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progressive 4 capitulo 9

Capitulo 9
Scherzo of Deep Night

En el claro de un bosque a una corta distancia de Mananarena, los otros miembros ya se encontraban reunidos.

Gracias a la magnífica habilidad de persuasión de Asuna, vi que estaban el grupo de Agil, Shivata, Liten, y un jugador más de cada gremio, vistiendo sus colores respectivos. Yo mismo le había pedido a cada uno reclutar miembros si era posible, esperando que fuera inútil, por lo que esta era una agradable sorpresa.

Mientras Nezha saludaba respetuosamente a Asuna y a los demás, yo me acerqué al grupo de Shivata.

— Perdón por llegar...

‘tarde’ pensaba decir, pero el gran oficial de DKB que acompañaba a Shivata se dio vuelta bruscamente y me sujetó del cuello.

— Hola, Blackie –dijo Hafner, un usuario de espada larga y sublíder de los DKB, llamándome con un apodo que hacía referencia a mi vestimenta. Él se inclinó hacia mí con una cara amenazante que me recordaba a un futbolista y gruñó:

— Voy a apalearte si descubro que has dicho una sola mentira sobre esto.

Dejando de lado el hecho que el código anti-crimen y el riesgo de volverse un jugador naranja fuera de la ciudad evitaron que él en verdad me golpeara, asentí obedientemente. Shivata sujetó el hombro de Hafner con una sonrisa incómoda y lo hizo soltarme.

— Haf, esta idea vino de nuestra parte. Todo lo que Kirito aportó fue la información acerca del estandarte, y no creo que él este mintiendo. ¿Por qué lo haría? Al final no ganaría nada.

—...bien, podrías tener un motivo ahí. Pero ¿por qué planearía algo tan peligroso? ¿Acaso tiene una buena razón para prevenir que ALS obtenga ese estandarte?

— Basta –interrumpí, agitando mi mano derecha para detener a los oficiales de DKB–. Antes que nada, el objetivo de esta operación no solo es prevenir que ALS obtenga el estandarte. Cuando este sea dropeado, no podemos cedérselo a DKB tampoco. Si cualquiera de los dos gremios lo obtiene, esto podría provocar el colapso del gremio contrario.

Parecía que Shivata ya le había explicado esto a Hafner, quien frunció el ceño, pero se mantuvo callado, por lo que aproveché la ocasión para preguntar.

— ¿Qué hay de ti, Hafner? ¿Estás seguro de tomar parte en esta misión?

Nosotros estamos enormemente agradecidos por tu ayuda, pero como sublíder de DKB, estarías traicionando a tu propio gremio.

Hafner, quien sujetaba su largo cabello rubio hacia atrás con un peinado estilo coleta, gruñó:

— Si, no es que me emocione hacer eso, pero ganar el juego es más importante... y necesitamos tanto a los DKB como a los ALS para salir de este maldito MMO. No puedo traicionar a los miles de jugadores que se quedaron atrás, quienes están esperando que los liberemos, incluso si eso significa hacer a un lado a Lind y a mi gremio. Es por eso que ustedes también están aquí, ¿verdad?

Esa última pregunta fue dirigida hacia Liten y su compañero, quienes estaban parados cerca.

El hombre de mediana constitución que parecía estar en sus treinta, y cargaba una alabarda en su espalda, juntó sus labios ligeramente poblados de bigotes y asintió.

— Eso es cierto. Nuestro imprudente plan de ataque es el resultado de las acciones de algunos extremistas que se aprovechan de la situación. Kibaou lo sabe, pero fue forzado a apoyar el plan para prevenir disturbios en el gremio. Pero si obtener ese estandarte implica destruir la ya de por si inestable relación con DKB, entonces no tiene sentido –dijo serenamente el usuario de alabarda. Caminó hacia mí y me estrechó su mano–. Nos hemos encontrado unas cuantas veces en las
batallas de los jefes. Soy Okotan, el líder del equipo de reclutamiento de ALS. Es bueno trabajar contigo, Kirito.

— Uh... gr-gracias por venir...

Por un momento estuve impresionado por el nombre, que era muy lindo para un hombre con una cara tan ruda como él, pero me recuperé justo a tiempo para devolverle el saludo.

Sin embargo, un pensamiento invadió mi mente.

— Entonces si tú eres el principal reclutador, ¿eso quiere decir que tú eres quien afilió a Liten al gremio...?

— Si, ese fui yo.

Se dio la vuelta para poner una mirada paternal en la chica de la armadura de acero. Lo que me hizo preguntarme si él se había dado cuenta de que Liten y Shivata eran una pareja, pero eso no era de mi incumbencia.

Luego de terminar nuestros saludos, Hafner me dio una buena palmada en la espalda.

— Bien, Blackie; Oko y yo hemos expuesto nuestros motivos, antes de ponernos en marcha. ¿Por qué no nos cuentas por qué estás tomando el mando?

— ¿Q-que?

Quité mi mirada de Hafner y me di cuenta que Asuna, Argo, Nezha y el grupo de Agil estaban reunidos alrededor nuestro, esperando escuchar mi respuesta. No había salida. Así que aclaré mi voz.

— Bueno, es lo mismo que con Hafner y Okotan... y probablemente todos aquí.

ALS y DKB son los dos pilares que dirigen nuestro progreso a través del juego. Si ellos no están enlazados por un mismo objetivo, o si perdemos a alguno de los dos, perderemos toda posibilidad de ganar este juego. Creo que la única manera de prevenir la situación es derrotando al jefe de este piso antes que ALS... y es por eso que los he reunido a todos aquí.

Por supuesto, esa era tan solo la mitad de mis motivos.

Okotan describió el plan de ALS como la materialización de la violencia de una minoría de jugadores extremistas, pero había un lado oscuro en la historia que él no sabía. Había un mal externo que se había infiltrado en el gremio y que estaba alimentando las llamas del conflicto con DKB, el misterioso hombre de la capa y su pandilla de PK-ers. Detenerlos era el verdadero motivo de mis acciones.

Pero aun no podía revelar eso. Hasta que supiera por lo menos los nombres de los otros miembros además de Morte, denunciar el problema solo provocaría desconfianza y paranoia en los gremios.
Afortunadamente, todos aparte de Asuna, quien ya sabía la verdad, parecían estar satisfechos con la explicación. Incluso Hafner, que aunque disgustado, asintió en consentimiento.

En ese momento, Liten levantó su mano derecha con un sonido metálico, sus rasgos faciales estaban cubiertos bajo la visera nuevamente. Ella habló con esa voz distorsionada que salía de su casco.

— Um, Kirito, he estado queriendo preguntar... si te importa tanto el estado de avance, ¿por qué no te unes a un gremio? Estoy segura que con tu habilidad, serías inmediatamente colocado como líder de equipo en cualquier gremio...

Un murmullo atravesó el grupo como un relámpago. Esa era una pregunta honesta de alguien que recién se integraba a las líneas frontales, pero dado que ella probablemente aun no conocía la palabra ‘beater’, podría ser difícil dar una explicación detallada sobre la delicada situación entre Kibaou, Lind y yo.

Luego de un segundo y medio de pensar desesperadamente, decidí culpar a los líderes de los gremios.

— Bueno, veras, Lind y Kibaou dijeron que si Asuna y yo queríamos unirnos a un gremio, debíamos separarnos.

Un nuevo murmullo atravesó al grupo, el cual me causó un breve momento de pánico por haber dicho algo estúpido. Ruborizada, Asuna gimió:

— ¡¿P-por qué tenías que decir eso?! –y Liten continuo con, “Ah sí, entiendo... ¡Eso es hermoso!”. Mientras tanto, Agil y Argo no se contuvieron la risa.

Al final, no tuve la oportunidad de arreglar el malentendido.

Para cuando Argo terminó de repartir las pociones, y todo el mundo hubiera intercambiado equipamiento para mejorar nuestras estadísticas al máximo, ya eran las tres de la tarde.

Según Okotan, ALS dejaría Mananarena para ir a la torre, simulando ir a la fiesta en Karluin, a las seis de la tarde, lo que nos daría una ventaja de tres horas. Incluso deteniéndonos a explorar, difícilmente nos tomaría tres horas luchar contra el jefe, así que teníamos mucho tiempo. Pero no haría daño distribuirlo cuidadosamente.

Así que dejé a Argo ser nuestra guía y me puse en la retaguardia del grupo con Asuna. Mientras avanzábamos, ordené a cada miembro de nuestro grupo de acuerdo a su nivel en forma descendente.

1. Kirito nivel 18, espada a una mano, armadura de cuero.

2. Asuna nivel 17, estoque, armadura metálica ligera.

3. Agil nivel 16, hacha a dos manos, armadura metálica ligera.

4. Hafner nivel 16, espada a dos manos, armadura metálica pesada.

5. Shivata nivel 15, espada a una mano, armadura de metal pesado, escudo.

6. Okotan nivel 15, alabarda a dos manos, armadura metálica ligera.

7. Wolfgang (escuadrón de Agil), nivel 15, espada a dos manos, armadura de cuero.

8. Lowbacca (escuadrón de Agil), nivel 15, hacha a dos manos, armadura metálica ligera.

9. Naijan (escuadrón de Agil), nivel 14, martillo a dos manos, armadura pesada de metal.

10. Liten nivel 13, gran maza, armadura pesada de metal, escudo.

11. Nezha nivel 12, Chakram, armadura ligera de metal.

12. Argo nivel desconocido, garras de acero, armadura de cuero.

— Hmmmm...

Era una lista muy corta para un grupo de asalto al jefe del piso.

La ruta que cruzaba el bosque estaba cubierta de roca azul que hacía que nuestros pasos sonaran fuertemente, pero aun así Asuna oyó mi murmullo y pidió una aclaración.

— ¿Por qué es ese ‘hmmm’?

— Bueno... –hice visible la lista que había hecho, y se la enseñe–. Necesitamos armar una formación concreta antes llegar a la torre laberinto, y estoy notando que tenemos un exceso de DPSs ...

— ¿Qué es un DPS?”

“Quiere decir repartidor de daños, un jugador que se concentra en atacar. De los doce que hay en la lista, tú, Wolfgang, Lowbacca, Naijan y yo somos atacantes, eso es más de la mitad. Shivata y Liten son los únicos tanques netos, y Okotan, Nezha, y Argo son CCs...

— ¿CC?

— Crowd Controller, o controlador de masas, se encargan de controlar a los monstruos enemigos. Suelen ser los usuarios de magia en otros juegos, pero desde que en SAO no hay magia, en su mayor parte usan habilidades de espada que debilitan o ralentizan a los monstruos.

— Ah, claro. La mayoría de las armas de largo alcance tienen efectos secundarios –advirtió Asuna, quien cruzó hábilmente sus brazos para pensar, incluso mientras corría. Ella murmuró, pensativa del mismo modo que yo lo había hecho.

—...Serán solo dos equipos, por lo que podemos poner a Shivata y a Liten como tanque en cada uno, luego dividir a los DPSs y a los CCs en cada equipo, ¿verdad?

— Es seria el método ortodoxo. El problema es que el golem solo usa ataques directos con sus brazos y piernas, pero son extremadamente poderosos... los ataques normales son una cosa, pero incluso un escudo no detendrá las habilidades de ataque. Así que estas deben ser evadidas a toda costa. Shivata tiene experiencia, pero...

—...Pero Liten acaba de unirse al gremio. Y puede ser un poco atemorizante si ponemos tal responsabilidad en sus manos –concluyó Asuna. Suspiramos al mismo tiempo, y yo crucé mis brazos también. Miré la lista de nuevo.

Incluso para hacer una simple alineación de doce jugadores en total, no había una sola solución. Si fuera un grupo completo de cuarenta y ocho jugadores, las posibilidades serian ilimitadas. Y Lind y Kibaou estarían haciendo este proceso para cada piso y su jefe.

Estos pensamientos renovaron mi respeto para con los dos, pero mi meta ahora era actuar antes que ellos. Mientras murmurábamos en voz baja, los árboles empezaron a desaparecer, revelando un largo muro de piedra acechando adelante.

Sus dimensiones eran tales que me hacían recordar a los muros exteriores del Pueblo de los Inicios, pero en esta ocasión no había un pueblo al otro lado del muro, sino el laberinto más grande del quinto piso, y que debía ser superado antes de alcanzar la Torre Laberinto.

Por supuesto, también había monstruos, por lo que tomaría más de uno o dos días trazar un mapa completo. Sin embargo, si uno revisaba adecuadamente los detalles de la zona, entonces podría acortar caminos y avanzar prácticamente en línea recta a través del laberinto, y nosotros teníamos un buen equipo en ese aspecto.

Relajé mis brazos y aceleré para alcanzar a Argo, quien estaba a la cabeza del grupo.

— Um, Argo, ¿Hay algún mapa de...?

— ¿...del laberinto? Si.

Suspiré de alivio, y la informante sonrió abiertamente al ver mi expresión.

— Y esta es información calentita, así que son cinco mil col, en total.

— ¡¿Qu-que?! ¡¿Vas a cobrarme?!

— Argo la portadora de garras peleará contra el jefe contigo gratuitamente, pero Argo la informante necesita ganarse la vida.

— Hrrrgh...

Rechiné mis dientes, deseando haber recolectado más reliquias atrás en Karluin.

— ¡Nya-ja-ja-ja! No te preocupes, solo pensé en asustarte por haber causado ese malentendido amoroso de antes –Argo me miró mientras reía–. Si, hice un mapa del laberinto, pero tú no lo necesitaras.

— Uh... ¿A qué te refieres?

— Lo veras cuando lleguemos –indicó ella, y giró hacia la derecha

El laberinto del quinto piso estaba en el lado noreste del piso, y el laberinto exterior que lo rodeaba tenía poco más de quinientos metros de espesor, cualquier extremo del muro se encontraba con el borde de Aincrad.

Argo nos guiaba a través del lado sureste. Nos salimos del camino principal, por lo que nos encontramos con algunos monstruos, pero contra nosotros doce, cada batalla terminaría al instante si usáramos todo nuestro poder, pero decidimos ocupar algo de tiempo en ello para practicar nuestro trabajo de equipo, y ya casi faltaban quince minutos para las cuatro cuando llegamos a nuestro destino.

— Buen trabajo a todos. Con esto termina nuestro viaje por territorio hostil, bueno, casi –dijo Argo, y nosotros nos detuvimos agradecidos por el descanso.

Aproveché para estirarme y di un vistazo a nuestro alrededor, teniendo una vista desolada. Por el norte se asomaba una pared de casi veinte metros, mientras por el sur y el oeste habían grandes paramos de tierra gris e infértil. Y detrás de eso estaba el bosque que acabábamos de atravesar, apenas teñido por los rayos del sol invernal.

Y cuando giré mis ojos hacia el este, estos se encontraron con el cielo a través de una apertura cercana, pero su color azul grisáceo me daba un mal presagio, no era el mismo color del cielo estrellado que Asuna y yo vimos en Blink&Brink. Volví mi mirada hacia el oscuro muro de piedra y alcé la vista.

Según la leyenda que Argo nos contó durante el viaje, en el centro del laberinto estaba el centro secreto de desarrollo del antiguo reino, y el laberinto había sido construido para impedir que los forasteros se infiltren. Lo que hacía que la gran muralla tuviera sentido, pero nosotros teníamos que pasar al otro lado de alguna manera.

— Entonces... ¿Por dónde entramos? –pregunté mientras Argo bebía agua, ella se limpió la boca y sonrió. Luego sacó algo brillante de su capa, era una gran llave de unos quince centímetros de largo.

— Whoa... ¿Conseguiste eso en las misiones de jefe?

— Sip.

Argo se acercó hacia el muro de piedra, girando la llave en su dedo con una cuerda. Ella se apoyó en los ásperos y deteriorados bloques que conformaban el muro, buscando algo, luego insertó la llave en cierto espacio y lo giró con un clic.

Todos los demás murmuramos de admiración. Seguros de que una parte de la pared se abriría como por arte de magia, revelando un pasadizo secreto.

Pero en su lugar, el muro crujió, algunos bloques se hundieron alrededor de quince centímetros, y eso fue todo.

— Uh... Argo, ¿Dónde está la puerta escondida?

— No hay puerta escondida.

Ella volvió a guardar la llave en su capa, puso una mano donde un bloque se había hundido, y se alzó a sí misma, “hup-hup-hup”, luego de que pasó los tres metros de alto, levanté mi vista, perplejo, y descubrí que los bloques hundidos

tenían un patrón que seguía hasta la cima del muro, como si fueran una escalera.

— E-espera, ¿tenemos que trepar hasta la cima? –mencionó Agil, influenciado por el pánico. Argo miró hacia abajo, sosteniéndose con una mano, y sonrió osadamente.

— Uh-oh. ¿Acaso eso quiere decir que el hombre más robusto de la delantera le teme a las alturas?

— Y-yo no dije eso... pero una caída de esa altura no es ninguna broma –replicó Agil, y estaba en lo cierto. Había muchas maneras de obtener daño en SAO, y una de las más atemorizantes por acuerdo implícito era el daño por caídas. A mi lado, Asuna se estremeció, sin duda recordando su caída por aquella trampilla en las catacumbas.

El muro de piedra media casi veinte metros de alto, y el suelo tenia polvo y grava esparcidos. Cualquiera que cayera de la cima y tuviera un bajo porcentaje de HP estaría en peligro de obtener una muerte instantánea. Tomé una decisión, y estaba a punto de pedirle a Argo que esperara para lanzar un cable de seguridad, pero ella habló primero.

— Oh, bueno, aquí tengo un regalo especial, solo para ustedes –dijo Argo, guiñando un ojo, y comenzó a sacar varios objetos de su inventario. Estos cayeron al suelo con un golpe suave, eran grandes cojines, que solo los jugadores con más recursos podían obtener. Eran muy livianos para su tamaño, por lo que ella debió haber llenado su inventario con estas cosas.

Acomodamos los cojines junto al muro, y Argo se dejó caer hacia atrás. Ella aterrizo con un suave ‘Pooof’, pero no sufrió ningún daño. Con la demostración hecha, ella comenzó a subir de nuevo y me miró de reojo.

— Iré al final, de modo que pueda recoger los cojines antes de continuar. Ve tu primero, Kii-boy.

— Uh... ¿Y-yo? Bueno, está bien...

Miré hacia Asuna, quien hizo un silencioso gesto de ‘Tú primero’. La única jugadora presente que usaba falda ciertamente no estaba emocionada por escalar por delante de tantos jugadores. Asentí, puse mis pies sobre los cojines y me aferré a la pared.

Una vez que empecé a trepar, noté que los huecos en la pared eran suficientemente profundos como para asirse fácilmente, lo que hacía que el procedimiento físico fuera lo suficientemente simple. El problema real era la presión mental que el jugador debía soportar durante la subida. Sabía que debido a los cojines que amontonamos debajo no moriría si llegaba a caer, pero eso no podía evitar que se formara un sudor frio en mi espalda.

Escalé hasta el final de la pared, preguntándome si el sudor era solo una sensación virtual generada por el NerveGear o si mi cuerpo real también estaba segregando liquido de mis poros.

En la cima del muro se podía ver un pasadizo un poco más estrecho que el que habíamos recorrido. Ya en la cima, suspiré de alivio y llamé hacia el grupo de abajo.

— ¡No es tan difícil, solo mantengan la calma y estarán bien!

— ¡B-bien, seré el siguiente! –respondió Hafner, luego de diez minutos Asuna y Argo fueron las ultimas en escalar. Nadie termino cayendo, pero eso fue en parte gracias al apoyo mental que brindaban los cojines de Argo, se me ocurrió que podría ser buena idea guardar dos o tres de estas cosas en mi inventario, por si acaso.

Sostuve la mano de Argo y la ayudé cuando ella finalmente llegó a la cima.

Con esta fase concluida, hicimos una pequeña celebración antes de volver a mirar hacia el norte.

— Entonces no estabas bromeando cuando dijiste que este laberinto sería un gran obstáculo –murmuró Wolfgang. Él usaba la misma categoría de arma que el sublíder de los DKB, pero mientras Hafner lucía como un rudo caballero con su armadura metálica, el equipamiento de cuero que usaba Wolfgang le daba un aire de ser un mercenario veterano.

Como él dijo, era difícil idear una ruta rápida a través del laberinto que se extendía por delante de nosotros, incluso con un mapa. El diseño parecía diferente al de la prueba beta, por lo que no podía usar mis recuerdos como guía.

— Y los chicos de ALS pensaban asaltar este lugar durante la noche... ¿sin haberlo explorado primero? –Shivata le preguntó a Okotan escépticamente. El usuario de alabarda, quien aparentaba ser el mayor del grupo, asintió torpemente, sus labios se torcieron en una sonrisa forzada.

— Es algo vergonzoso admitirlo, pero si, ese es el plan... De lo que yo sé, tenemos información de los acertijos y trampas de un Beta Tester. El que programó los horarios estimó que todo el proceso tomaría una hora.

Asuna y yo nos miramos.

Ese tenía que ser el mismo Beta Tester que les dio la información del estandarte.

Por la forma como hablaba Okotan, parecía que no se trataba de un miembro del gremio, más bien parecía ser uno de los miembros encapuchados con los que nos encontramos en las catacumbas: Morte. Lo que quería decir que la otra persona estaba infiltrada dentro de ALS.

Dadas las circunstancias, realmente quería decirles a Shivata, Hafner, y a Okotan sobre este complot, para que ayudaran a identificar al espía, pero era difícil hacerlo con Argo y el grupo de Agil presentes. Y además, teníamos que terminar esta misión de manera urgente.

Si la batalla contra el jefe iba bien. Yo planearía una celebración y encontraría una forma de llevarla a cabo, me prometí a mí mismo. Devolví mi mirada hacia la derecha, para ver a la gran torre que se elevaba sobre el centro del laberinto.

Estos siempre estaban categorizados como “Torre laberinto”, pero en cada piso estos tenían un tamaño y diseño diferente. Lo única característica en común era su altura, que era de unos noventa metros, mientras algunos eran enormes y con caminos anchos, otros eran más esbeltos y con pequeños caminos. La torre del quinto piso tenía la clásica forma de cilindro, y su ancho era equivalente a la tercera parte de su altura. Había una gran puerta en la base, pero la pared sobre la que
estábamos parados se estiraba desde el borde del castillo flotante hasta la torre misma, terminando en una pequeña puerta. En otras palabras, estábamos tomando un atajo con el que solo haríamos el veinte por ciento del viaje. Gracias al duro trabajo de Argo completando las misiones de jefe, nos ahorraríamos dos horas.

— Gracias, Argo –dije suavemente. Y ella giró su cabeza con ese peinado rizado hacia mí, pestañeando por la sorpresa. Pero su expresión fue rápidamente sustituida por su usual sonrisa sarcástica.

— No seas ridículo, apenas estamos comenzando.

— Buen punto...

Aspiré profundamente, preparándome para avanzar nuevamente.

Continuamos en línea recta siguiendo el camino que estaba por encima del muro, tomando un corto descanso en un observatorio donde el muro conectaba con la torre. La parte más difícil del laberinto estaba del otro lado de la puerta, por lo que ya debíamos prepararnos.

— Aquí vamos, listo alístese todo el mundo.

Asuna sacó un gran pastel de su inventario. Era el único postre de Mananarena que era famoso, pero dado que tenías que saber dónde lo vendían primero, era la primera vez que la mayoría lo veía. Hafner y el grupo de Agil probaron un poco, murmurando sobre lo delicioso que era, mientras que Liten y Shivata comían juntos recostados en la pared. Me alarmé al no ver a Okotan, pero lo encontré charlando alegremente con Nezha, lo que causó otro tipo de alarma en mí, cuando imaginé
que el ex-herrero estaba siendo reclutado por los ALS.

Cuando todos recibieron su parte, Asuna me trajo un pedazo de pastel y miró hacia la torre mientras comía.

—...Así que ya es la hora...

— Si...

Tomé el pastel con mis dedos y comí un bocado. El sabor a plátano, que había sido tan estimulante cuando lo comí horas antes, apenas fue percibido por mi lengua esta vez. Lo que solo me hizo dar cuenta de cuan nervioso estaba.

Se supone que esta era nuestra única opción para ganar este juego de la muerte y escapar de la prisión electrónica en la que estábamos confinados. Ya sea que el plan de ALS fuera o no exitoso, definitivamente causaría un gran conflicto en el grupo de la delantera y disiparía la energía que impulsaba nuestro avance.

Haciendo que este fuera más lento, lo que finalmente lograría que los jugadores como Liten, quienes estaban haciendo su mejor esfuerzo para alcanzar nuestro paso, perdieran la esperanza. La ansiedad se esparciría por todo Aincrad. Esto se convertiría en una noche eterna, sin el brillo de las estrellas o la luz del sol por las mañanas...

Puse lo que quedo del pastel de nuevo en el plato, un viento ligero me rodeo de repente, entonando un suave canto en mis oídos. Sabía que era solo una ilusión, pero cerré mis ojos para escuchar mejor.
Un cuadro espeluznante apareció sobre mis parpados.

Tres siluetas danzaban de espaldas al ocaso del sol, que teñía de rojo el ambiente, junto con una extraña y acelerada melodía. Los bordes de sus capas negras como el alquitrán se batían como alas de murciélago. La expresión de la figura de la derecha se hizo visible, revelando una familiar mirada lasciva y una sonrisa torcida.

“¿Qué pasaría si incluso mis propias acciones fueran previstas como el resultado de su provocación...?”

Ese repentino pensamiento hizo que mis extremidades se congelaran

Aquí en el quinto piso, el primer piso de hito, nosotros pelearíamos contra un jefe que era mucho más fuerte que cualquiera de los anteriormente vistos. Yo le había advertido a Asuna sobre esto una y otra vez, y creí que me estaba preparando apropiadamente. No importa como haya actuado o lo que haya decidido según lo que ocurría en el juego. Yo estaba liderando un diminuto grupo de doce para pelear
contra el jefe.

Había una forma de ganar, y era nuestro deber averiguarla.

Si hubiera algún problema aquí, era que mis elecciones y acciones no estaban basadas en ninguna creencia sólida.

Cuando dejé el Pueblo de los Inicios, priorizaba mi propia supervivencia sobre todo lo demás. Asuna y Argo ahora estaban conmigo, pero no he desarrollado un nuevo y glorioso ideal de cómo proteger a todos los jugadores cautivos de SAO, o ganar el juego con mis propias manos.

Mientras tanto, los otros jugadores presentes estaban participando en esta imprudente estrategia dejando de lado sus creencias, aun conociendo los riesgos que esto implicaba.

Hafner por ejemplo, era un hombre que actuaba para ganar el juego por sobre todo lo demás. Forzó el paso del grupo de la delantera mientras esperaban para abordar las góndolas en Rovia en el cuarto piso, pero eso seguramente fue porque estaba irritado con los turistas. Era el tipo de persona que los castigaría por usar su energía para divertirse, más que para ayudar en el juego. Yo entendía ese
sentimiento, sus acciones evidenciaban la fuerza de sus creencias, dado que el priorizaba esta misión por sobre las ganancias de su gremio.

Luego estaba Shivata, sobre quien solo podía especular, pero parecía que él estaba aquí por el bien de Liten. No sabía cómo habían llegado a estar juntos, pero habían unido sus espadas para asegurarse de que sus gremios no se enfrentaran.

Ese ya era de por si un admirable motivo.

El grupo de Agil, Argo y Nezha habían buscado entre sus sentimientos para encontrar sus propias respuestas también. Así que... ¿Por qué yo, el chico que rechazo a los gremios y había priorizado su propio beneficio, estaba yendo contra mis propias creencias no solo participando en este grupo, sino que también liderándolo?

La respuesta era mi oposición hacia Morte y sus provocaciones.

Ellos me habían retado a un duelo a muerte e hicieron pasar por un terrible susto a Asuna, y ahora yo actuaba debido a una furiosa determinación para evitar que ellos continúen con su plan.

En ese caso, tenía que admitir que ellos fueron quienes avivaron el fuego en mi interior. ¿Acaso estaba perdiendo la paciencia? ¿Estaba dejando que mi odio me guiara a una imprudente estrategia que podía terminar enviándome a mí y a las personas por las que me preocupaba hacia una muerte segura...?

Noté que estaba rechinando mis dientes y miraba hacia el pastel a medio comer.

Pero repentinamente, mi mano fría y entumecida fue envuelta en un agradable calor.


Miré hacia abajo y noté que, escondida de la vista del grupo por mi abrigo de cuero negro, había una pequeña y pálida mano que sostenía la mía. Levanté la mirada para ver el perfil de la cara de la esgrimista.

Su expresión seguía siendo distante y vagamente hostil como era usual, pero eso no cancelaba el calor que cubría mi mano, igual que el sol de primavera. Me mantuve en silencio hasta que sus labios finalmente se abrieron.

—...Eso es por haberme dado el Buff en el campamento del tercer piso.

—Uh... Oh, claro, lo había olvidado.

Recordé el momento cuando ella fundió su Wind Fleuret para crear el Chivalric Rapier y sujeté su mano con más fuerza.

¿Por qué Asuna estaba de acuerdo con este plan? La historia sobre el estandarte y la competencia entre ambos gremios no podía significar mucho para ella. Si ella estaba aquí dejando sus fuertes creencias personales, ¿cuáles podrían ser estas?

Quería saberlo, pero no parecía ser el mejor momento para preguntar.

Si derrotábamos al jefe y lográbamos regresar vivos a la ciudad, entonces se lo preguntaría. Esa podría ser mi mayor motivación para pelear y ganar.

Aclarando eso en mi mente, la apocalíptica música que había estado sonando dentro de mi cabeza finalmente desapareció, junto con las escalofriantes siluetas que invadieron mis ojos.

Sin soltar la mano de Asuna, acerqué el último trozo de pastel hacia mi rostro y lo comí de un bocado. Mastiqué y volví a mirar hacia la torre.

Tenía una coloración más oscura que el resto de las ruinas que se podían ver, y su lado izquierdo estaba iluminado por el sol invernal, brillando fríamente. Era como si la amenaza de los interminables monstruos que la habitaban y el jefe del piso estuvieran fluyendo hacia afuera como escarcha.

Pero el calor de la mano de Asuna fluyo a través de todas mis venas, expulsando el frio. Volví a apretar su mano una última vez, luego la solté y volví a ver al frente.

Inmediatamente me encontré con la mirada burlona de Argo y tuve que toser torpemente y aclararme la voz antes de pasar al frente para dirigirme al grupo.

“...Bien, todo el mundo, creo que ya es hora de anunciar mi idea para la formación de nuestro grupo.”

Una vez que todos terminaran de comer su pastel y se reunieran alrededor, comencé a explicar, “El equipo A estará compuesto por Hafner, Shivata, Okotan, Lowbacca, Naijan y Liten. El equipo B será formado por Asuna, Agil, Wolfgang, Nezha, Argo y yo. ¿Qué opinan sobre este despliegue?”

Esto estaba, al parecer, en contra de lo que ellos esperaban, y varios murmullos corrieron a través del grupo antes de que Shivata alzara la voz para preguntar:

— Entonces... ¿el equipo A es el grupo de tanques, y el equipo B es el grupo de ataque?

— Correcto.

— Eso va en contra de la estrategia usual. ¿Por qué no nos distribuimos equitativamente?

— No tenemos suficientes tanques para hacer eso. Shivata y Liten son los únicos que tienen escudos, por lo que si los ponemos en grupos separados, ellos no podrían aguantar lo suficiente para la rotación de pociones. En ese caso, deberíamos formar un grupo con una gran defensa que contenga al jefe, lo que debería hacer más fácil controlar nuestro HP. Por supuesto, eso creara una carga
mayor para nuestros tanques...

Shivata sacudió su cabeza al escuchar mi última frase y dijo:

— No te preocupes por eso –antes de continuar con su refutación–. Pero si agrupamos a todos los tanques, no seremos capaces de manejar ataques simultáneos de amplio rango. ¿No será eso un problema?

— Bueno, tan solo basándome en la prueba beta, el golem jefe de este piso no tiene ningún ataque de área como los del tipo aliento. La mayoría son golpes y pisotones, con diferentes patrones cada vez. Por lo que mientras podamos prever estos patrones, un solo equipo debería ser capaz de defendernos continuamente.

— Ahh, ya veo –murmuró Shivata.

Eché un vistazo hacia el resto de miembros del grupo y añadí:

— Por supuesto, me adelantaré para asegurarme que el jefe no tenga ningún tipo de ataque inesperado. Cuando la verdadera batalla comience, nos aseguraremos de tener una ruta de escape clara para cuando la barra de HP del jefe cambie de color, para que podamos salir rápidamente en caso de patrones de ataque nuevos.

Ciertamente lo estaremos enfrentando con solo dos equipos, pero definitivamente tenemos una oportunidad de ganar, y no pienso perder un solo miembro.

Entonces... para asegurar que la fiesta de Shivata y Liten sea un éxito y que el año 2023 sea de esperanza para todos nosotros... ¡vamos a combinar nuestra fuerza y a ganar esta batalla!”

Por alguna razón, mis palabras se convirtieron en un discurso de motivación al final, y estuve momentáneamente asustado de haber exagerado.

— ¡¡Siii, hagámoslo!! –rugió Agil, levantando su puño, seguido de un coro grupal de aprobación.

Le agradecí silenciosamente y uní mi puño hacia el vitoreo.

Y así, el treinta y uno de diciembre del 2022, a las cuatro y cuarto de la tarde, el grupo de asalto formado apresuradamente para derrotar al jefe abrió las puertas metálicas y se adentró en la Torre Laberinto.

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