de alrededor de cien jugadores, convertimos en polvo al golem, y algunos suertudos recibieron más de diez ítems. Después de analizar el botín, subimos las escaleras al sexto piso.

No... espera

Alguien recibió un objeto extraño. Parecido a un arma de asta, pero tenía un poder de ataque extremadamente bajo, por lo cual nos quedamos perplejos, así que el portador lo lanzó lejos furiosamente. Alguien lo recogió y, después de algunos días, demostró su verdadero valor para sorprendernos a todos; una historia que apenas acababa de recordar apareció en la esquina de mi memoria. De todos modos, era un ítem que no significaba nada para mí, pero si mi memoria no me
fallaba, era...

— Un estandarte...

Las tres personas me miraron.

— ¿Un estandarte? ¿Qué clase de estandarte? –preguntó Asuna. La imagen de una bandera de batalla sujetada a un astil se imprimió en mi mente. Respiré profundamente, sujeté firmemente mis manos, y me levanté lentamente de mi silla.

— Oh... Ohhh... ¡Si, eso podría ser malo!

— ¡A qu... ¿a qué te refieres, Kirito?! ¿Cuándo dices estandarte, te refieres a un cambio? ¿Alguna condición que provocará un cambio en el juego? –gritó Shivata, también levantándose de su silla. Probablemente era la primera vez que me llamaba por mi nombre, pero no le di importancia. Sacudí mi cabeza.

— No... no se trata de un estandarte en programación, literalmente me refiero a un estandarte...

— ¿Por qué sería un estandarte un ítem tan poderoso?

— No es un estandarte cualquiera, es un estandarte de gremio. Si lo llevas equipado, todos los miembros del gremio en unos 15 o 18 metros a la redonda reciben un buff en todos sus stats...

Los ojos agudos de Shivata se abrieron mucho. Y tampoco pudo evitar abrir su boca por la conmoción.

Capitulo 6                                                        Indice                                                           Capitulo 8

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